Cursos, talleres y retiros de mindfulness y compasión - Una entrevista a Dharmakirti, fundador de la Asociación Respira Vida Breathworks
Caridad Martín Nieto
Dharmakirti Sebastián Zuázquita es profesor certificado por el Instituto Breathworks, Inglaterra. Responsable de la formación internacional de profesores de Mindfulness y Compasión MBPM (Mindfulness-Based Pain Management) en España y en Latinoamérica. Es el fundador y actual director de la Asociación Respira Vida Breathworks.
Es Máster en Mindfulness por la Universidad de Zaragoza, Coach Ontológico certificado por el Instituto de Especialización en Coaching y Licenciado en Geología por la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Córdoba,Argentina. Es profesor del Máster de Mindfulness en la Universidad de Zaragoza y del posgrado en Terapias de Tercera Generación del Instituto de Psicología Portuguesa. Es miembro co-fundador de la Red Española de Programas Estandarizados de Mindfulness y Compasión y de la Asociación Meditación y Ciencia.
Desde 2001 practica y estudia filosofía budista en el contexto de la Orden Budista Triratna. Ha sido gerente del Centro Budista en Valencia (España) y ha participado en proyectos de traducción de autores como Analayo, Sangharákshita y Vidyamala Burch.
Buddhistdoor en Español: Dharmakirti, usted es un referente en el movimiento mindfulness tanto en España como en Latinoamérica. Nos gustaría saber más sobre su trayectoria. ¿Cómo llega al dharma y a la meditación mindfulness?
Dharmakirti Zuázquita: «Vivía en Córdoba, Argentina en el año 1995, cuando por primera vez al inicio de una clase de yoga, la profesora nos puso en un círculo, nos hizo cerrar los ojos y observar nuestra respiración. Fue una experiencia desbordante, pues a pesar de que era algo sencillo, me dejó con la sensación de que había topado con algo especial. El yoga, no siendo dharma en sí mismo, me abrió las puertas a una manera rudimentaria de meditación.
Pero realmente cuando accedí al dharma fue en el año 2001 cuando, viviendo en Londres, me llegó una información donde se anunciaba un retiro budista gay en Escocia. Me pareció una propuesta radical. Como gay tenía una visión bastante nihilista teñida con la homofobia social y religiosa imperante en aquella época. Me sorprendió la acogida a la diversidad del budismo que alentaba el desarrollo humano y espiritual. Así que asistí a ese retiro.
Cuando regresé a Londres, me uní al centro budista que lo organizó. Empecé a formar parte de grupos de estudio y a practicar meditación regularmente y, sin que me diera cuenta, me fue calando. Por ejemplo, llevaba años intentando dejar de fumar y después de un fracaso tras otro, me sentía totalmente ‘desempoderado’ porque no lo conseguía. Lo intentaba y volvía otra vez. Ya había perdido la fe en mi propio potencial y fue muy curioso, pues cuando decido dejar de fumar dentro del marco de la meditación, sentí una gran confianza y empecé a notar cómo la meditación me ayudaba en ese proceso. Podía observar más mi mente, mis emociones y tomar mis decisiones, no dejarme arrastrar. Fue increíble porque a partir de entonces no he vuelto a fumar y eso fue hace más de veinte años. Y también empecé a conocer a gente sabia y compasiva, con una gran generosidad y, sobre todo, porque veían el mundo de una manera inclusiva.
Más tarde, hice un retiro en España con el mismo grupo budista de Londres, la comunidad fundada en 1968 por el maestro Sangharakshita: La Orden Budista Triratna. En el 2002 tenían varios proyectos y me incorporé a trabajar en una tienda de regalos éticos en Valencia. Fue muy interesante porque una cosa es vivir el budismo asistiendo a centros budistas y otra cosa es trabajar con budistas, comer con budistas, estar todo el día con budistas y además, me fui a vivir a una comunidad residencial budista. Fueron una serie de cambios que me ayudaron mucho a entender el dharma y ponerlo en práctica: la ética, la meditación, el trabajo y también la comunicación. No tenía pensado el quedarme en España, pero finalmente las cosas se fueron desarrollando de manera tal, que aquí me quedé, en una sangha que me fortalecía y daba significado a mi vida, algo que nunca había experimentado antes».
BDE: ¿Qué es Respira Vida Breathworks? Cuéntanos un poco sobre el trabajo que se realiza, ya que eres su fundador. ¿Cómo son los programas?
DZ: «Respira Vida Breathworks nació a finales del 2007. Por entonces, me di cuenta cuando iba a una cárcel en Valencia de más de tres mil reclusos que, para llevarles meditación requería otra didáctica, pues los reclusos no tenían ninguna inclinación y yo sabía que podían beneficiarse enormemente. Esto me llevó a indagar otras maneras de cómo presentarla. Y empecé a trabajar en ello. Entonces encontré a Vidyamala Burch, fundadora de Breathworks. Ella es también miembro de Triratna y su programa está basado en su propia experiencia con el dolor crónico. Hice la formación con ellos en Inglaterra durante un año completo.
Nuestro enfoque principal es formar profesores para impartir el programa Mindfulness y Compasión para la Salud (MBPM). Sabemos que es una profesión emergente, algo completamente nuevo y hay mucha confusión en ello, también desde la perspectiva de las comunidades budistas que, obviamente tienen recelo del movimiento mindfulness, cosa que entiendo perfectamente porque yo formo parte de una comunidad budista. Hay confusión además por parte de la sociedad, al tratarse de algo desconocido. Nosotros intentamos definir quien está capacitado para enseñar mindfulness de una manera ética, rigurosa y con profundo conocimiento de lo que está haciendo. Esto es una preocupación fundamental desde el nacimiento de Respira Vida Breathworks. Actualmente Latinoamérica es nuestra área más importante de crecimiento. Tenemos sede de Respira Vida Breathworks en México desde 2014, y en Brasil desde 2018. Este año 2020 empezaremos actividades en Colombia y Guatemala y tenemos profesores que se han formado con nosotros en muchos países latinoamericanos, donde somos un referente».
BDE: Respira Vida Breathworks forma además parte del grupo Meditación y Ciencia y participa en congresos de mindfulness activamente. ¿Puedes ampliarnos más sobre ello?
DZ: «Este año participamos en el VII Congreso Internacional de Mindfulness, organizado por la Universidad de Zaragoza y es bajo el tema La importancia de la tradición en mindfulness y la compasión con la participación de diferentes tradiciones budistas.
También formamos parte de un grupo internacional e interdisciplinar para la promoción, investigación y enseñanza de las intervenciones basadas en mindfulness, como cofundadores de la Asociación Meditación y Ciencia que, salvando las distancias, es nuestra versión del Mind & Life Institute, pues pensamos que el puente y diálogo entre la tradición contemplativa y el movimiento mindfulness es fundamental.
Tenemos en marcha diferentes proyectos de investigación del programa Mindfulness y Compasión para la Salud (MBPM). Por ejemplo, uno que se está aplicando al personal sanitario de un hospital en Porto Alegre (Brasil). En pacientes oncológicos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Valencia (España); la aplicación del programa de pacientes con dolor crónico en la Universidad del País Vasco y una investigación sobre la pedagogía y didáctica de nuestros programas en colaboración con la Universidad de Sao Paulo».
BDE: Nos dices que vuestro trabajo principal es la formación de profesores de mindfulness ¿puedes contarnos algo más sobre ello y lo que incluye?
DZ: «En los cursos de formación de docentes MBPM, estamos trabajando alineados con los estándares de calidad y directrices establecido por la Red Española de Programas Estandarizados Mindfulness y Compasión que a su vez coinciden con los estándares internacionales. Hay un modelo de competencias docentes que crearon un equipo de la Universidad de Bangor y Oxford, llamado MBI:TAC que le da mucha solidez, rigor y profundidad nuestra formación.
Incluimos en nuestros cursos material de tradición budista para explorar y profundizar; como las Cuatro Verdades Nobles, el Óctuple Sendero, o las Cuatro Actitudes Sublimes, o el Satiphattana Sutta pues creemos que son los cimientos de mindfulness y compasión.
Las comunidades budistas pueden ser a veces muy cerradas, con un bagaje cultural fuerte y anacrónico. Se ha hecho mucho progreso por sacar a la luz la esencia de las enseñanzas y con lenguaje adaptado a nuestra cultura local, pero todavía queda por hacer. El ser humano es un ser muy complejo, multidimensional y creo que es importante contar con elementos rituales que conecten con la imaginación, con intuiciones y que despierten no solo la mente intelectual. Pero, ¿cómo quitar esas capas de cosas que son culturales de un país, costumbres, y comunicar lo que es esencial?
En el año 2016, junto con un grupo de investigadores tuve la oportunidad de conocer en persona a Jon Kabat-Zinn y nos contó que cuando él creó el programa de mindfulness buscaba un nombre simple, libre de connotaciones religiosas y esotéricas. Él quería también que esa palabra indicara algo que encapsulara la visión del contenido del programa y que el nombre ideal hubiera sido simplemente “dharma”. Esto es una anécdota que nos hace dar cuenta de que eso que llamamos “mindfulness y compasión”, tiene un origen y un fundamento que es comunicar el dharma. Es decir, aplicar la esencia de enseñanzas y herramientas que nos ayudan a transformarnos y liberarnos del sufrimiento tanto para lo que son budistas como para lo que no lo son. Eso es lo que es para mí».