La meditación vipassana en Argentina (I): historia y práctica contemporánea

DANIELA MESA SANCHEZ

Orígenes y desarrollo de la meditación vipassana en Occidente

La institución Vipassana Meditation fue establecida en Occidente por el maestro birmano de origen indio Satya Narayan Goenka, quien en la década de 1970 introdujo la práctica de vipassana en Europa, la cual posteriormente se extendió a Latinoamérica. Aunque su llegada a Occidente es relativamente reciente, la práctica de vipassana se remonta a la antigua India y se encuentra afiliada a la tradición theravada del budismo. Su enseñanza se centra específicamente en la técnica de meditación vipassana, la cual es considerada por el theravada como la forma de meditación primigenia impartida por el Buda histórico, Siddhartha Gautama, según se describe en el Satipatthana Sutta del canon pali, la colección de los discursos del Buda (Carini, 2017).

Primer curso de vipassana organizado en su país de origen por Satya Narayan Goenka en la India, en 1969. Fuente: https://thienvipassana.net/code-of-discipline-for-vipassana-courses-noi-quy-cua-khoa-thien-vipassana/

De acuerdo a las enseñanzas budistas, esta práctica se fundamenta en la observancia de sila (moralidad), samadhi (el desarrollo de la atención plena a través de la respiración) y pañña (el cultivo de la sabiduría mediante la ecuanimidad). A través de estos principios, se busca purificar tanto el cuerpo como la mente, alcanzando así la liberación del sufrimiento (dukka) (Goenka, 1998). Este enfoque de meditación ha ganado popularidad más allá de la tradición budista y se ha enseñado en contextos seculares como una herramienta para mejorar la concentración, atención y claridad mental. Se practica en retiros de meditación intensivos de diez días, donde los participantes se comprometen a mantener el silencio y a seguir una disciplina estricta. El curso de diez días constituye una experiencia intensiva que sigue un formato específico meticulosamente diseñado para propiciar en el practicante una experiencia transformadora de la subjetividad.

En la India, la práctica de la meditación vipassana se transmitió de maestro a discípulo a lo largo de los siglos, comenzando con Siddhartha Gautama y continuando en un linaje ininterrumpido que incluye a Ānanda, Sāriputta, y Mahā Moggallāna, los principales discípulos del Buda, quienes desempeñaron un papel crucial en la transmisión de sus enseñanzas. Luego siguieron figuras como Mahākassapa, conocido por su liderazgo en la comunidad monástica, puesto que su rol en la organización del Primer Concilio Budista fue fundamental para la supervivencia y la cohesión de la comunidad monástica tras la muerte del Buda, lo cual aseguró que las enseñanzas fueran transmitidas con precisión a las futuras generaciones (Williams, 2005).

Si bien los orígenes del budismo se remontan a la antigua India, es esencial destacar que su verdadera expansión se produjo tras la conversión al budismo del emperador Ashoka alrededor del año 260 a.C., quien impulsó su difusión por diversas regiones de Asia (Williams, 2005). De este modo, fue en el sudeste asiático, especialmente en Birmania, donde el vipassana arraigó profundamente, posibilitando su posterior expansión hacia Occidente. Un punto crucial en esta difusión fue la isla de Ceilán, donde el budismo llegó desde la India en el siglo III a.C. a través de misioneros enviados por Ashoka (Carini, 2017). En la India, con el tiempo, esta antigua técnica experimentó un declive, lo que resalta la importancia del emperador Ashoka en la difusión del budismo por Asia. En el caso específico de Birmania, la cadena de transmisión estuvo encabezada por los maestros Sona y Uttara, enviados por dicho emperador para propagar las enseñanzas del Buda, incluyendo la meditación vipassana.

Dos milenios más tarde, el erudito birmano Ledi Sayadaw (1846-1923) redescubrió la técnica en el siglo XIX, escribiendo extensamente sobre ella y enseñándola a numerosos discípulos, asegurando así su continuidad. Entre sus discípulos destacó Saya Thetgyi (1873-1945), quien aprendió y enseñó la técnica de vipassana a muchos estudiantes. Posteriormente, U Ba Khin (1899-1971), un alto funcionario del gobierno birmano y discípulo de Saya Thetgyi, fue uno de los principales maestros que jugaron un papel fundamental en la difusión de vipassana en el mundo moderno al establecer el Centro Internacional de Meditación en Rangún.

U Ba Khin fue un maestro birmano de vipassana que desempeñó un papel crucial en la preservación, revitalización y difusión de esta forma de meditación. No obstante, fue Goenka quien contribuyó significativamente a la amplia difusión de la práctica de vipassana en todo el mundo a través de cursos de diez días que comenzó a impartir en la década de 1960 (Goenka, 2011; Harvey, 1998). Goenka fue un empresario indobritánico quien, tras experimentar la técnica en un curso dirigido por U Ba Khin y quedar impactado y fuertemente impresionado por los beneficios que obtuvo, se convirtió en un devoto estudiante y comenzó a enseñar la técnica en la India en la década de 1960 en campamentos y cursos, atrayendo a personas de diversas partes del mundo, lo que llevó a la formación de la organización Vipassana Meditation. Su enseñanza se caracterizó por un enfoque secular y contemporáneo, que facilitó su aceptación y atrajo a una amplia gama de estudiantes laicos.

S.N Goenka. Fuente: https://pattana.vridhamma.org/dhamma-service

Con el tiempo, su organización se expandió internacionalmente, estableciendo centros de meditación en varios países para satisfacer la creciente demanda de esta antigua práctica de autoconocimiento y transformación. Actualmente, a nivel mundial los cursos se ofrecen en numerosos centros de meditación y en recintos provisionales en sitios alquilados. Hay centros en la India y en otros lugares de Asia/Pacífico, en Norteamérica, en Latinoamérica, en Europa, en Australia/Nueva Zelanda, en Medio Oriente y en África.Además, en muchas localidades donde no hay centros se ofrecen cursos de diez días en recintos provisionales alquilados en diferentes ubicaciones, organizados por estudiantes locales de vipassana.

Comienzos de la meditación vipassana en Argentina

La llegada del budismo a la Argentina se produjo en el marco de un notorio cambio en el campo religioso de este país, caracterizado por la disminución en la adscripción al catolicismo y el creciente impulso de los nuevos movimientos religiosos (Bianchi 2004, Carozzi y Frigerio 1994, Mallimaci, Esquivel, Béliveau 2020). Un claro ejemplo de esta tendencia es el arraigo que ha adquirido el budismo en las últimas décadas. En Argentina, tienen presencia institucional las tres grandes ramas de esta religión (theravada, mahayana y vajrayana).

La meditación vipassana en Argentina tuvo un origen similar al de sus países vecinos, con la inscripción inicial de personas en cursos impartidos en India y posteriormente en Estados Unidos y Europa, quienes luego llevaron la práctica a sus lugares de origen.  Goenka comprendió que la mejor manera de difundir los cursos de meditación para laicos en Occidente era designar profesores que pudieran representarlo en todo el mundo, ya que él no podría hacerlo personalmente. Así, asignó profesores originalmente para algunos países de Europa y Estados Unidos, y su visión de llegar a Latinoamérica se hizo realidad gradualmente.

Inicialmente, personas de todo el mundo interesadas en el vipassana viajaron a la India con gran entusiasmo para realizar estos cursos bajo la dirección de Goenka. Sin embargo, tras la fundación de los primeros centros de meditación fuera de Asia, como el centro «Dhamma Dara» en Estados Unidos en 1982, ubicado en Shelburne, Massachusetts, y «Dhamma Mahi», el primer centro europeo ubicado en Francia fundado en 1988, muchos optaron por realizar los cursos en estos lugares. Estas alternativas resultaron especialmente convenientes y accesibles para los seguidores del continente americano. Por lo tanto, la mayoría de los profesores latinoamericanos actuales y los miembros fundadores de los actuales centros latinos realizaron sus primeros cursos en dichos centros.

Así, los primeros indicios de vipassana en la Argentina datan de la década de los años 80 con el viaje de un grupo de personas latinoamericanas a un curso ofrecido en el centro de Massachusetts. Este incluía a personas de Panamá, Venezuela, Brasil y Argentina, quienes luego se convertirían en practicantes entusiastas e impulsadores del vipassana en sus respectivos países. Dos de los miembros eran argentinos: Eduardo Puig y Daniel Mayer, este último se convertiría posteriormente en un profesor autorizado y en un importante pionero del vipassana en Latinoamérica, además de convertirse en la voz en las traducciones que se imparten en los cursos en español de las grabaciones de Goenka.

Un poco más de diez años después de esta iniciativa, se llevó a cabo el primer curso de meditación vipassana de diez días en Argentina, del 12 al 23 de abril de 1994, en la Estancia San Carlos, ubicada en el partido de Lobos, a 105 Kms de la ciudad de Buenos Aires. En este curso participaron 21 estudiantes, 19 mujeres y 2 hombres. Fue dirigido por el profesor Arthur Nichols, quien condujo desde los inicios a la actualidad cursos en toda Latinoamérica. En total, se realizaron tres cursos en este lugar. Una de las personas que participó en la organización de estos primeros cursos relata durante una entrevista:

Como sala de meditación se utilizó un galpón cuyas paredes y puerta principal no llegaban hasta el techo. Era un lugar muy frío de madrugada y muy caluroso al mediodía debido a que el techo era de zinc. Además, no se pudo retirar todos los elementos agropecuarios y mecánicos del lugar, así que había un cierto aroma a semillas y aceites. De todas maneras, estaba muy ventilado. El lugar era muy agradable y la casa colonial era muy linda. Con un aljibe en el patio interior. El curso fue el primero de Argentina después del primer curso en Venezuela y Brasil. Todos ellos conducidos por el profesor Arthur Nichols y como gerente el profesor Daniel Mayer, en ese entonces estudiante antiguo y Carmen una estudiante de Panamá (Dhamma.org, 2016).

Primer curso en Argentina realizado en el año 1994 en la localidad de Lobos, Provincia de Buenos Aires. En la imagen se encuentran los organizadores del curso, de izquierda a derecha: María Luisa, Amalia, Carmen (Panamá), Paco, Roberto, Daniel Mayer, Arthur Nichols, Eduardo. Fuente: https://boletin.la.region.dhamma.org/2016/09/23/primer-curso-de-vipassana-en-argentina/

En los años siguientes, comenzaron a organizarse nuevos cursos en la ciudad de Cañuelas, utilizando un espacio alquilado. En aquella época, la difusión del vipassana avanzaba a un ritmo más lento que en la actualidad, apoyándose principalmente en correspondencia postal. Aun así, las inscripciones a los cursos continuaron creciendo de forma constante. Entre 2000 y 2002, la demanda creció y se ofrecieron cuatro cursos anuales, todos realizados con cupos completos. Surgió entonces la necesidad de adquirir un lugar propio y, en 2005, se compró un terreno de 11 hectáreas en la ciudad de coronel Brandsen en la provincia de Buenos Aires. Recién en 2012, gracias a donaciones, se amplió la infraestructura, y en febrero de 2013 se oficializó el primer curso de diez días en este nuevo centro bautizado por Goenka como «Dhamma Sukhada», que en idioma pali significa «El que otorga la felicidad del Dhamma».

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