Diálogo interreligioso: ¿hacen suficiente los budistas?

John Cannon y Daniel Millet

Vivimos en un mundo que nuestros abuelos no habrían podido soñar, un mundo más compartido e integrado que es el resultado de los avances tecnológicos modernos que nos han aportado promesas y magníficas posibilidades, que, sin embargo, se enfrentan a contradicciones que están diluyendo y destruyendo estas mismas promesas y esperanzas. Las fuerzas opuestas nos atraen en una dirección armónica mientras simultánea y maliciosamente nos separan por caminos de violencia e intolerancia.

El 29 de septiembre de 2012, fanáticos religiosos asaltaron y destruyeron 12 pagodas y más de 50 casas de Ramu en Cox’s Bazar. La violencia fue desatada por el rumor de que un joven budista había menospreciado el sagrado Corán en Facebook. Fotografía: thedailystar.net

Las ventajas de la sociedad moderna potencian como nunca antes nuestra consciencia de vivir y participar en un mundo compartido e interconectado de individuos a nivel local, regional, nacional e internacional. Ya no podemos aislarnos ni ignorar las diferencias. A menos que vivamos en una sociedad homogénea y sellada herméticamente, debemos enfrentarnos a las diferencias y la diversidad que nos rodea. Idealmente, lo que nos ha permitido acercarnos entre nosotros debería nutrir el entendimiento mutuo, la tolerancia y la aceptación, pero también ha enfatizado, por desgracia, nuestro miedo y nuestro asco por el Otro, cosa que rasga el tejido social y hace proliferar la violencia. Esto queda claramente demostrado por las inacabables y violentas tensiones religiosas, étnicas y culturales actuales así como por las guerras religiosas del pasado.

La masacre de franceses protestantes del día de San Bartolomé en 1572.

Nos debatimos y nos preocupamos en un caldo de cultivo hecho de odio, mentiras e ignorancia en el que o bien sucumbimos o del que logramos salir a duras penas tras mucho esfuerzo. «La maraña interna y la maraña externa, esta generación está enmarañada en una maraña… ¿Quien logrará desenmarañarla?» (El camino de la purificación) Un discreto paso hacia ese «desenmarañar» es el diálogo abierto y sincero entre las partes.

Desde tiempos inmemoriales hemos estado sumidos en desacuerdos, odio y violencia religiosa con el objetivo de reivindicar la «verdad» de «nuestra» religión y la necesidad de que todo el mundo siguiera el mismo sistema de creencias. Ninguna religión es inmune al virus que surge de nuestro obstinado deseo de aferrarnos a las fantasías que crean el odio, la mentira y la ignorancia.

Un niño refugiado rohingya pide ayuda desesperadamente mientras se encarama a un camión que está distribuyendo la ayuda de una ONG local cerca del campo de refugiados de Balukali el día 20 de septiembre en Cox Bazaar, Bangladesh. Fotografía: huffingtonpost.com

El diálogo interreligioso no es la panacea sino un paso importante a la hora de reducir las tensiones y la violencia interreligiosa permitiendo que cada uno acepte, comprenda y goce de la diversidad religiosa. El objetivo es superar la comprensión mútua superficial y el respeto por otras visiones y sistemas de creencias del mundo para desarrollar una empatía real con el otro religioso. En los encuentros interreligiosos, los participantes de distintas tradiciones religiosas viven juntos y, así, pueden apreciar mejor la honestidad y la riqueza de la vida espiritual del Otro, sin estereotipos negativos.

El diálogo interreligioso cubre un amplio espectro de prácticas que van desde las simples conversaciones a debates entre personas de distintas fes, o enfoques más académicos mediante los estudios comparativos. El autor vivió una experiencia transformadora cuando participó en el inicio del ayuno del Ramadán estando en Turquia y siguió con él al regresar a Hong Kong. «El diálogo interreligioso es indispensable porque sin paz entre las comunidades religiosas, la paz en el mundo es imposible. Mediante el diálogo, la comprensión y la aceptación de las tradiciones y los valores de los demás, el mundo se nutrirá, y se reducirán la intolerancia y el odio.» (Venerable Hin Hung, Director del Centro de Estudios Budistas, Universidad de Hong Kong, en Ávila, España, 2017).

Venerable Hin Hung, Director del Centro de Estudios Budistas, Universidad de Hong Kong (HKU) y Fray Agustí Borrell, I Definidor de los Carmelitas Descalzos. 1er ENCUENTRO MUNDIAL MÍSTICA TERESIANA Y DIÁLOGO INTERRELIGIOSO. Budismo Theravada y Mística Teresiana MEDITACIÓN Y CONTEMPLACIÓN CAMINOS HACIA LA PAZ Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista (CITeS), Universidad del Misticismo Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong, en Ávila, España, 27-30 julio de 2017.

Sin duda, el diálogo interreligioso no está exento de dificultades; si no se lleva a cabo con sensibilidad puede resultar problemático. La pertenencia religiosa es una fuente de identidad, el diálogo interreligioso puede ser experimentado como una amenaza o puede utilizarse como un método para la conversión o la denigración, lo que provoca una respuesta defensiva o sentimientos de ansiedad u hostilidad a menos que los participantes en el diálogo se sientan como iguales en el encuentro sin planes ocultos. Sin embargo, los posibles beneficios superan los posibles riesgos.

Los encuentros interreligiosos, en concreto, tienen un potencial extraordinario gracias a las posibilidades transformadoras de los participantes, constituyen una de esas escasas posibilidades de ir más allá de los estereotipos negativos y alcanzar la empatía y la apertura de miras, un antídoto contra la actitud de superioridad religiosa ante el otro. Mediante estos encuentros, descubrimos la sensibilidad espiritual del otro. Afirmar y estar bien anclados en nuestra identidad religiosa no implica comportarse de manera narcisista con respecto a nuestras creencias ni asumir que las otras religiones no son más que aproximaciones fallidas a nuestro sistema. Siempre hay mucho que aprender de las tradiciones religiosas.

El budismo hoy en día, como en el pasado, ha sido muy activo en su participación en el diálogo interreligioso pero históricamente no ha sido tan activo en la iniciación y promoción como lo fueron los cristianos de distintas denominaciones o instituciones. Su rol suele ser más pasivo que activo, deseoso de participar cuando se le invita, pero aparentemente reacio a ser un agente activo en la organización de este tipo de actividades. Se da una falta de «teología de la religión» en las escuelas y universidades budistas, o una comprensión fértil de otras religiones (a excepción del hinduísmo). La investigación en este campo es escasa.

La falta de iniciativa o consciencia de los demás sistemas de creencias religiosas no era, sin duda, una actitud del Buda. El Buda reconocía y apreciaba la diversidad y libertad religiosas sin dejar de ser crítico. Mientras muchos de nosotros solo conocemos una religión, el Buda estaba versado en muchas de las escuelas de pensamiento de la India de su época. Establecía discusiones cordiales con no budistas de manera siempre amable y respetuosa y, más importante todavía, iniciando a menudo él mismo la conversación. Recordaba a la gente que no abandonara a su maestro o tradición actual después de hablar con él. Su método consistía en discutir temas con una base común y dejar de lado temas tendenciosos en los que no se pudiera alcanzar ningún acuerdo.

Los budistas de hoy en día parecen haber olvidado el enfoque del Buda con respecto al discurso religioso no budista. ¿Por qué? A lo mejor han olvidado que el budismo no está en el vacío, hay muchas cosas que el budismo puede aprender de otras religiones en el proceso y viceversa. Debe haber una interacción con otras fes por el beneficio de todos. La felicidad de todos los seres dotados de sentidos es fundamental, por eso el diálogo, la aceptación, la comprensión y la transformación son cruciales.

Venerable Dra. Dhammadinnā (Italia), profesora del Dharma Drum Institute of Liberal Arts (Taiwan), Departamento de Estudios Budistas. Directora del grupo de investigación Āgama y la hermana María José Pérez, Carmelita Descalza del Monasterio de Puçol (Valencia). 1er ENCUENTRO MUNDIAL MÍSTICA TERESIANA Y DIÁLOGO INTERRELIGIOSO. Budismo Theravada y Mística Teresiana MEDITACIÓN Y CONTEMPLACIÓN CAMINOS HACIA LA PAZ Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista (CITeS), Universidad del Misticismo Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong, en Ávila, España, 27-30 julio de 2017.

Los budistas deben ampliar sus miras con respecto al diálogo interreligioso porque es la única opción si realmente les preocupan la violencia, la paz y la comprensión. Las organizaciones budistas deben ser más proactivas a la hora de promover encuentros interreligiosos. Los institutos de aprendizaje budistas deberían proporcionar las herramientas necesarias para la competencia interreligiosa; un conocimiento adecuado de otras fes aparte del budismo es esencial para el alfabetismo interreligioso; las escuelas y universidades budistas deberían formar académicos y educadores en el cultivo de las actitudes y disposiciones correctas frente a otras religiones y facilitar los encuentros religiosos. Deberían incluirse en los programas (currículum) asignaturas de «teología de las religiones» y «teología comparada». Se puede aprender mucho de estudios con perspectiva comparativa, no solo del «otro» religioso, sino también de nosotros mismos. Todo esto es esencial a la hora de prepararnos para los retos del diálogo interreligioso y de seguir construyendo una consciencia pacífica para el futuro.

 

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