Experiencias y pensamientos de mujeres budistas laicas en la periferia geográfica de México - Segunda parte

EZER R. MAY MAY

Este artículo es la segunda parte de la entrevista del antropólogo y escritor mexicano EZER R. MAY MAY con las maestras budistas Lilian Gómez y Miriam Cuevas. Lea la primera parte aquí: Experiencias y pensamientos de mujeres budistas laicas en la periferia geográfica de México — Primera parte

Esta entrevista es parte de nuestra edición especial: «Mujeres y budismo en los países de habla hispana».

Como mencioné al principio, las mujeres ocupan un mayor espacio en la vida de los grupos budistas en México. Al preguntar sobre ese aspecto, Lilian y Miriam nos compartieron lo que ellas han reflexionado desde sus respectivas comunidades. Lilian dice:

LC: …yo me doy cuenta que en los centros, por ejemplo, en mi centro de Mérida, definitivamente van a llegar muchas más mujeres de todas las edades a buscar una práctica formal de meditación, a buscar un tiempo de retiro. Lo cual es interesante, porque aun siendo estos grandísimos linajes donde estuvieron estos monasterios llenos de miles y miles de monjes, ahora las mujeres tocan la puerta […], pero en este momento, pareciera que son las mujeres las que están más dispuestas, más interesadas o con la mayor urgencia de resolver estos asuntos […]. La participación de las mujeres aquí es maravillosa… también de los hombres, tengo que decir eso. En este caso, son seres humanos muy específicos, tienen esta búsqueda. Y en ese sentido, aquí no pudiera hacer una diferencia. Si en mi tradición lo que se busca es esta mente, que en realidad es idéntica en su raíz, en su fundamento. No hay una diferencia entre una mente original de un varón o de una mujer. Entonces, en esta búsqueda es como si fuéramos quitando, dejando estos adornos que tenemos, que nos encasillan en un traje muy estrecho que no nos da libertad.

Sangha de Casa Tíbet Mérida. Archivo personal de Miriam Cuevas

Por su parte, Miriam nos habló sobre el funcionamiento de la organización de Casa Tíbet Mérida y cómo éste se sostiene con la participación de las mujeres.

MC: … se balancean perfecto los puntos de vista [entre hombres y mujeres]. A veces no son discordantes, sino simplemente diferentes por cuestiones de edad, de temperamento, de intereses. Pero creo que hemos hecho un buen trabajo de mucho respeto; de hecho, la fuerza y la creatividad femenina es muy elocuente ahí en nuestra sangha. Las mujeres somos muy participativas, opinamos mucho, proponemos mucho, somos las que generalmente nos hacemos cargo casi de inmediato o responsables de… por ejemplo, es una compañera la que se encarga de lo que es la tienda, yo soy la co-coordinadora, es otra compañera la que se encarga de la biblioteca. Entonces, somos muchas mujeres en activo, que trabajamos en perfecta complementariedad y respeto con nuestros compañeros […]. En la dignidad de nuestro trabajo, en nuestra fuerza, en nuestra inteligencia, en nuestra mente, en nuestra intención pura de ayudar, está mucho las herramientas del futuro del papel de la mujer en el budismo, y en todo contexto […]. Lo que hay que hacer es seguir así, trabajando sanamente… viendo al hombre no como «nuestra media naranja» de que nos va a completar ni como el enemigo, ni alguien a quién competir…

Lilian Gómez. Archivo personal de Lilian Gómez

Durante el transcurso del diálogo hicieron referencia a sus familias e hijos. Y después de hablar del papel de la mujer, me pareció importante preguntarles específicamente sobre la maternidad. Lilian tiene un hijo pequeño, y ahora con el confinamiento por la pandemia, nos expresó lo siguiente:

LG: Bueno, de eso estoy escribiendo un libro porque eso es una locura. Especialmente porque mi tradición es muy, muy antigua, muy estricta. Entonces, yo le voy a agradecer todos los días de mi vida a mi adorado maestro Shodo Harada Roshi, que por cierto hoy 26 de agosto cumple 80 años, es un día muy especial […]. Es increíble su apertura … hasta la fecha es igual, en este monasterio tradicional, uno puede permanecer, viviendo una vida completamente monástica sin tomar los votos completamente monásticos, que es algo increíble. Entonces, yo sí tengo votos, pero son de una practicante laica, eso hace que yo no tuviera un impedimento formal si algún día quisiera tener una familia; que obviamente, por mi propia práctica y propia vida no se dio […], era más importante la realización que el hábito. Entonces, yo estoy muy agradecida porque pude en esta vida tener esa experiencia tan real de vivir en la renuncia por una parte, y por otra parte verme sorprendida, porque fue una sorpresa maravillosa que en algún momento, mucho más tarde en mi vida encontré una persona adecuada, maravillosa… y se dio la maternidad, y ha sido algo increíble, maravilloso, sobre todo porque tengo todas estas herramientas internas para lidiar con algo tan intenso como con lo que estamos viviendo… todas las mamás, en este mundo encerradas.

En mi caso, si alguna mamá escucha esto con niñitos chiquitos, porque eso es aparte, no es que les interese estar ni en la escuelita virtual ni en la tele todo el día; y en mi caso, mi hijo tiene dos años, yo vivo encerrada con un niño de dos años y medio ya casi, que no podemos salir al parque, que no podemos salir a la plaza, no podemos salir al zoológico, no podemos ir a ver a los abuelos, ni a los tíos, ni a los primos, estamos como en una capsula… yo todos los días me doy cuenta de la gratitud tan profunda, porque yo veo cómo mis amigas están enloqueciendo, y yo no voy a decir que no, tengo momentos difíciles; pero en general, de verdad, he encontrado siempre una manera interna para salir adelante y para mostrar a mi hijo la energía que se merece […] o con mi esposo.

De ahí en adelante, tengo grabadas muchas enseñanzas personales que me ha dado mi maestro, la última recientemente, febrero de este mismo año, y todas están enfocadas directamente a cómo utilizar mi maternidad para continuar profundizando y clarificando mi estado de mente, mi verdadera naturaleza. Y en cada una de estas enseñanzas habla directamente de la unidad natural que ya existe en la relación con la madre e hijo. Pues es algo muy profundo que se puede llevar, aunque no tenga uno a los hijos, si uno ve y tiene la capacidad de visualizar a los seres como sus propios hijos, establecer esa conexión, y utilizarla para practicar enseñanzas bastante profundas. Seguimos en este examen final… todas las mañanas mi hijo se levanta de lunes a domingo a las cinco y media de la mañana, no hay vacación, no hay alguien que te venga ayudar, no hay descanso, ¡no!, qué hay de desayunar, qué hay de comer, qué hay de cenar, cuál es la actividad. Pues ya vamos a cumplir seis meses de esta realidad [confinamiento], y puedo decir que estoy agradecida de mi entrenamiento monástico, porque gracias a ello vivo en el monasterio de mi casa tal cual, con reglas establecidas, con un uso muy particular de las actividades cotidianas. Lavar los platos se transforma, cambiar pañales se transforma … todo se transforma en una práctica hermosa, utilizando nuestro increíble poder de ser útil y de servir en este momento a todos los seres.

Miriam Cuevas. Archivo personal de Miriam Cuevas

Miriam tiene dos hijos jóvenes, de 29 años y de 33 años; ella considera que tenía expectativas conformadas por una visión tradicional de la familia, como el deseo de ser madre de muchos hijos, a los cuales haya podido instruir hasta verlos matrimoniarse. Pero a decir de Miriam, esta visión ha cambiado, un cambio que pudo percibir en la experiencia de la relación con su hija.

MC: … yo sí tendía a ser como «mamá gallina», muy cuidadosa, me involucraba en todos los aspectos y actividades de mis hijos, que para mí, era mi forma de mostrar mi amor de madre: estar completamente involucrada en todo y hasta cierto punto, opinar o sugerir, en este caso mi hija, siendo mi hija de carácter muy independiente, a ella eso, ciertamente le empezaba a incomodar […], además, éramos muy diferentes en cuanto a personalidad […]. Entrando a la carrera, ella me dijo muy directamente, « yo sé que tú quieres que me case, que tú quieres que yo tenga hijos, pero de una vez te digo ninguna de esas cosas están entre mis intereses, no me interesa, me voy a tatuar, me voy a poner piercings… ». Ella pues, es una chica muy de su generación… Entonces, para mí fue, a lo mejor para alguna otra mujer esto es natural o liviano, para mí no lo fue, para mí fue confrontar con muchas de mis ideas, de mis creencias, de mi formación. Para mí, Miriam, no fue fácil como mamá aceptar todo esto. Yo tenía mis expectativas. Llegó a ser mi relación muy tirante con mi hija, nos distanciamos y eso me hacía sufrir porque es mi única hija. Y yo decía ¿por qué no logro tener una relación sana con mi hija? El budismo me vino a hacerme ver que mi relación con mi hija no era feliz y no era sana, porque yo seguía viendo a mi hija a través de mis expectativas, mis ideas y mis creencias preconcebidas de cómo debería ser una hija o cómo debería ser mi hija, como una extensión de mí. Y el budismo me vino a caer en cuenta de que este apego a nuestras ideas… ok… toda nuestra vida nos las ha inculcado y está tan fuertemente enraizada y anclada en nuestra mente y en nuestro ser, y no es fácil. El budismo me vino a confrontar un poquito, a decirme no es que tu hija sea… esté mal, ni que tú estés mal, es que la estás viendo a través de ese apego a tus ideas y tus expectativas y si quieres sanear tu relación, tienes que sanear la idea que tú tienes de lo que es ser mamá, [de lo que es ser] hijo [y] de cómo debe ser una relación de una madre con sus hijos.

[El budismo me mostró] tus hijos no son tus hijos, son seres humanos que coincidieron en esta vida contigo a los que los une un amor y una convivencia muy cercana, pero son individuos independientes de ti. Ellos no tienen la responsabilidad de tu felicidad, ni tú tienes la responsabilidad de la felicidad de ellos. A partir de confrontarme con eso, entonces lo que tengo que hacer es soltar ese apego […]. Este proceso difícil para mí, de resetear mi cabeza, mis ideas… de renunciar a ese apego, me lo dio el budismo […].

Para finalizar con esta conversación, Lilian y Miriam nos platicaron de sus proyectos personales y/o colectivos. Miriam nos cuenta lo siguiente:

MC: Respecto a la labor que hacemos en Casa Tíbet, también estamos formando nuestra Asociación Civil, ya en estos meses debe quedar la conformación legal y debidamente constituida, va ser con un presidente, un tesorero, un secretario, voy a quedar como presidenta de esta asociación que se va a llamar Compasión y Sabiduría A. C. Entre los lineamientos y objetivos que esta A. C. se está proponiendo, dejando abierto la posibilidad de que en un momento dado se hiciera esa labor…, porque, como estamos creciendo, tenemos la visión y la intención de que esto crezca cada vez más, que seamos una comunidad grande, entonces ya, vamos a tener vínculos extramuros, ya vamos no sólo a laborar al interior de nuestro local, de nuestra sede, sino vamos a empezar a hacer ya conexiones con ciertas causas, específicamente, con respecto a los problemas sociales más agobiantes aquí en el estado [de Yucatán], como el maltrato de la mujer, mujeres en situación vulnerable, embarazo en adolescentes, suicidio en jóvenes. Entonces estamos contemplando, a futuro, llevar este trabajo entre nosotras las compañeras hacia mujeres que requieran ayuda del tipo de podamos nosotros a través de las prácticas que hacemos, y en donde nos lo permitan. Tenemos la intención, estamos contemplando, el objetivo social de vincular con este tipo de grupos marginados, vulnerables, de escasos recursos. Esperamos algún día poder hacer efectiva esa ayuda y que las instancia que así lo requieran nos lo permitan.

En algún momento hice alguna labor de ese tipo, fui al CEAMA [Centro Especializado en la Aplicación de Medidas para Adolescentes], como reclusorio de los adolescentes, niños infractores y delincuentes. También, en lo personal ya metí solicitud para ir y hacer un tipo de servicio a la cárcel de mujeres. Vaya… si tenemos la intención de ayudar a otras mujeres afuera. No sólo mujeres… pero un sector importante para nosotras son las mujeres… ayudarnos entre mujeres”.

Como Lilian mencionó el plan personal de escribir un libro sobre la maternidad y el budismo zen, le pregunté cómo está caminando este proyecto:

LC: La verdad, aquí tenemos muchos proyectos. Estamos trabajando en un Podcast [“Ezencia de té”]; ahora hablar de un libro es más a largo plazo, regresamos al punto de “tengo un niño de 2 años”, y estamos en plena pandemia. Entonces, mi tiempo libre para trabajar formalmente en lo que llevaría un libro sobre maternidad va a llevar un buen tiempo; además, tengo que madurar mucho más como mamá. Ahorita puedo hablar de todo lo que ha sido, desde que te embarazas hasta que tu hijo ya va a cumplir casi tres años, pero todavía me falta. Puedo decir que sí estoy regresando, revisitando muchas de las enseñanzas privadas que he tenido, y sí siento una responsabilidad especial de compartirlas con el mundo, no nada más a las personas de habla hispana, sino en mi propia comunidad [One Drop Zen]. Tengo una experiencia única […] pienso que puede ser de gran inspiración para toda la comunidad internacional, conocer sobre este ángulo de sabiduría de nuestro gran maestro, que gracias a mi maternidad encontró un medio para expresar su increíble comprensión, su perfecto consejo sobre la maternidad. Que muchos, a lo largo de que yo tengo memoria, han dicho Roshi no va a saber sobre eso, él es un monje ordenado desde que tiene 20 años, hoy cumple 80, así que… ha sido un monje célibe viviendo en los monasterios, pero nunca con esa experiencia. Y ahora nos podemos dar cuenta que su comprensión es inconmensurable.

Lilian y Miriam han meditado juntas y se apoyaron para llevar a cabo la exposición del Maitreya Loving Kindness Tour en Mérida. Las diferencias de linajes y la distinción de las escuelas budistas no han sido factor alguno para llevar vidas totalmente paralelas, sino que la conciencia plena del momento fundacional del budismo temprano las ha unido para los momentos más necesarios.

Fue un enorme gusto entablar una conversación confiada con Lilian y Miriam; fue una ventana para asomarme a la vida y a los pensamientos de la mujer budista laica mexicana y yucateca.

Lilian y Miriam, mayo de 2015. Archivo personal de Miriam Cuevas

Leave a Reply

Captcha loading...