El budismo en Colombia (III): budismo theravāda y consideraciones finales

DANIELA MESA SÁNCHEZ

Este artículo forma parte de la edición especial «El budismo en los países de habla hispana»

Puede leer la segunda parte de este artículo aquí

3.3 Budismo theravāda (El vehículo de los ancianos)

En sánscrito, theravāda significa «vehículo de los ancianos» (Keown, 2003). Se trata de una de las ramas más antiguas del budismo, presente principalmente en el sudeste asiático, el budismo más temprano, y hace especial énfasis en la disciplina monástica. En el país encontramos dos organizaciones pertenecientes a esta rama budista: Organización Meditación Vipassanā y Anumodana Colombia. Ambas se inscriben dentro del llamado «Movimiento Vipassanā», el cual se centra en la práctica de la meditación vipassanā, una técnica explicada en el Satipatthana Sutta del canon pali, la compilación de los discursos del Buda (Carini, 2017). Vipassanā es una antigua práctica de meditación budista que se remonta a la India antigua, se considera que fue creada por el Buda para ayudar a las personas a alcanzar la liberación mental y espiritual (Goenka, 2011). Implica la meditación en silencio, observando el flujo de la respiración, los pensamientos y las emociones. También denominada «meditación de atención plena» (Hart, 1993), esta técnica se centra en la observación consciente a fin de desarrollar una mayor comprensión de sí mismo y una elevada conciencia de la realidad, de ahí que la palabra vipassanā signifique en pali «ver las cosas tal como son» (Goldstein y Kornfield, 2002: 19). El maestro birmano S.N. Goenka la definió como «una técnica de autopurificación por medio de la observación de la mente» (Goenka, 1983: 15).

Organización Meditación Vipassanā 

Es una organización de enseñanza y práctica de la meditación vipassanā a nivel internacional que ofrece cursos de 10 días en centros distribuidos a nivel mundial. Siguen la directriz del maestro birmano S. N. Goenka, quien continuó la cadena de transmisión de la enseñanza impartida por Sayagyi U Ba Khin, eslabón clave en la salvaguarda de la enseñanza del método vipassanā. S. N. Goenka difundió la práctica de vipassanā a nivel mundial a partir de 1969 y desde 1982 comenzó a designar profesores asistentes que enseñan en centros de todo el mundo. La organización llegó a Colombia en el año 1998, en el 2009 se constituyó la Fundación Vipassana Colombia, sin ánimo de lucro, que en el 2017 ya contaba con cuatro profesores colombianos. Hasta la fecha esta organización ha realizado más de 100 cursos de diez días (Dhamma Colombia, 2022). Los recursos de la organización provienen de donativos recibidos de estudiantes antiguos, es decir, de personas que hayan finalizado un curso, quienes también pueden aportar a partir del trabajo voluntario como servidores y ayudantes en la manutención de los centros. El primer centro de meditación vipassanā de Colombia lleva por nombre otorgado por Goenka Dhamma Nandanavana, que en idioma pali significa «jubilosa arboleda del dhamma». Se encuentra ubicado en San Antonio del Tequendama en el departamento de Cundinamarca y fue inaugurado en el año 2019. Cuenta también con dos sedes ubicadas en las afueras de la ciudad de Medellín, la primera lleva por nombre Dhamma Gutti que significa «Guardián del Dhamma» y la segunda es la sede del municipio de Guarne, adaptada como centro de meditación con capacidad para 60 estudiantes. También se ofrecen cursos en locaciones alquiladas en las ciudades de Cali y Pereira (Dhamma Colombia, 2022). Asimismo, esta organización ha llevado a cabo cursos para niños y adolescentes y cursos para presidiarios realizados dentro de algunas cárceles del país.

Centro de meditación Dhamma Nandanavana. Fuente: https://www.nandanavana.dhamma.org/centro-meditacion

Anumodana Colombia

Es una escuela tailandesa que sigue las enseñanzas de Ajahn Tong Sirimangalo, discípulo directo de Ajahn Chah, quien a su vez es precursor de la denominada «Tradición tailandesa del bosque» (kammatthāna) y uno de los más reconocidos exponentes del budismo theravāda tailandés. Los templos pertenecientes a esta tradición son filiales de la forest shanga, una asociación de monasterios internacionales en la tradición budista theravāda de Ajahn Chah que funciona como una comunidad mundial. Sirimangalo aprendió y estudió la meditación vipassanā en Birmania de manos de Mahasi Sayadaw, pionero en la difusión de este método de meditación en el mundo, luego regresó a Tailandia en donde construyó centros de meditación no solo en este país sino alrededor del mundo. La organización tiene como centro principal el monasterio Wat Phradhatu Sri Chom Tong Voravihara en Tailandia, el cual cuenta con una sección internacional para hispanohablantes llamada «Anumodana» que funciona en países como México, Argentina, Colombia y Puerto Rico. El centro en Colombia ofrece retiros de meditación vipassanā de diez días con sedes en las ciudades de Fusagasugá, Cali, Bogotá, Medellín y Bucaramanga. Se imparten cursos semanales, sesiones de meditación intensiva de un día y retiros de fin de semana. Anumodana tiene como director a Miguel Pelusi, quien se encuentra a cargo del grupo de México y los retiros en Colombia, Argentina y España (Anumodana, s.f.).

Fuente: https://www.vipassana-anumodana.com/fotograf%C3%ADas_de_retiros.html

Consideraciones Finales

En Colombia los nuevos movimientos religiosos emergentes poco a poco desplazan las religiones oficiales heredadas y trasmitidas por la cultura, lo cual es evidente en el notable arraigo del budismo de conversos en Colombia. Como sugiere Beltrán (2012:202): «Paradójicamente, aunque el proceso de recomposición religiosa tiene lugar en el marco de una secularización creciente, la secularización de la sociedad colombiana en lugar de desincentivar las prácticas religiosas, ha estado acompañada por su reactivación donde la Iglesia católica ha perdido el monopolio sobre los bienes simbólicos de salvación». Ahora bien, el fenómeno en cuestión puede pensarse como lo que la socióloga Danièle Hervieu-Léger denomina «religión a la carta», en donde hay una variedad de ofertas religiosas disponibles (Beltrán, 2012: 202). Sin embargo, es importante destacar que no todos los que se convirtieron al budismo hicieron el tránsito desde el judeocristianismo, pues muchos de ellos se consideraban previamente como ateos, y no se identificaban con ningún credo religioso.

La dinámica del desarrollo del budismo en Colombia se manifiesta a partir de la presencia de una gran variedad de tradiciones budistas que, si bien representan una minoría en el contexto del campo religioso de este país, donde el 80% de la población se reconoce como católica, da cuenta de una creciente pluralización religiosa. La llegada de grupos budistas a Colombia comienza en la década de los años 80 y se produce en el marco de la emergencia de nuevos movimientos religiosos de corte oriental. El budismo se practica en Colombia en su forma tradicional, pero también hay diversas variaciones más modernas que suelen incluir un énfasis en el yoga, la meditación y el mindfulness. Es tentador pensar en las diversas formas modernizadas de budismo en términos de lo que Baumann (2002) definió como «budismo postmoderno».

Se observa que existe una gran variedad de organizaciones que pertenecen a las tres grandes ramas del budismo: mahāyāna, vajrayāna y theravāda. Dentro de este panorama, es evidente que tanto el budismo zen como las escuelas de budismo tibetano representan la gran mayoría de las organizaciones budistas del país, y en menor proporción se encuentra el chan y el budismo de Nichiren. Con respecto al budismo tibetano, podemos observar la presencia de instituciones pertenecientes a las escuelas kagyu, gelugpa y nyingma, con una alta proliferación de centros de la organización Camino del Diamante. Después del budismo tibetano, el budismo zen de la línea soto se caracteriza por ser la segunda tradición con mayor presencia en Colombia, sus principales centros son: La fundación para vivir el zen, Montaña del silencio, Comunidad soto zen de Colombia y Asociación zen de Medellín. No se observó la presencia de las líneas de budismo zen japonés rinzai. En cuanto al theravāda se identificaron dos de las más grandes organizaciones que enseñan la meditación vipassanā a nivel mundial en la actualidad. Una de ellas es la Organización Meditación Vipassanā, en la tradición de Sayagyi U Ba Khin; y la segunda es La organización Anumodana, una escuela tailandesa de la tradición tailandesa del bosque a cargo de las enseñanzas de Ajahn Tong Sirimangalo.

Fuente: Elaboración propia

Las ramificaciones del budismo han permitido una gran diversificación en la interpretación de las enseñanzas primigenias. Sin embargo, pese a las variantes del mismo, coinciden en aspectos esenciales doctrinales. No obstante, se observa que existe poca relación y diálogo entre los grupos budistas de diferentes escuelas y linajes, aunque el aspecto histórico como punto de partida de la doctrina parece coincidir en todas las ramificaciones del budismo.

En suma, podemos decir que el creciente interés por la espiritualidad oriental en Colombia es un fenómeno que cada vez parece crecer más. Este interés está fuertemente ligado a las representaciones que ha tenido el budismo a través de la literatura y el arte; el interés por las religiones orientales que se enmarcó en un contexto histórico de violencia y conflicto armado nacional y a su vez; el creciente malestar en determinados sectores de la población, acerca de la guerra; la secularización religiosa y el predominio de la ciencia a nivel mundial. Por medio de estas razones, diferentes sectores de la población de Colombia se vieron impulsadas a participar de conferencias y charlas de maestros espirituales de Oriente que cimentaron las bases del budismo en este país. Asimismo, el malestar individual respecto a la vida misma ha servido de motivación para la conversión al budismo y para el aumento de consolidación de instituciones budistas.

Daniela Mesa Sánchez es antropóloga colombiana de la Universidad de Antioquia, ha trabajado en diversos proyectos de Arqueología de rescate en su país natal, interesándose particularmente en los fenómenos religiosos del ámbito de lo ritual y lo sagrado de las culturas prehispánicas. Se enfocó en el estudio de la antropología de la religión alrededor del año 2011, cuando comenzó a practicar meditación Zen en la fundación para vivir el Zen con la línea del maestro André Reitai Lemort, elaborando su tesis de grado en dicha temática en el año 2015. También se interesa por el taoísmo filosófico, la literatura, la poesía y la pintura. Actualmente, reside en Argentina en donde planea establecerse y continuar su carrera investigativa en los estudios budistas.

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