Crónica del II Simposio de Sakyadhita Spain de mujeres budistas de habla hispana. Primera parte.

BUDDHISTDOOR EN ESPAÑOL

Este artículo forma parte de la edición especial «Mujeres y budismo en los países de habla hispana».

Desafíos existenciales ciertos e inminentes se ciernen sobre la humanidad. Pero ninguna crisis amenaza nuestra supervivencia, y la de las demás especies con las que compartimos este planeta, tanto como la debacle ecológica en curso, cuyas proporciones acarrearán consecuencias catastróficas para la Tierra. Y cada vez está más claro que la raíz misma de esta crisis es una concepción errónea de la realidad, y de nosotros mismos, a la que debemos sobreponernos para poder sanar el mundo.

Ante la urgencia y la severidad de la situación, el pasado 12 de diciembre de 2020 tuvo lugar vía Zoom el II Simposio internacional de mujeres budistas de habla hispana, titulado «Dharma-Gaia: budismo, mujeres y la crisis climática» organizado por Sakyadhita Spain,* única agrupación de mujeres budistas de habla hispana a nivel internacional,** y que cuenta entre sus tareas programáticas con el compromiso de establecer vínculos y redes de intercambio y de apoyo entre las mujeres budistas de los países de habla hispana.***

Fotografía cortesía de Sakyadhita Spain.

Las organizadoras concibieron este II Simposio como un foro internacional para analizar el papel que puede desempeñar la sabiduría femenina budista a la hora de afrontar la actual emergencia global. A la cita acudieron unas 200 personas de más de una docena de países. A fin de tratar esta temática, la conferencia contó con la participación de Montse Castellà Olivé, presidenta de Sakyadhita Spain, guelongma Lama Tsondru, jetsunma Tenzin Palmo, roshi Joan Halifax, venerable Karma Lekshe Tsomo, las Gyalwang Drukpa «Kung Fu Nuns» y venerable Damcho Diana Finnegan PhD. Todas estas oradoras son maestras conocidas a nivel mundial por su dedicación a la mejora de la situación de las mujeres y a la protección del medioambiente, y constituyen ejemplos extraordinarios de compasión en acción.

I Simposio Sakyadhita: Mujeres y budismo (23-25 junio 2018).

Las palabras inaugurales corrieron a cargo de Montse Castellà Olivé, presidenta de Sakyadhita Spain, la cual, tras unas cálidas palabras de bienvenida, habló de la importancia y de los objetivos del encuentro, e hizo un llamamiento a las mujeres budistas a actuar ante la crisis climática y ecológica.

Guelongma Lama Tsondru ofreció la primera meditación guiada, una bella visualización de nuestro ser como los elementos de la Tierra, inspirada en un verso del Bodhicaryāvatāra. Lama Tsondru es muy querida en la comunidad budista hispanohablante. Ella es responsable de haber invitado a Ákong Tulku Rinpoché en 1976 con vistas al establecimiento del primer centro budista en España, es cofundadora de Sakyadhita Spain y cedió su centro Samye Dzong en Barcelona para hospedar el encuentro.

Guelongma Lama Tsondru

Montse Castellà entrevistó a Jetsunma Tenzin Palmo, que habló desde Himachal Pradesh en India. Jetsunma es una de las primeras mujeres occidentales que se fue a vivir a la India en busca de un camino espiritual, y fue ordenada en el linaje drukpa de la escuela kagyu del budismo tibetano. Ella ha dedicado una gran parte de su vida a abogar por los derechos de las monjas budistas y es la actual presidenta de Sakyadhita Internacional, trabajado estrechamente con Sakyadhita Spain, una de las ramas nacionales más activas de Sakyadhita. A continuación, ofrecemos un resumen de la entrevista.

Jetsunma Tenzin Palmo. Fuente: dakinipower.com

Montse Castellà: ¿Ante la visión androcéntrica y antropocéntrica de la sociedad actual, que pueden hacer los budistas para fomentar una mirada empática y compasiva hacia todas las formas de vida?

Jetsunma subrayó que «gran parte del budismo está basado en el hecho de que compartimos este planeta con muchos otros seres, los humanos no somos sus únicos habitantes. Una de las meditaciones básicas, especialmente en la tradición tibetana, consiste en pensar que todos los seres, en un momento u otro, han estado en la posición de madres, de animales, peces, pájaros, insectos, todos los seres han tenido en el pasado una relación muy próxima con nosotros y, por tanto, tenemos una responsabilidad hacia ellos y debemos desearles que sean felices». Esta actitud de amor bondadoso, metta, hacia todos los seres, es fundamental en el budismo y la podemos incluir en nuestras vidas.

«En esta actitud se basa la ética budista: ahimsa, no violencia; no matamos, nos robamos, no dañamos, somos sinceros al hablar… incluso en nuestra mente deseamos que todos los seres sean felices. Así, todos los seres se pueden sentir seguros en nuestra presencia…» Esto es muy básico en el dharma del Buda, consiste en transformar nuestro pensamiento egocéntrico y cultivar una conciencia no dualista que nos permita darnos cuenta de que estamos interconectados con todos los seres en un nivel muy profundo. «Solo en nuestra mente pensamos que estamos separados. Toda la ética budista se basa en la bodhicitta, un amor profundo no solo por los humanos, sino por todos los seres sintientes, todos.» Como dice Thích Nhất Hạnh, somos «interser». Sin la presencia de los animales, los peces, los insectos, los pájaros, y de los árboles y las plantas no podríamos existir en este planeta. «Y este es el único modo en que podemos enfrentarnos a la realidad de la situación.»

MC: ¿Qué recursos en el ámbito del budismo podrían ser de especial ayuda para generar justamente esta conciencia de la crisis climática y a la vez fomentar una acción comprometida?

Jetsunma dijo que «básicamente tenemos que pensar en cómo hemos de vivir de una forma razonable. Si nos alimentamos de la avaricia, de la ira, del odio, de los celos y la competitividad, de todas estas cosas, estaremos destruyéndolo todo. Hemos de tomar la decisión de vivir de una forma diferente. Cada uno de nosotros debemos cambiar e intentar vivir una vida que sea más simple, más sencilla, con más contentamiento y satisfacción con nuestra vida, y conformarnos con lo que no tenemos.

Montse Castellà (izquierda) y Jetsunma Tenzin Palmo (derecha).

Entre las muchas cosas que podemos hacer, y esta es una de las principales causas por las que el planeta se está deteriorando, está considerar que la industria cárnica conlleva muchos problemas. Y no solo porque emplea mucha tierra que podríamos cultivar, sino también porque las vacas producen gases tóxicos que envenenan más la biosfera que los aviones y los coches. Los budistas hablamos sin cesar de la compasión, pero lo mínimo que podríamos hacer es convertirnos en vegetarianos, e incluso veganos, y vivir de una forma acorde con lo que decimos. El sufrimiento de los animales es increíble.» Si pensamos en la empatía hacia todos los seres, en el amor incondicional, etc., todas estas cualidades, que se han practicado en el mundo budista desde tiempos de Buda, deberían llevarnos en la práctica a darnos cuenta de que todos estos seres, como nosotros mismos, también quieren ser felices.

Así pues, debemos practicar una vida más simple y, si es posible, cultivar nuestra propia comida. Las monjas de nuestro monasterio hablan mucho de cultivar huertos orgánicos con nuestras propias verduras y hortalizas, evitar embalajes de plástico y reciclar todo lo que utilizan en el monasterio. Debemos emplear nuestra vida para beneficiar al mundo, y hay muchas cosas que podemos hacer, empezando por nosotros mismos. Nos pasamos el tiempo en centros comerciales, comprando cosas que realmente no necesitamos, mientras el planeta se está vaciando de recursos naturales. Debemos pensar qué podemos hacer por el planeta basándonos en la compasión; esto es de sentido común.

Fuente: Pinterest

MC: ¿Cómo afrontar la frustración que conlleva constatar que, aunque muchos luchamos por el planeta, los que no se preocupan por la Tierra tienen mucho más poder?

Jetsunma Tenzin Palmo comentó que, históricamente, siempre ha habido personas con más poder. Pero odiar a los que dominan la agenda solo crea más energía oscura y negativa, una contaminación psíquica de aprensión, rencor y envidia que se añade a la nube negra de polución física que cubre el globo. «Lo que necesitamos es transformar esa energía oscura en energía brillante. Una vela puede iluminar una habitación y se puede ver desde muy lejos, por tanto, debemos transformar la cólera en paciencia, comprensión y compasión». Hay que intentar que los poderosos, que también sufren, cambien su estado mental, pero de forma pacífica, mediante la verdad, sin violencia, como hizo Gandhi. Podemos participar en campañas pacíficas para que haya más conciencia ecológica o practicar mindfulness. La enseñanza a los niños y gente joven es esencial, porque ellos tienen una mente que se puede abrir lo suficiente para que haya cambios. Como dijo el Dalai Lama, lo importante es cultivar un buen corazón, y todos podemos intentar al menos, lo mejor que sepamos, tener un buen corazón.

MC: De acuerdo con Vandana Shiva, el ecofeminismo es una articulación de movimientos existentes que se plantea como una filosofía basada en la relación dual e indivisible de acción y reflexión, y en una política de responsabilidad, de amor y compasión. En esta concepción todos los seres son iguales, todos tienen derechos, pero hay que combinar esos derechos con los de las demás especies, hay que reconocer la interconexión que existe entre ellos. En base a estas afirmaciones, ¿considera que el budismo y el ecofeminismo pueden integrarse?

Jetsunma respondió que todos los seres sintientes, no solo los humanos, compartimos este planeta, y debemos reconocer que todos tenemos la naturaleza búdica esencial y el potencial para despertar. Todos estamos interconectados. Debemos respetar a todos los seres porque, aunque lleve tiempo, quizá muchas vidas, quizá milenios, al final comprenderán que pueden realizar su auténtica naturaleza. Es nuestra mente dualista la que hace que nos parezca que somos especiales respecto a los demás. En cuanto a la naturaleza de la mente, no hay diferencia, ahí reconocemos que todos estamos interconectados a un nivel muy muy profundo, en una red enorme, como una tela de araña en la que cada hilo tiene su papel, su función, y así podremos agradecer y apreciar lo fantástico que es este planeta en toda su diversidad y multiplicidad, y que cada uno de los seres, pequeños o grandes, es de gran importancia para sí mismo. Todas esas partes juntas son como música, como una sinfonía, cada instrumento interpreta su parte, cuerda, tambores trompetas, clarinetes, y todos interpretan diferentes vías, diferentes variaciones, pero cuando se juntan todas entonces tienes la gran sinfonía.

Notas:

* Sakyadhita Spain es una filial de Sakyadhita International, un movimiento transversal de todas las tradiciones budistas, con una organización horizontal que ofrece una plataforma participativa de comunicación entre mujeres budistas de todo el mundo. Su misión es incorporar la visión y la experiencia de las mujeres en el seno del budismo, así como contribuir a la transformación social.

** El I Simposio se celebró del 23 al 25 de junio de 2018 en Santa Coloma de Farners, Girona, España, y contó con la participación de Karma Lekshe Tsomo, cofundadora de Sakyadhita Internacional, entre otras invitadas. Con motivo del I Simposio se celebraron actividades diversas, tales como ponencias, mesas redondas, diálogos y meditaciones colectivas, entre otras, para facilitar el entendimiento mutuo entre las mujeres budistas de distintos países, culturas, idiomas, tradiciones y puntos de vista.

*** https://sakyadhitaspain.org/quienes-somos/sakyadhita-spain/

Puede encontrar más información en:

Sakyadhita Spain

Entrevista de Montse Castellà a Jetsunma Tenzin Palmo II Simposio

I Simposio de habla hispana de Sakyadhita: mujeres y budismo (23-25 junio 2018)

Edición especial: «Mujeres y budismo en los países de habla hispana»

Entrevista a Montse Castellà Olivé, presidenta de Sakyadhita Spain 

Lea la segunda parte de esta crónica aquí:  Las monjas Kung Fu. Segunda parte de la crónica del II Simposio de Sakyadhita Spain.

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