Los estudios budistas en la Argentina.Tercera parte: el estudio en el marco de los grupos budistas

CATÓN CARINI Y BELÉN AZAROLA

Este artículo forma parte de la edición especial: «La educación budista en América Latina y España»

Puede leer la segunda parte de este artículo aquí

En distintos centros budistas argentinos se brindan cursos o programas de estudio de esta religión de forma más o menos regular. Algunas instituciones ofrecen una formación en budismo como modo de introducir a los nuevos interesados a una tradición en particular, mientras que otros centros ofrecen estudios budistas a los estudiantes comprometidos como modo de profundizar en el aspecto experiencial mediante una comprensión intelectual más refinada.

Por ejemplo, en el caso de la sangha zen del maestro Kosen Thibaut, su discípulo, el maestro Taigen Yamahuchi, dicta cursos de “Introducción al budismo zen” de cuatro clases de duración, dirigidos a quienes se inician en la práctica de la meditación o a quienes quieren conocer un poco más sobre esta tradición budista. El mismo es de carácter teórico y práctico, ya que versa no solo sobre la historia del budismo y los principales aspectos doctrinales de esta religión, sino que también incluye una instrucción sobre la forma de practicar zazen y sobre cómo realizar los rituales y ceremonias que se realizan en el marco de esta práctica.

El maestro zen Toshiro Taigen Yamahuchi dictando un Curso de Introducción al Budismo Zen en el Dojo Zen Buenos Aires. Fuente: https://www.zen-buenosaires.com.ar/

En el caso del budismo tibetano, además de las prácticas de meditación y los rituales o pujas tántricas, en muchos centros locales se estudia el pensamiento budista en general, y el vajrayana en particular, a partir de cursos escolarizados de mayor o menor duración. Por ejemplo, en la Comunidad Dzogchen local, llamada “Tashigar Sur”, se ofrece un programa de estudios denominado “Santi Maha Sangha” desde 1993, el cual desarrolla tanto a nivel teórico como práctico las enseñanzas de Garab Dorje a lo largo de nueve niveles agrupados en tres series: Dzogchen Semde, Longde y Mennagde o Upadesha. Este programa de estudios fue diseñado por Chögyal Namkhai Norbu para ayudar a sus estudiantes a lograr una mayor comprensión intelectual y una experiencia más profunda del dzogchen, así como para  garantizar la continuidad y pureza de las enseñanzas.        

De forma comparable, en el Centro de Meditación Kadampa Argentina, perteneciente a la New Kadampa Tradition, una red internacional que cuenta con alrededor de 1200 centros y grupos de meditación en todo el mundo, se ofrece un programa de estudio dividido en tres niveles, llamados “Programa General”, “Programa Fundamental” y “Programa de Formación de Maestros”. Los mismos están basados en los más de veinte libros publicados por el geshe Kelsang Gyatso, el fundador de esta organización budista internacional. 

Asimismo, en el marco del Grupo de Estudio de Budismo Tibetano Yogi Saraha, perteneciente a la Foundation for the Preservation of the Mahayana Tradition (FPMT), la monja argentina Thubten Kundrol ofrece un curso de estudio basado en texto fundamental de la escuela gelugpa, el Lam-Rim (“Etapas del sendero”) y un “Programa Básico de Estudios del Budismo Tibetano”.

Otro caso similar es el del Grupo Phuntsok Choling, perteneciente al linaje Drikung Kagyu de budismo tibetano, cuyo referente local es Jorge Luis Varela (Konchog Norbu). En este centro se ofrecen desde hace años “Cursos de Filosofía Budista” de duración anual, dirigidos a todas aquellas personas que desean introducirse de manera ordenada al estudio y práctica de la filosofía Budista. Cuentan con dos niveles, uno básico durante el primer año, y otro avanzado el segundo año.

En el centro de Dharma Kagyu Tekchen Chöling (KTC), Lama Rinchen, directora y lama principal, dicta una “Introducción a la meditación y a los principios budistas” y seminarios de estudio anuales sobre diversos temas. Si bien no se trata de una formación organizada en niveles, sí toma en cuenta los grados de compromiso y conocimiento de los practicantes inscritos a la hora de armar la programación. Por ejemplo, los seminarios de estudio 2021 trataron sobre “Bardos, la exploración de la conciencia en la vida y la muerte” y “Las seis paramitas, aplicarse en el desarrollo del amor y la sabiduría a través de las virtudes trascendentes”. Desde este centro de Dharma, el estudio es alentado y considerado como uno de los pilares de la práctica budista.

Asimismo, como mencionamos en el apartado anterior dedicado a la enseñanza académica, desde KTC se han dedicado a traducir textos claves para sus prácticas y ámbitos de enseñanza. En el marco de este grupo, los lamas Sangye Dorje y Rinchen Kandro crearon la Editorial Dungkar, dado que cuando comenzaron a impartir enseñanzas en Buenos Aires había poco material disponible en español. Esta situación fue el principal motivo que los impulsó a comenzar con la labor de traducción y difusión de textos budistas del tibetano, del francés o del inglés al español. Lama Rinchen también publicó un Manual de estudio de la lengua tibetana con un CD que incluye el abecedario y que constituye el recurso sobre el que basan las clases de idioma que se dictan en el centro. Esta formación en lengua es valorada por practicantes que quieren comprender el idioma utilizado durante pujas y meditaciones. Este material didáctico está a la venta en la librería del centro como “Nivel 1 y 2 de tibetano, oral y escrito” junto con el CD y un Diccionario tibetano-castellano de Nalijorpa Karma Gyamtso (2011) editado por la Editorial Dungkar.

Gerardo Abboud, maestro budista de Argentina y traductor oficial del Dalái Lama al español. Fuente: Casa Tibet Monterrey (https://casatibetmty.org/).

Por último, vale nombrar las iniciativas del ​​centro Drukpa Kagyu de Budismo Tibetano Khamgar Dongyuling a cargo de Gerardo Abboud. Con sede en Buenos Aires, fue fundado en 1986 por los venerables lamas Drubwang Dorzong Rinpoche y Drugu Choegyal Rinpoche en su primera visita al país. Abboud es quien guía las meditaciones y dicta los seminarios de estudio de forma gratuita sobre budismo, ellos son parte de la práctica y las actividades ofrecidas por el centro. Antes de la pandemia eran presenciales en Buenos Aires, luego los subían a YouTube para que estuvieran disponibles de forma virtual. A raíz de pandemia, ofrecen seminarios online como, por ejemplo, “La guirnalda de joyas del sendero supremo” de Gampopa que dictó en enero y sus 26 videos de clase están disponibles en el sitio web dentro de la sección del seminario y en el canal de YouTube. La gratuidad se sostiene gracias a las donaciones que son utilizadas por el centro para cubrir gastos fijos y, a su vez, completar la construcción del templo y casas de retiro en la localidad de San Miguel. Mantienen un diálogo de actividades con Dongyuling Bariloche, fundado años más tarde por Drugu Choegyal Rinpoche, Drubwang Tsoknyi Rinpoche, Drukpa Choegon Rinpoche y Kilung Rinpoche.

En el caso de la organización Vipassana Argentina, perteneciente a la organización budista internacional, Vipassana Meditation, fundada por Satya Narayan Goenka, si bien no hay un programa de estudios específico del budismo, se ofrece un curso especial de ocho días de duración que explica detalladamente el Satipatthana Sutta del canon pali. A diferencia de los tradicionales cursos de diez días, en los cuales no es posible leer ningún texto y se centran exclusivamente en la práctica del vipassana, en los cursos de satipatthana se combina la meditación con el estudio cuidadoso de este texto fundamental. Además, cabe destacar la labor de la Editorial Metta en la transmisión de la enseñanza de esta tradición. Esta institución, vinculada a Vipassana Argentina, ha traducido y publicado tanto los libros de Goenka como algunos textos canónicos atribuidos al Buda, tales como el ya mencionado Satipatthana Sutta y el Dhammapada.

Por su parte, la Soka Gakkai Internacional de la Argentina (SGIAR), perteneciente a la Soka Gakkai Internacional (SGI), una organización budista laica presidida por el japonés Daisaku Ikeda, también ofrece diversas modalidades de estudio del budismo.  Por ejemplo, en el año 2020 realizó un “Seminario de budismo” con modalidad virtual. A lo largo de seis encuentros, el curso abordó la filosofía de esta organización en base a los numerosos textos publicados por Ikeda. Además, en el año 2021 comenzó un seminario de cuatro años de duración que versa sobre “La sabiduría del Sutra del Loto”, basado en un libro homónimo de Ikeda. Los encuentros mensuales se realizan de forma presencial y se transmiten en directo por Youtube para los interesados en asistir en forma virtual. Al mismo tiempo, el Centro Internacional Daisaku Ikeda de Estudios para la Paz (CIDIEP), una organización laica estrechamente vinculada a la SGI -y que, a su vez, fomenta lazos con personalidades e instituciones del mundo académico-, también ofrecen cursos virtuales de ocho clases de duración como “Ruta de la Seda: La sabiduría del Sutra del Loto” y “Las parábolas en el Sutra del Loto”. En ocasiones anteriores, estos cursos han sido organizados junto a la Universidad del Salvador y han sido dictados en colaboración con profesores de esta casa de estudios. Cabe mencionar que, si bien la mayoría de los asistentes a estos cursos son miembros de la SGIAR, se encuentran abiertos al público general[1].

Fotografía del interior del centro Khamgar Dongyuling de Buenos Aires, dirigido por Gerardo Abboud. Fuente: https://www.dongyuling.com.ar/

Como podemos observar, cada centro budista tiene sus textos preferenciales, escritos por figuras relevantes del linaje o el maestro particular del grupo. En este sentido, algunas comunidades promueven la lectura de una literatura circunscripta al maestro carismático que lidera al centro en cuestión (especialmente en Diamond Way, New Kadampa Tradition, Tashigar Sur, Vipassana Argentina y SGIAR), mientras que en los demás puede observarse una variabilidad mucho mayor en cuanto a las prácticas de lectura de los miembros. 

Por otra parte, es preciso señalar que existen diferencias de criterios al momento de traducir los textos al español según el contexto y los propósitos al realizar esta labor. Mientras que los centros budistas que se dedican a esta tarea entienden el lenguaje como un “medio hábil”, priorizando la adaptación del budismo al contexto local, los académicos que se han dedicado a traducir, como Fernando Tola y Carmen Dragonetti, entienden esta tarea como una labor filológica y comparativa que busca ser lo más fiel posible al texto original.

De esta forma, los centros de Dharma donde se han traducido obras buscan hacerlo del modo que consideren más pertinente para lograr la comprensión por parte de sus interlocutores al momento de impartir enseñanzas. Lama Rinchen, lama residente del KTC, durante un seminario de estudio 2017 comentaba que la noción de “emociones perturbadoras” no surge de una traducción directa del sánscrito o del tibetano, sino de una forma de comunicar en Occidente. Decía que, si bien se hace alusión a “emociones perturbadoras”, “obstáculos” o “negatividades”, estas nociones no se corresponden muy precisamente con lo que se lee en los textos como “klesha”. Los “maestros más modernos” usan la expresión de emociones positivas y negativas, aunque ellos no lo aprendan en esos términos. Esta explicitación por parte de Lama Rinchen sobre lo que sucede en la traducción de una noción clave del budismo como klesha, no sólo pone en evidencia su mediación articulando y traduciendo, sino la idea de traducción como tarea que busca, a partir del lenguaje de origen, transmitir una idea sin necesariamente mantener una equivalencia término por término. En otras palabras, el ejercicio de traducción realizado por parte de grupos budistas como KTC tienen por propósito volver inteligibles y accesibles las enseñanzas, dándose la posibilidad de ser flexible en la elección de las palabras. La traducción y la articulación de términos en diálogo con sentidos locales son parte fundamental de la adaptación del budismo en contextos de práctica extranjeros.

En el caso de la labor de traducción en ámbitos académicos, Tola y Dragonetti expresan que este es un trabajo orientado a “constituir ediciones críticas de los textos contenidos en esos Cánones, comparando las diversas versiones en las que nos han llegado, con miras a constituir ediciones confiables, liberadas de los errores tipográficos originarios y que permitan captar mejor el sentido del mensaje de Buda” (Tola 1990). En efecto, estos estudiosos se dedicaron a realizar ediciones de textos canónicos en español con introducciones que historizan las obras y sus diferentes versiones, glosarios y notas al pie que profundizan en los sentidos, los usos específicos, las tensiones y los conflictos  de ciertas palabras o expresiones. Así, consideraban que esta labor filológica era una forma de contribuir en la disminución de errores de interpretación originados en las deficiencias generadas a partir de las traducciones al español de traducciones previas de la fuente habitualmente al inglés o al francés. de las versiones usadas en la traducción.

Bibliografía

NALIJORPA, Karma Gyamtso (2011). Diccionario tibetano-castellano. Buenos Aires: Editorial Dungkar.

TOLA, Fernando (1990). Acto Inaugural. Fines y criterios de los estudios budistas. Buenos Aires

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[1] Lic. Denise Welsch, comunicación personal.
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Belén Azarola es antropóloga por la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y se especializó en Budismo Tibetano trabajando temáticas vinculadas a la traducción en la transmisión del Dharma, la transformación personal a partir de la práctica y la reflexión sobre las nociones de individuo y dividuo. Estudió Filosofía del Arte y Etnomusicología en Paris Sorbonne IV (Francia) y está formándose como paisajista en Pampa Infinita (Argentina). Trabaja con los escritos de los indólogos Fernando Tola y Carmen Dragonetti. Tuvo un cargo docente en la Universidad de Buenos Aires y fue pasante en UNESCO (Francia). Participó en distintas Jornadas y Congresos Científicos de América Latina y forma parte de equipos de investigación argentinos desde 2011 (UNESCO, CONICET, UBA).

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Catón Eduardo Carini es licenciado en antropología por la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), magister en antropología social por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y doctor en antropología por la UNLP. Trabaja como investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina y como profesor de Antropología Cultural y Social en la UNLP. Se interesó en el budismo en 1999 cuando comenzó a practicar meditación zen con el maestro francés Stéphane Thibaut de la Asociación Zen de América Latina. Posteriormente, se abocó a la práctica de la meditación vipassana en centros vinculados al maestro birmano S. N. Goenka, así como a la práctica de la tradición dzogchen del vajrayana, bajo la guía del maestro tibetano Chogyal Namkhai Norbu.

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