La preservación del patrimonio cultural del reino de Bután: Una entrevista con la princesa Ashi Kesang Choden T. Wangchuck

Buddhistdoor Global

Un miembro de la familia real de Bután, la princesa Ashi Kesang Choden T. Wangchuck, es la directora ejecutiva del Centro de Conservación de Thangkas de Bután e investigadora de los textos y de la iconografía de las escrituras budistas antiguas. Ella sigue los pasos de su abuela: Su Majestad la Reina Kesang Choden Wangchuck, quien es una generosa partidaria de la preservación cultura, de la investigación y de la escolaridad en el reino. La princesa Ashi Kesang ha escrito tres libros sobre Bután y ha publicado numerosos artículos. Durante algún tiempo, fue educada en casa por el gran Nyingmapa-lama: Su Santidad Dilgo Khyentse Rinpoche (1910 – 1991), ya que su familia quería que desarrollara un profundo conocimiento del budismo.

Recientemente la princesa Ashi Kesang viajó a Hong Kong, donde había sido invitada por el Centro de la Sociedad de Asia en Hong Kong  para dar una charla sobre el trabajo del Centro de Conservación de Thangkas. También permitió amablemente que Buddhistdoor le hiciera una  entrevista para hablar acerca de la preservación de la herencia cultural de Bután.

Buddhistdoor: Su Alteza Real, entiendo que es su objetivo personal promover y preservar el patrimonio cultural del Reino de Bután. ¿Podría decirnos más acerca de sus aspiraciones?

Princesa Ashi Kesang: Bueno, no es tanto una aspiración personal sino más bien colectiva. Hay otros que están haciendo un trabajo mucho mejor que yo, por ejemplo: el Cuerpo Monástico, que usualmente custodia nuestra herencia cultural, y hay tantas otras personas que necesitan sólo ese paso extra para llegar allí. Estoy tratando de ayudar de esa manera.

BD: ¿Cuánto del patrimonio cultural de Bután está en exhibición pública?

PAK: Voy a ser optimista y le diré que un cinco por ciento. Muchos de los objetos sagrados que tenemos realmente están en los monasterios, así que a menos que realice una  excursión de ocho horas no tendrá la oportunidad de verlos. Los que están accesibles al público, normalmente  son exhibidos solo durante los festivales.

BD: ¿Hay museos?

PAK: Sí, pero me atrevo a decir que los objetos más preciosos y raros no están en los museos. Efectivamente tenemos algunos objetos antiguos, pero los más importantes se guardan en los monasterios como objetos sagrados.

BD: ¿De modo que los objetos del museo están en calidad de  préstamo?

PAK: Sí. Pertenecen a ciertas comunidades o monasterios, ¡y siempre están muy ansiosos por recuperarlos! Mucha gente se preocupa porque, como practicantes budistas, sentimos que tener ese objeto espiritual con nosotros trae bendiciones y beneficios espirituales a la comunidad y al monasterio. La gente se impacienta si los objetos no están allí.

BD: Recuerdo haber escuchado que todo el mundo estaba muy preocupado por los objetos que iban a América y Europa para The Dragon’s Gift (el obsequio del dragón), la exposición itinerante del arte de Bután que se llevó a cabo entre 2008 y 2010.

PAK: ¡Sí! Sé que era una exposición itinerante que solo duraría  dos años, pero en realidad llevó diez años convencer a todo el mundo, desde Su Majestad el Rey hasta los aldeanos. Los aldeanos decían: “¿Qué que quieren decir con que van a ser llevados al exterior? ¡Ni siquiera han pasado de la puerta!” Estaban bastante preocupados.

BD: Había muchas pujas continuamente.

PAK: Sí, se hicieron muchas oraciones. Muchos monjes viajaron junto a los objetos. Fue una gran responsabilidad para ellos.

BD: ¿Diría usted que la gente local generalmente se interesa por su patrimonio cultural?

PAK: Cuando son niños, la familia se los transmite. Así, por ejemplo, mi abuela solía contarme cuentos cuando íbamos a los monasterios. Eran sobre nuestra historia y nuestros antecedentes espirituales, pero al mismo tiempo eran una especie de relatos. Entonces, por supuesto, se llega  a esa edad en la que se es un adolescente, y a muchos adolescentes les gusta la música K-pop y cosas por el estilo, pero una vez que alcanzan la veintena muchos de ellos se dedican enteramente a la práctica espiritual. Así que tengo esperanzas de que las nuevas generaciones estarán aún interesadas en transmitir y preservar su cultura.

La princesa Ashi Kesang trabajando en un thangka. Imagen cortesía de la princesa Ashi Kesang

BD: Dzongsar Khyentse Rinpoche comentó en una entrevista con el Servicio de Radiodifusión de Bután que el arte de dicho reino y la capacidad de las personas para apreciar su arte está estancado, probablemente porque los butaneses son sumamente paranoicos con respecto a la preservación de sus antiguas tradiciones.

PAK: Rinpoche tiene razón hasta cierto punto. Gran parte de las generaciones más viejas están más involucradas con la práctica budista basada en la fe ciega, pero muchas de las generaciones más jóvenes cuestionan el significado que hay detrás. Creo que la preservación es una buena manera de abordar el tema porque es una forma educativa de enseñar a la gente el significado detrás de un objeto. Por ejemplo, tuvimos un retiro de verano con estudiantes de secundaria, y querían saber el significado que tiene  encender una lámpara de mantequilla, querían saber por qué meditábamos. Por supuesto, no soy un maestra ni nada, pero les expliqué de la manera en que yo lo entendía, que se trata más del entrenamiento y la transformación de la mente, y lo entendieron de esa manera. Traté de explicar cómo ha habido experimentos científicos que demuestran que la meditación cambia las ondas cerebrales y cosas por el estilo. Les estaba diciendo ese tipo de cosas, y les parecía que tenían sentido. Eso era algo que podían lograr, no algo basado en la fe ciega, sino algo que entendían y que eran capaces de practicar. Creo que de esa manera se puede cambiar.

BD: Leí que Bután no tiene actualmente ningún patrimonio mundial de la UNESCO, pero que desde 2012 ha tenido ocho sitios que han sido declarados tentativos para ser incluidos en la UNESCO. ¿Tiene alguna nueva información?

PAK: Aún trabajamos en eso. De los ocho que habíamos registrado, uno de ellos [Wangdue Phodrang Dzong] se incendió hace un par de años, por lo que el gobierno está muy ansioso por conseguir la inclusión de los otros sitios que presentamos en la lista para la UNESCO. Esperamos que ocurra durante la primavera del año que viene.

BD: ¿Podría contarnos  más sobre los esfuerzos de preservación del Centro de Conservación de Thangkas del cual usted es la directora ejecutiva? ¿Qué tipos de problemas enfrentan? ¿Y a quién o a qué instituciones le pertenecen los thangkas?

PAK: En primer lugar, trabajamos a nivel gubernamental, tenemos un Departamento de Cultura, y el Ministerio del Interior apoya nuestro trabajo de preservación. La otra parte es, por supuesto, el cuerpo monástico. Hace doce años, [el conservador de arte asiático] Eddie Jose * decidió enseñar a los monjes y es por eso que tenemos a este grupo. Las dificultades que tenemos son, por supuesto, principalmente financieras, creo que eso afecta a los entes de preservación del mundo entero. En segundo lugar, creo que las condiciones geográficas son bastante difíciles. Otros países no tienen esta dificultad: las personas llevan las piezas al museo o al conservatorio y luego las vuelven a retirar. En Bután, muchas de las piezas no son piezas de museo y no se guardan en lugares que sean accesibles por carreteras; cosas por el estilo. El año pasado, los monjes tuvieron que caminar por aproximadamente siete u ocho horas para llegar hasta un monasterio y tuvieron que permanecer allí para hacer el trabajo, así que es sobre todo trabajo in situ. Tenemos alrededor de 2.000 monasterios, así que es bastante ejercicio y esfuerzo.

BD: ¿Están los monjes completamente entrenados ahora?

PAK: Sí. Tres de ellos son maestros y prepararán a la próxima generación de monjes, que ya comenzaron el año pasado. Los nuevos están muy entusiasmados con su trabajo, así que estoy contenta.

BD: Entiendo que los monjes inicialmente tenían cierta resistencia a la conservación.

PAK: Sí, creo que no entendían el concepto. El concepto budista de la conservación consiste en hacer mérito, así que ofreces tu ser físico para hacer mérito, por ejemplo, puedes restaurar un thangka o un monasterio. En los viejos tiempos estaba bien porque usabas equipo tradicional, como albañilería, barro, pinturas minerales, cosas así. Pero ahora, en los tiempos modernos, sólo quieren hacerlo de la forma más rápida y fácil: “¡Vamos a comprar pintura sintética! ¡Vamos a comprar seda nueva! “— que podría no ser 100 por ciento seda. Así que Eddie les dijo que no podían hacer eso, que se trataba de calidad y de hacerlo al estilo de la vieja escuela. Y decían: “¡pero lleva mucho tiempo! ¡Y no tenemos tiempo!” Este es el problema cuando uno se convierte en un país moderno y tiene desarrollo económico. Tenemos que decidir cuál es la mejor manera de hacerlo para que la pieza realmente mantenga su valor estético y espiritual.

BD: La pintura viene de Japón ¿no?

PAK: Tradicionalmente, solíamos traer pintura mineral del Tíbet, pero ahora es un poco difícil. Así que actualmente la pintura viene de Japón, y luego la mezclamos con nuestros colores tradicionales para tratar de obtener el tono adecuado.

BD: La gente tiene ideas diferentes sobre la preservación. Algunos piensan que restaurar una pieza devolviéndole  su antiguo esplendor es importante, pero otros pueden sentir que ese nivel de restauración es demasiado.

PAK: ¡Creo que discuto con los monjes sobre esto todos los días! Pero hemos establecido ciertos estándares. Por ejemplo, para la práctica budista es necesario que la iconografía esté completa. Si la pintura se ha agrietado y falta un ojo o quizá el mudra, entonces lo retocaremos con mucha ligereza para que cuando lo mires a distancia, puedas ver a la deidad completa. Como ustedes saben, las usamos para practicar la visualización, así que para hacer eso, la deidad tiene que estar completa; para poder percibir las sutilezas de las bendiciones de sabiduría que recibimos. Pero al mismo tiempo, los conservadores occidentales sólo limpian los daños causados por el agua o los insectos, cosas así  que dejan las grietas. En algunas áreas hacemos eso. Cada Thangka es un caso particular. 

BD: ¿Consagran las piezas restauradas?

PAK: Sí, tenemos que hacer una ceremonia de bendición. Los butaneses no estarían contentos si las piezas no fueran bendecidas.

BD: ¿Qué edad tienen las thangkas más antiguas que tienen en Bután?

PAK: Hasta ahora, la más antigua que hemos encontrado es del siglo XIV. En Bután del centro. Pertenece a un monasterio que fue fundado por el tertön (revelador de tesoros) Pema Lingpa, uno de los cinco tertöns principales en el linaje de Nyingma, y representa una visión que él tenía: visitaba el paraíso del Gurú Rinpoche. En los próximos años veremos si podemos encontrar algo más antiguo.

BD: ¿Es la iconografía similar a los thangkas tibetanos, o hay una gran diferencia?

PAK: Hay algunas similitudes, claro. Muchos aspectos tales como los paisajes y cosas por el estilo provienen del Tíbet, también de China y de la India. Pero los thangkas butaneses tienen su propia singularidad ya que el paisaje también refleja la flora y la fauna que   sólo existe en Bután, así es como se puede identificar si un thangka es butanes. Además, [los thangkas representan] lamas que quizás no tuvieron mucha influencia en el Tíbet [pero que] si tuvieron una gran influencia en Bután, como el linaje de Drukpa Kagyu y Zhabdrung Rinpoche.

Trabajo  de restauración. Imagen cortesía de la princesa Ashi Kesang

BD: El linaje Drukpa Kagyu del budismo Vajrayana es la religión estatal en Bután. ¿Diría usted que ser budista define la identidad de Bután?

PAK: Hasta cierto punto, sí. El budismo ha tenido una gran influencia en nuestra cultura e historia, incluso nuestro atuendo nacional y nuestra etiqueta tienen orígenes budistas. Pero la verdadera esencia de Bután, creo, se parece más a la esencia de la humanidad: tener compasión, misericordia e integridad. Creo que estas son las cosas que representan lo que es ser humano.

BD: ¿Así que la gente todavía está interesada en Vajrayana aunque Bután se haya modernizado?

PAK: Creo que estamos en una encrucijada en este momento. Todavía tenemos que desarrollar la economía. Es un buen equilibrio. Hay algunos aspectos de la sociedad que no son los mejores: hay más delincuencia, hay niños que toman drogas o que se descarrían porque provienen de familias desestructuradas. Enfrentamos problemas de este tipo, al igual que todos los demás países. ¡No somos Shangri-la como a todo el mundo le gusta decir! Sí, tal vez hayamos tardado  en abrirnos a la  modernización, pero estamos enfrentando estos asuntos. Y tenemos la suerte de contar con líderes que son lo suficientemente sabios como para liderar con el ejemplo. Creo que de esa manera todavía tenemos la esperanza de avanzar hacia una dirección positiva.

* Ephraim “Eddie” José fue el conservador principal detrás de la revolucionaria exposición de The Dragon’s Gift (el obsequio del dragón): Las Artes Sagradas de Bután. Durante 11 años vivió en Japón, donde se formó con el maestro conservador Tatsuji Handa, y a finales de 1998 fue el primer no japonés certificado por la Agencia Japonesa de Bienes Culturales. Además de su trabajo con thangkas, Eddie ha restaurado pinturas japonesas, chinas y coreanas para museos y coleccionistas.

** Zhabdrung Rinpoche se refiere a Ngawang Namgyal (1594-1651), el lama tibetano que fundó el estado de Bután.

Para más información sobre el Centro de Conservación de Thangkas, visite el sitio web Druk Foundation for Art Preservation

Buddhistdoor agradece al Centro Hong Kong de la Sociedad de Asia por facilitar la entrevista.

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