Tras la huella deportiva del budismo

EDUARDO FCO. FREYRE ROACH

El Dharma y el deporte

Los deportes pueden ser categorizados como «tecnologías del yo» las cuales, de acuerdo con M. Foucault, implican la subordinación y el dominio del cuerpo y el alma en la realización de actividades físicas, rituales y ceremonias. Estas prácticas deportivas tienen como objetivo alcanzar metas elevadas, como la felicidad, la sabiduría a través del esfuerzo propio y la disciplina personal. No obstante, el ámbito deportivo actual también presenta aspectos negativos, como la corrupción, el dopaje y la violencia, que contradicen el deporte como una «llamada a la aventura espiritual», como la denomina Hutch (2016). Debido a estas dos realidades, tanto los aspectos positivos como los negativos de los deportes, no resulta sorprendente que las religiones adopten diferentes posturas en relación a ellos, mostrando tarjeta amarilla o roja, según sus creencias y valores fundamentales.

https://www.quora.com/How-do-Buddhist-monks-get-physical-exercise-in-monasteries

¿Qué decir en el caso del budismo?

Līlā o kīla, mencionado en el canon pali, hace referencia a la diversión, los juegos y las competencias. En ciertos fragmentos se puede encontrar que se reprende a miembros de la Sangha por participar y deleitarse en tales actividades. Por ejemplo, en el Sutta Brahmajala, el Buda enumera diversas actividades recreativas, como juegos de azar, de tablero, de cartas, juegos con pelotas, así como espectáculos de lucha libre, boxeo, trucos acrobáticos y carreras. Estas actividades son catalogadas como «seguimientos ociosos», «artes bajas» o «malos medios de sustento o ganarse la vida».

La sección 53 (Patimokkha) del Vinaya Piṭaka indica que las actividades como bañarse, nadar y navegar con fines de entretenimiento son conductas incorrectas (anācārā) y constituyen ofensas (pācittiya). No obstante, estas acciones no se considerarían inapropiadas si se realizan por prescripción médica, para salvar a alguien o por alguna necesidad específica. En estos casos, las actividades estarían justificadas y no se considerarían obstáculos en el camino espiritual.

«La conquista engendra enemistad; los vencidos viven en la miseria; los pacíficos viven felices habiendo renunciado a la conquista y la derrota» (Dhammapada, verso 201). Según el Sutta Mahasaropama, aquellos que se involucran en actividades competitivas y luchan por la victoria pueden ser considerados negligentes en su práctica espiritual. En el canon pali, se considera que cualquier actividad mundana que implique distracción, mortificación y confusión (moha) representa un obstáculo en el ‘camino’ (magga) hacia la iluminación y el crecimiento espiritual.

Sin embargo, el Sutta Cankama ofrece consejos sobre ejercicios físicos moderados y útiles, como barrer el camino o la habitación, o simplemente caminar. Estas actividades se recomiendan para beneficio de la digestión, la salud, la compostura, la resistencia y la autodefensa contra animales y bandidos en el bosque.

El budismo, las artes marciales y el yoga

Mucho se ha debatido sobre la influencia budista en el desarrollo de las artes marciales, especialmente a partir de la labor pastoral y misionera del semilegendario monje budista indio Bodhidharma. Se sostiene que su labor promovió las artes marciales y una serie de ejercicios físicos para la salud, la autodefensa, la disciplina espiritual, el autocontrol, aparte del despertar a la conciencia de no-ego (anattā), vacuidad (sunyata) y la no-violencia (ahimsa).  Es importante tener en cuenta que la «filosofía deportiva» chan/zen, rechaza el dualismo mente-cuerpo y armoniza las enseñanzas budistas, taoístas y confucianistas (Xiaolin, et al., 2020).

Fresco mural, Monasterio de Shaolin, © Christophe Boisvieux.

La huella deportiva del budismo, resuena también en el boom global del yoga, una cultura de entrenamiento físico y mental, que comparten varias tradiciones milenarias de la India. El canon pali, siendo cronológicamente anterior a los Yogas sutras de Pantanjali, informa de asanas y meditación, pero con fundamentos soteriológicos diferentes. Según M. Singleton en Yoga body, the origins of modern posture practice, en el auge del yoga que se ofrece en gimnasios y estudios en el mundo, entronca esa herencia. 

Se trata de un yoga que inicialmente se presenta sin la espiritualidad oriental, previamente estigmatizada. Sin embargo, con el surgimiento de la Nueva Era y otros movimientos, este yoga pasa a respaldar la espiritualidad europeo-occidental y neoliberal, así como sus valores, como el individualismo, el utilitarismo, el hedonismo, el consumismo y el conformismo político. Este proceso se explica en detalle en Selling Spiritualityde J. Carrette y R. King. 

De ahí que algunos vean la expansión del yoga como una especie de Caballo de Troya en contra de otras religiones y la espiritualidad religiosa. Sin embargo, hay quienes, como los que impulsan el movimiento cristiano Praise Yoga, practican yoga con la convicción de que no están traicionando su religión. 

Por otro lado, existe una gran cantidad de gimnasios, estudios y tutoriales de yoga en internet que se inspiran en la religiosidad yogācāra, el tantrismo y del budismo tibetano, ya sea a través del legado de los yoguis tibetanos Milarepa y Naropa, o de la tradición de la secta bön.
Fuente: https://yogaclicks.com/blogs/types-of-yoga/what-is-tibetan-yoga-a-beginners-guide

Mindfulness para atletas

Existen numerosos testimonios, evidencias y un amplio consenso en torno a los beneficios del desarrollo de la atención plena («mindfulness») en diversas áreas, como la psicoterapia, la educación física escolar y los programas específicos para deportistas. Entre las metodologías más destacadas se encuentran el Enfoque de Mindfulness-Aceptación-Compromiso (Mindfulness-Acceptance-Commitment MAC), la Mejora del Rendimiento Deportivo mediante Mindfulness (Mindfulness Sport Performance Enhancement MSPE), el Entrenamiento en Meditación Mindfulness para el Deporte (Mindfulness Meditation Training for Sport MMTS) y el Yoga Mindfulness. 

El mindfulness se ha convertido en una herramienta eficaz para abordar y prevenir diversas afectaciones psicológicas comunes entre los basquetbolistas, incluyendo la ansiedad, la depresión, el estrés, el pánico, problemas de concentración y relajación mental, percepción exagerada de riesgos y peligros, y falta de propiocepción, entre otros.

Numerosas celebridades de la NBA han incorporado el mindfulness en sus rutinas de entrenamiento, destacando sus beneficios tanto físicos como mentales. Por ejemplo, LeBron James empezó a practicar yoga con el objetivo de aliviar problemas lumbares y fortalecer sus músculos. No obstante, pronto comprendió que «el yoga no solo se enfoca en el cuerpo, sino también en la mente», lo que lo llevó a integrar el mindfulness en su preparación. Por su parte, Shaquille O’Neal buscaba «liberar la tensión en sus tendones y mejorar su flexibilidad», pero también encontró en el mindfulness un recurso para fomentar la conciencia del «aquí y ahora». Phil Jackson declaró que «el baloncesto es un juego espiritual», una especie de juego interno («inner game»), en el cual la acción deportiva se vive en conexión con el propósito de vida, los valores, las prioridades y el anhelo de éxito y realización personal. A él, a George Mumford y a otros se les atribuye la amplia aceptación del mindfulness en la NBA. Estos ejemplos evidencian cómo el mindfulness ha influido positivamente en la vida y carrera de deportistas de élite, potenciando su rendimiento y bienestar general.

Se viene prestando atención a la cualidad, conciencia, o estado en que el atleta experimenta sensaciones intensas de absorción en la actividad, autoconfianza, autocontrol, concentración, relajación, y de actuación positiva automática. Es a lo que se conoce como ‘estar en la zona’ (being in zone), ‘flujo’ (flow), ‘pico’ (peak), o de la ‘mano caliente’(hot hand), lo cual tiene que ver con la experiencia de «letting go of the Self», es decir, dejar ir al yo, que se logra gracias al mindfulness, y donde se logra la sintonía entre el cuerpo y la mente. Para LeBron insiste en que pensar en los errores y el apego al yo, atasca al atleta, y los distrae al atleta del momento presente, perdiendo así la zona. Michael Jordan afirma que el zen y el mindfulness desarrollan la autocompasión, para lidiar con las distracciones, las imperfecciones, y la proclividad de la mente por lo personal, lo negativo, el pasado y el futuro. Tal estado de ‘no-ego’ (non-self) adquiere, a decir de Phil Jackson, una proyección colectiva, que llama ‘Equipo No-Ego’ («The No-Ego Team»). Para George Mumford implica el cambio del diálogo interno en favor del pensamiento positivo, el amor y la compasión hasta para consigo mismo, pero también para con los contrincantes. «No odien. Aquí está la clave, no están compitiendo contra ellos, están compitiendo contra sí mismos … el enemigo está dentro». Estas perspectivas demuestran cómo el mindfulness puede mejorar el rendimiento deportivo y fomentar una actitud positiva y compasiva en el ámbito del baloncesto.

En conclusión:

La influencia del budismo en el deporte se remonta a sus orígenes, aunque en sus inicios pudo haber cierta reticencia monástica hacia actividades mundanas, mientras que los laicos y principiantes del Dharma (samaneras) mostraban mayor indulgencia. Los antiguos budistas mendicantes no se preocupaban por realizar ejercicios físicos específicos para mantenerse en forma, ya que las caminatas eran suficientes.

El escepticismo hacia los juegos y deportes se fue debilitando a medida que la comunidad budista se volvía urbana, sedentaria y se veía influida por el sincretismo, la transculturación, la popularización y la institucionalización, producto de su expansión más allá de la India.

En el budismo actual, se reconoce que practicar deportes, además del yoga y las artes marciales, es beneficioso para prevenir y aliviar enfermedades comunes entre los monjes, como diabetes, hipertensión, obesidad, artritis y otras enfermedades crónicas (Heirman y Tzu-Lun, 2023; Laochai, et al., 2020). Se promueve la filosofía, valores y preceptos del budismo (como los ṣaṭpāramitā) a través de deportes como el boxeo, la natación y el baloncesto (Gornall, 2010).

Existen monjes que son atletas olímpicos oficiales y participan en los llamados «Juegos Olímpicos Religiosos». Sin embargo, otros monjes modernos, como Thanissaro Bhikkhu, prefieren mitigar el tedio mediante la meditación o caminar en lugares desiertos en lugar de practicar deportes.

Con la creciente aceptación del budismo en el mundo hispano y latinoamericano, hay celebridades deportivas de habla hispana que muestran simpatía por el budismo y practican mindfulness. Algunos ejemplos incluyen al futbolista Andrés Fernández, al exjugador de baloncesto de la NBA Pau Gasol, al tenista Rafael Nadal y al campeón de salto de trampolín Javier Illana.

Referencias

Gornall, A. (2010). Is There a Place for Contact Sports in Buddhism? Buddhistdoor Global,   10-01.

Heirman, A. and Tzu-Lun, Ch. (2023). Body Movement and Sport Activities: A Buddhist Normative Perspective from India to China. Studies on East Asian Religions, Volume 8.

Laochai, W., Thummakul, D. & Nongluck Jiraprapapong, N. (2020). Promoting Physical Activity among Buddhist Monks: The Role of Nurse. Journal of Food Health and Bioenvironmental Science (May-August 2020), 13(2): 59-66

Hutch, R. (2016). Why sport is a spiritual experience – and failure can help. The Conversation, October 20.

Xiaolin, Z., Aiguang, Z  and Ryall, E.S. (2020). Philosophy of sports in China: an overview of its history and academic research. Sport, Ethics and Philosophy, 15 (4). pp. 556-571.