Irremediablemente domesticado: las diferencias entre la práctica del tantra tradicional y del neotantra

FEDERICO ANDINO

Todo aquél que haya estado involucrado en algún tipo de práctica tántrica tradicional conoce la sensación; cuándo en un templo, en un retiro de meditación u otro lugar de encuentro de practicantes alguien le dice «claro, yo conozco como es esto. Yo practico tantra seguido por la mirada.

Siempre hay una mirada.

El uso del término sánscrito tantra ha derivado, dentro del lenguaje coloquial del sector de mercado llamado «espiritualidad», de su origen indio de sistemas esotéricos de liberación a denominar prácticas de relaciones sexuales-genitales. Este efecto es especialmente notado en quienes provienen del famoso/infame Osho Rajneesh, un gurú carismático que, sin estar inscripto en ninguna corriente de enseñanza, atrajo una gran multitud de discípulos.

Osho Rajneesh. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Osho_Rajneesh.jpg

Algunos de sus seguidores, como Margot Anand, han escrito best sellers sobre el sexo tántrico. Otros autores, como Barbara Carrellas o Somraj Pokras toman conceptos de la presentación de Osho sobre el tantra, pero no se inscriben en su forma de enseñanza u organización.

Margot Anand y Phillip Levy, Autores Neo-Tántricos Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:MargotANANDetPhilippeLEVY.JPGh.JPG

En este breve ensayo, intentaremos distinguir las características que distinguen los sistemas tántricos tradicionales, basados en textos llamados tantras tales como el Kularnava tantra o el Siddhaekavira tantra y la corriente de neotantrismo surgida de las enseñanzas de Osho. A fin de generar una comparación general, trataremos los sistemas hindúes y budistas de tantra como ambos pertenecientes al tantra clásico; soy consciente de que se pueden establecer diferencias entre ambas corrientes, pero hay más similitudes que diferencias, especialmente vis a vis eltantra clásico. Antes de comenzar con esta diferencia, quiero hacer una aclaración a nivel personal: este autor considera positivo todo método que ayude a mejorar la salud, la sexualidad y el bienestar personal de los practicantes. Creo en un tratamiento positivo de la sexualidad. Pero como veremos, este no era necesariamente el objetivo del tantrismo tradicional.

Objetivos:

  • El objetivo de los tantrismos clásicos está inscripto dentro del objetivo de la corriente que los genre, sea esta hindú (con la liberación moksha) o la budista (alguna variación del nirvana). Generalmente los tantras distinguen entre dos niveles de objetivos: la liberación como objetivo último y los cambios mágico-políticos (el enriquecimiento, las maldiciones, las curaciones, la destrucción de pueblos enemigos) como objetivos mundanos alcanzables.
  • El objetivo del neotantrismo, en sus diferentes presentaciones, se enfoca en un mayor bienestar y placer de los practicantes. En pocos casos se mencionan objetivos últimos de liberación, salvo como hipérbolas y no he encontrado textos de esta corriente que se enfoquen en ningún tipo de actividad en el campo mágico-político.

El papel de las deidades:

  • En los tantrismos clásicos, la iluminación y los poderes mundanos se obtienen principalmente por la vinculación con deidades meditativas (sánscrito: ishtadevatas) en las cuáles los practicantes se transforman mágicamente por el poder de rituales y de invocaciones. Estas luego son introyectadas y se crean asientos dentro del cuerpo del practicante (los famosos cakras) para que las deidades compongan una anatomía nueva. Es decir, el cuerpo del practicante sufre una transformación poshumana; esto se logra mediante yogas internos, enfocados en una transformación total que lo aleje de la condición humana.
  • En el neotantrismo, las deidades en general no aparecen. Quizás por el mayor número de practicantes occidentales, quizás porque Osho no pertenecía a ningún linaje tántrico tradicional, la práctica de deidades que requieren iniciación y una práctica sistemática no se encuentran presentes. Tampoco se encuentran presentes los poderes mágicos asociados a los yogas de estas deidades. En general, si la postura del tantrismo clásico está marcada por un transhumanismo dependiente de tecnologías espirituales, el neotantrismo tiene una postura más hedonista y Humanista.

La práctica tántrica

  • En los tantrismos clásicos, la mayor parte de la práctica es de carácter yógico-mágico. Los textos tántricos están llenos de recetas de hechizos, de sortilegios, de yogas esotéricos que otorgan poderes mágicos. Los siddhas (magos tántricos) son figuras atemorizantes: más allá de toda convención social, pueden ser sonrientes y amables para transformarse en figuras demoníacas que devastan pueblos. Las prácticas pueden incluir desde meditación y rituales con mantras hasta envenenamientos masivos. Múltiples yogas corporales están incluidos, así como en algunos casos restricciones rituales (de alimento, de higiene corporal) hasta ayunos prolongados. Existen un número de prácticas sexuales, pero generalmente están reservadas a practicantes avanzados, siendo estas no necesarias para alcanzar la liberación. La práctica sexual en el tantrismo clásico servía como acelerador de algunas experiencias, pero el gran número de monjes ascetas, tanto en el budismo como en el hinduismo da cuenta de la falta de centralidad de la misma. Especial mención requieren las ganacakras: rituales disruptivos, dónde los practicantes se encuentran en secreto en lugares terroríficos como crematorios o en el medio de la selva. En estas reuniones, se consumen alimentos prohibidos como carne vacuna y humana. En la ganacakra no existen las castas y muchas incluían contacto sexual entre personas de diferente casta, de estado civil y de edad. Considerando que las personas de casta alta se consideraban polucionadas si su sombra había sido tocada por alguien de casta inferior, estas reuniones no estaban enfocadas al placer, sino al poder mantener una ecuanimidad frente al terror que surgía al romper estos tabúes sociales.
  • En el neotantrismo, la práctica principal es la práctica sexual. El foco de esta en general se encuentra en la prolongación de los orgasmos, por diferentes técnicas. Siendo que el neotantrismo se practica principalmente en Occidente, las castas no entran en juego y la comida tradicional de los encuentros tántricos en general no está prohibida, salvo la carne humana. No conozco ningún texto neotántrico, sin embargo, que esté a favor del canibalismo, dado que su foco no es la destrucción de los mandatos sociales como forma de liberación sino de una mejora en la relación sexual. Interesantemente, textos como los estudios de H.B.Urban ubican al neotantrismo como un fenómeno de clases medias-altas y altas. La cualidad transgresiva de los encuentros sexuales del tantrismo clásico se encuentra ausente.

El contexto sociocultural

  • Los tantrismos clásicos son antinómicos por naturaleza para la India medieval en la que surgen. El desconocimiento de la casta, el foco en prácticas que generan efectos mágicos en general disruptivos para el funcionamiento social, las persecuciones al budismo y a las variantes tántricas del hinduismo, mujeres como gurús y otros factores disruptivos generaron una cultura de secreto que envuelve al movimiento tántrico.
  • El neotantra, por comparación, se enfoca en una perspectiva utilitaria y compatible con el capitalismo tardío: la de una mejora en el placer sexual. Por eso, en un contexto más tolerante de la sexualidad en todas sus formas, al perder sus componentes socialmente transgresores el neotantrismo goza de gran popularidad y un cierto prestigio. Si el tantrismo clásico tenía que esconderse, el neotantrismo puede anunciarse como parte del mercado global de espiritualidad sin temor a represalias.

El papel del  gurú

  • En los tantrismos clásicos, el gurú es la figura focal por varios factores: es la figura que confiere la iniciación a la deidad, quién enseña los rituales mágicos, quién acompaña a los practicantes, guiándolos en su práctica y, dado el contexto adverso para la práctica tántrica, quién organiza las células secretas de practicantes. Dado que la práctica tántrica tradicional, como hemos visto en la sección de contexto, es secreta es vital la relación con un gurú que permita el acceso al conocimiento y el romper el secreto puede poner en riesgo las vidas de todos los participantes. Por lo tanto, la relación del practicante con su gurú es de una importancia vital y su enseñanza siempre es oral; aunque se apoye en textos, estos textos están escritos en un lenguaje codificado, que requiere de su interpretación y de la explicación oral de sus yogas. Es muy importante notar que muchas gurús fueron mujeres, lo cuál era extremadamente transgresivo en el contexto medieval indio.
  • En el neotantrismo, el gurú puede no conocer al estudiante. Dado que ya no existe un contexto de secreto, sus enseñanzas pueblan las redes sociales. Al reducir las prácticas tántricas a una técnica sexual, se facilitó su entrada a un mercado de talleres, de videos y de libros que enseñen la técnica. El neotantrismo no tiene la necesidad de la contextualización de los yogas de deidades, de las prácticas mágicas y de las iniciaciones en deidades esotéricas que constituían la transmisión viviente del Tantrismo clásico. Por esta razón, aunque el gurú pueda ser carismático, mucha de la enseñanza no es directa y oral, sino que se encuentra en diferentes medios.

El grupo de practicantes

  • Por el secreto y el carácter transgresor de las prácticas, el grupo de practicantes que seguía la guía de un gurú era conocido como un «clan» (sánscrito: kula). Los miembros mantenían su pertenencia en secreto, aún en su familia. Para identificarse, poseían señas y canciones secretas que usaban para coordinar sus encuentros. Dado que eran un grupo en peligro, se esperaba que se conociesen y se apoyaran; funcionalmente, eran una estructura clánica paralela a la sociocultural imperante.
  • El neotantrismo no posee la estructura de células clánicas secretas. Dado que no se encuentra perseguido y que los medios mediante los cuales los gurús imparten sus enseñanzas son mucho más masivos, los seguidores de un gurú particular tienden a agruparse en asociaciones, en grupos de práctica abiertos y converger en instituciones masivas. El ashram de Osho, cerca de la ciudad de Pune, India, es masivo y se pueden encontrar sus actividades de forma Online.
Osho_Auditorium. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Osho_Auditorium.jpg

Conclusión

El neotantrismo se ha alejado tanto de los tantrismos clásicos que creo necesario considerarlo como un fenómeno separado. El fenómeno que el Museo Británico denominó «Tantra: de la Iluminación a la Revolución» como forma de destacar su dimensión social y política se encuentra ausente del neotantrismo. Quiero aclarar que esto no considera una valoración moral de las técnicas neotántricas, simplemente mi deseo de aclarar que se ha modificado tanto de su corriente original que las diferencias son mucho mayores que las continuidades. De hecho, fuera del uso de la palabra tantra, no hay muchos puntos de contacto entre ambos fenómenos.

Margot Anand, autoproclamada «La mayor autoridad del tantra a nivel mundial». Fuente: https://margotanand.com/

Sin intención de hacer futurología, es mi sospecha que, al dejar su carácter transgresivo y mágico, el neotantrismo ha ganado la posibilidad de integrarse en el mercado global de talleres sobre espiritualidad. Quizás no haya ejemplo más claro que las imágenes de los cuerpos tántricos. En los tantrismos clásicos, muchas deidades son horribles: gigantes gordos, manchados de sangre, grasa y ceniza. En el neotantrismo, las representaciones corporales son hegemónicas, de acuerdo con el mercado de yoga moderno: cuerpos esbeltos, musculosos, con imágenes cuidadas. Es muy difícil imaginar a figuras como Virupa, un adepto tántrico famoso por su fealdad o Khadagpa, un ladrón de casta baja y adepto tántrico, liderando talleres de sexo slow. Por eso pensamos que, en cierta forma, el neotantrismo se encuentre mejor adaptado para las exigencias de la época de Instagram y TikTok.

Virupa, un adepto tántrico. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Indian_Adept_(siddha)_-_Virupa_16_century_Private_coll..jpg

Bibliografía recomendada

Hugh B. Urban, Tantra: Sex, Secrecy and Politics in the Study of Religion (Berkeley: University of California Press, 2003).

Christian Wedenmeyer, Making Sense of Tantric Buddhism: History, Semiology and Transgression in the Indian Traditions (New York: Columbia University Press, 2013).

Ronald M. Davidson, Indian Esoteric Buddhism: A Social History of the Tantric Movement (New York: Columbia University Press, 2002).

Margot Anand, The Art of Sexual Ecstasy: The Path of Sacred Sexuality for Western Lovers (Los Angeles: Jeremy P. Tarcher, Inc., 1989).

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Federico Andino es profesor e investigador de la Universidad del Salvador, Departamento de Estudios Tibetanos. Enseña Filosofía Budista, Estudios Tibetanos y Tibetano. Es el maestro de la tradición Palden Sakya del budismo tibetano y director ejecutivo de la Fundación Internacional de Archivos Sakya.

This Post Has 2 Comments

  1. Muy de acuerdo, buen texto. Felicidades.

  2. Muy interesante y clarificador, gracias al autor por el aporte!

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