Treinta años en el camino del Dhamma: entrevista al venerable Bhikkhu Nandisena. Primera parte.

ALEIX RUIZ FALQUÉS

Este año 2021 se cumple el trigésimo aniversario de la ordenación del venerable Bhikkhu Nandisena. Es, pues, una feliz coincidencia que lo hayamos podido entrevistar. El venerable Nandisena accedió gustosamente a responder a nuestras preguntas durante la semana posterior al Vesak 2021. El venerable es argentino de nacimiento, pero se ordenó en Estados Unidos, país del que tiene la nacionalidad y que ha seguido visitando regularmente. Desde 1998 el Bhikkhu Nandisena reside en México y es abad del monasterio Dhamma Vihara, fundado en 1999. Además de Argentina, Estados Unidos y México, la larga trayectoria de este bhikkhu hispano lo ha llevado a muchos países en América, Asia y Europa. No tendría sentido extendernos aquí sobre sus datos biográficos (se pueden consultar fácilmente en internet). Con su permiso, pues, voy a describir la figura del Bhikkhu Nandisena desde mi propia experiencia como estudiante de lengua pali y buddhismo theravada.

Venerable Bhikkhu Nandisena. Fotografía de Rutty Bessotudo Salvo

Descubrí al Bhikkhu Nandisena en 2009, con motivo de la publicación de su traducción del Dhammapada con las historias del comentario. Por aquel entonces yo vivía en St. Feliu de Codines, cerca de Barcelona, y cada jueves por la mañana bajaba al pueblo de al lado, Caldes de Montbuí, para dar clases particulares de pali y sánscrito a una filóloga y pianista muy talentosa llamada Rosa Grau. Fue ella quien me dio a conocer la obra del Bhikkhu Nandisena, pues tenía un ejemplar de su Dhammapada. Al hojearlo comprendí rápidamente que se trataba de una traducción de primera mano, una traducción hecha por un experto en la materia, que iba más allá del texto raíz para adentrarse en la terra incognita de los comentarios. Por internet descubrí también su libro de raíces verbales de la Saddanīti, escrito con el Sayadaw Silananda, que fue su maestro y es conocido por ser uno de los más grandes expertos en pali del siglo XX birmano.

No me quedó ninguna duda de que el Bhikkhu Nandisena era la única persona en el mundo de habla hispana que dominaba no solo la lengua pali, sino también su literatura. Pero entonces México quedaba muy lejos y no volví a encontrarme con el nombre de Nandisena hasta el año 2012. En una de mis visitas a Birmania hice la visita de rigor a la copistería, que es lo mismo que decir a la librería, de la International Theravada Buddhist Missionary University (ITBMU) en Yangon. Al pedir obras sobre la gramática clásica del pali, conocida como Kaccāyana, me dieron unas fotocopias encuadernadas con el texto en pali y la traducción inglesa del Bhikkhu Nandisena. De nuevo, al hojear aquella obra me di cuenta de la calidad excepcional del trabajo. Aquel mismo día por la noche le enseñé el libro a Forent Robert, un profesor de química francés que trabajó más de veinte años en Yangon (abandonó el país recientemente después del golpe de estado). Mi amigo Florent, además de meditador, es un apasionado del pali y sobre todo de las gramáticas clásicas y, por lo tanto, ya conocía la obra del Bhikkhu Nandisena: «Este libro que has compradome dijo—es solamente un borrador. El Bhikkhu Nandisena dijo que necesitaba revisión». Esto significaba que los estudiantes de ITBMU, uno de los núcleos principales de los estudios theravada en el sureste asiático, estaban estudiando pali con un libro inacabado de un monje argentino. Los profesores y estudiantes preferían esta versión cruda del Kaccāyana a otras ya publicadas y quizás más famosas, pero de menor calidad.

Confirmé otra vez que Bhikkhu Nandisena era no solamente una figura principal en el mundo de los estudios theravada en español, sino también internacionalmente. En el mundo hispano, sin embargo, el Bhikkhu Nandisena seguía siendo relativamente desconocido. Como él mismo explica en la entrevista que sigue, existe un gran interés por el buddhismo en Occidente, pero la tendencia a presentar el buddhismo desde la tradición sánscrita ha eclipsado, muchas veces, la existencia de pequeñas comunidades theravada. La tendencia parece que está cambiando en nuestros días. Quizás por el auge de la meditación vipassana y el mindfulness, el interés por el pali y el buddhismo temprano de las fuentes en pali no deja de crecer. Los esfuerzos del venerable Bhikkhu Nandisena, junto con Winston Velazco, Rutty Bessotudo, Alina Morales y el resto del equipo del Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH) para ensanchar los horizontes del estudio académico del Tipitaka dieron como resultado mi incorporación al equipo docente del IEBH en el año de la pandemia (2020). Desde entonces he tenido la fortuna y el placer de conocer al venerable Bhikkhu Nandisena más de cerca, en el sentido laboral, porque todavía no nos hemos conocido de cuerpo presente. La versatilidad de su labor, que combina el estudio con la meditación y la implicación social, es un ejemplo para todos. La entrevista siguiente, que publicamos en dos partes, es un verdadero tesoro y queremos agradecer al venerable su amabilidad y su generosidad al concederla.   

ALEIX RUIZ FALQUÉS: Ud. es reconocido como un gran estudioso de la lengua y la literatura en pali. ¿Qué motivó su estudio?

VENERABLE BHIKKHU NANDISENA: Tuve la fortuna de tener como maestro al venerable U. Sīlānanda (1927–2005). Para quienes no lo conocen, el venerable U Sīlānanda fue un renombrado monje birmano que llegó al área de la Bahía de San Francisco a fines de la década de los setenta y, en 1980, estableció la Theravāda Buddhist Society of America y el monasterio Dhammānanda Vihāra en Daly City, California, USA. Mi ordenación como bhikkhu fue en 1991 en el monasterio Taungpulu Kaba Aye, Boulder Creek, California, con el venerable Hlaing Tet Sayadaw como preceptor (upajjhāya) y el venerable Sīlānanda como maestro (ācariya). Fue el venerable Sīlānanda quien me hizo comprender la importancia de aprender la lengua pali recurriendo al «método antiguo», es decir, utilizando como base la gramática de Kaccāyana y sus comentarios como Rūpasiddhi y otros. Por esta razón pasé gran parte de mis primeros años como bhikkhu estudiando con el venerable estos tratados gramaticales. El comienzo no fue fácil. Afortunadamente en esa época ya se utilizaban las computadoras de escritorio (PCs) donde podía transcribir las clases que grababa del venerable en casetes de cinta magnética. De esta manera, gradualmente, fui comprendiendo que lo que el venerable me había aconsejado después de mi ordenación era correcto. Aprender pali utilizando el método antiguo lleva tiempo y dedicación, pero cuando uno le encuentra el sabor, es algo gratificante y fascinante. Además, es fundamental para poder adentrarse en el estudio y traducción de la literatura canónica, comentarios y subcomentarios. Aunque hoy en día hay métodos modernos para el estudio de la lengua pali, estoy convencido de que no es posible adquirir un buen dominio de la misma si uno no la estudia siguiendo el método antiguo.  En síntesis, fue el venerable Sīlānanda quien primero me motivó. Tuve fe en lo que mi maestro me dijo. Dediqué tiempo y esfuerzo. Con el paso del tiempo, a medida que fui comprendiendo la importancia de la lengua pali, mi motivación se incrementó. Además, cuando uno cree, como lo sostiene la tradición theravāda, que el Buddha histórico utilizó el pali, la lengua de Magadha (Māgadha-bhāsā), para transmitir al mundo su descubrimiento del Dhamma, esto tiene mucho poder con respecto a la motivación.

El venerable Bhikkhu Nandisena en el salón del monasterio Dhamma Vihāra, México. Fotografía cortesía del Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH).

ARF: ¿Nos podría hablar un poco de su traducción del Abhidhammāvatāra?

VBN: También estudié Abhidhamma con el venerable Sīlānanda, pero él nunca mencionó el Abhidhammāvatāra. Hasta hace algunos años la única referencia que tenía de este tratado era que formaba parte de los nueve manuales o compendios que en Myanmar llaman let-than, «manuales de dedos pequeños», y de los cuales el más prominente y estudiado es el Abhidhammattha-sagaha de Ācariya Anuruddha.

Hace seis años obtuve el libro Buddhadattas Manuals (Parts I, II) publicado por la Pali Text Society (PTS). En la primera parte de ese libro hay dos tratados de Abhidhamma, en pali, alfabeto romano, atribuidos al venerable Buddhadatta (siglo V E.C): (1) Abhidhammāvatāra y (2) Rūpārūpavibhāga. Después de una primera ojeada, ambos compendios me parecieron interesantes. Años después recordé algo más que sabía: el Abhidhammāvatāra, supuestamente, es el primer compendio de Abhidhamma, mucho más antiguo que el Abhidhammattha-sagaha, y que su autor, el venerable Buddhadatta, fue contemporáneo del gran comentarista Buddhaghosa. Esto despertó aún más mi interés, e investigando un poco más, descubrí los dos comentarios (īkās) del Abhidhammāvatāra. La existencia de estos dos comentarios y disponer, además de la edición del Sexto Concilio, de la edición de la PTS, se fueron agregando a los requisitos necesarios para intentar realizar una traducción. Me extrañó—tratándose del primer compendio del Abhidhamma—no encontrar ninguna traducción del mismo al inglés u otra lengua europea. También me sorprendió que, si Buddhadatta y Buddhaghosa fueron contemporáneos, Buddhadatta haya utilizado, aparentemente por primera vez, un método diferente para clasificar los dhammas, un método que históricamente ha demostrado su efectividad para aquellos que comienzan con el estudio del Abhidhamma.

A principios de 2019, el Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH) organizó un curso sobre el Compendio del Abhidhamma (Abhidhammattha-sagaha) de Anuruddha con un doble propósito: (1) iniciar una nueva fase de enseñanza enfocada en la Tercera Canasta y (2) aprovechar, de paso, en editar y publicar la segunda edición del Compendio del Abhidhamma—la primera edición publicada por El Colegio de México en 1999, estaba agotada. Cuando se inició este curso, decidimos que era apropiado ir traduciendo y compartiendo con los participantes los capítulos del Abhidhammāvatāra, uno por uno, como material de referencia. De esta manera fuimos avanzando, a medida que progresaba el curso del Compendio, con la traducción del Abhidhammāvatāra, hasta completar, en diciembre de 2019, el capítulo VIII, Descripción de temas misceláneos (Pakiṇṇaka-niddesa). Después llegó el año 2020 con la pandemia de COVID-19 y las trágicas consecuencias, y este proyecto de traducción se tuvo que detener completamente. Este año 2021 retomamos la traducción y recientemente finalizamos el capítulo IX. Continuando de esta manera, sin demasiadas interrupciones e imprevistos, esperamos poder finalizar los capítulos restantes a finales de este año.

El venerable Sīlānanda solía decir que el estudio del Abhidhamma es esencial para adquirir una correcta y completa comprensión de las enseñanzas del Buddha en la Canasta de los Discursos. En esto también tenía razón. El Abhidhammāvatāra, que en español significa «inmersión en el Abhidhamma», es importante porque, aparte de compendiar y elucidar magistralmente el abstruso y voluminoso Abhidhamma canónico, nos proporciona herramientas indispensables para comprender correctamente los Discursos. Además, su ubicación temporal nos permite establecer nexos con el pasado, representado por la literatura canónica y comentarios—que de acuerdo con la tradición tienen su origen en la misma época del Buddha y después una evolución gradual hasta llegar a Buddhaghosa—, con el presente, representado, por ejemplo, por el Visuddhimagga, y con el futuro, representado por los subcomentarios y tratados posteriores.

El venerable Bhikkhu Nandisena en la librería El Ateneo de Buenos Aires, con un ejemplar de la traducción española del libro de Bhikkhu Bodhi, En palabras del Buddha (2019). Fotografía cortesía del Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH).

ARF: El estudio de la lengua pali es prácticamente inexistente en el mundo hispanohablante, ¿a qué cree que se debe?

VBN: Recientemente una persona compartió conmigo The Princeton Dictionary of Buddhism y me preguntó qué me parecía. Me recomendó que viera los cuadros sobre cosmología buddhista y otras cosas más. Deseaba saber mi opinión. Cuando abrí el diccionario, decidí, primero, ver esos cuadros. En uno de esos cuadros están los nombres de los cuatro continentes, pero en lugar de usar el pali como aparecen por primera vez en el Cūḷanika Sutta del Aguttara-Nikāya del canon pali, los nombres están en sánscrito. En lugar de decir Jambudīpa dice Jambudvīpa, en lugar de decir Pubbavideha dice Pūrvavideha, en lugar de decir Cakkavāa dice Cakravāa, etc. Ninguno de esos cuadros tiene una referencia con respecto a la fuente de esa información. Después, cuando uno abre la primera página, la primera entrada es la letra A, la cual se describe como la primera vocal y letra del alfabeto sánscrito. Si uno se pone en el lugar de alguien que no sabe nada o poco de buddhismo, sin lugar a dudas, esta persona se va a llevar la idea equivocada de que el sánscrito es la lengua que el Buddha habló, que el sánscrito es la lengua original del buddhismo. Y esto es incorrecto. Esto que menciono del diccionario es sólo un ejemplo de algo reciente. Casos como éste hay varios.

El sánscrito es una lengua que el buddhismo adoptó varios siglos después de la muerte del Buddha. Hay un interesante libro de Johannes Bronkhorst llamado Buddhism in the Shadow of Brahmanism (El buddhismo a la sombra del brahmanismo) donde el autor explora las posibles razones de la adopción del sánscrito por parte de los buddhistas cuando, siglos antes, el Buddha no había permitido eso. Desde mi perspectiva, ese diccionario, no obstante útil, práctico e informativo, no contribuye a una verdadera apreciación del pali, ya sea como la lengua que el Buddha utilizó para transmitir su descubrimiento y/o como la única lengua del subcontinente indio en la que está plasmada un canon completo, el canon pali, y una voluminosa literatura de comentarios, subcomentarios y tratados.

Después de todo, la lengua que el Buddha utilizó para transmitir por primera vez al mundo su descubrimiento de las verdades, es algo de importancia trascendental. Tengo la impresión de que hay bastante gente que no se percata o prefiere ignorar este hecho.

Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática de la lengua española (1492), dijo que siempre la lengua fue compañera del imperio y que las vicisitudes de ambos, lengua e imperio, están inseparablemente ligadas.

El venerable Bhikkhu Nandisena leyendo las planchas de mármol del templo Candāmunicetī, la pagoda Sandamuni en Mandalay, Myanmar. Fotografía cortesía del Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH).

Cuando el buddhismo pali comienza a desplazarse hacia el sur de la India y Sri Lanka a partir del reinado de Asoka, poco más de dos siglos después de la muerte del Buddha, es importante visualizar el vacío que se comenzó a generar en el lugar de origen del buddhismo en cuanto a la transmisión generacional de la palabra del Buddha. El hecho de que Asoka hubiera enviado a su hija e hijo monásticos a Sri Lanka fue de crucial importancia para el futuro del buddhismo en la India. Sostener la tradición pali para preservar semejante corpus de enseñanzas requiere de una cantidad de recursos humanos y materiales imposibles de obtener a no ser que se disponga de cuantioso apoyo institucional. En el Mahāvasa, Crónica de la Isla de Sri Lanka, hay un relato donde el venerable Revata, preceptor de Buddhaghosa en la India, le instruye para que vaya a Sri Lanka porque en la India solamente se habían preservado los textos pero no el comentario y la tradición completa. Esto fue en el siglo V de la era cristiana.

Es interesante notar que a medida que el buddhismo pali va perdiendo vitalidad en el subcontinente indio, comienzan a aparecer tratados importantes de buddhismo en sánscrito. De esta manera el sánscrito no sólo fue sustituyendo al pali en el lugar de origen del buddhismo, sino que también fue nutriendo las corrientes que difundieron el buddhismo hacia el norte.

Regresando a la pregunta anterior: ¿a qué cree que se debe que el estudio del pali sea prácticamente inexistente en el mundo hispanohablante? Porque no se reconoce debidamente el lugar e importancia del pali en la historia del buddhismo. ¿Cuál es la razón de que no se reconozca? En los párrafos anteriores hemos insinuado algunas de estas causas.

Pali, sánscrito, inglés, español, pertenecen a la realidad convencional, a la esfera de los conceptos, los cuales son construcciones mentales. La realidad convencional está basada en el consenso. Esto no es fácil. En el mundo en que vivimos esto cada vez es más difícil. A veces el consenso se impone por la fuerza. El Buddha dice en el Sayutta-Nikāya que los conceptos tienen el mundo bajo su control, que los conceptos dominan el mundo. Si uno ve las cosas desde esta óptica, es lógico que exista esa rivalidad entre las lenguas. Hoy el inglés es la lengua del imperio. En un futuro no tan lejano quizá sea el chino. Pero para la tradición theravāda el pali siempre será la lengua original del Buddha. ¿Qué se puede hacer para que el pali tenga mayor visibilidad? Seguir estudiando, seguir investigando, seguir enseñando, seguir perseverando…

Con relación a la respuesta a esta pregunta, no quisiera que se malentienda que estoy en contra del buddhismo sánscrito o de otras ramas del buddhismo. Al contrario. Me regocijo, es muy bueno, cuando veo que alguien ha entrado en el camino del Buddha por cualquier puerta que sea. Sólo que como representante del theravāda es importante hacer conocer el tesoro que existe en nuestra tradición y que, para acceder a éste, el estudio del pali es imprescindible.

El venerable Bhikkhu Nandisena. Fotografía de Luis Jiménez Chargoy Fotografía cortesía del Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (IEBH).

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Aleix Ruiz Falqués (Barcelona, 1982) es Licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Barcelona (España), Master en Sánscrito por la Universidad de Pune (India) y doctor en Estudios del Asia del Sur (especialidad de pali) por la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Su campo de investigación es la literatura buddhista en pali, específicamente la tradición birmana. Actualmente es profesor de lengua y literatura pali en la Shan State Buddhist University, Taunggyi (Myanmar), y profesor de pali en el Instituto de Estudios Buddhistas Hispano (www.iebh.org). Tradujo junto a Abraham Vélez de Cea y Ricardo Guerrero el libro de Bhikkhu Bodhi En palabras del Buddha (Kairós, 2019) y próximamente publicará el libro Los últimos días del Buddha: El Mahāparinibbānasutta pali con el comentario de Buddhaghosa (Trotta, 2022).

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