Panorama del budismo en España
FRANCISCO DIEZ DE VELASCO
Este artículo es parte de nuestra edición especial «El budismo en los países de habla hispana»
El budismo es en la actualidad la cuarta minoría religiosa en España por número de seguidores y es la confesión de raíz no abrahámica con mayor impacto, aunque la plena implantación de grupos de práctica en España resulte reciente, no mucho más allá de 40 años atrás. Dos momentos destacados en la maduración del budismo español lo constituyen por una parte la fundación en 1990 de la federación budista actualmente denominada Unión Budista de España-Federación de Entidades Budistas de España (UBE-FEBE), que ha terminado progresivamente aglutinando a un número destacado de grupos tanto los más antiguos como muchos de los que tienen mayor presencia, y por otra el reconocimiento del notorio arraigo en 2007 por parte del Estado al budismo que fue exitosamente tramitado por la federación budista y que ha situado al budismo en una posición de privilegio jurídico al que solo habían accedido en España hasta ese momento cristianos (en diversas denominaciones), musulmanes y judíos.
El patrimonio budista español es, además, particularmente notable con monumentos y edificios enormes, hay monasterios y centros de retiros de importancia y redes de centros urbanos de práctica que aglutinan a una población budista en crecimiento apreciable que se sitúa actualmente en torno a los 90.000 seguidores activos (y unos 300.000 si computásemos a los simpatizantes) a pesar de que en España el budismo no suele desarrollar estrategias de carácter proselitista. Se caracteriza por la diversidad de escuelas, enfoques y colectivos, pero en general desde los primeros momentos y hasta la actualidad serán el zen y el budismo tibetano quienes tendrán un mayor número de centros, seguidores y actividades en España, aunque paulatinamente han ido surgiendo otros modelos de budismo hasta configurar un panorama que en la actualidad incluye unos 300 centros o grupos de prácticas en funcionamiento.
Más allá de practicantes y simpatizantes individuales que pueden detectarse con anterioridad, los primeros grupos budistas estables comenzaron en España poco antes de que el país se dotase de un sistema democrático. El año 1977 será clave en la llegada de los primeros maestros orientales y la implantación de verdaderos grupos y centros de práctica budista. A comienzos de ese año o muy a finales de 1976 se fundó el dojo zen de Sevilla, por seguidores del monje japonés Taisen Deshimaru, promotor de la introducción del zen soto en Europa, que solo visitó España en una ocasión, en 1981. Se asocian con Deshimaru en mayor o menor grado un gran número de grupos diversos de practicantes y centros de zen en nuestro país. Un colectivo muy cohesionado e institucionalizado como grupo religioso, es la Comunidad Budista Soto Zen fundada y liderada por Dokusho Villalba (Francisco Fernández Villalba), con una decena de centros de prácticas y un templo-centro de retiros en la provincia de Valencia denominado Luz Serena.
Otra plataforma destacada es la que se congrega en torno a la Asociación Zen Internacional (AZI), fundada en Francia por Deshimaru, incluye a una treintena de grupos zen soto en toda España. Otra plataforma zen, sin relación con las anteriores aglutina a una veintena de grupos activos en España liderados por el maestro zen vietnamita Thich Nhat Hahn que tiene su cuartel general en Francia, es un colectivo en claro crecimiento inscritos en el Ministerio de Justicia como Comunidad Budista del Interser. Además de estas tres plataformas se encuentran otros múltiples colectivos y centros (más de una veintena) del budismo zen-chan tanto de las escuelas japonesas soto y rinzai (éstos últimos menos numerosos en nuestro país) como de escuelas de China o Corea (destaca la escuela Kwan Um con varios centros, en Cataluña y Baleares).
Por su parte en 1977 comienza su andadura el centro Karma Kagyu de Barcelona (hoy Samye Dzong) tras la visita de Akong Rimpoché (la primera de muchas que hizo a España), fue el comienzo de la implantación del budismo tibetano de la escuela kagyupa, que tiene una destacada presencia en España, a la que no fue ajena la visita y la labor desde a partir del año 1983 y hasta su muerte de Kalu Rimpoché y luego de sus discípulos. La plataforma Samye Dzong coordina en la actualidad otros 5 centros entre los que destaca en Cataluña Samye Dechi Ling, centro para retiros de larga duración y el colectivo está liderado por una lama (Tsondru-Lourdes Clapés).
Otra plataforma de la escuela kagyupa es una red que incluye una decena de centros urbanos de práctica y que se centra en el monasterio denominado Dag Shang Kagyu situado en Panillo, en el Pirineo de Huesca, fundado por Kalú Rimpoché en 1984. Es un impactante conjunto de edificios y construcciones de estilo tibetano (incluyendo un gran estupa erigido en 1992) que albergan una completa escuela monástica con diversos lamas residentes.
Una tercera plataforma principal de la escuela kagyupa la constituyen los seguidores de la red internacional Diamond Way, liderada por el lama danés Ole Nidahl e implantados en España desde 1987 que han desarrollado una impactante labor de visibilización patrimonial destacando tanto el estupa de Benalmádena, Málaga, de 33 metros de altura, en una zona muy turística desde la que se divisa el continente africano que en 2003, año de su inauguración, recibió unos 500.000 visitantes, superando en los posteriores los 100.000 anuales y siendo un excelente ejemplo del turismo religioso budista en España y de sus posibilidades de futuro.
También han construido una enorme sala de culto con cabida para más de 2000 personas en el centro de retiros que tienen en la provincia de Málaga (cerca de Vélez Málaga) y que lleva en nombre de Karma Guen.
También en el año 1977 se produjo la primera visita a Ibiza de los lamas Thubten Yeshé y Zopa Rimpoché, promotores de la red de centros tibetanos de la escuela gelugpa que tomaron la denominación de Nagarjuna y que comenzaron sus actividades ya en 1978 y dependen de la Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana, con sede en Estados Unidos. En España a esta red se asocian dos centros de retiros, y seis centros urbanos de prácticas. Resulta necesario destacar que el primer tulku (reencarnado) europeo importante será un español, Osel Tenzin Rimpoché (Osel Hita Torres), justamente la reencarnación del lama Thubten Yeshé, fundador de la FPTM, fallecido en Estados Unidos en 1984. Hay que reconocer que este caso del “niño lama” ha tenido un impacto mediático destacado y ha potenciado que el budismo sea conocido en España más allá de los grupos de practicantes del mismo. Fue encontrado en una familia de budistas asociados al famoso centro de retiros Osel Ling de Bubión, Granada, que fue inaugurado por el Dalai Lama y se ubica en un paraje que presenta un conjunto de construcciones monumentales notables que respetan las técnicas locales de edificación aunque incluyendo elementos tibetanos como el primer estupa erigido en España, las cuevas de retiros o incluso una enorme estatua de Tara que preside el conjunto. Existe otra plataforma gelugpa en España que conforma la red Ganden Chöling, incluye una quincena de centros de práctica a los que se añade un centro de retiros, el monasterio Chu Sup Tsang en Orense (Galicia). También hay diversos grupos gelugpa independientes entre los que se pueden destacar el centro Tara de Barcelona que lideró hasta su muerte en 2020 Gueshe Lobsang Tsultrim, el lama residente con mayor antigüedad ininterrumpida en España en España, desde 1981, o el muy visible Thubten Dargye Ling de Madrid.
La escuela sakyapa del budismo tibetano tiene un menor impacto en España que las anteriores, pero mantiene centros destacados. El propio Sakya Trizin de ese entonces, inauguró en 2006 el que en aquel momento era el mayor centro budista europeo, Sakya Drogön Ling (hoy Fundación Sakya-Paramita), en Denia, en la costa mediterránea alicantina, en uno de los enclaves turísticos más apreciados de España. Tiene una impresionante sala de culto diáfana en un edificio que es un alarde arquitectónico en el que se combinan las más modernas técnicas de construcción con el respeto a la simbología y los modelos de edificar budistas tibetanos.
Asociado en el nombre con la escuela sakya está una de las redes budistas con mayor impacto mediático en España y que tiene como centro el monasterio denominado Sakya Tashi Ling, ubicado en el parque natural de El Garraf en la provincia de Barcelona y fundado en 1996. Algunas de sus iniciativas han tenido un éxito mediático notable, como los discos de música budista adaptada a arreglos occidentales (“Monjes budistas” de 2005 o “Live Mantra” de 2008).
Aún más minoritaria en España es la cuarta escuela del budismo tibetano, la nyigma, aunque las enseñanzas que transmite se puedan encontrar en diversos grupos antes citados o que se verán más adelante como Rigpa o Shambala. Pero son puramente nyigma, por ejemplo, el centro Nyigma Tersar de Valencia (con otros tres grupos asociados en Cataluña).
Dentro del budismo tibetano, aunque con una adscripción no plenamente coincidente con las cuatro escuelas antes citadas, se encuentran un cierto número de propuestas que pueden combinar elementos de varias escuelas o linajes (una práctica cada vez más común) destacando Rigpa, que tiene en el país media docena de centros activos inaugurados progresivamente a partir de 2000. Por su parte, con una base budista tibetana, pero con un enfoque en la meditación que puede entenderse más allá de las propuestas budistas está la plataforma Shambala España, que forma parte de la red internacional fundada por Chögyam Trungpa que tiene en nuestro país una decena de centros. Algo parecido ocurre con la Comunidad Dzogchen que lideró hasta su muerte el profesor universitario y maestro tibetano Chögyal Namkhai Norbu, que en sus últimos años de vida tenía su residencia la mitad del año en Tenerife (Canarias) donde ubicó el centro mundial de su comunidad, Dzamling Gar. La identidad budista o siquiera la religiosa no resulta un elemento imprescindible para formar parte de este colectivo en una línea que marca un reto de futuro en el budismo: la posibilidad de que se pueda practicar zen, dzogchen o mindfulness obviando el componente budista, simplemente como una metodología de desarrollo espiritual que puede combinarse con opciones religiosas diversas o incluso con modelos de vida de carácter no religioso.
Otra plataforma tibetana con un notable impacto en España, con 15 centros principales y otros 25 grupos de meditación, es la Nueva Tradición Kadampa liderada a nivel mundial por Gueshe Kelsang Gyatso. Un lugar prominente en esta red en España resulta el Centro de Meditación Kadampa de España / Hotel Kadampa situado en la provincia de Málaga en una zona netamente turística. Se trata de una propuesta impactante puesto que la sala de meditación, llamada Templo Kadampa de la Paz se sitúa a escasos 5 metros de la piscina, rodeada de bungalows y el resto de los servicios habituales en un hotel rural, como una cafetería (llamada Café de la Paz) pero también una editorial budista (denominada Tharpa) en una combinación que ejemplifica la adaptabilidad del grupo a las fórmulas occidentales, también de gestión del ocio, y aporta un elemento más en la evidencia del auge, ya planteado, que tiene el turismo religioso budista en España.
Por último el budismo tibetano cuenta en España con un centro de carácter “ecuménico”, la Casa del Tíbet, sita en Barcelona y que dirige el lama tibetano Thubten Wangchen, cuya primera visita a España se realizó en 1981 y que es ciudadano español desde 1998. La inauguró el XIV Dalai Lama en diciembre de 1994 tras la única iniciación de Kalachakra que ha dirigido en España, en la ciudad de Barcelona, ante unas 3000 personas.
Más allá del budismo zen y del tibetano existen en España buen número de otras propuestas. El budismo de raíz teravada cuenta en la actualidad con diversas plataformas en España y son, además, propuestas en crecimiento. Por una parte están los centros de retiros Dhamma Neru en la provincia de Barcelona y Dhamma Sacca en la de Ávila que siguen el modelo de meditación vipassana de S.N. Goenka y al que se asocian grupos de practicantes en una treintena de localidades españolas. Por su parte en 2007 se constituyó oficialmente la “Asociación Española de Meditación Vipassana”, seguidores de las enseñanzas del maestro tailandés Buddhadasa que tienen un centro de retiros en las cercanías de Madrid y han tenido centros de prácticas activos desde 1990. Por su parte en 2008 se constituyó la “Asociación Española de Buddhismo Theravada” con grupos de prácticas en Madrid, Valencia, Zaragoza y Castellón. Por último en 2012 se puso en marcha la muy activa Asociación Hispana de Buddhismo, que entró a formar parte en 2014 de la EBU (European Buddhist Union) y que lidera Ricardo Guerrero, siguiendo las enseñanzas de Bhikku Nandisena.
Con una innegable influencia de los modelos del teravada y del budismo que entronca en el canon pali encontramos el grupo internacional denominado desde 2010 Comunidad Budista Triratna y con anterioridad Amigos de la Orden Budista Occidental, que tienen varios centros urbanos en la zona mediterránea (muy activo el de Valencia) y tres centros de retiros, Guhyaloka en Sella (Alicante) para varones, Akashavana en la provincia de Teruel para mujeres y uno mixto y enfocado en los valores ecológicos del budismo comprometido denominado Ecodharma sito en la provincia de Lérida. Atraen a muchos practicantes de fuera de España (en especial del Reino Unido).
Un grupo con muchos seguidores en España y una trayectoria muy dilatada (desde la década de 1970) es el grupo japonés Soka Gakkai. Al ser un movimiento laico y por el modelo de budismo que proponen no desarrollan retiros y solo mantienen centros urbanos de prácticas, cuatro en la actualidad: la sede central en Madrid (en un imponente edificio de nueva factura), otra en Barcelona y dos en Canarias (en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife), todos ellos de destacado tamaño ya que aglutinan a varios centenares de seguidores en cada uno de ellos (frente a la treintena que es el estándar común de la mayoría de los centros budistas en España).
Como hemos ido viendo no son inusuales en España los grupos que se insertan en plataformas budistas de carácter global y presentan un perfil principalmente internacional. Grupos como la Asociación Budista de la Luz de Buda o la International Buddhist Progress Society (Spain), por ejemplo, ambas con sede en Madrid, actúan en cierto modo como sucursales en España y abren el camino en ocasiones a modelos de budismo marcados por el componente de la etnicidad. Si bien la enorme mayoría de los budistas en España (salvo algunos líderes de los grupos) no son asiáticos, ya que la inmigración a España desde países budistas ha sido mínima (si exceptuamos las comunidades chinas, por otra parte no siempre -o no solo- budistas en sus modelos de práctica religiosa) empiezan a surgir grupos budistas con una mayoría de miembros originarios de Asia, en particular de China como por ejemplo la Comunidad Budista Zhen Fo Zong Ming Zhao en España o la Fundación Amitabha de España ambas sitas en Madrid. Se trata de una tendencia de futuro en crecimiento en una España cada vez más globalizada.
Por otra parte están creciendo en España iniciativas que proponen, en la línea de lo que se podría denominar como nuevo budismo, centrar el foco menos en el rito o en la creencia y más en la práctica. No haría falta creer para practicar técnicas de meditación y autoconocimiento que, aunque surgidas en el budismo (es decir con la carga de una tradición venerable probada por cientos de generaciones), como ocurre con el mindfulness, no se imaginarían ni plantearían ya como religiosas, ni tampoco budistas, aunque resulten las propuestas de mayor éxito en muchos centros budistas que jalonan la geografía española y parecen satisfacer con cierto éxito algunas de las nuevas necesidades de la población urbanita del nuevo milenio.
En todo caso las características diferenciales del budismo en el campo religioso español han llevado a que lidere una interlocución fluida con el Estado, así la federación budista ha desarrollado algunas iniciativas notables. En 2015, tras una negociación en la que se reunieron los representantes budistas con una empresa de servicios funerarios bajo los auspicios del Ministerio de Justicia se firmó el Protocolo Funerario Budista que no solo permite que se respeten tres días sin manipulación del cadáver, sino incluso que, siguiendo las estipulaciones más exigentes en plazos, las del budismo tibetano, pueda llegar a quedar éste sin evacuar hasta 49 días para los casos más excepcionales si así lo estiman conveniente los ministros de culto budistas.
Un reto de futuro parece ser conseguir que otras peculiaridades del budismo se reconozcan, y desde una interlocución con las administraciones planteada desde instituciones representativas fuertes (como lo es la federación budista) es como pueden plantear alcanzar un acuerdo de cooperación con el Estado como tienen católicos, evangélicos, musulmanes y judíos.
Referencias
- En la página web de la federación budista de España se incluyen enlaces a la veintena de comunidades que pertenecen o están vinculadas a la misma y que aglutinan a un centenar de centros budistas. Para Cataluña y Baleares se dispone de un directorio con enlaces a los distintos grupos en la web de la Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes.
- En el directorio de lugares de culto del Observatorio del Pluralismo Religioso en España se recensionan 180 centros budistas ubicados en un mapa.
- La monografía sobre el tema es Díez de Velasco, F. El budismo en España. Historia, visibilización e implantación. Madrid: editorial Akal Universitaria, primera edición 2013 (ISBN 978-84-460-3679-1), segunda edición (e-pub), 2018 (ISBN 978-84-460-4593-9). La presente contribución es un resultado del proyecto HAR2016-75173-P, del Ministerio de Ciencia e Innovación de España.
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Francisco Diez de Velasco es catedrático en la Universidad de La Laguna (Islas Canarias, España), especializado en historia de las religiones. Sus trabajos sobre budismo se pueden consultar en: http://historel.webs.ull.es/budesp/