Del trono vacío a la mercantilización de la imagen del Buda

DANIEL MILLET

La figura del Buda Gautama es emblemática del budismo. Sus representaciones como realidad palpable, se encuentran en templos, monasterios y hogares budistas alrededor del planeta. La veneración de la imagen física del Buda histórico es una práctica común hoy día, pero no siempre fue así.

El aniconismo en el budismo temprano. Hasta el siglo I a.e.c., la figura humana del Buda estuvo ausente en las expresiones del arte budista. En el arte que ha perdurado de esta etapa anicónica, como las esculturas de Bharhut (siglo I a.e.c.), la budeidad no se representa antropomórficamente, sino a través de símbolos como el árbol Bodhi, la rueda del Dharma (dharmachakra), una sombrilla flotando sobre un espacio vacío, las huellas de los pies del Buda, la imagen del loto, un caballo sin jinete o el trono vacío.

El asalto de Mara (Amaravati) al trono vacio, Museo Guimet, Paris. Siglo II e.c.

¿Por qué evitar la imagen del Buda? ¿Qué significa el trono vacío? Para el budismo temprano, el estado de la budeidad trasciende toda representación. Dado que la creencia en una identidad sustantiva y la identificación con el cuerpo son ilusiones, la representación antropomórfica del Buda carece de sentido. El arte budista es un vehículo que enfatiza la superación y pérdida del “yo”, no su perpetuación.

Simbolización del Buda como árbol Bodhi, de la estupa Bharhut, Satna, Madhya Pradesh, India, periodo Maurya, c. siglo II a.e.c.

Las primeras Images. La representación del Buda en forma humana comenzó en el siglo I de nuestra era. La representación corporal más antigua que se conoce del Buda histórico es el llamado «ataúd de Bimaran», un objeto cilíndrico de oro de aproximadamente 4 pulgadas de alto que se encuentra en el Museo Británico. Proviene de la región de Gandhara (actualmente entre el norte de Pakistán y Afganistán), y ha sido fechada por los expertos alrededor del siglo I e.c.

El «ataúd de Bimaran» en el Museo Británico. En Wikipedia. https://en.wikipedia.org/wiki/Bimaran_casket

Aún no se ha llegado a un consenso académico sobre el origen de la imagen del Buda. Paul Williams y Donald Lopez coinciden en que las representaciones antropomórficas más antiguas de Sakyamuni datan del siglo I e.c. y aparecen en la región de Gandhara bajo la influencia de la estética helenística (Paul Williams 2009, 26; Donald Lopez 2005, 26). Desde entonces, las imágenes proliferaron, como puede verse en las cuevas de Ajanta. A pesar de la multiplicidad de imágenes, todas ellas tenían una función soteriológica.

Bodhisattva Maitreya de pie, siglos III-IV, 100 x 38.5 x 14 cm, Museo de Lahore. Imagen courtesia de la Asia Society.

En el Sutra del Diamante (Vajracchedikā Sūtra), uno de los más importantes del budismo mahāyāna, el Buda afirma que aquellos que lo buscan en el reino de las formas están errados: «Cualquiera que me vea en términos de forma y me busque por el sonido está practicando un camino herético y es incapaz de ver al Tathāgata». Y a pesar de ello, la imagen del Buda se convirtió en objeto de culto, se popularizo en los más variados materiales, formatos y estilos.

Sri Lanka, Colombo, el templo Gangaramaya, múltiples figuras del Buda. Fuente: https://www.picfair.com/pics/010516817-buddha-statues-gangaramaya-temple-colombo-western-province-sri-lanka-asia

La imagen del Buda en los tiempos modernos. Tanto en las primeras representaciones incorpóreas, como el motivo del trono vacío, como en las subsiguientes corpóreas, el Buda o la buidedad siempre ha sido objeto de devoción. En el mundo contemporáneo, esta veneración se ha desvirtuado hasta el punto de que la imagen del Buda se ha convertido en un simple objeto de compra y venta. La sacralidad y el vacío de forma iniciales contrastan con su superabundancia y la comercialización en la modernidad, donde la imagen del Buda es un objeto decorativo, un bien más de consumo. Esta comercialización culmina en la producción en masa, donde el Buda ha pasado a ser un fetiche.

Esta influencia comercial de la imagen del Buda se manifiesta en la asociación de “Buda” con lo “cool”, que se observa en sitios como salones, bistros, como el establecimiento Buddha Bar 2022 Chill Out Lounge en París, spas y otros espacios.

Buddha Bar en Paris. Fotografía de Sophia Evans/The Observer

La peregrinación a lugares sagrados ha sido reemplazada por el paquete turístico, que ofrece una experiencia superficial y comercializada. Antes, los objetos sagrados eran creados con devoción por artesanos reverentes, una práctica que otorgaba sentido al trabajo y felicidad. Hoy en día, se producen en masa con materiales no reutilizables, con la proliferación de imágenes sinécticas.

Por supuesto, ha habido reacciones contundentes contra esta tendencia en las sociedades tradicionales budistas. En Occidente – hace mucho tiempo que este término ha dejado de ser un referente geográfico -, estamos acostumbrados a este tipo de irreverencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los tatuajes del Buda pueden ser ofensivos para budistas tradicionales, por lo que es necesario respetar y valorar la sacralidad de esta figura religiosa.

Por ejemplo, en Tailandia, la organización «Conociendo al Buda» (Knowing Buddha Organization), fundada por la maestra de meditación vipassana Acharavadee Wongsakon, tiene como objetivo educar a turistas, vendedores y población en general sobre la forma correcta de tratar la imagen del Buda. La organización ha realizado marchas en el mercado de Chatuchak en Bangkok y su campaña «Buddha IS NOT for Decoration Respect is common sense” es un ejemplo de ello. En la cultura budista, tener al Buda como una mera decoración se considera mala suerte y mal karma. Un turista británico fue deportado de Sri Lanka por llevar un tatuaje del Buda en su brazo. El budismo es la religión mayoritaria de la población étnica cingalesa y los tatuajes del Buda se consideran culturalmente irreverentes.

Fuente: https://twitter.com/amaree_i/status/1026407108353318912/photo/1

Símbolos del budismo, como son el trono vacío o el caballo sin jinete, nos hablan de su realidad última. Sin embargo, en la actualidad, estamos viviendo una desacralización. Si la no imagen del Buda es el epítome de la significación, hemos pasado de la imagen del trono vacío como signo de gran significado y objeto de veneración, a múltiples imágenes vacías de significado y convertidas en objeto de consumo. Veneración se ha convertido en un culto a la celebridad. De una imagen del vacío llena de significado a una imagen con forma, pero vacía de sentido. 

Bibliografía y referencias:

Susan. L. Huntington, “Early Buddhist Art and the Theory of Aniconism.” Art Journal 49 no. 4 (Winter 1990): 401–8.

Rob Linrothe, Inquiries into the Origin of the Buddha Image: A Review. In: East and West, 43 (1993): 241-256.

Krishan, Yuvraj, The Buddha image: its origin and development, 1996, Bharatiya Vidya Bhavan.

Alex John Catanese, Buddha in the Marketplace: The Commodification of Buddhist Objects in Tibet, University of Virginia Press, 2020.

Bauman, Z. (2000). Liquid Modernity. Cambridge: Blackwell.

Carvalho, R. (s.a). Buda e Marketing: Respeito ao ser humano, Ronald Z Carvalho & Associados. Consultoria de Marketing.  Recuperado de: http://www.ronaldcarvalho.com/main.asp71ink=amate-ria&id=2.

Cohen, E. (2017). Cutting the Buddha’s Body to fit the Neoliberal Suit: Mindfulness: From Practice, to Purchase, to Praxis. Annual Review of Critical Psychology, 13, 1, 1-18.

Lüddeckens, D., Walthert, R. (2010). Fluide Religion: Eine Einleitung. En: Fluide Religion. Neue religiöse Bewegungen im Wandel. Theoretische und empirische Systematisierungen, 9-17. Bielefeld: Transkript.

Miller, V. (2005). Consuming Religion – Christian Faith and Practice in a Consumer Culture. London: Continuum.

Sobre o Lama Padma Samten (s.a.). CEBB – Centro de Estudos Budistas.  Recuperado de: http://www.cebb.org.br/lama-padma-samten/.

Usarski, F. (2017). Japanese “Immigrant Buddhism” in Brazil. Historical overview and current trends. En: Religion, Migration, and Mobility. The Brazilian Experience, 72-85. Londres & Nueva York: Routledge.

Zaidman, N. [et. al.] (2009). From Temples to Organizations: The Introduction and Packaging of Spirituality. Organization, 16 (4), 597-621.

Enlaces:  

Buddhistdoor en Español

FRANK USARSKI. “La mercantilización del dharma. Reflexiones sobre los productos budistas en el mercado religioso de Brasil

———————————

Daniel Millet Gil es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, posee un máster y un doctorado (con distinción) en Estudios Budistas por el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong. Recibió el premio Tung Lin Kok Yuen a la excelencia en estudios budistas (2018-2019). Es contribuidor habitual y editor ejecutivo de la plataforma web Buddhistdoor en Español. Es fundador presidente de la Fundación Dharma-Gaia, una organización sin fines de lucro dedicada a la enseñanza y difusión del budismo en los países de habla hispana y patrocinadora del Festival de Cine Budista de Cataluña. Y codirector del Programa de Estudios Budistas de la Fundació Universitat Rovira i Virgili (FURV), una iniciativa conjunta de la FDG y la FURV. Ha publicado numerosos títulos en revistas académicas y divulgativas que se pueden consultar en: https://hku-hk.academia.edu/DanielMillet