Nación Nichiren. Segunda parte. Reseña del libro: Levi McLaughlin (2019). Soka Gakkai’s Human Revolution. The Rise of a Mimetic Nation in Modern Japan. Honolulu: University of Hawai’i Press.

El Kosen Rufu Daiseido Fuente: https://sghq.sokanet.jp/es/facilities/daiseidou.html

La segunda parte del libro, los capítulos 3 y 4, es la que da una visión comprensiva de cómo la imagen de Ikeda ha llegado a tal profundidad y densidad entre la mayoría de los miembros de la Soka Gakkai; no obstante, el autor menciona que durante los últimos años de su trabajo de campo pudo escuchar opiniones que manifestaban una preocupación por la excesiva centralidad de Ikeda en la organización. Aun así, esa profundidad carismática de Ikeda condensada en el concepto doctrinal shitei funi (indivisibilidad maestro-discípulo), permanece gracias al género dramático de la historia oficial (capítulo 3), y a la inclusión de los miembros en la constitución del canon textual, es decir, por la participación dentro de la historia sagrada (capítulo 4).

El carácter letrado de la Soka Gakkai está en completa sintonía con el objetivo de la mimesis de la nación, pues no era posible conformar ciudadanos capaces si eran analfabetos; pero, además, en el siglo XX ya se habían borrado las distinciones entre los conceptos de «civilización» y «cultura», y fungían como sinónimos. ***Es así, que la educación proporcionaba los elementos para dotar de características culturales a toda la producción artística, humanista e intelectual de un país, siendo éstas las que marcarían una autoconciencia nacional. La Soka Gakkai apuntaba a eso y sigue apuntando a esa concepción: educación, artes y literatura dirigidas a una mimética conciencia nacional. Este núcleo, como lo enfatiza el autor, se hace notar cuando la fecha fundante de la Soka Gakkai está fijada por la publicación del libro de Tsunesaburo Makiguchi, Soka kyoikugaku taikei (Sistema pedagógico para la creación de valores), el 18 de noviembre de 1930. No se trata de una hierofanía o una revelación, sino, de la publicidad impresa de un tratado educativo. De ahí se derivaría todo un imperio editorial. El autor hace un recorrido de la distinta literatura, aquella de historia oficial destinada a la instrucción ética de los miembros y a la fundamentación del origen y la autoridad religiosa; así también, se mencionan los textos doctrinales y recursos litúrgicos basados en el budismo de Nichiren. En el capítulo 3 (“Soka Gakkai’s Dramatic Narrative”), McLaughlin se enfoca en los textos que cumplen la mimesis de la literatura nacional, es decir, de la historia oficial. Curiosamente, la historia oficial es presentada en género de novela con una narrativa dramática, como la novela Ningen Kakumei de Josei Toda publicada en formato de libro el 4 de julio de 1957. De acuerdo a McLaughlin, la novela de Toda tiene un estilo del romanticismo literario del siglo XIX europeo, en el que los modelos heroicos son parte del mensaje central. Josei Toda se incluye en su misma novela bajo el seudónimo de Gan y los demás personajes con sus nombres reales. Makiguchi se prefija como uno de los héroes de la novela-historia, pero puesto como preludio a un héroe posterior: Ikeda. De la misma forma, el héroe anunciado retoma este proyecto literario recurriendo al mismo estilo, Ikeda usa un seudónimo manteniendo los nombres reales de Makuguchi y Toda.

La trama narrativa se define como una de mimesis nacional, pues en la novela, además del heroísmo, se narra cómo los elementos descritos en los capítulos anteriores son el resultado de una afrenta contra los enemigos de la historia. No hay héroes sin villanos. Ninguno existe sin memoria o materialidad que los recuerde selectivamente. No obstante, para marcar una nueva etapa en la historia sagrada, Ikeda lanza en 2007 la Shin Ningen Kakumei (La Nueva Revolución Humana), una novela que «todavía está siendo escrita» y los miembros forman parte de esa construcción heroica de la historia oficial (p. 73). El inicio de esta nueva etapa tiene el corte histórico de 1993 definido por dos eventos: 1) dos años después de la separación de la Soka Gakkai del templo Nichiren Shoshu, una nueva etapa organizativa y autónoma; 2) el incidente de Osaka (arresto de Ikeda por ley electoral), el cual marca el parteaguas de la historia, mismo que es interpretado y presentado como el martirio de Ikeda, pues su enfrentamiento a la autoridad opresiva fue en nombre de la misión de Gakkai, una muestra de lealtad y obediencia a las órdenes de Josei Toda, un auto-sacrificio y una victoria ante los enemigos del Loto.

La participación en el canon sucede de tres formas principalmente. En la primera, los miembros Soka Gakkai, mediante lecturas de verano de la novela y como texto de estudio para los exámenes rankeados, logran internalizar el mensaje y el dramatismo del mismo; por lo que, las narraciones de sus historias personales y familiares, y sus historias de conflictos y obstáculos vencidos gracias a la práctica del budismo nichirenista, poseen una estructura narrativa similar a la novela. Aunque, cuando los miembros son cuestionados sobre la historia de la Soka Gakkai, de inmediato remiten a la necesaria lectura de Ningen Kakumei y del Shin Ningen Kakumei, en tanto depositarias de la única verdad. El autor señala que hay una tendencia a leer más los escritos de Ikeda que los textos de Nichiren (goshos) o del Sutra de Loto, y si los leen, lo hacen a través de la interpretación de Ikeda. En este sentido, las publicaciones de la autoría de Ikeda van ampliando el canon, y sus palabras son vistas como heredadas desde el buddha histórico a través de Nichiren.

La segunda consiste en que los miembros se ven a sí mismos dentro del contenido del canon textual; incluso, McLaughlin considera que este es un atractivo para la conversión religiosa e incluiría que, también es un incentivo para el compromiso en los liderazgos administrativos. La escritura en curso de la Shin Ningen Kakumei a través del periódico interno Seikyo Shinbun, incluye testimonios de líderes o miembros vivos. Y aparecer en un texto que posee toda una autoridad y verdad sagrada no es poca cosa. El comportamiento de personas presentes puede llegar a ser parte del estándar espiritual. Estos escenarios y actos narrados en la novela de Ikeda no son fortuitos, pues siguen el patrón de los textos budistas, por ejemplo, Sakyamuni se encuentra con personas humildes que realizan actos virtuosos; o en el caso de los goshos escritos por Nichiren, son epístolas con hombres y mujeres que sufren persecución por apoyarlo y resultan ser vidas ejemplares. En este caso, las historias de La Nueva Revolución Humana cobran un presentismo en el canon Soka Gakkai, al hablar de casos ejemplares de personas vivas. Pero se da de una forma particular, pues en la novela son personajes con seudónimos, aunque ellos mismos pueden identificarse en esa comunidad anonimizada a través de la novela épica.

La tercera forma se expresa desde la oralidad. Mclaughlin describe algunos casos en los que fue notorio la repetición de un evento organizado para la División infantil. El viaje con itinerario para visitar Tokyo Disneyland y Soka University fue registrado por los reporteros de la Seikyo Shinbun y publicado en formato fotográfico y videográfico. Los testimonios en las notas tienen un tono dramático, sobre todo, por el encuentro sorpresivo e inesperado del líder Ikeda con los niños. Estas notas y videos son reproducidos con cierta frecuencia a modo de rememoraciones, no sólo en actividades propias de la Soka Gakkai, sino, también en las conversaciones de los espacios privados y familiares, pues son eventos que marcan el vínculo y la cercanía con el maestro, pero al mismo tiempo es una forma de referir la importancia de conservar a la futura membresía. De nuevo, la ausencia pública de Ikeda ha venido a modificar varios aspectos internos de la organización. Ahora las interpretaciones en torno a las palabras de Ikeda se han multiplicado dentro del vasto liderazgo que ocupa la enorme burocracia, pues antes, el mismo Ikeda reactualizaba sus propias palabras. Para McLaughlin es importante comenzar a pensar en una etapa post-Ikeda como otro eje de análisis.

Dibujo de los tres presidentes Fuente: https://ichinensanzen.com.ar/budismo-soka/resena-sgi/

La tercera parte del libro busca exponer cómo todo ese peso burocrático, canónico y religioso cae sobre dos sectores de la membresía, en los jóvenes (capítulo 5, “Cultivating Youth”) y en las mujeres (capítulo 6, “Good Wives, Wise Mothers…”). En ambos capítulos, McLaughlin conecta su experiencia personal con la de los demás miembros. Para el primer sector poblacional, nos cuenta todo el proceso de aprendizaje, memorización y estudios grupales por el que pasó para llegar al momento de la fecha de examen como kaiyu, es decir, como amigo asociado no miembro. Esta experiencia le permitió conocer cómo los jóvenes modificaban gran parte de su itinerario cotidiano y sus espacios familiares; al mismo tiempo, que podía observar los ornamentos religiosos colocados en los espacios privados.

De igual forma, fue una ventana para saber cómo se organiza logísticamente la administración de los exámenes que, en su caso, presentaron simultáneamente cerca de 135 mil personas. Las pruebas aplicadas a los jóvenes por el Shihan Kaigi (Comité de maestros de doctrina) confieren los siguientes rankings: ikkyu, nikyu, sankyu, es decir primer, segundo y tercer grado en un ciclo trianual. Las divisiones masculina y femenina se les otorga los siguientes: shokyu shiken (principiante), chukyu shiken (intermedio) y jokyu shiken (avanzado). Antes del examen les reproducen palabras de Ikeda, en el que se enfatiza que no puede haber budismo sin práctica ni estudio. El autor reconoce que este modelo educativo y de examen es con el fin de conseguir una homogeneidad entre esa ciudadanía en formación, tal como funge la educación en una nación moderna. Y, aunque McLaughlin no lo mencione, el examen llega a ser ese dispositivo de poder y control sobre los miembros, tal como lo plantea Michel Foucault. Pero algo muy importante que sí menciona el autor es que, el examen no es la prueba, el certificado no es el rito de paso, sino, lo significativo es que a los ojos de la comunidad Gakkai se prueba la devoción sincera demostrada durante el camino de preparación que requiere el examen; es decir, el autosacrificio de estudiar para la Soka Gakkai.

En el caso de las mujeres, vistas como esposas y madres, parte de una conversación con una integrante de la Soka Gakkai durante el peregrinaje organizado por la División de Mujeres Casadas hacia Shimanomachi en 2007 por motivo del 67 aniversario de la fundación de la Soka Gakkai. En estas conversaciones le fue posible deducir parte de las responsabilidades que las mujeres Soka tienen como esposas y madres. Para comprender este aspecto, el autor reconoce que en la historia de la Soka las mujeres tienen un espacio ambiguo. Por un lado, la organización misma se basa en el número de hogares, setai y luego katei; así también como personas con responsabilidades de realizar reuniones vinculadas a las relaciones públicas, sean electorales o proselitistas. Pero, por el otro, con limitaciones para ocupar puestos directivos altos. McLaughlin encuentra cierta correspondencia con las reformas natalistas nacionales de la Era Meiji respecto a ryosai kenbo (buena esposa y madre sabia) y con la idea promovida durante la primera mitad del siglo XX con sengyo shufu (ama de casa profesional), puesto que, la Soka Gakkai ha instaurado un modelo similar, relacionando la profesión con la actividad religiosa. En sus descripciones, el autor encuentra una constante tensión entre su dedicación hacia la organización y su responsabilidad exigida como esposa y madre. En ocasiones, registra que dichos conflictos familiares son vistos por las mujeres como un entrenamiento espiritual nombrado como shugyo. En los textos de la Soka Gakkai se encuentra la idea de que la mujer puede revertir su karma, pero manteniendo los defectos del que carecen los hombres. En las entrevistas que realizó el autor, le fue posible ver que las mujeres han internalizado esa visión, así como lo confirmó los dichos de Inoue Shimako, jefa de División de Mujeres, sobre el infortunio de que las mujeres tienen una visión corta de la vida y de su gran ignorancia, aunque eso ameritaba para ella poner la confianza en el Gohonzon (p. 149). Eso sí, en el discurso organizacional e institucional han dicho que el siglo XXI es el Siglo de la Mujer.

Toda e Ikeda saludando a las mujeres Soka, 1958 Fuente: https://www.daisakuikeda.org/es/main/profile/bio/bio-03.html

El trabajo etnográfico siempre ha permitido tener una mayor empatía con los que se tiene contacto. Los sentimientos y las sensaciones se comparten durante esta labor. Y eso fue lo que nos muestra Levi McLaughlin en este libro. Estas conexiones siempre se balancean entre la subjetividad y la objetivación de dicha subjetividad. Y en el epílogo es lo que el autor nos trata de comunicar, es decir, cómo esas vivencias luego pueden ayudarnos a comprender todo ese mundo religioso con todas sus contradicciones.

*** Norbert Elias (2019). El proceso de civilización: investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. 4ª ed. México: Fondo de Cultura Económica

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Ezer R. May May é antropólogo social e historiador. El área de especialización son las ciencias sociales de la religión y las creencias. Ha realizado investigaciones sobre el protestantismo y el budismo mexicano; y en su corta carrera académica ha publicado los resultados de sus pesquisas en distintas revistas académicas nacionales e internacionales, y también es autor en la Encyclopedia of Latin American Religions y en el Diccionario de las religiones en América Latina. Actualmente es miembro de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM), de la Asociación de Cientistas Sociales de la Religión del Mercosur (ACSRM) y de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC-Yucatán).

Otra área de trabajo profesional ha sido el activismo en materia de derechos indígenas, específicamente del pueblo maya. Ha escrito columnas para la plataforma periodística Contralínea sobre ecología política, derechos indígenas, megaproyectos de desarrollo e historia de los pueblos mayas.

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