Budismo y sociedad: una mirada al budismo social. Tercera parte.

Lema en Bután sobre la felicidad nacional bruta (gross national happiness) en la Escuela de Artes Tradicionales de Timbu

Por una economía budista

Algunos economistas proponen aplicar los preceptos del budismo para dar lugar a una economía enfocada en la comunidad y que se haga responsable de su entorno.

Los fundamentos filosóficos que caracterizan a la economía budista suponen una crítica frontal al modelo de economía moderna occidental. Ideas tan extendidas como «el crecimiento es bueno» o «más es mejor» son descartadas claramente por insostenibles. La economía budista es un enfoque espiritual y filosófico para el estudio de la economía.

Desde el punto de vista de sus defensores, la economía budista tiene como objetivo aclarar la confusión sobre lo que es dañino y lo que es beneficioso en las actividades humanas que involucran la producción y el consumo de bienes y servicios, tratando en última instancia de hacer que los seres humanos sean éticamente maduros. La característica más fundamental de la economía budista es ver a «las personas interdependientes entre sí y con la Naturaleza».

El primer economista que propuso una economía basada en los fundamentos budistas fue Ernst Friedrich Schumacher. Creó el concepto «economía budista» en el año 1955 en un viaje a Birmania como consultor económico del primer ministro. Sus planteamientos dieron forma a un ensayo que se incluyó en su libro Small Is Beautiful: A Study of Economics as if People Mattered («Lo pequeño es hermoso: economía como si la gente importara») publicado en 1973.  En 1995 fue clasificado por The Times Literary Supplement como uno de los 100 libros más influyentes publicados desde la Segunda Guerra Mundial. [i]

La idea principal de Small is Beautiful («Lo pequeño es hermoso») es que el sistema económico moderno, que valora el crecimiento y se basa en la premisa de que «más grande es mejor», es insostenible y destructivo para el medio ambiente y el bienestar humano.

Ernst Friedrich Schumacher (16 de agosto de 1911 - 4 de septiembre de 1977)

El libro aboga por tecnologías, organizaciones y políticas pequeñas como una alternativa al ethos dominante del «gigantismo». Propuso la idea de la «pequeñez dentro de grandeza»: una forma específica de descentralización, en la que una gran organización puede funcionar si está compuesta por pequeñas unidades autónomas. Schumacher argumenta que el sistema económico moderno se basa en el agotamiento de los recursos naturales de la Tierra y que nuestras vidas están ahora tan alejadas de la naturaleza que la destruimos constantemente sin escrúpulos [ii].

La influencia del libro ha sido enorme, y ha sido un desafío importante a la intoxicación del siglo XX con lo que Schumacher describió como «gigantismo».  La crisis energética de 1973, junto a la popularización del concepto de globalización, ayudaron a que las críticas de Schumacher a la economía convencional, y la idea de la interconexión de las fuerzas ambientales, sociales y económicas planteadas en el libro, se popularizaran y llegaran a un público más amplio durante la década de 1970.

Otra aportación importante a la economía budista es la de la profesora Clair Brown (1946, Florida), practicante budista y catedrática de Economía en la Universidad de California en Berkeley. Ha publicado numerosas investigaciones sobre el funcionamiento de las economías, destacando su reciente libro Buddhist Economics: An Enlightened Approach to the Dismal Science [iii] (“Economía budista: un enfoque iluminado de la ciencia lúgubre”)

Las ideas principales de la profesora Clair Brown sobre la economía budista [iv] incluyen:

– Interdependencia: la característica más fundamental de la economía budista es ver a «las personas interdependientes entre sí y con la naturaleza». 

– Clair Brown argumenta que una nueva y más sensata economía se debería centrar en un medioambiente sostenible, la prosperidad compartida y la interdependencia.

– Madurez ética: La economía budista tiene como objetivo aclarar la confusión sobre lo que es dañino y lo que es beneficioso en las actividades humanas que involucran la producción y el consumo de bienes y servicios, tratando en última instancia de hacer que los seres humanos sean éticamente maduros.

La economía tradicional mide las formas en que gastamos nuestros ingresos y no atribuye valor a las interacciones humanas cruciales que dan sentido a nuestras vidas. Brown dice: «En las economías budistas, las personas son interdependientes entre sí y con la naturaleza, de modo que el bienestar de cada persona se mide por cómo de bien funciona cada uno y el entorno con la finalidad de minimizar el sufrimiento de las personas y el planeta. Se asume que todo el mundo tiene derecho a tener una vida cómoda con acceso a nutrición, atención médica y educación básicas y la garantía de que se respetarán sus derechos humanos. El bienestar de un país se mide por la suma del bienestar de todos los residentes y la salud del ecosistema.» [v] Para Clair Brown los principios budistas proporcionan un modelo holístico de comportamiento económico y de bienestar. 

El mejor ejemplo contemporáneo de la aplicación de los principios budistas en la economía es la Gross National Happiness (GNH) («felicidad nacional bruta» o FNB) de Bután.

La felicidad nacional bruta (FNB), a veces llamada felicidad interior bruta (FIB), es una filosofía que guía al gobierno de Bután. Incluye un índice que mide la felicidad y el bienestar colectivo de la población. La idea del índice de felicidad nacional bruta fue acuñada en 1972 por el cuarto Rey Dragón de Bután, Jigme Singye Wangchuck, y se estableció como objetivo del gobierno de Bután en la Constitución del país, promulgada el 18 de julio de 2008.

La felicidad nacional bruta (FNB) se distingue del producto interno bruto (PIB) por valorar la felicidad colectiva como el objetivo de la gobernanza, al enfatizar la armonía con la naturaleza y los valores tradicionales como se expresa en los 9 dominios de la felicidad y los 4 pilares de la FNB.

Las 9 dimensiones de la felicidad son:

  1. Bienestar psicológico
  2. Bienestar material/Nivel de vida
  3. Buen gobierno
  4. Salud
  5. Educación
  6. Vitalidad de la comunidad
  7. Diversidad cultural y resiliencia
  8. Uso equilibrado del tiempo
  9. Diversidad ecológica
https://gnhusa.org/gross-national-happiness/

Y los cuatro pilares en los que se basa la FNB son:

– el desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo;

– la conservación del medio ambiente;

– la preservación y promoción de la cultura; y

– la buena gobernanza.

Budismo y medio ambiente

Joanna Macy (nacida en 1929) es una profesora budista, activista ambiental y académica autora de 12 libros, que posiblemente es la más destacada defensora occidental del budismo ecológico. En su ensayo «The ecological self: postmodern ground for right action» [vi] («El yo ecológico: terreno posmoderno para la acción correcta») Macy sostiene que el dolor que algunas personas sienten por los ecosistemas dañados o el sufrimiento de otras especies manifiesta las formas en que el yo está inextricablemente entrelazado con el mundo más que humano. Esta experiencia de interconexión es una «extensión de la identidad», desde un yo «separado y frágil» que requiere defensa y adquisición constantes hasta un «sentido ecológico más amplio de uno mismo» [vii].

Joanna Macy.

Macy sostiene que la ética budista proporciona formas de comprender nuestra experiencia de un yo ecológico e interconectado y de responder al sufrimiento que nos rodea.

El origen dependiente (pratītyasamutpāda), doctrina central en gran parte del pensamiento budista, se interpreta como una articulación de la interdependencia que algunos pensadores consideran la característica dominante de las relaciones ecológicas. La imagen de la escuela Huayan de la Red de Joyas de Indra, en la que cada nodo se refleja entre sí, se convierte en una imagen de la interdependencia ecológica a la que Aldo Leopold se refirió como la «comunidad terrestre» [viii].

La doctrina de una naturaleza búdica pura y original (tathāgatagarbha), que se dice que está presente en todos los seres sintientes, y en algunas tradiciones budistas también en la naturaleza no sintiente, se emplea para argumentar que los budistas reconocen el valor intrínseco y la consideración moral de seres naturales no humanos, un elemento importante de gran parte del pensamiento ambiental contemporáneo.

El argumento principal de World as Lover, World as Self (“El mundo como amante, el mundo como uno mismo”) [ix] de Joanna Macy es que debemos cambiar nuestra perspectiva de ver el mundo como un objeto que puede ser explotado a verlo como un sistema vivo del que formamos parte. Macy cree que este cambio de perspectiva puede conducir a un sentido de interconexión y responsabilidad por el bien del planeta. Sostiene que necesitamos reconectarnos con nuestro sentido innato de compasión e interconexión con todos los seres para promover la sostenibilidad ecológica y el cambio social y ecológico creativo y sostenido.

La filosofía de Joanna Macy se puede aplicar en la vida diaria de varias maneras:

  1. Reconociendo nuestra interconexión: Macy sugiere que debemos cambiar nuestra perspectiva de ver el mundo como un objeto a verlo como un sistema vivo del que somos parte.
  2. Practicando la gratitud: Macy anima a cultivar un sentido de gratitud por el mundo natural.
  3. Participando en el activismo: en movimientos locales o globales que promuevan el cambio social y ecológico.
  4. Practicando la compasión radical: Macy cree que la compasión no es algo que uno tiene, como una virtud o una cualidad cultivada, sino más bien una expresión de su ser más amplio y puede entenderse como parte integral de su pertenencia en el cuerpo vivo de la Tierra. Podemos aplicar esta filosofía en nuestra vida diaria practicando la compasión hacia nosotros mismos, los demás y el mundo natural.

Otro académico y prolífico autor budista que ha contribuido a la aproximación budista al medio ambiente es David Loy.

David Loy (nacido en 1947) fue profesor de Ética, Religión y Sociedad en la Universidad de Bunkyo, Japón. Ha sido practicante de zen durante más de veinte años, y ha alcanzado el grado de maestro en el linaje japonés sanbo zen. Es autor de numerosos libros sobre filosofía y ética budista. 

Su reciente libro Ecodharma: Buddhist Teachings for the Ecological Crisis [x] desarrolla los planteamientos que inició en su artículo «Healing Ecology» [xi]. El libro es a la vez un manifiesto, un modelo, una llamada a la acción y un profundo consuelo para tiempos difíciles.  David R. Loy expone los principios y perspectivas del Ecodharma, una respuesta budista a la situación ecológica, introduciendo un nuevo término para un nuevo desarrollo de la tradición budista.

El argumento principal del libro es que el budismo puede proporcionar una respuesta a la crisis ecológica que enfrenta el mundo. Esa respuesta, que él denomina el «ecodharma», es un nuevo desarrollo de la tradición budista que combina la conciencia ecológica con las enseñanzas budistas. 

David Loy destaca la importancia de reconocer la interdependencia de todos los seres y la necesidad de una acción colectiva para abordar las cuestiones ambientales. También enfatiza la necesidad de que los practicantes arraiguen su práctica espiritual en la naturaleza y exploren las implicaciones ecológicas de las enseñanzas budistas.

El libro sostiene que el ecodharma puede proporcionar un marco para afrontar de raíz los problemas que causan la injusticia climática y otras cuestiones ambientales. Para David Loy, la crisis ecológica es un síntoma de un malestar espiritual más profundo y que la causa fundamental de la crisis es nuestro sentido de separación del mundo natural.

En resumen, los tres aspectos fundamentales del ecodharma son:

– la práctica en el mundo natural,

– la exploración de las implicaciones ecológicas de las enseñanzas budistas, y

– traducir esa comprensión en el ecoactivismo.

Hacia un modelo social budista

Este breve repaso de algunas ideas y autores budistas contemporáneos sobre el budismo social ha mostrado la importancia de lo social para el budismo, así como la relevancia de sus enseñanzas para contribuir a una sociedad mejor. Las ideas y propuestas esbozan lo que podríamos denominar un modelo social budista de acción orientada a la reducción del sufrimiento y al bienestar de todos los seres.

Desde la visión de Buddhadāsa sobre un estado natural de lo social como un sistema en armonía, pasando por la importancia de lo social y los principios fundamentales del budismo según el Dalái Lama, así como el compromiso y la acción social budista de Thích Nhất Hạnh y Sulak Sivaraksa, hasta la centralidad de las ideas budistas de interconexión e interdependencia, que sirven como base para nuevas perspectivas sobre la economía y la relación con la naturaleza propuestas por E.F. Schumacher, Claire Brown, el GNH de Bután, Joanna Macy y David Loy.

Con mis mejores deseos de que esta pequeña y limitada contribución sirva para el beneficio de todos los seres.


[i] The Times Literary Supplement, 6 October 1995, p. 39

[ii] Una selección de sus ideas más importantes se encuentra en: https://centerforneweconomics.org/envision/legacy/ernst-friedrich-schumacher/small-is-beautiful-quotes/#Chapter%204

[iii] Bloomsbury Press, 2017.

[iv] https://buddhisteconomics.nethttps://www.youtube.com/watch?v=88RX5A2iezs&t=4s

[iv] Aportar Dharma a la ciencia funesta: la economía budista de Clair Brown

https://espanol.buddhistdoor.net/aportar-dharma-a-la-ciencia-funesta-la-economia-budista-de-clair-brown/

[v] Sacred interconnections, 1990; y en Mary Heather MacKinnon y Moni McIntyre (ed.), Readings in Ecology & Feminist Theology, Sheed & Ward,1995

[vi] William Edelglass, ‘Joanna Macy, The Ecological Self’, in William Edelglass, and Jay L Garfield (eds), Buddhist Philosophy: Essential Readings (New York, NY, 2009; online edn, Oxford Academic, 31 Oct. 2023),

[vii] Leopold, Aldo (2005). Una ética de la tierra. Madrid: Catarata. Y (2019). Un año en Sand County. Madrid: Errata naturae.

[viii] Versión española: Uriel, 2008;  World as Lover, World as Self, ‎ Parallax Press. 1991.

[ix] Wisdom Publications (January 29, 2019). Edición española: Ecodharma: Enseñanzas budistas para la crisis ecológica. La Llave Ediciones; 2021).

[x] Publicado en Journal of Buddhist Ethics ISSN 1076-9005 http://www.buddhistethics.org/ Volumen 17, 2010.

El profesor José Antonio Rodríguez Díaz completó su doctorado en Sociología en la Universidad de Yale (EE. UU.) con becas del Social Science Research Council y la Comisión Fulbright. Es Catedrático y ha sido director del Departamento de Sociología y director del Programa de Doctorado en Sociología, en la Universidad de Barcelona. Ha sido profesor visitante en el Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Harvard, en la Universidad de Yale y en la Universidad de California en Santa Bárbara. Sus investigaciones y publicaciones actuales se centran en el papel de las redes sociales en las organizaciones y sociedades, los estudios de futuros y las dimensiones sociales de la felicidad. Estas líneas de investigación convergen en el estudio de los procesos de transformación y articulación del budismo en la sociedad moderna.