De Bangladés a Hong Kong: conectando culturas budistas a través de la tradición del annaprashan

DIPEN BARUA

Como budista nacido en Bangladés, escribir para Buddhistdoor ha sido como una aventura intercultural. Entré en contacto con Buddhistdoor hace años, cuando llegué a Hong Kong para hacer el doctorado en estudios budistas en la Universidad de Hong Kong. Mis artículos han tenido casi siempre como propósito poner de relieve ante los lectores internacionales la historia y el presente del budismo en mi país natal.

Recientemente, tuve la ocasión de «traer» a Hong Kong un ritual budista que no se suele conocer en la comunidad de los budistas chinos (o, en general, entre los budistas mahayana). Se trata del ritual que consiste en alimentar por primera vez a un bebé con comida sólida, un ritual llamado annaprashan, que realizamos para mi hijo Tijil Barua Troy el 15 de agosto.

Annaprashan significa, literalmente, «alimentar con comida» o simplemente «comer». En bengalí, se dice mukhe bhat, y señala la primera ingesta de comida sólida en la vida del bebé después del periodo de lactancia. Después de esta ceremonia, el bebé ya podrá tomar tanto comida sólida como leche materna. En Bangladés y en la mayor parte del sur de Asia, los hindúes realizan esta ceremonia como un ritual védico. Sin embargo, esta ceremonia es también parte de la cultura de los budistas de Bangladés. El ritual se suele celebrar cuando el bebé cumple los seis meses. Según la tradición, el bebé debe empezar a tomar comida sólida antes de que le salgan los dientes. Aunque la razón histórica de ello es desconocida. Desde un punto de vista social, se considera que la comida líquida y la leche ya no son suficientes para nutrir al bebé pasados los seis meses. En las culturas índicas, el cumplimiento de los seis meses indica que el bebé ya es capaz de ingerir sólidos.

Fotografía del autor, junto a su esposa y su bebé, con el venerable K.L. Dhammajoti y dos de sus monjes asistentes

Mi esposa y yo tuvimos la fortuna de poder celebrar el evento en el Buddha-Dharma Centre de Hong Kong (BDCHK), que fue fundado y sigue siendo dirigido por mi mentor de toda la vida, el venerable profesor K. L. Dhammajoti. El evento incluyó también otro ritual llamado atthaparikkhara dana, que es una ofrenda de ocho tipos de objetos a una pequeña asamblea de monjes. Este ritual tenía como finalidad conmemorar el quinto aniversario del fallecimiento de mi madre, Juti Bala Barua. Hablaremos del atthaparikkhara dana más abajo.

Nuestra ceremonia fue presidida por el venerable Dhammajoti, acompañado de seis monjes de Bangladés y Sri Lanka. Alrededor de cuarenta personas, muchos de ellos amigos locales de Hong Kong, se unieron a nosotros para este momento memorable de la vida de nuestro bebé. El venerable Dhammajoti ofreció primero una charla del Dhamma sobre la importancia de la continuidad y la tradición. Como practicantes laicos, nos comprometimos a observar los cinco preceptos—abstenerse de quitar la vida, de robar, de tener comportamientos sexuales ilícitos, de mentir y de tomar alcohol y drogas. La ceremonia fue después marcada por un largo periodo de recitaciones y homenaje al Buda, al Dhamma y al Sangha. Seguidamente, se ofrecieron comida, flores, incienso, lámparas de aceite y los ocho requisitos a los monjes. Posteriormente, compartimos el mérito acumulado con nuestros amigos, familiares y todos los seres sintientes. La sesión concluyó justo antes del mediodía, cuando el venerable Dhammajoti personalmente dio de comer comida sólida a nuestro hijo Tijil Barua. Mientras lo alimentaba, todos nosotros recitamos «sadhu, sadhu, sadhu,»una palabra pali que significa «bueno», «excelente» o «auspicioso».

Normalmente, los budistas de Bangladés preparan la ceremonia de la toma de comida en casa o en un templo budista. Aunque es costumbre que el tío materno del bebé dé los primeros granos de arroz al hijo de su hermana, hoy en día los monjes suelen dar la primera comida sólida al bebé, como señal de buenos auspicios.

El venerable Dhammajoti ofrece comida a Tijil Barua Troy, su primera comida sólida. Foto del autor.

Los padres o los mayores de la familia deciden una buena fecha para este acontecimiento y en el día mismo el bebé se viste con ropa nueva. Algunas prácticas religiosas, como dar ofrendas a los monjes, se observan para propiciar la salud, el bienestar y la prosperidad del bebé. También se considera una buena ocasión para la reunión de la familia después del nacimiento de un bebé.

En Bangladés, los budistas normalmente ofrecen arroz con leche como la primera comida sólida. Esta comida simboliza la ofrenda de comida que hizo Sujata al asceta Siddhartha Gautama, hace más de dos mil años. Según la tradición budista, cuando Gautama estaba sentado meditando bajo un árbol, Sujata le ofreció arroz con leche. Esta comida reanimó las deterioradas fuerzas del asceta y lo impulsó a seguir el camino medio entre la vía del recreo sensual y la vía de la autonegación. La ofrenda de Sujata fue la última comida del asceta antes de alcanzar la iluminación.

El atthaparikkhara es un juego de ocho objetos que incluye tres tipos de manto, un cinturón, una aguja y un hilo, un cuenco de colecta de comida, un filtro de agua de tela y un cuchillo de afeitar. Según la tradición del budismo theravada, los frutos de ofrecer estos tres tipos de manto incluyen tener un cuerpo de color áureo, una piel limpia y libre de polvo y suciedad, que el cuerpo brille como si irradiara luz, el tener ropas siempre que sea necesario y el llegar a ser monje y alcanzar la iluminación en esta vida misma.

Los frutos de ofrecer el cinturón son los siguientes: el devoto obtiene la capacidad de tener discernimiento, goza de una vida más longeva, su corazón está libre de miedo y es capaz de concentrar su mente con facilidad. Los frutos de ofrecer la aguja y el hilo incluyen: quedar libre de duda, ser capaz de despejar las dudas de otras personas, obtener riquezas, tener acceso al conocimiento de la verdad suprema, ser capaz de comprender cuestiones misteriosas y complejas, alcanzar el camino del mérito mediante la destrucción de la ignorancia, y ser inteligente, sagaz y sabio. Los frutos de ofrecer el cuenco para comida incluyen: obtención de oro, plata, lapis lázuli y otras materias preciosas, quedar libre de obstáculos, quedar libre de enfermedades y enemigos, recibir la veneración de los dioses y los humanos, y tener una mente activa.

Imagen de Juti Bala Barua en la ceremonia. Foto del autor.

Los frutos de ofrecer el filtro de agua de tela son los siguientes: una vida en el mundo de los devas más longeva que la de las otras divinidades, quedar protegido de tortura de ladrones y enemigos, quedar protegido de armas blancas y armas de fuego, quedar protegido de la amputación de extremidades, y una buena salud duradera.

Los frutos de ofrecer el cuchillo de afeitar incluyen: quedar libre de opresión, vivir una vida feliz, obtener familiares, amigos y discípulos, lograr la tranquilidad de la mente, no ser nunca pobre, y ser capaz de hablar de cualquier tema de una forma detallada.

Después de estas ofrendas al Sangha, uno debe compartir el mérito generado con los familiares que ya nos han dejado, y si alguno de ellos ha renacido como espíritu hambriento a causa de su karma pernicioso, se beneficiarán de ropas divinas, comida y otras necesidades. Desde los tiempos del Buda la gente ha ofrecido donaciones al Sangha monástico y ha compartido el mérito acumulado para el bien de aquellos seres queridos que han fallecido. Según el Tirokudda Sutta (Discurso sobre sombras hambrientas detrás de la pared) del Petavatthu en el Khuddaka Nikaya, después de alcanzar la iluminación, el Buda fue a Rajagriha en la región de Magadha, donde el rey Bimbisara le había invitado. El Buda y sus monjes llegaron para recibir la limosna de comida del rey. Aquella noche, sin embargo, Bimbisara fue presa del pánico a causa de sonidos inhumanos. Por la mañana preguntó al Buda qué podría haber pasado.

El Buda le respondió: «Tus antepasados renacieron como espíritus hambrientos (pretas) durante mucho tiempo. Aunque hiciste ofrendas al Sangha, no has compartido los méritos con tus antepasados para así liberarlos de tan miserable existencia. Esta es la razón por la que están enojados contigo.» El rey preguntó qué podía hacer y el Buda le enseñó cómo compartir los méritos a través de la ofrenda de comida y ropa al Sangha.

El día siguiente el rey Bimbisara dio otra vez comida y ropa al Sangha y compartió después con sus antepasados el mérito acumulado, diciendo: «¡idaṃ me ñātinaṃ hoti, sukhitā hontu ñātayo!» «¡Que este [mérito] sea para nuestros familiares, que ellos sean felices!» Así pues, aquellos espíritus hambrientos recibieron divinos vestidos, mansiones, camas, sábanas y ornamentos y fueron debidamente apaciguados, abandonando así el palacio de Bimbisara.

Los invitados disfrutan de la comida después de la ceremonia. Foto del autor.

Según la tradición theravada, tales acciones benéficas deben llevarse a cabo en memoria de los seres queridos que han fallecido, de tal modo que disfruten del mérito que los debe empujar a un renacer favorable. El Tirokudda Suttanos asegura que lo que se da beneficia a la persona muerta de la misma forma que la lluvia cae en una colina y fluye bajando hasta el valle, o del mismo modo que los ríos llenan el océano con sus aguas.

La ceremonia del annaprashan fue muy emocionante para mí, puesto que echo muchísimo de menos a mi madre, pero también estoy contento de la presencia de mi pequeño niño cada día. Después de esta ceremonia tuve la sensación de haber cerrado un círculo, y también la sensación de seguridad, pues la ceremonia estaba impregnada de las tradiciones religiosas y culturales de mi país natal, con monjes proporcionando la guía espiritual para los participantes. Además, durante mis años en Hong Kong, he recibido el apoyo de amigos budistas y compañeros de todas las tradiciones y orígenes. Vivir, trabajar y practicar el budismo junto a otros amigos locales e internacionales ha ensanchado mis horizontes de una manera que nunca creí posible, y siempre estaré agradecido por ello.

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Dipen Barua es profesor honorario en el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong (HKU). Obtuvo su licenciatura en la Universidad de Calcuta, su primera maestría en pali de la Universidad de Pune (ahora Universidad Savitribai Phule Pune), India, y una segunda maestría, un MPhil, y un doctorado en Estudios Budistas por la Universidad de Hong Kong (HKU). Es autor de un libro y ha publicado varios artículos, tanto en bengalí como en inglés, sobre estudios budistas, cuestiones relacionadas con la mujer, el budismo en el sur sudeste asiático y el patrimonio cultural budista.

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