Luis Morente: abogado del dharma y arquitecto de la Unión Budista en España

DANIEL MILLET GIL

Luis Morente Leal es un abogado con amplia experiencia en el ámbito legal y educativo. Se formó en la Universidad Complutense de Madrid y en la Université Catholique de Louvain en Bélgica, completando posteriormente varios estudios de posgrado. A lo largo de su carrera, ha liderado departamentos legales en diversas organizaciones públicas y privadas a nivel internacional. En el ámbito académico, ha impartido clases en la Universidad Politécnica de Madrid, así como en las universidades de Tours y Nanterre, y la Fondation Cartier en Francia, además de colaborar con escuelas técnicas superiores de Arquitectura en Madrid, Barcelona y Valencia. Actualmente, dirige un bufete especializado en asesoramiento legal y fiscal para entidades religiosas. 

Su participación activa en el ámbito budista en España comenzó en el año 2000, cuando asumió el rol de asesor jurídico de la federación budista. Durante veinte años, lideró la Comisión Jurídica, y contribuyó a que el budismo obtuviera el reconocimiento de notorio arraigo en España en octubre de 2007. Desde entonces, también ha representado a los budistas en la Comisión Asesora de Libertad Religiosa. En marzo de 2022, Luis Morente fue elegido como el quinto presidente de la Unión Budista de España.

Luis Morente Leal | Foto: Cortesía de Luis Morente

En esta entrevista, Luis Morente describe su trayectoria espiritual desde el catolicismo hasta convertirse en un destacado defensor del budismo en España. Inicialmente atraído por el budismo a través de lecturas, se sumergió en el estudio del Dharma, encontrando su camino en la tradición tibetana Shangpa Kagyu. Guiado por un maestro, decidió servir al colectivo budista en España como abogado, contribuyendo de este modo a un mayor reconocimiento oficial del budismo por parte del Estado. Como presidente de la Unión Budista de España, Morente trabaja para unir diversas tradiciones budistas, promoviendo la inclusión y el entendimiento mutuo. Además, aborda desafíos legislativos y colabora con entidades nacionales e internacionales para avanzar en derechos comunes. Morente destaca el papel del budismo en un mundo secularizado, subrayando la importancia de valores como la compasión y la meditación para fomentar la armonía social y personal. 

BUDDHISTDOOR EN ESPAÑOL: ¿Cómo fue su encuentro inicial con el budismo y de qué manera ha evolucionado su práctica personal?

LUIS MORENTE LEAL: Como casi toda la población es España en la época de mi infancia, fui instruído en la religión católica, que practiqué hasta los 15 años. Diez años después, y a través de biografías, y los aún muy escasos libros de budismo a los que podíamos acceder, me interesé profundamente. Aunque tenía prejuicio intelectual contra cualquier forma de religión, el estudio del Dharma me abrió los ojos a la espiritualidad que ha constituído parte esencial de mi vida. Durante algún tiempo, me sentía «secretamente» budista, Superado ello, entré en contacto con centros y grupos de práctica en España. A nivel personal, exploré diversas tradiciones, para buscar la más acorde a mi personalidad, y acabar en la tibetana Shangpa Kagyu. Posteriormente en Asia, intenté quedarme como monje. Un maestro me hizo ver que mi camino no estaba allí, sino en mi país, ayudando al colectivo budista como abogado. Comencé a trabajar con la federación budista, conseguimos el reconocimiento del notorio arraigo del budismo por el Estado, además de otros avances, y desde entonces la labor continúa. 

A lo largo de estos años, he intentado primero entender el significado profundo de las enseñanzas, y quiero creer que ello me ha hecho más consciente, al menos de mi ignorancia. Y, como paso siguiente, incorporarlas a mi cotidianeidad. No me siento capaz de juzgar sobre mi evolución, espero seguir aprendiendo. Por otra parte, mi «karma yoga» es poner mi trabajo jurídico al servicio del colectivo budista, como parte de mi práctica.

Discurso de L. Morente en la celebración del 30º aniversario de la UBE. Imagen: Seikyo Shimbun.

BDE: ¿Qué estrategias utiliza la Unión Budista de España para manejar la diversidad dentro de la comunidad budista en España y cómo integra a los nuevos miembros? 

LML: Tema esencial en la federación. Uno de nuestros objetivos estatutarios es materializar la unión entre las diversas entidades budistas, tanto tradicionales como modernas. Intentamos que se conozcan más entre ellas, que exista una interacción que es muy habitual a nivel interreligioso, pero que parece que cuesta cuando se trata de diferentes sensibilidades budistas. Es importante entender que la «mía» no es la única forma de práctica. Y que todos debemos trabajar por todos, Desde la Junta directiva, intentamos que las entidades de la UBE-FEBE se involucren en el trabajo de la federación, y de hecho en la Comisión permanente estamos personas de tradición zen, tibetana, nichiren… es un equipo muy bueno. Trabajar entre budistas de distintas tradiciones es efectivo. Por ello, intentamos evitar posiciones excluyentes, ya que son contrarias a la esencia misma del budismo, pero también a la normativa. Desde los poderes públicos se nos ha indicado en diversas ocasiones la necesidad de ser inclusivos, sin que eso signifique que deba admitirse como miembro de pleno derecho a cualquiera. Por sugerencia de la Administración, y al igual que en otras federaciones religiosas, se ha incluído en los estatutos de la UBE-FEBE la figura del acogimiento por motivos jurídicos, lo que permite incorporar a entidades que el Consejo de la federación considere que no pueden ser miembros de pleno derecho, pero que puedan así acceder a beneficios legales. Una entidad que ingresa como miembro de pleno derecho en la UBE-FEBE dispone desde ese momento del mismo estatuto que cualquier otra que lleve más años. La única limitación que tenemos es que hay que esperar un tiempo antes de poder asumir cargos en la Junta directiva, a fin de adquirir un mínimo conocimiento y experiencia de la federación.

Hay una labor didáctica externa, hacia quienes no están en la Unión: no se trata de hacer proselitismo, pero sí de comunicar que la forma en que se administran en España los beneficios legales para las religiones es a través de las federaciones religiosas (o iglesias, en su caso). Ello lo impone la ley, y la UBE-FEBE, como federación que representa al colectivo budista ante el Estado, está obligada a vehicularlo en cuanto ello sea posible. Por ello informamos a los budistas que no están en la federación, de que es un derecho que tienen como ciudadanos.

BDE: ¿Cómo colabora la UBE-FEBE con otras organizaciones budistas nacionales e internacionales y con las instituciones gubernamentales en España?

LML: Aunque una federación religiosa tiene un cometido legal concreto, es posible hacer más cosas. A nivel nacional, intentamos mantener la mejor relación posible con entidades que no estén, por cualquier motivo, en la UBE. Suscribimos convenios de colaboración, como en el caso de la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas, con la que tenemos una relación excelente y es, además, miembro de honor de la federación. Y otras con las que aún no tenemos convenio, como Sakyadhita Spain. A nivel internacional, somos miembros muy activos de la European Buddhist Union, donde hemos impulsado iniciativas como desarrollar una directiva común sobre libertad religiosa en la UE, o crear un grupo de abogados budistas para ayudar en la labor común. Ideas que van avanzando poco a poco. Nos gustaría tener más presencia internacional, aunque nuestro pequeño presupuesto nos limita en ese sentido.

En cuanto a las relaciones con las administraciones públicas, son realmente muy buenas, tanto a nivel estatal, como autonómico o municipal. Desarrollamos ahora el proyecto de diversificar la federación a nivel autonómico, para conseguir mejor relación con las administraciones locales. La UBE-FEBE, en tanto que representante ante el Estado de una confesión con notorio arraigo, es miembro de la Comisión Asesora de Libertad Religisa del Ministerio de la Presidencia, e igualmente del patronato de la Fundación pública Pluralismo y Convivencia. 

Además, mantenemos relaciones de colaboración con otras entidades en ámbitos como el académico, e incluso en iniciativas como la unidad de diversidad de la Policía Municipal de Madrid. También es de destacar la excelnte relación con el resto de confesiones, con quienes colaboramos activamente para avanzar en derechos comunes.

Entre el 25 y el 28 de julio de 2024, el Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista en Ávila fue el escenario de un encuentro internacional que exploró la relación entre el budismo tibetano y la espiritualidad carmelitana. Morente participó en el evento en representación de la UBE-FEBE. Fuente: https://ubefebe.org/noticias/

BDE: En su rol como presidente de la UBE-FEBE, ¿cuáles han sido sus principales desafíos y logros?

LML: Esencialmente consolidar y desarrollar el trabajo de más de treinta años de existencia de la federación que cumplimos en 2022. Y trabajar por lograr una unión real entre las diferentes sensibilidades budistas, y su colaboración activa en nuestro colectivo, según comentaba antes. Hemos obtenido por primera vez espacio en la televisión pública, que deseamos llegue a ser estable, así como una importante presencia en los medios. Desarrollamos el sistema de comunicación, web, y visibilización de la federación. Queremos ampliar cada vez más la acción de la UBE-FEBE, para optimizar su utilidad como foro del budismo en España. Esencialmente, desarrollo interno, y visibilizar y compartir los valores del budismo en la sociedad. 

BDE: ¿Qué papel puede desempeñar el budismo en la búsqueda de espiritualidad en un mundo cada vez más secularizado, especialmente en el manejo del estrés y la ansiedad? 

LML: Grandes especialistas llevan muchos años tratando este tema. Mencionaría algo tan bien desarrolado e importante como Mind & Life, que sustenta S.S. Dalai Lama con un grupo de científicos de élite mundial. 

La pregunta plantea dos cuestiones. Respecto del mundo actual, considero que la gran aportación del budismo debe ser contribuír a la ética secular con unos valores, que no son necesariamente inherentes a la práctica religiosa, como la compasión, el gran valor budista para el pacifismo real, que no sólo es estar en contra de la guerra, sino también de las «micro guerras» que a veces nos imponen contra otros. Hablo de la consideración del «otro» como indiferenciado de mí mismo, la empatía real que se logra cuando superamos el ego y nos ponemos en el lugar del diferente. Siempre menciono una obra clásica de la literatura, como es «Romeo y Julieta» de Shakespeare, que plantea el amor de dos jóvenes de familias rivales, que saltan sobre el odio de todos. Resulta profundamente budista la capacidad de enamorarse del supuesto enemigo. Sólo el prejuicio lo impide. La comprensión del otro como «no odiable», rompe las barreras. Lamentablemente desde el poder político y económico, a través de los medios el odio se fomenta con frecuencia. El budismo, al rechazar el odio imperante, se vuelve profundamente revolucionario en tiempos como los que vivimos. Una actitud empática y pacífica de cada uno, lo que define Robert Thurman como «revolución interior» de cada persona, llevará finalmente a la armonía universal.

La espiritualidad es importante para todos, y no sólo la religiosa. Es una forma de entendernos y de estar en la vida como seres más completos. Cualquier vía religiosa o laica es válida si se rige por la compasión. El budismo tiene un elemento diferenciador, no sólo válido para budistas, que es la profundización en el conocimiento de nuestra mente.

En cuanto al estrés y la ansiedad, también están muy estudiados los beneficios de la práctica: la profundización en la comprensión de la naturaleza de la mente (no como dogma, sino incorporándolo a nuestra vida diaria), la práctica meditativa y la post meditación, personalmente puedo asegurar que funcionan. Y soy un abogado, no un monje.

Los beneficios de la meditación son obvios para cualquiera, sin necesidad de ser budista. Pensamos de forma correcta, eliminando el discurso mental incontrolado. Produce tranquilidad, mejora el sueño, gestionamos mejor. La salud se beneficia, así como la relación con los demás.

Con motivo de la visita de Dungse Namgay Dawa Rinpoche a España, la comunidad Nyingma Tersar invitó a Morente a participar en los eventos en Torrebesses, Lleida: https://ubefebe.org/

BDE: ¿Cuáles son los retos legislativos actuales que enfrenta el budismo en España y cómo pueden ser abordados?

LML: Son varios, y vamos logrando objetivos poco a poco. En el momento actual, está pendiente la aprobación por el parlamento español de la reforma de la Ley de Mecenazgo, que aliviaría considerablemente la carga económica de las entidades religiosas budistas y también beneficiaría a los practicantes, al suponer una rebaja de impuestos importante. También trabajamos con la Adimistración del Estado en una ley de seguridad social específica para ministros de culto budistas. Hemos de avanzar en otros temas, como las fundaciones religiosas (actualmente sólo están legisladas las católicas), la asignación tributaria en el impuesto sobre la renta, el desarrollo de la protección de los lugares de culto, y otros. En esto, dependemos siempre del diálogo fluído con los poderes públicos, y de la lentitud de los procesos legislativos: para los políticos no somos una prioridad. Hay que tener constancia y paciencia. Así se han logrado cosas como el reconocimiento civil del matrimonio budista, y la posibilidad de mantener el cuerpo un mínimo de tres días tras el fallecimiento. Seguiremos avanzando.

BDE: ¿Cuál es su visión para el futuro del budismo en España? ¿Cómo imagina el desarrollo del budismo en España en los próximos 10 a 20 años?   

LML: A varios niveles: en el jurídico, con un desarrollo legal cada vez más beneficioso para la centros y practicantes. En el organizativo, con una federación cada vez más consolidada y en la que tengan cabida el mayor número posible de entidades, siendo un foro de desarrollo del derecho fundamental de libertad religiosa en el ámbito budista. Socialmente, transmitiendo unos valores, que estoy convencido de que pueden lograr una armonía convivencial más necesaria que nunca.

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Daniel Millet Gil es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y cuenta con un máster y un doctorado en Estudios Budistas por el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong. Recibió el premio Tung Lin Kok Yuen a la excelencia en estudios budistas (2018-2019). Actualmente, es editor ejecutivo y colaborador habitual de la plataforma web Buddhistdoor en Español. Millet es el fundador y presidente de la Fundación Dharma-Gaia (FDG), una organización sin fines de lucro dedicada a la enseñanza académica y difusión del budismo en los países de habla hispana. Esta fundación también patrocina el Festival de Cine Budista de Cataluña. Además, se desempeña como codirector del Programa de Estudios Budistas de la Fundació Universitat Rovira i Virgili (FURV), una iniciativa conjunta entre la FDG y la FURV. En el ámbito editorial, Millet dirige tanto la Editorial Dharma-Gaia como la Editorial Unalome. Ha publicado numerosos artículos y títulos en revistas académicas y de divulgación, los cuales están disponibles en su perfil de Academia.edu: https://hku-hk.academia.edu/DanielMillet.