El Kalama Sutta: ¿primer texto budista racionalista?

Estupa Kesariya en Bihar, donde se cree que el Buda predicó el Kalama Sutta Fuente: unexploredvihar.blogspot.com

El Kalama Sutta es parte del Anguttara Nikaya del Sutta Pitaka. El Buda predicó este sutta a un grupo de gente conocida como los «kalamas». Hasta el día de hoy, este texto se interpreta como un alegato proescéptico y proracionalista. En este sutta encontramos un famoso pasaje en el que el Buda argumenta a favor de un cuestionamiento riguroso de las enseñanzas religiosas. A causa de este célebre pasaje, el texto en su totalidad ha sido interpretado como un rechazo a cualquier cosa que contradiga el pensamiento racional o la comprensión empírica, incluyendo las propias enseñanzas budistas. O bien, si lo ponemos en un marco diferente, que cualquier cosa que no es vista y no puede ser empíricamente verificada es incompatible con el librepensamiento del Buda. Por lo tanto, las enseñanzas sobre la vida futura o el karma son bagajes supersticiosos que contradicen el «espíritu original» de la mente inquisitiva del Buda.

Aquí espero proporcionar una exégesis más rigurosa del Kalama Sutta y responder a la reivindicación racionalista de que el Kalama Sutta aboga por una aproximación escéptica con respecto a todas las cosas. Cualitativamente, no lo hace. De hecho, el texto defiende, precisamente, que una mente libre y abierta conducirá a la aceptación del Budadhamma.

Lo que el Buda dijo

Los kalamas no eran gente escéptica porque les faltara el conocimiento para determinar la veracidad de una enseñanza. Más bien estaban apurados por la incertidumbre y la confusión después de recibir enseñanzas divergentes y contradictorias por parte de varios gurús, brahmanes y yoguis. Cuando el Buda y sus discípulos llegaron a la ciudad de Kesaputta, los kalamas se aproximaron al Buda y expresaron sus dudas sobre su enseñanza. El Buda les dijo: «Es normal que estéis perplejos, Kālāmas, es normal que dudéis. La duda ha surgido entre vosotros con respecto a un asunto que genera perplejidad.» (basado en Bodhi 2012, p. 280). Después les ofreció sus famosas instrucciones sobre el escepticismo con el siguiente argumento:

Venga, Kālāmas, no os fieis de la tradición oral, del linaje de la enseñanza, de los rumores, de una colección de escrituras, del razonamiento lógico, del razonamiento inferencial, de la cogitación razonada, de la aceptación de un punto de vista después de haberlo ponderado, de la aparente competencia del orador, o porque penséis ‘el asceta es nuestro gurú’, sino que, cuando vosotros sepáis por vosotros mismos: ‘estas cosas son beneficiosas, estas cosas son irreprochables, estas cosas son elogiadas por los sabios, estas cosas, si se aceptan y se llevan a la práctica, conducen al bienestar y a la felicidad’, entonces debéis vivir en consonancia con ellas. (Basado en Bodhi 2012, p. 280)

Estupa Kesariya. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Kesamutti_Sutta

Con estos 10 puntos, el Buda urgió a los kalamas a que pusieran a prueba la verdad y la mentira basándose en sus propias opiniones. Esto se ha interpretado, particularmente en los primeros tiempos de los estudios del budismo en Occidente, como una celebración racionalista y empirista del pensamiento libre. El problema con esta interpretación es que el Buda no concluyó su discurso en este punto. El Buda prosiguió apuntando que es una investigación abierta y libre sobre la naturaleza del mundo lo que conduce al noble óctuple sendero budista, así como al abandono de la codicia, el odio y la confusión.

La interpretación racionalista descontextualiza la primera parte del Kalama Sutta, dejando a los kalamas en un suspenso narrativo de incertidumbre y confusión. Sin embargo, en la segunda parte del texto, el Buda proporciona un seguro de verdad: el Dhamma. La revelación que el Buda hace a los kalamas del noble óctuple sendero es la conclusión del sutta. En una exégesis correcta, los 10 puntos del Buda sobre el escepticismo tienen como objetivo directo aquellos que dudan de esta enseñanza. Esta conclusión difiere significativamente de la posición proagnóstica y proescéptica defendida por los racionalistas.

De la incertidumbre a la seguridad

Al desarrollar la idea de una mentalidad abierta a la hora de evaluar lo que es la verdad, el Buda argumentó que uno debe deshacerse de la malevolencia y la confusión y cultivar una mente que no esté manchada y sea pura. Cuando tal cosa se cumple, aparecen cuatro seguridades o certezas:

Este noble discípulo, kalamas, cuya mente está de este modo libre de enemistad, libre de malevolencia, libre de mancha, pura, ha conseguido cuatro certezas en esta misma vida.

La primera certeza que ha conseguido es la siguiente: ‘Si existe otro mundo y si existe fruto y resultado de las buenas y malas acciones, es posible que, con la disolución del cuerpo, después de la muerte, yo vaya a renacer en un buen destino, en un mundo celestial’.

La segunda certeza que ha conseguido es la siguiente: ‘Si no existe otro mundo y no existe fruto ni resultado de las buenas y malas acciones, aun así, aquí, en esta misma vida, me mantengo feliz, libre de enemistad y de malevolencia, libre de problemas’.

La tercera certeza que ha conseguido es la siguiente: ‘Suponiendo que el mal llega a uno que comete acciones malvadas, entonces, si yo no tengo intenciones malvadas hacia nadie, ¿cómo podría el sufrimiento afligirme, si no hago daño a nadie?’.

La cuarta certeza que ha conseguido es la siguiente: ‘Suponiendo que el mal no llega a uno que comete acciones malvadas, entonces aquí mismo me veo a mí mismo purificado en ambos sentidos’. (Basado en Bodhi 2012, p. 283)

Siguiendo la exhortación del Buda, los kalamas se comprometieron a buscar refugio en el Buda, el Dhamma y el Sangha, y finalmente se convirtieron en devotos del Buda.

El Buda no solamente animó la investigación libre como fin en sí mismo. El libre pensamiento es el medio o el método por el que se logra el propio bienestar. El Buda dice que el camino supremo y el más duradero hacia el bienestar es el abandono de la codicia, del odio y de la confusión. El Buda identifica la codicia, el odio y la confusión como la causa original del sufrimiento, y la superación definitiva de estos males existenciales es la realización de las cuatro nobles verdades y la práctica del noble óctuple sendero.

El paradigma racionalista ha sido dominante en el discurso académico y ha tenido amplitud global durante décadas. Incluso la tradición budista, particularmente en Occidente y después de la Segunda Guerra Mundial, parcialmente cedió la comprensión epistémica a la visión del mundo científica y empirista. Tanto los budistas como los racionalistas han citado el Kalama Sutta como una legitimación del paradigma racionalista, como si esta fuera una posición auténticamente budista. Sin embargo, solamente se refieren a la parte inicial del sutta, en la que el Buda declara los 10 puntos sobre el escepticismo, mientras que ignoran el resto. Los abogados del racionalismo, además, defienden que en este texto el Buda no se pronunció sobre la vida futura y, por lo tanto, la vida futura, en el peor de los casos, no existe, y en el mejor de los casos, es una adición supersticiosa, tardía, que debe ser descartada como ajena al «budismo original».

Sabemos que esta comprensión del budismo de los primeros tiempos acarrea un sesgo influido por los prejuicios del cientifismo y el protestantismo, que datan de los primeros choques entre lo que los primeros budólogos europeos y americanos vieron como «superstición budista» por oposición a un «budismo verdadero». El Buda, de hecho, habló profusamente tanto de la vida futura como del renacer, el kamma y la realidad trascendente, invisible. El empirismo es solamente una parte de la historia, no lo es todo.

Hace un tiempo conocí a un joven de Bangladesh, que había sido budista. Me dijo que había abjurado y ya no creía en el budismo, porque no podía aceptar la enseñanza sobre la reencarnación. Se veía a sí mismo como a un racionalista librepensador. Sin embargo, los verdaderos racionalistas y librepensadores son aquellos que han destruido la codicia, el odio y la confusión. Aunque la ciencia y el racionalismo empírico han contribuido al bienestar humano de forma inmensa, la codicia, el odio y la confusión permanecen todavía en nuestras vidas. Como budista, creo firmemente que el sufrimiento y la mentira todavía pueden ser abandonados y trascendidos.

Referencias 

Bhikkhu Bodhi (Trans.). 2012. The Numerical Discourses of the Buda : A Complete Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, MA: Wisdom Publications. 

El Dr. Dipen Barua en profesor honorario en el Centre for Buddhist Studies en la Universidad de Hong Kong. Es autor de un libro y ha publicado varios artículos en bengalí e inglés dentro del ámbito de los estudios budistas, especialmente sobre temas relacionados con la mujer, el budismo en el sur y sureste de Asia, y el patrimonio cultural.

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