Aproximaciones al chan, tercera parte: los métodos del Huatou de Lingji y la Iluminación Silenciosa de Caodong
VEN. GUO-XING Y VEN. CHANG-HWA *
A principios del siglo XX, el budismo chan había declinado y disminuido en China. Como heredero del Dharma de los linajes Caodong y Lingji, el maestro Sheng Yen (1930–2009) sintió la necesidad de «heredar el pasado e inspirar el futuro», e incorporó esta misión en todo su proceso de enseñar Huatou (話頭, Escuela Lingji) e Iluminación Silenciosa (默照, Escuela Caodong) y contemplación, y al moldear el estilo chan de la organización Montaña Tambor del Dharma (Dharma Drum Mountain). En su libro El linaje tambor del dharma del budismo chan (2011, 16–17) el maestro Sheng Yen explica cómo, al estudiar las tradiciones theravada y vajrayana, así como el chan en Japón, Corea y Vietnam, y sus experiencias guiando retiros de meditación en Europa y EEUU, ayudaron a dar forma a sus propias enseñanzas chan, que él esperaba que pudieran, simultáneamente, reconectar con su esencia original en el Budadharma y, a su vez, satisfacer las necesidades de la sociedad contemporánea. Él trabajó constantemente para alcanzar esta visión, ideando metodologías innovadoras para enseñar y comunicar el chan.
Las características de la enseñanza chan del maestro Sheng Yen
Dos de los principales métodos contemplativos sobre los que se enfocaba el maestro Sheng Yen fueron Huatou y la Iluminación Silenciosa. Aunque ambos son considerados generalmente como caminos «súbitos», el maestro Sheng Yen los enseñó de forma secuencial. Primero modificó el vipaśyanā «gradual» (Pali: vipassana), métodos de la tradición theravada, y los aplicó en el contexto chan chino. Continuó sistematizando las prácticas chan de Huatou y de la Iluminación Silenciosa, ideando un enfoque «gradual» dentro del camino «súbito» de la práctica del chan, creando métodos efectivos y prácticos para practicantes de diferentes capacidades espirituales.
De forma más específica, el maestro Sheng Yen estableció cuatro etapas generales en la práctica del chan: desde la mente dispersa, a la mente concentrada, a la mente unificada, a la no-mente o iluminación. También diseñó métodos auxiliares que son útiles en cada etapa a lo largo del camino, todos ellos resultado de sus muchos años de estudio, organización y práctica—todo en su búsqueda de revitalizar la tradición chan del budismo chino (Sheng Yen 2011, 18).
- Un enfoque «gradual» para el método «súbito» de Huatou
El maestro Xuyun (1840–1959) definió el Huatou como: «¿Qué es aquello que antecedió a esta frase/palabra actual?.» En otras palabras, el objetivo de investigar Huatou es descubrir qué existió antes del lenguaje y las palabras. Algunos Huatou comúnmente utilizados son: «¿Qué es wu?»* «¿Quién soy yo?», «¿Quién es el que está arrastrando este cadáver por ahí?», «¿Cuál era mi rostro original antes de nacer?». La clave para investigar Huatou no es explicar el Huatou en sí mismo, y no se trata de dar algún significado a través del pensamiento lógico o analítico.
Al practicar Huatou, sin importar lo que le suceda a nuestro cuerpo o mente, uno debe sólo tomar el Huatou y hacer la pregunta. Por ejemplo, cuando surjan pensamientos errantes, el pensamiento ilusorio, aflicciones, conflictos internos, malestar físico, o incluso experiencias agradables, deberíamos ignorarlo y continuar enfocados en el Huatou. En otras palabras, los practicantes usan Huatou para eliminar todos los apegos, tanto positivos como negativos.
En su libro Rompiendo las grandes dudas, el maestro Sheng Yen introdujo tres etapas en la práctica de Huatou:
- La primera etapa consiste en recitar el Huatou. Al simplemente repetir el mismo Huatou, una y otra vez, podemos empezar a reunir y enfocar nuestra mente dispera y errante.
- La segunda etapa consiste en preguntar el Huatou. Cuando podemos concentrarnos en el Huatou y empezar a genera interés en querer saber «la respuesta», conseguimos preguntar el Huatou de forma constante y estable. Cuando la «sensación de duda» (疑情) es generada, podremos progresar, desde una «mente concentrada» y entrar en una «mente unificada».
- La tercera etapa trata de investigar el Huatou. Con el prerequisito «sensación de duda» y con la mente unificada en su lugar, podemos investigar verdaderamente el Huatou y generar dudas más profundas y grandes. Luego, cuando las causas y condiciones han madurado, podremos ser capaces de hacer pedazos las grandes dudas y alcanzar la iluminación.
El objetivo principal de la práctica de Huatou es generar la «sensación de duda». Hay un dicho: «Gran duda, gran iluminación: duda pequeña, iluminación pequeña,» que ilustra que la profundidad de cualquier realización corresponde con la intensidad de nuestra duda (Sheng Yen 2009, 12–15).
- Un enfoque «gradual» al método «súbito» de la Iluminación Silenciosa.
El método de la Iluminación Silenciosa es el más simple, pero a su vez el más elusivo, para muchos. Este método no requiere que el practicante siga ningún orden en particular, sin embargo, abarca todos los beneficios de una práctica secuencial. Sólo hace falta adherirse al principio de no añadir ningún apego, sin involucrarse en pensamientos erráticos ni en el pensamiento analítico. El momento presente es exactamente el que es. Al practicar de esta manera, uno recalibrará de forma natural para corresponderse con «el rostro original». Dejar ir el apego a uno mismo es el así llamado aspecto «silencioso», y ser lúcido es la «iluminación».
En su libro El método del no método, el maestro Sheng Yen introduce tres etapas en la práctica de la Iluminación Silenciosa, (2008, 17–24) para hacer que el método sea más claro para los practicantes:
- La primera etapa es sólo sentarse en una completa relajación, y ser consciente de todas las sensaciones del cuerpo. Empezamos la práctica relajando completamente el cuerpo, o a través de contemplar la respiración o sentándose con una conciencia total del cuerpo. Es posible alcanzar la unificación del cuerpo y mente en esta etapa.
- La segunda etapa consiste en experimentar el entorno como siendo uno con uno mismo — tú eres el entorno y el entorno eres tú. Tras la unificación del cuerpo y la mente, si podemos mantener aún más la conciencia clara del entorno, la mente y el entorno se unificarán naturalmente. Las barreras del cuerpo desaparecen, pero la conciencia clara del entorno permanece. La mente es clara, consciente de todo, y totalmente quieta.
- La tercera etapa de la Iluminación Silenciosa es la experiencia de espaciosidad sin límites. Experimentamos tanto lo interno como el entorno de manera vasta, abierta y clara, dejando atrás la discriminación, y aun así, conocemos lo externo muy claramente. «En la verdadera Iluminación Silenciosa, el entorno existe, pero no somos influidos, engañados o condicionados por éste de ninguna forma; ya no somos sometidos por pensamientos discriminatorios».
Cuando tu mente se vuelve clara y brillante, y no hay apego al ser o al no ser, esta es la verdadera Iluminación Silenciosa. Sin embargo, es posible contemplar la vacuidad y la ausencia de un yo en cualquier etapa en la iluminación Silenciosa; también es posible experimentar la iluminación en cualquier etapa de esta práctica. No es necesario progresar etapa tras etapa.
Integrar el chan con las prácticas del bodhisattva
El maestro Sheng Yen a menudo decía, «alcanzar el estado de la mente unificada es un tema técnico. [Por otro lado,] alcanzar la iluminación es cuestión de lograr méritos y virtudes, y la maduración de causa y condición.»
Por este motivo, el maestro Sheng Yen a menudo recordaba a los practicantes que seguían sus enseñanzas, acerca de la importancia de la renuncia y de generar la mente bodhi. Él enfatizaba encarecidamente la necesidad de hacer surgir la mente bodhi y seguir el camino del bodhisattva, para que el practicante pudiera cultivar méritos y virtudes. Él mismo estudió el vinaya de forma extensiva para simplificar los preceptos del bodhisattva. (Maestro Sheng Yen 1995, 153–4). Él quería hacer que los preceptos fueran accesibles a la sociedad contemporánea y que al mismo tiempo estuvieran adheridos a los preceptos originales. Como resultado de sus esfuerzos, el maestro Sheng Yen transmitió los preceptos del bodhisattva por primera vez en Nueva York, 1990.
El maestro Sheng Yen hizo una analogía sobre mantener los preceptos del bodhisattva, y generar la mente bodhi, describiéndolo como algo parecido a encender un mechero: uno debe encender el mechero para dar luz a otros en la oscuridad. Si intentamos encender el mechero (para dar luz a otros) varias veces, entonces un día, cuando la luz se refleje de vuelta, podremos ver como es el mechero. El fuego es una analogía para la función de la compasión y la sabiduría, que aporta luz a la gente. El mechero es nuestra «verdadera naturaleza». A través de esta analogía, el maestro Sheng Yen alentaba a todos los practicantes chan a hacer surgir su mente bodhi.
* Wu (無) puede ser traducido como «no tener» «sin» o «la nada».
La venerable Guo-Xing fue recientemente nombrada vice abadesa del Centro Montaña Tambor del Dharma en Taiwán, y directora general del Centro de Práctica Chan Montaña Tambor del Dharma. La venerable Chang-Hwa es la directora del Centro de Meditación Chan en Nueva York. Las autoras agradecen a Yayun Anny Sung su valiosa traducción y edición de este artículo.
Referencias:
Master Sheng Yen. 2011. The Dharma Drum Lineage of Chan Buddhism. Taipei: Sheng Yen Education Foundation.
———. 2009. Shattering the Great Doubts. Boston, MA: Shambhala.
———. 2008. The Method of No Method. Boston, MA: Shambhala.
———. 1995. Pu Sa Jie Zhi Yao (菩薩戒指要). Taipei: Fagu wenhua.
The Boddhisattva Precepts-Directions to Buddhahood. 2005. Taipei: Sheng Yen Education Foundation.
*Esta es la traducción de un artículo originalmente publicado en Buddhistdoor Global con fecha 23 de septiembre 2016.
Solo comentar para facilitar la lectura aunque quizá es evidente, que Huatou es exactamente lo mismo que lo que los japoneses y ahora ya gran part de occidente llaman Koan (de su secta Rinzai)
Un abrazo