Budismos locales, una vision global
BELÉN AZAROLA
«Soy un monje budista de la tradición china Mahayana de Taiwán. Trato de difundir las palabras sobre altruismo y paz enseñadas por el Buda», una autodescripción sintética y clara del Venerable Shifu Zhihan para empezar a hablar sobre un monje muy versátil que impulsa múltiples proyectos en cinco países de América.
Los maestros de la tradición Mahayana se caracterizan por su flexibilidad en los modos de transmitir la enseñanza del Buda y la adaptabilidad a cada contexto para contribuir a la transformación personal del practicante en vías de acabar con el sufrimiento. El Venerable Shifu Zhihan, un monje de origen taiwanés que vivió durante su infancia en Paraguay y creció en Canadá, trabaja con conciencia en la importancia de lo local en un mundo globalizado, aprendiendo la lengua y difundiendo el budismo más allá de las fronteras de los grupos migrantes.
Después de hacerse monje, empezó a pensar en la difusión del Dharma por diferentes partes del mundo y en ese momento identificó una situación: el budismo todavía era étnico en Canadá, es decir que servía a su propia comunidad. Budismo de Tailandia para migrantes tailandeses, budismo de China para la comunidad china y tras analizar aspectos de esta realidad, el Shifu empezó a preguntarse:
«Si uno sale de su lugar, de un país budista y viene al Occidente, ¿cuál es el sentido? Debe ser compartir la enseñanza con los locales, digamos, y ahí hay una historia del tiempo de Buda, que… ¿Me deja contarla?”».
El Shifu no quería alejarse del tema que habíamos planteado a continuación, sobre los proyectos humanitarios que lleva adelante en América Latina vinculados al acceso al agua potable y a la conservación de la biodiversidad a partir de un banco de semillas en colaboración con las mujeres de pueblos originarios que cuidan de ellas generación tras generación. Sin embargo, lejos de alejarse, la referencia a esta enseñanza está presente en su agenda a lo largo del tiempo: impulsar traducciones de los textos sagrados del budismo al español, al portugués y al inglés, impartir conferencias y prácticas en el idioma local y el apoyo a comunidades académicas para la traducción y difusión del budismo. Volviendo a la entrevista que tuvimos en el Monasterio de la Fundación Bodhiyana que acaba de inaugurar el último Vesak en la Argentina, la historia dice así:
«Durante el tiempo del Buda, el Buda siempre enseñaba a lo largo del Río Ganges y usted sabe sobre la India: no existe un idioma que se llama ‘indiano’. No, eso es no entender la cultura. Ellos son hindúes, panyabí, diferentes regiones, cada uno con su propia lengua. El Buda, cuando viajaba, tomaba tiempo para escuchar a la gente y ahí aprendía el idioma inmediatamente para poder enseñarles. Y un día, después del mediodía, dos gemelos que eran de casta de brahmanes que se hicieron monjes budistas sin ser liberados, vinieron al Buda para hacerle una propuesta. La propuesta era: ‘Buda, usted sabe, es todo un lío, cada lugar un idioma. Nosotros proponemos que, desde ahora para el futuro, budismo sea enseñado en el idioma sánscrito’. Es el idioma que ellos consideraban más directamente de Brahma o más elegante, digamos. ‘¿Qué le parece Buda?’. Porque ellos creían que el Buda lo iba a aceptar, es como estandarizar y, usted sabe, sin hablar de qué religión, en nuestro mundo hubo religiones que insistían en cantar o hacer cosas en un idioma estandarizado. Pero budismo tiene otras formas, es otra filosofía. El Buda dijo ‘No, monjes, el Dharma tiene que ser enseñado en el idioma local’. Entonces ahí colocó la pauta. Que si budismo se difunde a diferentes regiones puede tomar diferentes culturas para aspectos cultuales de cada región, preservando la esencia.»
No es casualidad que haya sido su encuentro con los indólogos traductores Fernando Tola y Carmen Dragonetti hace 19 años la razón que hizo volver al Shifu Zhihan a la Argentina en primer lugar. Cuando volvió a visitarlos en el año 2006 siguió dando conferencias y registró un interés de la gente por la enseñanza del Buda que desencadenó viajes futuros y la creación de la Fundación Bodhiyana en la Argentina en el año 2009.
Con el tiempo, su campo de acción y difusión fue ampliándose en América y hoy se encuentra presente con proyectos en Argentina, Paraguay, Brasil, Estados Unidos y Canadá. Hace algunos meses también lanzó Canal Senda, su propio canal en YouTube donde pueden encontrarse una gran cantidad de conferencias y enseñanzas impartidas por el Maestro en español, portugués, inglés y chino. Es esta flexibilidad en diálogo con la comunidad la que fue permitiéndole identificar necesidades escuchando pedidos de la gente, encontrar proyectos en los que contribuir potenciando su trabajo de difusión en colaboración con iniciativas locales. «Como la propuesta Mahayana es el camino del bodhisattva, uno tiene que hacer lo que debe hacer», decía el Shifu cuando se refería a los distintos proyectos en los que está involucrado.
La actividad de mayor alcance que realiza anualmente en la Argentina es la recitación grupal del Mantra por la Paz “om mani padme hum” que el último junio reunió 450 personas en el Paseo La Plaza. Con la intención de acercarles la experiencia de la recitación, la meditación guiada a cargo del Shifu Zhihan y el testimonio de budistas y simpatizantes, encontrarán a continuación el video completo de la octava y última edición del Mantra por la Paz realizada en la Capital Federal de Buenos Aires.
Enlaces
- Fundación Bodhiyana (Argentina)
- Templo Tzong Kwan (Brasil)
- Banco de Semillas del Chaco Paraguayo (Facebook)
- Dharma Translation Organization (EEUU)
- Bodhiyana Buddhist Education Society (Canadá)
- Canal Senda (YouTube)
Lea la segunda parte de esta entrevista aquí:
Proyectos humanitarios en América Latina: Conversando con el Ven. Shifu Zhihan (Buddhistdoor en Español)