Relatos de un lama en la estupa austral: El Centro Chamspaling en Chile
MARIA ELVIRA RIOS
Entre volcanes, lagos, ríos y bosques nativos, una de las zonas privilegiadas por la belleza escénica natural de Chile, se encuentra el centro budista Chamspaling, del linaje Drikung Kagyu. Llegar hasta ese lugar no es tarea fácil, pues se ubica en los montes del valle del río Liucura, a varios kilómetros de distancia de la ciudad más cercana, Pucón (Región de la Araucanía, Chile) y con poca frecuencia de transporte público. Si no cuentas con un vehículo 4×4 deberás caminar alrededor de 30 minutos cuesta arriba. Sin embargo, al igual que muchos de los templos budistas tibetanos, que se caracterizan por ubicarse en las zonas montañosas, el camino hacia Chamspaling es una invitación a adentrarse en un espacio natural de contemplación, serenidad y recogimiento, por lo que, para quienes confíen en su estado físico, es mejor olvidar el vehículo y echarle ganas a una caminata muy recomendable.
Este centro budista guarda una de las estupas más importantes de América Latina, la estupa Chamspaling, que representa la «Mente del Buda»: «La estupa del Centro Chamspaling corresponde a una Estupa de la Iluminación y nos recuerda el momento en que el Buda se iluminó y nos ayuda a cultivar la aspiración de alcanzar el mismo estado, tal cual es el Buda». La estupa fue consagrada por su Santidad Drikung Kyabgon Chetsang Rinpoche, a quien se le considera la encarnación de Chenrezig, y es la primera estupa construida en Chile (Información obtenida en el Centro Chamspaling).
En el Centro pudimos conversar con quien lleva varios años realizando su retiro en el lugar: el venerable lama Drubpon Konchok Tsondus. Con una cálida sonrisa y disposición a una buena y extensa conversación, el lama Tsondus nos abrió las puertas del salón de meditación y ceremonias, donde nos relató sobre su vida, la enseñanza del Dharma, las actividades del Centro Chamspaling y algunas características de la sociedad chilena y su comprensión del budismo.
MARIA ELVIRA RIOS: Muy buenas tardes lama Tsondus, primero agradecer su tiempo e interés en conversar con nosotros. Quisiera pedirle si nos pudiera relatar su vida y camino al budismo, como también su llegada a este lugar.
LAMA TSONDUS: Muy buenas tardes y bienvenidos. Me llamo Konchok Tsondus, y nací en Ladak en la parte de la frontera con Pakistán, en un pequeño pueblo. Mi madre falleció cuando tenía 5 años y alrededor de los 8 años yo quería ser monje. Cuando pequeño tenía una enfermedad y estaba muy débil de salud, por lo que mi padre no me dejó ser monje. Pasaron los años y me recuperé, y volví a pedir a mi padre que me permitiera ir al monasterio, pero volvió a negarse. Entonces, viendo que no había solución, decidí arrancarme de casa en un camión de trasporte de personas hacia la ciudad de Leh. Me escondí debajo de unas leñas que llevaba el camión, estuve escondido por varios kilómetros, hasta que las leñas, producto del mal camino, me empezaron a aplastar. Cuando eso ocurrió, decidí salir a la superficie, me pillaron y me echaron abajo. Entonces, camine a la ciudad durante un kilómetro, aproximadamente, y decidí suicidarme…; dormí en la carretera para que me atropellara algún auto, pero esto no ocurrió, así que me fui a casa….
Ese día llegué tarde a la casa y a mi padre, quien esperaba preocupado, le dije que me había escapado de casa y como no resultó, quise morir. Fue ahí cuando se dio cuenta de mi verdadera intención de ser monje y finalmente me dio permiso. Estuve tres o cuatro años en un monasterio y luego 12 años estudiando la filosofía del budismo en una escuela en Derahdun, en Drikung Kagyu Institute. Después de aquello, estuve en retiro de meditación por tres años. El retiro lo hice en el centro de mi venerable maestro Drubpon Chamspa Rinpoche. Mi maestro raíz es su Eminencia Drubwang Sonam Jorphel Rinpoche. Después de todo ese camino, la Sangha de Chamspaling Chile, con mi maestro venerable Chamspa Rinpoche decidieron traerme a Chile, a fines de 2009.
Chamspaling es «lugar del Buda Maitreya o lugar del Buda amor». La estupa que tenemos en este lugar es del Buda Chamspaling. Mi maestro eligió este espacio, con una conexión interna, profunda y extraordinaria. De ahí que se entienda de que es un lugar de máximo beneficio para los seres. Normalmente, las zonas geográficas altas son consideradas espacios positivos para desarrollar el despertar: montañas, bosques o lejos de la ciudad, pues evitamos las emociones aflictivas.
MER: ¿Nos puede contar un poco más acerca de la elección de este lugar?
LT: Los maestros de muy alto nivel de realización; ellos eligen sin fallar cuál es el lugar más poderoso en espiritualidad. Esta es la primera y única estupa en Sudamérica, construida por Drubpon Chamspa Rinpoche con sus discípulos en Chile. La estupa en su interior guarda reliquias y mantras únicos, que representan la mente del Buda. Después de construida, un maestro del mismo nivel del Buda, debe venir a bendecirla. En el caso de la estupa de Chamspaling, invitaron a su santidad Drikung Kyabgon Chetsang Rinpoche, quien es realmente un Buda en la tierra. Después mi maestro raíz también ha visitado este lugar. Es así como, ambos maestros vinieron, por lo que este lugar se transformó en un espacio incomparable.
La estupa representa la mente del Buda: el cuerpo del Buda se puede ver y las palabras del Buda leer, pero la mente no, por lo que es necesario algo para que la gente pueda ver algo que represente la mente; de ahí la idea de una estupa que represente la mente del Buda.
MER: ¿Cómo ha sido su experiencia de vivir en Chile, en el Centro Chamspaling?
LT: Excelente. Me gusta porque siento que estoy avanzando en mi camino…bueno…en realidad, eso sólo lo sabe el Buda… pero estoy muy contento por el lugar. Hay mucho espacio para mi práctica. Cuando vivía en India, siempre estuve solo, y cuando venían personas me retiraba lejos. Hasta 2013 me encontraba en Santiago, tenía muy buenas condiciones y facilidades. Aunque aquí hay más dificultades porque no tengo un vehículo, el camino es difícil y estoy menos comunicado, lo prefiero. Allá en la capital había personas ricas de materiales, pero aquí son ricos de corazón. Tienen una capacidad natural hacia la espiritualidad budista y el lugar es muy tranquilo. La naturaleza es fundamental, pues calmamos la mente.
Nuestra mente busca distracciones las que nos manejan como jefes, no nos dan libertad. Las emociones aflictivas son nuestros jefes: ira, apego, celos, orgullo, avaricia, codicia, competencia, todos son nuestros jefes. Todas las personas solemos estar ciegos: la ira dice «¡enójate, enójate!» y nos enojamos. Pero si trabajamos en la empatía, en una mente solidaria, nuestra mente puede evadir lo que hace daño: si una persona está fumando, usted no fuma, si está tomando alcohol, usted no toma; si ve a personas matando animales, usted no lo hace; o personas muy enojadas, usted es compasivo. Después de entrenar nuestra mente, es posible elegir un lugar solitario para practicar.
MER: Acerca del Drikung Kagyu, ¿cuál sería la característica que mejor define a este linaje y cuáles son los desafíos del desarrollo de Drikung Kagyu en Chile?
LT: Podríamos decir que lo que define a este linaje es el estudio del Dharma más meditación, principalmente. La meditación es aplicar. Se trata de estudiar la doctrina, pero luego practicar, meditar y lograr despertar nuestra mente. Esto es característica de este linaje.
Sobre Chile. Lo positivo es que en Chile hay una educación alta, en comparación de personas en zonas del Himalaya o India, por ejemplo. A esas personas les cuesta escuchar, y cuando escuchan les cuesta entender; cuando entienden les cuesta elegir y cuando deciden, les cuesta practicar. Por esto, creo que en Chile es más fácil enseñar, no sólo entender, sino que también pensar, contemplar desde la reflexión, lo que es muy bueno. En muchos lugares las personas dejan de practicar el Dharma, mientras que en Chile hay mayor disciplina: hoy por hoy se encuentran alrededor de 15 personas que realizan prácticas en la madrugada, de meditación: eso es tener «sabor del Dharma».
Ahora hay muchas personas con la intención de practicar: ¿qué es practicar? El maestro Gampopa, dice que el Dharma tiene que practicarse como Dharma, sino el Dharma puede llevar a reinos inferiores. Es entender que su propia mente es Dharma, su propia mente es budismo. Si esa mente está pensando en algo malo, entonces su Dharma es malo: su Dharma tiene que estar como Dharma, o sino su Dharma lo llevará al infierno: eso quiere decir que su propia mente puede llevarlo al infierno o a reencarnar como reinos inferiores. Es su propia mente su propia guía, su propia liberación. Entonces, para practicar el Dharma, su trabajo diario es hablar, pensar y actuar de manera positiva. (Positivo es beneficiar de maneras altruistas). Aún vestido como monje, con votos, si no se es positivo, es ser contrario al budismo. Independiente a que la persona sea, cristiana, hinduista, si lee el mensaje del Buda se transformará en mejor persona cristiana o hinduista. El que tiene mente puede manejarla en estado positivo. Vivir con Dharma, soñar con Dharma: cuando se entiende que la persona es budista, es Dharma, mente es Dharma, de ahí que se debe mantener la mente positiva: compasiva, con amor, altruista. Así, es posible realizar cualquier trabajo diario.
MER: Entonces, ¿cómo entendemos la idea de vaciar la mente?
LT: En budismo, cuando se habla de vacuidad, conceptualmente no es posible. ¿Cómo lo practicamos? Sin muchos pensamientos-juicios, estar con la mente atenta: ese estado mental es muy cercano al estado de vacuidad, pero más que eso me parece importante explicar cómo sanamos la mente: tener claridad del nivel social de cada uno: si estamos siempre comparándonos con el otro o alguien de nivel más alto, nunca estaremos satisfechos. Si nos comparamos debemos realizarlo con aquellos que se encuentran en un nivel social más bajo, entendiendo desde la gratitud de nuestro propio nivel social. Cuando reconocemos esto, su ánimo o poder mental avanza diez veces. Esto es el primer paso; el segundo paso, ¿necesitamos reconocimiento o simpatía? ¿quiere felicidad o sufrimiento? Un insecto, si usted se acerca y con un fósforo trata de quemarlo, el animal va a arrancar por miedo… ¿acaso eso es darle felicidad al insecto, o sufrimiento? Hay que tener empatía hacia el otro. Debemos entender nuestra propia capacidad de conocer a los otros. A esto se suma el reconocimiento o identificación: es necesario entender la vida del pasado y del futuro. Hay muchas personas que no se preocupan mucho de eso: su razón es simplemente «no tener claridad», entonces fuman, toman alcohol, etcétera. La duda de saber o no puede ser positiva o negativa; la positiva es que deja una posibilidad de una vida pasada y una vida futura. ¿Cuántas vidas?, infinitas, no tenemos una cuenta: desde ahí entonces, debemos reconocer a todas las madres que fueron nuestras madres y reconocernos a nosotros mismos como madres: sin tierra, sin aire, viento, agua, espacio, sol, podemos vivir unos segundos, pero sin mamá, no es posible vivir ningún segundo. Desde ahí es que se entiende que estamos conectados con todos los seres. Al reconocer eso, nace el amor y también nos sentimos contentos por nuestra propia realidad en el mundo. Y así, nuestra sanación será exitosa.
MER: Chile es un país en el que un porcentaje alto de la población se considera católica ¿Cómo ha sido la experiencia de quienes son católicos y han llegado aquí a realizar los ritos budistas?
LT: Si bien el budismo no es ritual, el rito nos ayuda para entender el budismo. La enseñanza del Buda explica cuánto poder tiene nuestra mente. Cualquier seguidor de cualquier religión puede venir a participar a ver un rito. El amor es infinito, no tiene oponentes, eso es lo que enseña el Buda, por lo que el budismo no es ritual, no es religión ni es filosofía, pero es posible interpretarlo desde cualquier visión. Si eres religioso interpretas al budismo como religión, pero no significa que el budismo es una religión, porque no habla de un creador. Tampoco es filosofía porque el budismo existe antes del Buda, pero uno puede decir filosofía porque explica las leyes, cualidades y el poder de la mente. Tampoco es ritual porque el refugio está dentro de uno mismo, el tathāgatagarbha, semilla del Buda, pero no tenemos el poder de verlo, por lo que necesitamos de apoyo. No se trata de negar el rito, yo prefiero el rito y realizar muchos rituales, pues nos ayuda, pero el rito no es budismo, es upaya.
MER: ¿Podemos hablar entonces, de que hay muchos budismos o es sólo un budismo?
LT: El budismo acumula todo lo positivo e intenta dominar su mente. Eso es budismo, por lo que es un sólo budismo. Por ejemplo, está la familia Gutiérrez, quienes se van casando con otras familias y se va dividiendo, pero seguirá siendo el linaje de la familia Gutiérrez. En el budismo es igual: cambian los linajes y maneras de practicar, pero el budismo sigue siendo uno.
MER: ¿Qué actividades se realizan en el centro?, ¿ustedes extienden sus programas hacia escuelas o establecimientos educacionales de escasos recursos, por ejemplo?
LT: Mi trabajo de vida es cómo logro ser mejor internamente. Este es mi principal trabajo, sin embargo, hacemos actividades de aprender filosofía, retiros con instituciones como hospitales, escuelas y personas de todo rango etario y socioeconómico. Cada martes ofrecemos una sesión de dos horas de meditación. Ahora, debido a la pandemia, no la hemos retomado presencialmente, pero pronto lo haremos. Sin embargo, hacemos diariamente meditaciones y estudios a través de Zoom. A veces llevamos a retiros de un, dos o cuatro días, también leemos mantras, realizamos sanaciones, rituales, meditaciones, celebraciones. También suelo viajar por todo el país y visitar el centro en Perú.
MER: ¿Cuántos chilenos y chilenas han tomado refugio aquí?
LT: Yo llegué el 2009 a Chile. Desde entonces, han sido más de 500 personas que han tomado refugio aquí.
MER: ¿Cuál es su práctica diaria?
LT: Desde pequeño lloraba de la emoción mientras leía los sutras…eso aún lo tengo y creo que es más intenso ahora. Yo no tengo planificación, vivo el día, no sé dónde viviré después de aquí ni dónde moriré, quién sabe hasta cuándo estaré, en qué lugar. Yo sólo sigo consejos de mi maestro raíz. Esa es mi práctica diaria.
Lama Tsondus, Centro Champsaling, 30 de abril, 2022.
Agradecimientos
Al lama Tsondus por su sonrisa y sencillez en abrirnos mente/corazón y dejarnos partir livianos y contentos; a la querida fotógrafa y amiga Jaicel y a mi Amancay y Francisco por la compañía y guía, para llegar sin perdernos.
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MARÍA ELVIRA RÍOS (1980), es doctora en estudios de Asia y África, con especialización en China, del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México (2015). Sus publicaciones abordan temáticas en torno al budismo chino contemporáneo, cultura e idioma chino. Ha publicado sus investigaciones en diversas revistas académicas. Actualmente dicta el curso Estética Budista en el Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile y es postdoctorante Fondecyt (3190076) en la misma institución, con la investigación «La reflexión ecológica del budismo chino».