Enseñanzas sobre el karma. Primera parte

DZONGSAR KHYENTSE RINPOCHE

Fuente: middlewayeducation.org

El karma es un tema que ha sido repetido miles de millones de veces, y que viene siendo continuamente malentendido miles de millones de veces. Yo diría que el tema del karma es, probablemente, el más difícil de enseñar y comprender.

A primera vista, cuando hablamos de karma en el contexto de causa y efecto, hasta cierto punto esto es algo que podemos aceptar, quiero decir, es «masticable», por así decirlo. Incluso es bastante científico. La filosofía del karma es probablemente algo de lo que muchos budistas se enorgullecen. Somos creyentes del karma.

¿Verdad que existe la expresión «Nación temerosa de Dios»? No creo que realmente puedas tener este tipo de expresión: «Nación temerosa del karma». No creo que se aplique igual. Pero la gente actúa así. A veces, cuando hablamos de karma, podemos reconocer que los budistas hablan como si temieran al karma. Así que, debemos de tener cuidado aquí.

Cuando hablamos del nivel más general del karma — por ejemplo, si plantas arroz, crece arroz; si plantas caléndulas, crecen caléndulas — creo que, en general, la gente puede aceptar más o menos este nivel de karma. Pero una vez que el karma se embarca en el nivel más sutil, más refinado, entonces el karma se convierte en algo realmente profundo y vasto.

Los budistas dirían algo así: «Dios no nos ha creado. Somos creados por el karma». A veces, esta expresión indica que nuestro destino está en nuestras manos, por así decirlo. Somos un producto secundario de nuestro karma. Dios no nos controla.

Pero tampoco es tan sencillo. Es un poco antes de que un huevo esté completamente hervido, puedes controlar cuánto te gustaría cocinarlo: un huevo pasado por agua, un huevo duro, podemos elegir. Pero una vez que el huevo está hervido en un 99,99 %, el karma no significa que «está en tus manos». Por lo tanto, el karma puede ser a veces un poco tiránico.

Básicamente, lo que estoy diciendo es que podría tener ese sentido cuando los budistas dicen: “Creemos en el karma; no creemos en un Dios que dicta nuestras vidas», que de alguna manera exudan que «está en nuestras manos». ¡Pero ten cuidado cuando digas este tipo de cosas!

Fuente: Siddhartha's Intent. Dzongsar Khyentse Rinpoche niño en Sikkim.

Otra razón por la que el karma es tan difícil es porque, cuando hablas sobre karma, tienes que hablar de tiempo. Es obvio, ¿verdad? El momento en que comes demasiada pimienta afectará el momento en que irás al baño. Así que, es necesario tratarlo como un tiempo, por ejemplo: «Oh, debo haber tenido un mal karma en mi vida pasada. Es por eso que estoy así o asá en este momento». Y esto lo dificulta porque el tiempo es una de las cosas más inciertas. Es uno de los fenómenos más inciertos, y, aun así, es una de las fuerzas que convierten a las cosas en tan reales. ¡Qué frustrante! Es lo más ridículo, pero es lo que hace que las cosas sean tan reales, dolorosas o emocionantes. Por eso es tan difícil.

Otra razón por la que es difícil hablar del karma es porque, cuando se trata del karma en términos de causa, condición y efecto, es muy lógico. Sin embargo, la lógica es otra de las cosas más imprecisas que nos atrapa.

Fuente: Khyentse Foundation

Sé que a muchos de vosotros os encanta el razonamiento y la lógica. Estoy seguro de que los que han ido a universidades como Yale y Harvard, y de los británicos que están aquí, los que fueron Cambridge. La edad de la razón. Renacimiento. El filósofo Voltaire. Escuchen, amigos. Me estoy refiriendo a Richard Dixey [científico, director de la Fundación Light of Buddhadharma y asesor de la Khyentse Foundation]. Así que, amas la razón, amas la lógica, pero escucha esto: es lo más vago y lo más ridículo, y lo que más te atrapa. Porque es lógico. Es sensato.

En realidad, podría seguir con esto un poco más, pero nombraré solo una razón más por que el karma es difícil. El karma es difícil especialmente cuando comenzamos a hablar del buen karma y del mal karma. Porque malo y bueno son como el rey y la reina de la imprecisión. ¡Oh, Dios mío! ¡Son tan inciertos! El bien, el mal…

Necesito deciros esto. Otra razón por la cual el karma es difícil. Básicamente, la filosofía del karma es como las enseñanzas del huevo y la gallina. ¿Cuál vino primero, el huevo o la gallina? Volveré a esto más tarde, porque es importante.

Cuando usamos palabras como «causa» y «efecto», ni siquiera por un momento pensamos que la misma causa de la que estamos hablando es en realidad el resultado de otra causa. Esta es una de las causas que crean malentendidos y errores fundamentales.

Una última razón por la que el karma es difícil de enseñar y comprender. El karma es difícil de entender, especialmente en el budismo, porque la verdadera razón por la que existe una enseñanza llamada «karma» es porque los budistas quieren que entiendas shunyata. Esa es la única razón por la que hay una enseñanza sobre el karma. Nada más. No hay otra.

Por lo tanto, esto debería dejar claro que karma no es el objetivo final. El karma no es el destino. El karma tampoco tiene nada que ver con el libre albedrío. Por tanto, no es el destino y no es el libre albedrío. Porque, cuando hablamos de destino y de libre albedrío en el mundo convencional, parece que la gente está hablando de una conclusión a la que se llega después del análisis. Siento hablar de esto de una manera tan académica, pero esa es la única forma por ahora. Porque el karma es, en realidad, relativo. No es absoluto.

Hay muchas personas que piensan: «Oh, eres budista. Debes ser una de esas personas que buscan acumular buen karma y deshacerse del mal karma». Incorrecto. Esta es una manera incorrecta de plantear la pregunta. Los budistas quieren ir más allá del karma, ya sea bueno o malo. Porque desde el punto de vista budista, el karma es una ilusión. Pero sigue siendo muy poderoso. La palabra «ilusión» no debería llevarte a devaluar el karma. No, es muy poderoso. La ilusión es, en realidad, muy poderosa.

Si estoy soñando con un vaso de agua [DJKR muestra un vaso de agua], en mi sueño este vaso onírico puede contener agua onírica [DJKR bebe un poco de agua del vaso]. Y en mi sueño, cuando bebo, hay incluso un tiempo. Agua. Inicio del sorbo. Muy, muy lentamente baja por la garganta y llega al estómago. Incluso el tiempo existe en el sueño.

Y, de repente te das cuenta de que estabas bebiendo lejía. Eso es lo que llamamos una «pesadilla». Sí, y en ese sueño puedes llamar a urgencias. Y la ambulancia puede venir y tú puedes ir al hospital. Puede pasar todo eso. Llegas al hospital. Estás a punto de morir. Alguien te salva. Todo eso logras hacer.

En realidad, no ha pasado ni un momento. Tal vez solo te hayas dormido la siesta un par de minutos después de una pesada comida. Pero, en realidad, no te has movido de tu sofá ni un centímetro. Pero la lógica, el juego del karma, incluso si en realidad no está sucediendo, tiene todo el impacto. Mal karma, buen karma. Por favor, piensa en el karma bueno y malo en ese contexto.

Cuando hablamos de predestinación o libre albedrío, no estamos hablando del sueño. El vaso en el sueño, el agua en el sueño, la lejía en el sueño, llamar a urgencias… Estás hablando de hablando de la verdadera realidad, que es algo que no se puede cambiar, ¿verdad? Destino. Algo que no puedes evitar.

Creo que hemos hablado lo suficiente sobre la comprensión general del llamado «karma» en el budismo en general, y quizás la forma en que lo estoy explicando puede que tenga un cierto sabor al mahayana.

Fuente: Foto Pawo

Preguntas y respuestas

Hay muchas preguntas aquí. Probablemente, no pueda responder a todas, pero creo que muchas de las cosas que os estoy diciendo, espero, se refieren a las preguntas que habéis elaborado. Así que ahora, para ser más específico:

P: Como budista, ¿cómo aplicas la comprensión del karma?

DJKR: Ya he dicho que, en última instancia, el objetivo de un budista no tiene nada que ver con acumular muchos y muchos karmas buenos y deshacerse de muchos y muchos karmas malos. Nuestro propósito es liberarnos de la pesadilla, liberarnos de la ilusión del karma. Ese es el objetivo final.

Pero mientras tanto, aquellos que no tienen ni idea del aspecto ilusorio del karma, puede que tengan una pequeña pista, pero su hábito de pensar que la ilusión es real es tan fuerte, que su comprensión intelectual no es suficiente.

Entonces, aquellos que tienen el deseo de desenredarse o de liberarse de esa maraña y esclavitud del karma, ¿qué hacemos? Aplicamos tres tipos de lo que llamamos «disciplina». En budismo, hablamos de tres disciplinas:

La disciplina de la ética (shila). Volveremos a eso.

Una disciplina para hacer que tu mente sea maleable o enfocada (samadhi).

Y, por último, la más importante, una disciplina para familiarizarse o darse cuenta de la verdad. Prajña. Básicamente, la sabiduría.

De estas tres — ética, concentración o samadhi y prajña—, la tercera, prajña o sabiduría, es la más importante. Sin prajña o sabiduría, la ética y la concentración no se califican realmente como el camino budista, por así decirlo.

Porque, cualquiera que sea la disciplina que estás aplicando, debe ayudarte a cercarte al menos a la verdad. Por ejemplo, una de las disciplinas de la llamada práctica budista es sentarse. Es una práctica muy sencilla. Si esta disciplina de sentarse con la columna recta no te acerca de ninguna de manera a la verdad, entonces no está funcionando.

P: ¿Cuál es la verdad que deseamos realizar como budistas?

DJKR: En caso de que haya gente nueva, digamos que la verdad que queremos entender incluye la verdad de la impermanencia. El hecho de que vamos a morir. La verdad que nos estamos muriendo, en realidad. Esta verdad debe realizarse no solo intelectualmente, sino prácticamente. Y las cosas no existen realmente en la forma en que aparecen. Esta verdad debe ser entendida o realizada. No solo intelectualmente, sino prácticamente.

Si un cambio de estación o una puesta de sol te hacen más consciente de la naturaleza cambiante de nuestra vida mejor que sentarte en un templo, este método de contemplar una puesta de sol se considera una disciplina de ética y una disciplina de samadhi o concentración.

P:¿Cómo se relaciona el karma con nuestra motivación?

DJKR: Muchas veces cuando hablamos sobre karma, la gente parece que solo se ocupe del karma con relación al cuerpo. Y quizás algunas personas, aparentemente, hablen del karma relacionado con el habla. Pero casi nadie habla o piensa sobre el karma relacionado con la mente, cuando de hecho el karma creado por la mente es el más importante y el más poderoso. Y esta es, probablemente, una gran diferencia entre la noción budista y la llamada noción hindú de karma.

Así, el karma de la mente – en otras palabras, la motivación -, una motivación correcta, sobre todo la motivación bodhicitta, el deseo de iluminar y despertar a todos los seres sintientes…  Con este tipo de motivación, básicamente todas las acciones en las que nos involucramos se convierten en lo que llamamos buen karma. Pero ese no es nuestro propósito, o nuestro principal objetivo. Generamos el así llamado karma positivo – nuevamente, solo para recordarles, el buen karma es algo que nos acerca a la verdad -, pero ese karma positivo también necesita agotarse.

Agradecemos a Siddhartha’s Intent por autorizar la publicación de esta enseñanza.

A continuación, el vídeo con la primera parte de la enseñanza, en inglés con traducción consecutiva al español de Sara Rojo.

https://youtu.be/Tylmsqhf1E8

*Esta es la primera parte de la enseñanza sobre karma ofrecida por Dzongsar Khyentse Rinpoche en Los Ángeles, en julio de 2021. Es una transcripción de la traducción realizada por Sara Rojo. El vídeo con puede verse en el canal de YouTube de Siddhartha’s Intent

Pueden leer la segunda parte de este artículo aquí

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