Buddhistdoor en Español: Al inicio del libro leemos «La felicidad comienza con la infelicidad» ¿Puedes explicar esto un poco más en detalle?

Erric Solomon: «Para poder entender por qué nuestras estrategias para ser felices no suelen funcionar, es importante explorar por qué experimentamos infelicidad. Generalmente buscamos la felicidad en las situaciones y en conseguir las cosas que queremos. Pero esto, inevitablemente, nos conduce a la infelicidad.

En primer lugar, existe una creciente cantidad de evidencia científica que parece indicar que no somos muy buenos al intentar predecir qué nos hará felices. Por ejemplo, unos amigos consiguieron hace años mudarse a su vecindario soñado. Durante mucho tiempo habían estado ahorrando y finalmente encontraron un apartamento en un buen edificio, y a un precio que se podían permitir. Estaban muy entusiasmados e impacientes por empezar su nueva vida. Tras mudarse allí, descubrieron que a uno de sus vecinos le gustaba montar fiestas hasta las 3 de la madrugada. Por supuesto, incluso así les gustaba su nuevo apartamento, pero nunca fue tan bueno como lo habían imaginado.

En segundo lugar, tan pronto como conseguimos unas circunstancias confortables, ya hemos plantado las semillas para una insatisfacción futura. Por ejemplo, digamos que te encanta ir a la playa. Pero inevitablemente tras unas horas, te das cuenta que te has cansado del sol o te estás aburriendo con tus amigos, o simplemente quieres hacer otra cosa. La playa, que había sido la fuente de tu alegría durante el día, se convierte en la fuente de tu descontento, especialmente si tus compañeros no quieren irse.

El tercer problema es quizás el más importante, y es que no sabemos realmente cómo disfrutar. Creo que casi todo el mundo ha tenido la misma experiencia; estamos viviendo un día realmente perfecto y de pronto, quizás nos reclinamos, observando las vistas y decimos ¡Lástima que todos los días no puedan ser así!

He estado enseñando sobre la felicidad durante bastantes años y aún no me he encontrado con una persona que no haya tenido esta experiencia. Aunque las cosas vayan muy bien, seguimos teniendo una ligera sensación de insatisfacción.»

BDE: Radicalmente feliz ofrece muchos ingredientes cruciales que los seres humanos deberíamos cultivar para desarrollar nuestro bienestar ¿Qué sería lo más fundamental o lo más básico que nunca deberíamos olvidar?

ES: «De hecho, no tenemos que cultivar nada. Cultivar significa que estamos otra vez buscando la felicidad en las situaciones y las cosas. La base de la felicidad, a lo que llamamos en nuestro libro ‘la felicidad básica’, es acostumbrarse a estar plenamente presente en este mismo momento, tal y como es.

Hace años se hizo un experimento importante que determinó, tras recopilar más de medio millón de datos, que las personas están más satisfechas cuando están centradas en el momento presente. Pero más del 50% del tiempo, estamos perdidos soñando despiertos, pensando de forma automática sobre pensamientos.

No quiere decir que pensar es algo malo o insano, sino que la divagación mental, los pensamientos errantes, parecen ser la base para nuestro descontento. Por supuesto, hay problemas que necesitamos solucionar y tenemos que pensar sobre ellos. Pero si observamos honestamente nuestra mente, descubriremos que la mayor parte del tiempo pensamos de forma rutinaria, en vez de hacerlo porque haya algo importante sobre lo que pensar. Pero si aprendemos a estar plenamente presentes en mitad de cualquier pensamiento o emoción que surja en nuestra mente, sin involucrarnos, podremos encontrar una mayor satisfacción. Entonces podemos escoger pensar sobre las cosas que son realmente importantes y necesarias, y así podremos pensar con más propósito y claridad, sin sucumbir siempre a la distracción del pensamiento habitual.»

BDE: Las enseñanzas de Buda fueron realmente radicales en su época, hace 2500 años. ¿Cómo percibes las enseñanzas hoy en día?

ES: «Todo el mundo sigue teniendo una mente, igual que hace 2500 años. Y esta mente, con la que estamos dotados, puede ser una fuente inmensa de alegría o de tristeza. Sin embargo, la mayoría del tiempo actuamos como si nuestra felicidad dependiera de tener las cosas adecuadas o crear las condiciones mejores. Es el mismo problema ahora que hace 2500 años.

Radical significa raíz, y también tiene la connotación de hacer algo que va en contra de lo que creemos que es lógico. Para sentirnos bien con nosotros mismos tenemos que encontrar la raíz del bienestar y llegar a conocerla. Esta raíz es la base de la mente. Es la mente la que está feliz o triste, celosa o alegre, enfadada o amorosa.   

En el libro hablamos de la diferencia entre un león y un perro. Esta es una metáfora que señala un tema constante de nuestro libro. Cuando le lanzas piedras a un perro, éste persigue la piedra. Así es cómo nos comportamos con nuestros pensamientos y emociones. Perseguimos cada pensamiento y emoción y jugamos con ello, pensamos sobre ello, nos involucramos. En cambio, se le lanzas piedras a un león, no tendrá ningún interés en las piedras. Se dará la vuelta para ver de dónde vienen las piedras.  

Nos pasamos toda la vida preocupados con nuestras piedras —nuestros pensamientos y emociones. Nunca buscamos el origen de estos pensamientos y emociones, la mente misma, la conciencia que conoce los pensamientos y emociones. Así que se trata de aprender a no perseguir de forma habitual nuestras piedras y luego, aprender a buscar al que lanza las piedras, la conciencia. Hacer esto, hoy en día, es una actividad tan radical como lo fue hace 2500 años.»

BDE: A lo largo de los años has podido conocer a maestros budistas extraordinarios, y parece ser que, entre todos ellos, Tulku Urgyen Rimpoché dejó una fuerte impronta en tu vida. ¿Podrías explicar algunos de tus recuerdos con él?

ES: «Kyabjé Tulku Urgyen Rimpoché pasó más de veinte años en retiro, antes de escapar de Tíbet hacia Nepal. Era realmente muy diferente a cualquiera que haya conocido. Increíblemente sabio, bondadoso y altruista, e increíblemente hábil como maestro. Era reconocido por ofrecer ‘las instrucciones que señalan’ también conocidas como ‘introducción a la naturaleza de la mente’, las enseñanzas más importantes que puedes recibir durante esta vida. Era como si simplemente describiera su propia mente, y hábilmente te invitara a ver que también era la esencia de tu mente.

Aunque su mera presencia era tan extraordinaria, él tenía los pies en la tierra, era humilde y hablaba con simplicidad, pero a la vez con gran profundidad.  Una de las cosas más importantes que le escuché decir es que ‘la base de nuestra insatisfacción es la constante evaluación de la calidad de nuestra experiencia’. Esta simple frase cambió mi vida.

Estamos evaluando todo lo que sucede constantemente, dividiendo todas las experiencias, sin importar lo triviales que sean, en buenas o malas. Y luego empezamos a pensar sobre ello, y a pensar sobre ello como un torrente de pensamientos casi infinito. Mientras que es verdad que hay cosas que necesitan nuestra atención y requieren que pensemos de forma exhaustiva, generalmente hacemos esto con el ‘piloto automático’, porque lo hacemos desde el hábito. Y este hábito nos causa muchas aflicciones.»