Dokushō Villalba, fundador del Templo Zen Luz Serena
Caridad Martín Nieto
Hablar con Dokushō Villalba es acceder a la historia de los comienzos del budismo en España. Fue un pionero en su conversión y fundador en 1989 del Templo Zen Luz Serena (Valencia), uno de los primeros templos zen budistas de España. Dokushō es, además, un prolífico escritor y difusor del Dharma.
En los primeros años de la democracia en España, el budismo era considerado como una secta exótica. Pero la carpetovetónica sociedad española buscaba modernidad en Francia, y así como era moda viajar para ver la película El último tango en París, también lo era conocer y traer el budismo.
El maestro japonés soto zen Taisen Deshimaru, que se había afincado en Francia en 1967, tuvo por aquel entonces un discípulo español, Antonio Sánchez Orellana—Reizan Shoten—quien fundaría un dojo en Sevilla en 1977, que sería el primer centro budista zen en España.
Por aquellos años aparece, acompañando a Antonio Sánchez Orellana, el joven Francisco Fernández Villalba, que se ordenó monje, también con Deshimaru, en 1978.
Buddhistdoor En Español: Dokushō Villalba usted es uno de los grandes referentes del budismo en España. ¿Cómo llegó al budismo zen?
Dokusho Villalba: «A principios del año 1977, siendo yo un estudiante de 19 años de la Escuela Normal de Magisterio de Sevilla, acudí a una conferencia sobre budismo zen que impartió un monje zen que se había formado con el maestro Taisen Deshimaru en París. Ya antes había leído algunos libros sobre Zen, pero hasta entonces yo pensaba que el Zen era algo del pasado remoto, algo exótico propio de la cultura oriental y muy ajeno a las circunstancias de mi vida cotidiana.
En aquel entonces, atravesaba una grave crisis existencial y vocacional. Desde los dieciséis años estuve comprometido con la lucha política y social, pero en ese momento me sentía muy desengañado tanto del poder transformador de los planteamientos políticos como de mi aspiración de transformar el mundo a través de la educación a los niños y de los jóvenes. Un año antes de encontrar a este monje había ya dejado la actividad política clandestina y me había sumergido en el mundo de la contracultura sevillana. Tuve varias experiencias psiquedélicas con LSD que me cambiaron completamente la percepción del mundo y de mí mismo y que, debido a un estilo de vida desordenado, me condujo a una crisis importante. Dejé los estudios de Magisterio y me sumergí en la vida bohemia, lo cual no hizo más que acrecentar mi confusión.
Fue entonces cuando mis compañeros de piso me llevaron, casi a rastras, a la conferencia de este monje. Personalmente, no me causó un gran impacto, pero pidió ayuda para encontrar un lugar en el que fundar un centro de meditación zen y, dado que yo estaba desocupado, me ofrecí a ayudarle. Encontramos un local, lo habilitamos y, cuando la sala de meditación ya estuvo preparada, este monje me enseñó a sentarme en meditación zen por primera vez.
Mi primera meditación fue un trueno interior cuyas sacudidas han continuado hasta ahora. Cambié radicalmente de vida. Un año después viajé a París para conocer personalmente al maestro Taisen Deshimaru y practicar bajo su dirección. Recibí la ordenación de monje budista zen y desde entonces he dedicado mi vida a la práctica, el estudio y la enseñanza de la tradición zen
Mi primer maestro Taisen Deshimaru murió en la primavera del 1982. Unos meses después dejé París y me trasladé a Madrid donde fundé un centro de práctica zen. Un año después, creamos la Asociación Zen de España. En 1984 viajé por primera vez a Japón con el fin de encontrar un maestro zen y seguir mi formación como monje. El maestro zen Shuyu Narita me aceptó como discípulo y durante los siguientes diez años viajé a menudo a Japón para estar a su lado. El también nos visitó varias veces en España. Finalmente, en 1987, el maestro Narita Roshi me transmitió el Dharma, reconociéndome, así como maestro y sucesor suyo. Seguí estudiando y practicando, siguiendo un programa de formación en distintos monasterios zen japoneses hasta que, en 1989, la escuela Soto Zen me reconoció como kaigai kyoshi, o maestro soto zen.»
BDE: … ¿y fue entonces cuando nació la idea de la creación de un monasterio budista en España?, ¿cómo se pusieron las primeras piedras y fue el desarrollo del primer monasterio zen de España “Luz Serena”?
DV: «De vuelta a España, la sangha soto zen española que se había creado a mi alrededor consideró que había llegado el momento de contar con un lugar donde fundar un monasterio zen, con el fin de realizar en él los retiros de meditación y los seminarios de estudio, así como la formación de los monjes y monjas zen novicios. Y así fue como en 1989 encontramos el lugar que actualmente es el monasterio zen “Luz Serena” y comenzamos a trabajar en él para habilitarlo y acondicionarlo. En agosto de ese mismo año hicimos el primer retiro de meditación.
Mi segundo maestro Narita Roshi vino en junio del 1990 y ofició la ceremonia de fundación, en la que pusimos la primera piedra.
Desde entonces han pasado varios miles de personas por el templo ya que, desde su fundación, estamos siguiendo un programa de retiros y seminarios muy intenso y que no ha decaído en estos 30 años.»
BDE: Con casi 40 años en el mundo editorial, tiene usted 9 libros publicados y más de 35 traducciones, además de conferencias, talleres y retiros. Su obra evidencia una clara vocación por la enseñanza del Dharma. ¿Con qué criterio selecciona los temas y programas?
DV: «Siempre tengo muchos temas entre manos en el intento de afianzar las antiguas tradiciones, al mismo tiempo que de abrir nuevos caminos para la difusión y enseñanza del Dharma del Buddha.
En el ámbito editorial, estoy trabajando en la preparación del segundo volumen del Shobogenzo (La Preciosa Visión del Dharma Verdadero), la obra mayor del maestro zen Eihei Dôgen (1200-1254). Hace un par de años fue publicado el primer volumen por la Editorial Kairós y espero que el año que viene pueda ver la luz el segundo, de un total de cuatro.
También estoy trabajando en la redacción de mi próximo libro Bodhisattva: cómo transformar el dolor en compasión, que trata, como su nombre indica, de la práctica y de la actitud central que tratamos de cultivar los seguidores del budismo Mahayana. También será publicado por Kairós.»
BDE: Su último libro se titula Atención Plena: Mindfulness basado en la tradición budista. Teoría y práctica. Actualmente ya se ha oído o se tiene una idea de lo que es mindfulness, pero ¿qué es mindfulness basado en la tradición budista?, ¿por qué recomendaría su libro?
DV: «Mindfulness basado en la tradición budista (MBTB) es un protocolo o un programa de formación y de profundización en la práctica de la atención plena, respetuoso y fiel a las enseñanzas tradicionales del Buddha sobre el cultivo de sati, la atención plena. Recoge el contexto ético y cognitivo de la atención plena budista y lo presenta en un formato inspirado en los cursos de MBSR puestos a punto por el Dr. Kabat-Zinn y en otros formatos. Es un programa laico y aconfesional, dirigido al gran público. El libro es la proa de un proyecto ambicioso. Hemos creado la escuela de Atención Plena para organizar los cursos básicos y los cursos de formación de monitores e instructores. Desde el 2015, más de tres mil personas han realizado algunos de nuestros cursos. Este año hemos lanzado el “Curso Básico On line de Atención Plena”, al que acceden personas que no pueden desplazarse a los cursos presenciales. Nuestro propósito es una alfabetización en atención plena para el mayor número de personas posibles, ya que consideramos que el déficit de atención es una dolencia que afecta a mucha gente en el mundo moderno. El filósofo y pedagogo español José Antonio Marina dijo hace poco en una entrevista que ‘hasta un 12% de los alumnos tienen problemas de atención. El uso de móviles está dificultando la atención voluntaria. Al mirarlo y volver a la tarea podemos perder hasta el 40% de la información que manejábamos. Es una especie de hacer y deshacer. Un síndrome compulsivo, si no miran la pantalla cada tres o cuatro minutos empiezan a sentir una especie de angustia. Eso es un disparate completo. Ese trajín puede ser de 300 o 400 veces al día. Hay mucha gente que no es nativa digital y empieza ahora por el móvil a tener dificultades para leer un texto medianamente largo. Eso es un empobrecimiento intelectual absoluto y dramático’. Educar la atención se ha convertido en una cuestión fundamental en las sociedades modernas caracterizadas por un tráfico enorme de información y estímulos. El MBTB pretende contribuir a esta educación.»
BDE: ¿Tiene planeado viajes?
DV: «Pocos. Cada vez menos. En los últimos treinta años he viajado mucho por España, Europa, Asia e Hispanoamérica. Ahora estoy más retirado en el templo Luz Serena. Estoy poniendo por escrito las reglas de la práctica diaria en el templo, la forma de desarrollar los rituales, etc. Algo muy cercano al día a día y que la sangha me ha pedido que haga para que quede una constancia escrita.
También me dedico a la jardinería. Acabo de instalar un invernadero y estoy plantando semillas de flores. Me relaja mucho ocuparme de las plantas, trabajar en el jardín, verlas crecer y fenecer. Como decía Fernando Pessoa,
As minhas irmãs as plantas,
As companheiras das fontes, as santas
A quem ninguém reza…
Mis hermanas las plantas,
Compañeras de los manantiales, santas
A quien nadie reza…»
Entrevista realizada en Madrid, el 6 de noviembre 2019.
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