La destacada presencia del linaje Drikung Kagyü en Chile. Primera parte

MARÍA ELVIRA RÍOS

En la medida en que vamos conociendo acerca del desarrollo del budismo en Chile es posible notar el llamativo e interesante origen de la escuela Drikung Kagyü; de hecho, es el linaje de budismo tibetano más difundido en el país, contando con diversos centros y grupos de seguidores a lo largo de todo Chile. Según narra la tradición, el linaje Kagyupa se origina directamente del Buda Vajradhara, quien transmitió las enseñanzas al maestro Mahasiddha Tilopa (988-1069), quien entrega sus enseñanzas a Mahasiddha Naropa (1016-1100) y éste las traspasa a Marpa Chökyi Lodrö (1012-1097), el traductor que llevará las enseñanzas a Tíbet. La transmisión en Tíbet será por medio del reconocido yogui Jetsun Milarepa (1040-1123) que, a su vez, tuvo como discípulo a Gampopa (1079-1153), quien entregó sus conocimientos a Phagmodrupa Dorje Gyalpo (1110-1170). Este último maestro tendrá como discípulo al fundador del linaje Drikung Kagyu, Kyobpa Jigten Sumgön (1143-1217) (https://www.drikung.org/drikung-kagyu-lineage/). En la actualidad el linaje lo encabezan dos sucesores: los venerables Chungtsang Rinpoche (reside en Lhasa) y Chetsang Rinpoche (reside en Dehradun) (Revista Sidartha, 1996). El destacado maestro Konchog Gyaltsen Rinpoche, quien en 2000 recibe el título de Khenchen (alto grado académico), iniciará una serie de visitas durante la década de 1980, para expandir las enseñanzas del dharma del linaje Drikung Kagyu en países del continente americano (https://www.chamspaling.com/maestros). Así es como llega a Chile por primera vez en 1985, viaje que repetirá en varias ocasiones, siendo entonces el fundador del primer centro de budismo tibetano Drikung Kagyu en 1987, actual Centro de meditación y estudios budistas Drikung Kagyu. Kenchen Konchog Gyaltsen Rinpoche inicia con las actividades, retiros y enseñanzas de ese linaje en el país y luego, a pedido de sus seguidores en Chile, se solicita tener un lama residente: así es como llega Drubpon Chamspa Rigzin Rinpoche, con quien se producirá un importante desarrollo del linaje Drikung Kagyu en el país (https://www.dharmachile.cl/2024/01/historia-del-budismo-en-chile).

Khenpo Phuntsok Tenzin Rinpoche, imagen de https://drikung.cl/

Luego de su traslado a Alemania, lo seguirá el Lama Tsonam Kunga, también un importante lama para el grupo de practicantes en Chile. Finalmente, llegará el lama residente desde 1996: el actual Khenpo Phuntsok Tenzin Rinpoche.

Paz García es una de las instructoras de meditación Drikung Kagyu quien, desde 1997, se encuentra vinculada con este linaje y nos relata que, desde la llegada del Khenpo, los retiros fueron continuos, se creó un programa de filosofía-Shedra que permitió mayor estabilidad y profundidad a las enseñanzas y prácticas del budismo, mucha gente comenzó a realizar la práctica del ngöndro y se inició una formación de manera más estructurada y organizada. De manera complementaria, relata Paz, es que entre las décadas de los 90′ y 2000 en Dehradun, India, se llevaron a cabo muchas enseñanzas e iniciaciones del linaje Drikung Kagyu, donde pudieron participar practicantes extranjeros. En aquellos años, Su Santidad Drikung Kyabgon Chetsang Rinpoche había establecido la biblioteca Songtsen Library y el Centro de Estudios Superiores Kagyu College, junto a los ya existentes monasterios central Drikung Kagyu Jangchubling y el centro de retiros para monjas Samten Ling, en Dehradun; todos Drikung Kagyu. Esto también significó un crecimiento importante de este linaje en otros países. Lo que fue fundamental para que la sangha se mantuviera más sólida en Chile fue el poder contar con un lama que residiera en el país. Así lo hace Khenpo Phuntsok, pero esto significó para él un gran desafío.

Khenpo Phuntsok y Paz García, peregrinaje en la India, 1998, fotografía

Khenpo Phuntsok nació en Taruk, Ladakh, en las montañas del Himalaya indio, al norte del país. A los 8 años ingresó al Monasterio Sharkul Phuntsog Choling, del linaje Drikung Kagyu (https://drikung.cl/centro-de-meditacion/). Después de un largo camino de estudios, se dedicó a la enseñanza como profesor desde 1992 hasta 1996. Llegó a Chile en diciembre de 1996 y desde entonces vive en la capital, Santiago.

«No entendía el idioma; yo hablaba poco inglés, era complicado. Vivía en un departamento en el centro donde estuve entre tres y cuatro años. El primer año fue difícil, yo nunca había salido de Nepal e India, no tenía amigos y no sabía el idioma. Había mucha gente cariñosa, amorosa, ayudándome a crear buenos vínculos y conociendo la cultura. Pero fue duro, incluso pedí a Su Santidad si podía volver porque necesitaba aprender más inglés. Pero Su Santidad me dijo que debía quedarme y aprender el idioma (español) y bueno, poco a poco me fueron ayudando y así… ahora ya me considero chileno.» (Khenpo Phuntsok Tenzin Rinpoche).

Lama Sonma Kunga, yogui del linaje, Khenpo Phuntzok y Paz García, monasterio Drikung Kagyu, Dheradun, India. 1998

Khenpo Phuntsok enfatiza el valor de ser bien recibido para una persona que llega de tan lejos y necesita acostumbrarse a muchas cosas. Relata que incluso enfrentó grandes desafíos para ser reconocido como maestro, ya que él venía de la montaña, era humilde de carácter y no conocía los códigos y la cultura chilena, lo cual le significó vivir momentos muy difíciles. Pero se dio cuenta de que debía adquirir más personalidad y, al mismo tiempo, hablar mucho más sobre el aspecto compasivo del budismo, y de esta manera, ha tomado todo como una enseñanza: «Fui aprendiendo de la cultura, de las personas; para mí algunos profesores eran verdaderos maestros, y aquellos que no me trataron con tanta calidez, lo fui sobrellevando a través de la compasión, sin ira, manteniendo la humildad.»

Cuando preguntamos acerca de la cantidad de practicantes en el centro, tanto Khenpo como Paz nos comentan que el número de personas es muy variable y es algo a lo que un lama, de una u otra manera, debe acostumbrarse. Pero hay un grupo pequeño que se mantiene y son quienes más ayudan y así es como se logra crecer:

«Los viernes practicamos la meditación de calma mental, śamatha, y llega gente con sufrimiento a la que quiero ayudar, con paciencia y tolerancia. Reciben muchos beneficios. Yo no puedo otorgar la iluminación, yo sólo doy ciertas enseñanzas, nada más. El buda está dentro de cada uno: practicando lograrán la calma y la realización. Para eso, el budismo tiene muchos recursos: leyendo, escuchando, practicando, cualquiera puede realizarse, independientemente de si es monje, monja, laico o laica.» (Khenpo Phuntsok Tenzin Rinpoche).

Al respecto, Paz comenta un cambio importante entre los practicantes de antes y de ahora: «Antes, los que buscaban el budismo eran personas más afines con la filosofía y la tradición contemplativa budista. Ahora, con la validación de las herramientas y técnicas contemplativas por parte de la neurociencia, como el mindfulness y la ciencia de la compasión, y gracias al trabajo de Su Santidad el Dalai Lama, llega gente que quiere conocer las técnicas y herramientas meditativas, pero no necesariamente quieren ser budistas. Otro nivel de personas son las que toman las iniciaciones con el lama, toman refugio y alcanzan un nivel de práctica, pero ocurren ciertas situaciones en sus vidas y comienzan a ir y venir de manera esporádica, mantienen un compromiso sin necesariamente tener una práctica constante. Y finalmente, hay otro nivel que se compromete, dado que han tenido la experiencia de cómo la meditación ha transformado positivamente sus vidas, toman la práctica para sí, la incorporan en su vida cotidiana y se mantienen en el tiempo.»

Visita de su SS. Drikung Kyabgon Chetsang Rinpoche a Chile, diciembre de 2023, imagen de https://drikung.cl/

Paz cree que, considerando los demás centros Drikung Kagyu en Chile, debe haber alrededor de diez mil personas vinculadas, conectadas o practicantes, independientemente del nivel de práctica o constancia, con este linaje de budismo tibetano. De la misma manera, cree que este número va en aumento, justamente por esta apertura y colaboración que ha tenido el budismo con el mundo científico (donde destaca el legado de Francisco Varela), permitiendo que la meditación salga del espacio budista para expandirse al mundo laico, universidades y comunidades, proporcionando no solo herramientas sino también una ética que va acorde a las necesidades de las personas. Para Paz es excelente, ya que son herramientas que permiten abrir la tradición espiritual a un mayor número de personas. No obstante, tanto el Khenpo como Paz están conscientes del componente devocional que tiene el budismo tibetano y por eso es tan importante tener a maestros o maestras residiendo en el país. De alguna manera, el aspecto innegable del componente espiritual a veces funciona como filtro, comenta Paz; «pues hay quienes prefieren seguir la práctica de manera más secularizada, lo cual tiene sus beneficios y también limitaciones».

Khenpo Phuntsok señala estar consciente de los diferentes niveles de interés en la práctica, y que algunas personas buscan algo pasajero, más externo que interno, y agrega:

«Buscan calma o alegría temporal, pero para buscar de manera profunda se debe cultivar una mente más bondadosa, amorosa, más espiritual, ayudándose a sí mismo para poder ayudar a los demás. De esa manera es posible ser más compasivo, menos orgulloso, ser naturalmente humilde. Es la mente lo que tiene que cambiar.»

La labor del Khenpo Phuntsok no solo se concentra en la capital de Santiago, también cuenta con sedes o grupos participantes en las ciudades de Viña del Mar y Concepción. En las últimas décadas se ha dedicado a visitar ciudades de otros países, donde se han abierto nuevos centros, como en Buenos Aires, Lima, Cuzco, Cali y Guayaquil. Además de este extenso trabajo realizado por el Khenpo y las personas cercanas a su centro, hay otros tres centros de Drikung Kagyu en Chile; Tara Choling, Otzerling y Chamspaling.