Budismo y turismo III

LÍA RODRÍGUEZ DE LA VEGA

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Introducción

Dada la proliferación de términos que buscan definir y explicar la confluencia de los campos turístico y espiritual/religioso, Cohen (2003) divide a los turistas hacia locaciones religiosas en cuatro tipos: 1) buscadores, turistas que buscan visitar destinos espirituales/religiosos, así como destinos seculares; 2) turistas «comedores de loto», que buscan exclusivamente visitar destinos turísticos seculares; 3) turistas peregrinos, que buscan visitar destinos espirituales y religiosos; y 4) turistas accidentales, que visitan destinos espirituales/religiosos y seculares sin buscarlos específicamente.

Así, la fusión de los tours espirituales/religiosos con otros tipos de turismo se ha convertido en una alternativa para incrementar la disposición de turistas (especialmente extranjeros) para visitar destinos de turismo espiritual/religioso.

Borobudur. Fuente: https://www.viator.com/tours/Yogyakarta/Borobudur-sunrise-tour-package/d22560-260222P1

Indonesia posee muchos sitios religiosos budistas, que recientemente se han convertido en destinos de este tipo de turismo y forman parte de la herencia de reinos budistas que alguna vez existieron allí, entre los cuales, el más monumental —y el mayor sitio budista del mundo—es Borobudur.

La imagen del templo de Borobudur como destino turístico asociado a este patrimonio perdura en la mente de los visitantes. Al tiempo puede decirse que se utilizó por primera vez como lugar de vacaciones en 1953—como se detalla más adelante—, instancia que permitió articular la propuesta y la dinámica del lugar con una de un destino turístico también espiritual/religioso. Ello conllevó la inclusión de Borobudur en itinerarios de peregrinación budista en el mundo (Hermawan, Salim, Rohman y Rahayu, 2019).  

En línea con lo señalado, y en afán de cuantificar la dimensión económica del turismo en Indonesia, cabe mencionar que los medios de comunicación del país informaron que el ministro de Turismo y Economía Creativa indonesio señaló que, en los tres primeros trimestres de 2023, el país había recaudado U$S 10,46 mil millones en ingresos de divisas de la industria del turismo. Esos ingresos fueron aportados por los 8,51 millones de visitantes extranjeros registrados en ese período, en el que cada uno de ellos, en promedio, generó aproximadamente U$S1.230 en ganancias para Indonesia (Indonesia-Investments, 2023).

Borobudur, fotografía de Isidore van Kinsbergen, en 1873. Fuente:https://es.wikipedia.org/wiki/Borobudur#/media/Archivo:Borobudur_photograph_by_van_kinsbergen.jpg

Breves notas históricas acerca de Borobudur

Borobudur es una estupa budista de forma piramidiforme, asociada a la tradición mahayana, ubicada en la provincia Java Central de Indonesia, a cuarenta kilómetros al noroeste de Yogyakarta. El templo de Borobudur es el templo budista más grande del mundo y fue construido por el rey Samaratungga, de la dinastía Sailendra (cuando estuvo bajo la influencia del imperio Srivijaya), entre 760 hasta 830 e.c. o por lo menos su construcción finalizó bajo su reinado (Hermawan, Salim, Rohman y Rahayu, 2016; 2019).

El monumento, construido con piedras volcánicas, combina las formas simbólicas de una estupa (montículo conmemorativo budista, que contiene generalmente reliquias sagradas), la montaña del templo (basada en el monte Meru de la mitología hindú) y el mandala (símbolo budista místico del universo, que combina el cuadrado como la tierra y el círculo como cielo). Así, consta de seis plataformas cuadradas coronadas por tres plataformas circulares y está decorado por miles de paneles de relieve y estatuas del Buda.

Borobudur. Fuente: https://lifeofdoing.com/borobudur-prambanan-temples-1-day/

En la zona de su locación, área elevada entre dos volcanes gemelos, Sundoro-Sumbing y Merbabu-Merapi y los ríos Progo y El, sobre una colina que se eleva 15 metros desde la llanura circundante, existe un gran número de templos budistas e hindúes (UNESCO, 2005).

Durante la primera restauración del monumento—que se detalla más adelante—, se descubrió que otros dos templos budistas de la región (o templos «satélite», como los denomina Magli), Pawon y Mendut, están ubicados en una línea recta con él, lo que parece corresponderse con la existencia de un camino amurallado que los unía, al tiempo que poseen una arquitectura y decoración similares. Magli (2017) sostiene que originalmente, los tres edificios estaban probablemente conectados por un camino procesional cuyo recorrido se daba a lo largo de esta línea y esa alineación apunta en el horizonte, hacia donde se pone el sol en los días de paso cenital, orientación probablemente intencional, relacionada con una procesión ritual que conectaba los tres templos e imitaba la trayectoria del sol en el cielo. Por lo demás, es conocida la interpretación de Moens (1951), que sostiene que los templos estaban conectados por un ritual de «nacimiento mágico», en el que la consagración del monarca se producía como Buda y como Rey (Magli, 2017). Sparavigna (2018) señala en torno de Borobudur, que puede encontrarse evidencia relevante del vínculo de las 72 estupas del complejo con el cenit del sol, vinculando los mudras de las diversas estatuas de Buda, que representan los cinco puntos cardinales de acuerdo al Mahayana – Norte, Este, Sur, Oeste y Cenit-. Por lo demás, comenta hallazgos similares para otros complejos arquitectónicos en la zona tropical, como el complejo budista de Sigiriya, la Roca del León, en Sri Lanka y el complejo budista de Sanchi, en India. 

Borobudur. Fuente: https://www.viator.com/tours/Yogyakarta/Borobudur-sunrise-tour-package/d22560-260222P1

La evidencia sugiere que Borobudur fue abandonado tras el siglo XIV, con el ocaso de los reinos budistas e hindúes en Java, el suceso de diversas erupciones volcánicas y la conversión de los isleños al islam.

Fue redescubierto por Sir Stamford Raffles, gobernador británico de Java, en 1814, momento en que se removió toda la vegetación que rodeaba al monumento, al tiempo que los estudiosos trabajaban en los detalles del mismo, tomando en cuenta dibujos y fotografías. Hacia fines del mismo siglo, en 1885, se descubrió el denominado «pie oculto», un bajorrelieve oculto por un muro de contención, construido para evitar que el edificio se derrumbase (Soekmono y Voôute, 1983).

Confluían en el monumento diversas dificultades: estaba construido en una colina, los cimientos de las terrazas sucesivas del edificio descansaban en una capa de suelo artificial, el monumento se encuentra en una zona sísmica y siempre acusa recibo de cualquier movimiento, sufre también los estragos del clima tropical (cambios súbitos de temperatura, lluvias, etc.), mal sistema de drenaje que afectó los cimientos y las paredes, corrosión de bajorrelieves por humedad, etc.

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