Una estatua gigante del Buda en Cáceres (España)
CARIDAD MARTÍN NIETO
Bajo la denominación «Cáceres Tierra Sagrada» se inició el pasado mes de abril el proceso de sacralización de la ciudad de Cáceres, con el propósito de convertirla en epicentro del budismo en Occidente.
¿Por qué proyecto «Gran Buddha» en Cáceres (España)? ¿Por qué sacralizar Cáceres? ¿Qué sentido tiene un templo con un Buda de 40 metros, de jade blanco, en España, un país en la Europa del sur que, si destaca históricamente por algo, sería por ser un abanderado de la iglesia católica?
¿Y por qué no? Esa respuesta doy a estas preguntas, que me hacen constantemente. Solo por crear una buena comunicación intercultural, bien vale la pena hacer un gran monumento.
La Fundación Lumbini Garden, liderada por José Manuel Vilanova, su presidente, desarrolla este gran proyecto cultural, empresarial y religioso conjuntamente con la Junta de Extremadura, y el ayuntamiento y la diputación provincial de Cáceres. Un proyecto que tenderá un puente entre Oriente y Occidente, que mejorará la comprensión mutua y contribuirá a derruir unas barreras que en el mundo del siglo xxi ya no deberían existir.
Jornadas de Hermanamiento
El Proyecto «Gran Buddha» ha comenzado con unas jornadas de hermanamiento entre las ciudades de Cáceres y Lumbini (Nepal) con actos institucionales, ceremonias y la celebración de los primeros «Diálogos Culturales por la Paz» que tienen una dimensión sociopolítica, académica y religiosa.
Poner en marcha estas jornadas no ha sido sencillo. Desde hace más de un año, el mundo entero está recogido y a resguardo por culpa de la COVID-19. Los convenios se retrasaban, las firmas se demoraban y el inicio se iba complicando. Pero, a pesar de ello, se siguió adelante hasta llegar a abril de 2021, cuando el ayuntamiento de Cáceres firmó el compromiso de cesión de un terreno a la Fundación Lumbini Garden para llevar a cabo el proyecto del «Gran Buddha». Del acto fueron testigos, junto a las autoridades locales de Extremadura, los miembros de la delegación de Nepal encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Ganesh Prasad Timilsina, y el alcalde de Lumbini, Man Mohan Chaudhary. El presidente Timilsina manifestó su satisfacción por la puesta en marcha de este proyecto que no solo unirá Cáceres y Lumbini, sino que también contribuirá a una mayor relación de Europa con Asia: «El Buda, hace más de 2500 años, trajo un mensaje de paz y es el que nosotros queremos traer a España, a toda Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y el mundo entero», expresó.
La delegación trajo consigo tierra de los lugares santos de Nepal, que se mezcló con tierra de Cáceres en una ceremonia cargada de simbolismo. Las tierras quedaron expuestas al público en una urna en el museo Casa Pedrilla.
Después de estas ceremonias y actos institucionales, se realizó una visita turística a la maravillosa ciudad de Cáceres que, después de estos largos meses recluidos, fue motivo de alegría para todos; para los extremeños, que daban la bienvenida con curiosidad a la colorida delegación, y para la delegación de la Fundación Lumbini, que daba vida a su paso por la ciudad, con un mensaje de esperanza y paz.
La comitiva también visitó la ciudad de Mérida, capital de la autonomía extremeña, antigua Emérita Augusta, capital de la Lusitania romana, donde se firmaron acuerdos de colaboración y se llevó a cabo una visita institucional.
Diálogos Culturales por la Paz
Como ya hemos dicho, en el contexto de los actos de estas jornadas se llevaron a cabo unas conferencias con el título «Diálogos Culturales por la Paz», que tuvieron lugar en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres. En la mesa de diálogo de carácter institucional se contó con la presencia del presidente de la Junta de Extremadura, Excmo. Sr. D. Guillermo Fernández-Vara; del presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Hon. Ganesh Prasad Timilsina; de la exalcaldesa de Madrid, Dª. Manuela Carmena Castrillo; de D. Shlomo Ben Ami, exembajador de Israel y líder del proceso de paz palestino-israelí y de D. José Manuel Vilanova, presidente de la Fundación Lumbini Garden, que disertaron sobre su experiencia en torno a la paz.
Creación del Centro Lumbini de Estudios para la Paz
La creación del Centro Lumbini de Estudios para la Paz por parte de la Fundación Lumbini en colaboración con la Universidad de Extremadura es la respuesta al compromiso de impulsar la enseñanza del budismo en España y Europa, así como su aportación a la paz desde sus distintas responsabilidades y organizaciones. Este centro facilitará la formación de alumnos en estudios académicos sobre la paz y el diálogo cultural entre Oriente y Occidente.
El centro académico fue el tema de la mesa de diálogo presentada por el Dr. Abraham Vélez de Cea, catedrático de Pensamiento Oriental en la Universidad Eastern Kentucky, y contó con la participación del rector de la Universidad de Extremadura, Excmo. Sr. D. Antonio Hidalgo que, en su intervención, subrayó la base de un futuro proyecto educativo impulsado por ambas instituciones, la fundación y la universidad. «Nuestra vocación es crear ciudadanos con valores más amplios que los puramente técnicos», declaró.
En este diálogo se expusieron también diferentes enfoques por parte de los doctores Eva Borreguero, profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, José Antonio Rodríguez Díaz, catedrático de Sociología de la Universidad de Barcelona (en línea) y el propio Dr. Vélez de Cea, como coordinador del evento y futuro director del Centro Lumbini de Estudios para la Paz.
La Universidad de Extremadura apuesta por mantener su vocación internacional y ambas entidades colaborarán también en el desarrollo de programas de intercambio y cooperación internacionales dirigidos tanto a estudiantes como a profesores. Las relaciones también se extenderán al campo de la investigación y se concretarán en acuerdos específicos. «Estamos abriendo y desarrollando nuevos caminos hacia Europa, América y Asia. Consideramos que esta multiculturalidad es la clave para la formación de nuestros futuros egresados», expresó el rector.
Centro de práctica budista
La tercera de las mesas de diálogo trató de explicar a un público tan diverso como interesado la parte religiosa del proyecto «Gran Buddha». Desde las diferentes prácticas budistas, se expuso la idea de la creacción de un monasterio budista como centro religioso no sectario y abierto a todas las tradiciones y escuelas del budismo, así como su importante participación también en aspectos académicos. En la mesa participaron D. Ron Eichhorn (presidente de la Unión Budista Europea), en representación de la tradición mahayana; Lama Dondrub (miembro del linaje Sakya) y Lama Trinle (director espiritual de la comunidad Dhyāna del linaje Shagpa-Kagyu) en representación de la tradición vajrayana; y D. Ricardo Guerrero, miembro de la Fundación Lumbini Garden y presidente de la Asociación Hispana de Buddhismo, en representación de la escuela birmana del budismo theravada, quien coordinó el diálogo.
A todo ello hay que añadir el proyecto de creación de embajadas culturales para promover, coordinar y facilitar programas de cooperación y desarrollo en materia cultural, social, artística, formativa, turística y empresarial, como parte fundamental de las actividades que se desarrollarán en el marco de este centro budista.
Cuatro días intensos complementados con diferentes visitas con el claro objetivo de la cooperación en distintos ámbitos, como, por ejemplo, al Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón o al Ecoparque, un centro de tratamiento de residuos. En ambos casos, Extremadura compartió con la delegación de Nepal su experiencia en sectores de máximo interés para el desarrollo de aquel país.
También se desarrollará durante dos años un trabajo documental, Cáceres Tierra Sagrada, que recogerá todo el proceso que convertirá a Cáceres en la quinta tierra sagrada para el budismo. Contará con la participación de Rodolfo Montero, ganador de dos premios Goya, como realizador; Cheward Román como productor y Patxi Gabella a cargo de la fotografía.
Como broche a las jornadas de hermanamiento entre Cáceres y Lumbini, se llevó a cabo un hermoso acto cargado de simbolismo. Según una ceremonia propia del budismo tibetano, se procedió a la purificación y bendición de los terrenos del cerro Arropez, el lugar exacto donde se construirá el que será el mayor centro budista de Occidente y uno de los más importantes del mundo.
Está previsto que las obras de construcción del templo den inicio en 2023. Primero, el «Gran Buddha». El macroproyecto ha comenzado.
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