Budismo y cultura cubana (II): influencias budistas sobre artes plásticas en Cuba. Zaida del Río, Rubén Fuentes y otros talentos.

DOUGLAS CALVO GAÍNZA

Este artículo es la cuarta parte de la serie «Albores del budismo en Cuba».Pueden leer la tercera parte aquí.

La plástica en Cuba con frecuencia ha constituido la motivación, escenario y fruto de una intensa búsqueda espiritual. En esta se incluye, crecientemente, el interés de múltiples artistas por el budismo, y sobre todo a partir de los noventa dada la mayor visibilidad en la Isla de escuelas como la kagyu tibetana, la meditación vipassana y el zen, en cuyas prácticas se han imbricado tanto creadores reconocidos como noveles. Sin lugar a dudas, uno de los nombres más universales en la pintura cubana de todos los tiempos es Zaida del Río, cuya obra artística no amerita presentación. Gentilmente, la célebre pintora narra para BDE sobre su involucramiento en el budismo tibetano*. 

Buddhistdoor en Español: ¿Pudiera comentarnos sobre la presencia del Oriente en su vida y obra?

Zaida del Río: «Desde jovencita empecé con el yoga, lo primero que hice en los años setenta. (…) El primer tipo de budismo que practiqué fue el zen, y más adelante fui iniciada en el budismo camino del diamante que es de raíz tibetana. Pero lo interesante de esto, aparte de mi participación y de todo lo que me ha aportado como persona, es que he podido incluir en mi obra los aprendizajes, las meditaciones, las sensaciones, la sangha, el grupo. Y los ejercicios físicos… es decir, las posturas, que muchas veces he pintado (…) Y todo esto lo he podido incorporar a mi obra e incorporarme yo también a esas filosofías maravillosas.»

«Buda de la medicina» 2004. Fotografía cortesía Zaida del Río.

BDE: ¿Cómo llegó usted al budismo tibetano?

ZDR: «Había un grupo aquí en Cuba que practicaba el budismo camino del diamante y yo veía que todo el mundo allí estaba muy feliz. Y, bueno, probé una vez más y me hizo mucho bien estar entre ellos. O más bien “me hace”, aunque ya no voy tanto como en aquellos tiempos que estuve dos o tres años yendo disciplinadamente los miércoles y los sábados. Ha sido un lindo grupo (…) y me dio mucha amplitud mental y mucha felicidad.»

La entrevistada nos confirma que el hinduismo ha influido en exposiciones suyas como «Danza Cósmica de Shiva y Danza de la Tierra» (en Nueva Delhi). Además, «Sobre el budismo hice dos, una que se llamó “Mis meditaciones en el budismo camino del diamante”, y la otra que se llamó “Naturaleza búdica”.» Además, respondiendo a la interrogante de BDE sobre otr@s artistas plásticos o figuras culturales cuban@s con influencias budistas comenta: «La otra persona que conozco que ha usado el hinduismo, las meditaciones, etcétera, es Tomás Sánchez.» Pero añade «hay mucha gente por ahí que pinta cosas muy interesantes y que hace meditación. Sean famosos o no, no importa: están por un objetivo de conectarse con el universo.»

Sin dudas que tiene razón Zaida del Río. Ya en artículos anteriores nos hemos referido a artistas plásticos cuban@s que o han incluido motivos budistas en su creación (como Alexander Hernández Chang), o se han incorporado a la práctica del dharma (en el caso de Gertrudis Rivalta). Pero la lista está lejos de terminar e incluye, por demás, personalidades muy relevantes. Por ejemplo, el célebre ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013, Eduardo Ponjuan, ha realizado varias exposiciones donde recurre su interés en el zen, como «No es la mente, no es el Buda, no es nada» (2002) y «Koan» (2003).

Dos piezas de «No es la mente, no es el Buda, no es nada» Fuente: y http://gerrypinturavisual.blogspot.com/2009/07/el-zen-y-las-artes-visuales-en-la.html?m=1

Además, es válido añadir que otro consagrado de la plástica en Cuba como el maestro Leandro Soto, recibió influencias del zen al practicarlo en España en 1987, siendo uno de los primeros artistas cubanos involucrados en la escuela soto. **

Otros creadores han incorporado motivos budistas desde una perspectiva crítica, como el escultor Luis Enrique Milán Boza, ganador de Post-it, evento nacional de arte contemporáneo para artistas jóvenes del Fondo Cubano de Bienes Culturales, quien esculpe Budas estilísticamente iconoclastas. ***

Algunos Budas de Milán Boza Fuente: https://tuyomasyo.blogspot.com/2019/06/?view=classic&m=1> y <https://m.facebook.com/100014429611748/p

Asimismo, Ulises Bretaña Hevia ha explorado en su obra pictórica el tema de la comercialización del budismo.

Latin Buda de Bretaña Hevia. Fuente: https://www.artelista.com/obra/9618882322757305-latinbuda.html

Resaltan igualmente las resonancias búdicas con las que en varias obras de un creador reiteradamente interesado en el zen, Michel Blázquez, se reviste a la figura de José Martí.

Zencillo de Michel Blázquez. Fuente: https://www.pinterest.com/pin/346566133798242048/

Entre los pintores actuales también hay artistas que no solo se inspiran artísticamente en el budismo, sino que también se implican de modo activo en su práctica. Por ejemplo, Dausell Valdés, quien afirma: «Desde muy niño practico la filosofía oriental, la filosofía zen. Y estoy muy marcado por ella.» Al grado que su primer autorretrato se titulaba La clave budista. ****

Dausell Valdés Yin Yang Fuente: http://www.lajiribilla.co.cu/2004/n183_11/mirada.html

Igualmente, la artista Glenda Salazar, practicante de budismo tibetano, aprovecha diversos elementos naturales para crear mandalas y estupas silvestres, y mediante su fotografía pretende reflejar «la conexión de los seres vivos con las cosas universales». *****

Arte naturaleza de Glenda Salazar Fuente:

Pero el pintor cubano con el bagaje teórico más especializado en el estudio del arte budista es Rubén Fuentes González, autor con múltiples exposiciones en Francia, España, EEUU y otras naciones, vinculado a prestigiosas galerías de París y Shanghái. Fuentes, quien se doctoró en Valencia con un estudio especializado sobre la influencia del zen en la plástica cubana, también cede su valioso tiempo e impresiones a BDE. ******

Preguntado sobre «¿Cómo se involucra usted en el budismo y el zen?», Fuentes refiere que desde la adolescencia se interesó en lecturas sobre filosofía oriental y teosofía en su natal Matanzas, y expresa que el dharma «me daba una respuesta inmediata sobre el origen del sufrimiento relacionado al concepto de dukkha y la posibilidad de su cesación o transmutación.» Sin embargo, su contacto directo con el budismo zen fue en el 2000, cuando conoció a Gustavo Pita Céspedes, su futuro profesor de filosofía en el Instituto Superior de Arte (ISA) de la Habana, y luego su amigo personal.

Pita, un legendario intelectual cubano, maestro de aikido y traductor de japonés, al poder «acceder directamente a las fuentes bibliográficas originales y a maestros zen rinzai nipones, es uno de los mayores expertos cubanos en el budismo zen. Recuerdo como si fuera ayer escribiendo en la pizarra blanca del ISA los ideogramas del Mumonkan 無門 關, Barrera sin puerta, la famosa compilación de koans que data del siglo XIII.»

«Posteriormente—sigue narrando Fuentes—hacia el 2006 conocí en La Habana el dojo soto zen fundado por Stephan Kosen Thibaut, un discípulo francés del maestro Taisen Deshimaru. Allí aprendí los primeros fundamentos de la meditación, la postura de zazen, el concepto de shikantaza (sentarse sin más o simplemente sentarse). Y como tanto bien me ha hecho, continúo practicando al día de hoy.»

BDE: ¿Es para usted el budismo una simple fuente externa de motivos artísticos, o una práctica espiritual interna expresada en cuadros?

RFG: «Para mí, la pintura en los últimos años es en sí misma una práctica meditativa. Cuando pinto siento en muchos momentos una gran sensación de paz y serenidad interior, se acaban los conflictos internos y simplemente vibra la vivencia de la felicidad. Si la palabra satori, según tengo entendido, significa comprensión y está directamente relacionada al despertar espiritual, creo que la pintura es un camino en esa dirección.»

El propio pintor describe que en su técnica el zen tiene una presencia difícil de aislar o delimitar, pues él utiliza consuetudinariamente «el vacío, la simplicidad, el misterio de las brumas en el paso de la forma a la no forma, la espontaneidad de un trazo único como punto de partida…»

Rubén Fuentes Lo que vi en las proximidades de Kanagawa Fuente: https://galeriefelli.com/artiste/ruben-fuentes/

Fuentes cita a otros jóvenes pintores cubanos «que son o practicantes de alguna de las ramas del budismo, o bien han tenido influencias de éste: Irving Vera Chirino, Michel Pérez, Darwin Estacio, Alejandro Campins, Yornel Martínez.» Y añade como conclusión: «Aunque nací en una cultura cristiana, cuando me preguntan siempre digo que soy budista. La enseñanza de Buda es tan profunda que cualquier palabra la distorsiona, así que mejor me detengo aquí…»

Como ejemplo final de las motivaciones que múltiples artistas plásticos cubanos actuales encuentran en el dharma, resalta Alberto Hernández Reyes, quien ha expuesto su obra pictórica en diversas galerías de Cuba, EEUU y Europa. Este nos narra en una entrevista cómo su arte mutó luego de una experiencia «casi extática» con la naturaleza, la cual procuró volcar en su pintura. ******* Así, su primera exposición relevante, «Impermanencia», intentaba reflejar los principios budistas a partir de los paisajes de la Isla.

Alumno del notorio yogui Pimentel, su creciente familiarización con el dharma nacida del interés en el zen y la práctica de vipassana, le hizo transitar desde una copia mimética de su entorno, a la adopción de perspectivas colmadas de brumas y enrarecidas. Abundan en sus cuadros las «formas que se metamorfosean: la nube se transforma en árbol y el árbol en nube (…) los primeros planos se confunden con los últimos…». Predominan tonos sepia en una limitada gama de colores sugiriendo, según él, un ambiente onírico, austero, libre de distracciones e integrando todos los elementos del paisaje en una armonía holística, la cual pretende concentrarse en ideas, no en figuras.

Origen (2021). Foto cortesía Alberto Hernández

Ahora el paisaje ya no es una copia sino una expresión mental, la de un «estado de gracia frente a la naturaleza» y de nociones filosóficas búdicas. Pues transmite cómo «todo se transforma y está condenado a la extinción, sin que exista realidad fija o permanente, sino que todo se halla en constante cambio». Tal impermanencia, según él, no es verbalizada ni intelectiva, sino captada mediante la meditación.

«Toda mi obra—concluye Reyes—está imbuida de esa visión interior que procura expresar ese estado meditativo al cual uno llega en determinados inefables momentos de la práctica, durante los cuales uno se fusiona con el todo y no existe separación. Uno solo está conectado con la totalidad, mientras todo fluye en un flujo constante.» 

Tiempo es de cerrar este recorrido por el budismo en la plástica cubana, y lo haremos acudiendo nuevamente a Zaida del Río.

Naturaleza búdica 2003. Fotografía cortesía Zaida del Río.

BDE: ¿Algo más que desee comunicar a los seguidores de BDE?

ZDR: «Que sean libres de escoger y de elegir, pero que dentro de la libertad personal que todos tenemos y a la cual tenemos derecho por estar en este plano, pues, acercarse a estas culturas es siempre de una gran sabiduría y de una gran riqueza (…) El hecho de sentarte contigo mismo, al menos media hora, vaciar la mente o llenarla de luces y de colores como es la meditación en el camino del diamante, dirigidas o no, es algo que todo el mundo debería hacer para aquietar su espíritu, para tener paz interior, para tener salud física, mental o espiritual, y para poder acceder a mundos que no imaginamos. Y esto la mente lo agradece porque después tenemos muchas horas en el día para problemas, situaciones, vivencias, movimiento. Así que el hecho de aquietarse al menos unos minutos, lo que pueda cada persona, es de gran valor y te ayuda a la postura y a tus órganos internos, y, por consiguiente, a todo. Es lo que puedo decir: que mi experiencia personal ha sido de gran riqueza y que yo nunca abandono la meditación y la práctica.»

*Entrevista vía WhatsApp 4 enero 2022.

**Fuentes, p. 255.

***Mata HTML s/p. Consultar también <https://www.hypermediamagazine.com/arte/artes-visuales/challenges-del-arte-emergente/reinicioenfrio-con-luis-enrique-milan-boza/>.

****Ubieta HTML s/p.

*****IPS Cuba HTML s/p.

******Entrevista vía email 10 enero 2022.

*******Entrevista vía WhatsApp 21 diciembre 2021.

REFERENCIAS:

FUENTES GONZÁLEZ, Rubén. Influencias zen de las pinturas monocromas orientales en obras de los artistas cubanos Tomás Sánchez, Leandro Soto y Rubén Fuentes. (tesis doctoral) Universitat Politècnica de València & Facultat de Belles Artes de Sant Carles, junio 2015. <https://www.academia.edu/keypass/VnNzSHE2ZGVlb0w0RlF4WGtkcjVMb21EOXhYYXpzcUZXd2EvNVlZZjR1OD0tLWJGSlJoZ0w4cXNXVVpiZmU3ZGhIRkE9PQ==–044e4dff097db6d7bf9cb5bd6e192c0981b4fa02/t/h3Lbt-P5hGWE0-bwxbJG/resource/work/53219916?email_work_card=interaction-paper> (consultado 10/01/2022).

IPS CUBA. La ventana de Glenda Salazar.  Inter Press Service en Cuba, 31 mayo, 2014 <https://www.ipscuba.net/archivo-espacios/setenta-x-70/diario-fotografico/la-ventana-de-glenda-salazar/> (consultado 20/01/2022).

MATA, Jorge. Mutaciones de lo sagrado. blog tuyomasyo 5 junio 2019 <https://tuyomasyo.blogspot.com/2019/06/?view=classic&m=1> (consultado 17/01/2022).

UBIETA GÓMEZ, Enrique. «Dausell Valdés: “Soy un pintor de ideas”» 5 enero 2013. <http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2013/01/dausell-valdes-soy-un-pintor-de-ideas.html?m=1> (consultado 17/01/2022).

Pueden leer la quinta parte de esta serie aquí.

Douglas Calvo Gaínza (La Habana, 1970).

Escritor y periodista residente en Cuba. Traductor e investigador de filosofía y religiones, con varias maestrías y un PHD sobre dichas temáticas. Estudia budismo desde el 2002 y es colaborador de Buddhist Door desde el 2020.  

This Post Has One Comment

  1. Tao

    Muy interesante texto también, la interpretación de la gran ola de Kanagawa me parece sublime.

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