¿Será que Māra tiene un jacuzzi en nuestra casa?
SANDRA RAMOS AMÉZQUITA & SAYALAY UTTARA
Distintas culturas han representado las aflicciones mentales [i] de diversas formas. Algunas veces se refieren a ellas de forma más explícita en la vida cotidiana y muchas otras suelen ser representadas por símbolos y personajes míticos. En la tradición budista, las aflicciones mentales pueden ser representadas por la figura de Māra. En los textos budistas se menciona a Māra no como una figura simbólica, sino como el rey de los infiernos. En la actualidad, particularmente cuando se comparte el dhamma [ii] a comunidades occidentales, Māra se utiliza como un símbolo que representa la aversión, el apego y la ignorancia, los tres venenos que nos alejan de la liberación del sufrimiento.
El sufrimiento lo experimentamos a diario en diversos niveles, algunos días mucho menos que otros. Es común experimentar el deseo de que las cosas no sean como se están presentando, queremos que algo cambie o que algo continúe. Por ello, Sayadaw U Tejaniya escribió un libro titulado, No menosprecies tus impurezas mentales, ellas se reirán de ti. Sayadaw intenta decir que lo más importante es poner mucha atención a nuestra vida cotidiana, vivirla con atención plena (sati) y sabiduría (paññā), de lo contrario, es probable que las aflicciones mentales rijan nuestra vida y decisiones.
El peligro de no vivir con sati es que notemos que nuestras vidas tienen muchos problemas y sufrimiento. Hay que ser muy cuidadosos sobre los juicios, los comentarios mentales para identificar cuando una aflicción mental ha aparecido, cuándo está a punto de aparecer o ya nos ha dominado. Es posible que tengamos un concepto de nosotros como seres en control de nuestra vida sin percibir que realmente Māra ha construido un jacuzzi para él en nuestra mente acompañado de los tres venenos.
Nuestra tarea es notar cuando tengamos los tres venenos (apego, aversión e ignorancia) en nuestra mente y no creer que son pensamientos nuestros, sino simplemente un proceso natural en acción, aplicando así una actitud de beneficio para nosotros (sammā-diṭṭhi). Observar nuestras propias aflicciones mentales es un proceso incómodo, solitario. Por ello, muchas personas prefieren no notar que Māra ha hecho de nuestra vida una fiesta para dosa, lobha y moha. [iii] Por lo que no es una tarea que los meditadores decidan hacer a voluntad, sino más bien una que muchos decidimos evadir.
Yuval Noah Harari (2018), menciona su experiencia la primera vez que meditó: «Lo primero que aprendí al observar mi respiración fue que, a pesar de todos los libros que había leído y todas las clases a las que había asistido en la universidad no sabía casi nada sobre mi mente y tenía muy poco control sobre ella. Aunque me esforzaba mucho, no lograba contemplar la realidad del aire de mi respiración al entrar por los orificios nasales y al salir de ellos durante más de diez segundos sin que mi mente empezara a vagar. Durante años viví con la impresión de que era el dueño de mi vida y el director general de mi propia marca personal. Pero unas pocas horas de meditación bastaron para mostrarme que apenas tenía ningún control sobre mí mismo. Yo no era el director general, casi ni era el portero. Se me pidió que me situara en el portal de mi cuerpo (los orificios nasales) y simplemente observara lo que entraba y salía. Pero a los pocos instantes perdí la concentración y abandoné el puesto» (p. 424).
Que no notemos esta dificultad que menciona Harari no significa que no esté allí. Las aflicciones mentales existen en todos lados y son tan escurridizas que buscan los mejores argumentos lógicos para entrar en las puertas, ventanas o grietas de los edificios de nuestra mente. Por ello, es importante estar atentos a los comentarios de nuestra mente, pues probablemente las aflicciones mentales ya hayan hecho una completa comedia/tragedia con nuestra vida.
También es importante ser cautelosos con el tipo de ideas que fomentamos en las religiones. Si no tenemos suficiente control sobre los pensamientos en nuestra mente ¿¡cómo podríamos tener control sobre lo que pasa en nuestras casas de dhamma!? En el libro de Satán, Yehuda Berg (2017) comenta que Satán (alias Māra) tomó las enseñanzas de los seres más sabios del mundo, incluido el Buda y distorsionó sus enseñanzas.
«Tomé sus herramientas y creé una de mis obras maestras: la religión […] esa fue mi mejor invención. La religión me protege. Oculta mi verdadera identidad. Propaga la falsa moral. Los mantiene en el camino recto y estrecho, ¡en la estrechez mental! […] Me agarro de la mente de los virtuosos, animándoles a adherirse ciegamente a dogmas y doctrinas, mientras que se olvidan de su propósito real […] ustedes culpan a un diablo [Māra] externo de todos los problemas del mundo. Pero, el verdadero adversario ha instalado su residencia dentro de ustedes. Su único error [el de los humanos] es confundirme con ustedes mismos» (p. 54-55).
Lo anterior, se expresa concretamente en cómo se ha desarrollado el tema de género en el mundo budista, por ejemplo. La presencia y aportaciones de las mujeres en el budismo theravada han sido poco documentadas y los escritos que tenemos sobre las grandes hazañas de nuestras hermanas en el dhamma han tenido poca difusión.[iv] En general, ha resultado más difícil para la comunidad de mujeres poder dedicarse a una vida consagrada al dhamma, ya sea como laica o como monástica. En pocas palabras, la relación de los roles de género en el budismo ha sido complicada.
Beth Upton (2022), menciona que una de las razones por las cuales las relaciones entre personas pueden ser complicada es por el grado de orgullo al interactuar unos con los otros. Māna es la palabra para el orgullo en pali y quiere decir medir. Cuando una persona se acerca a otra con māna mide a la otra persona como: menor, mayor o igual a él o ella, pero al medir está olvidando el sentir del otro y la posibilidad de conectar de forma profunda con este otro. De esta forma, māna promueve la separación entre personas. Un antídoto para māna son las Brahma-vihāra o la práctica de vipassanā. Si alguien genuinamente está practicando mettā,[v] también va a evitar experimentar māna.
Es importante reconocer el tipo de sufrimiento que genera māna, pues muchas veces pasa desapercibido. El tipo de sufrimiento causado por un sentimiento de superioridad y orgullo en ocasiones suele ser catalizado por miedo, inseguridad y sentimiento de pérdida. Puede ser miedo a perder poder, control, dominio, reconocimiento etcétera. El miedo en sí es aversión (dosa) en acción y cuando hablamos sobre dosa ya estamos en territorio de Māra. Por eso, no es sorprendente que Māra se encuentre infiltrado en lo más profundo de nuestras casas de dhamma, generalmente está infiltrado hasta en el más íntimo pensamiento de nuestra mente. De esta forma, para poder orientarse en un mapa, debemos conocer nuestra posición dentro del mismo y en relación con la posición de las mujeres en el budismo, podemos decir que parte de lo sucedido en la historia del budismo, ha sido Māra ganando la batalla a través de ego, orgullo, dominio, control, miedo y mucho sufrimiento, justamente porque no hemos reconocido los venenos en la mente antes de que dominen nuestro impulso a tomar acciones.
Sandra G. Harding (2004), mencionaba que la mejor herramienta de alguien que no ha nacido en un cuerpo que recibe la mayoría de los privilegios, es que se da cuenta de las fallas o grietas que tiene el sistema. Una persona que vive frecuentemente experiencias de privilegio difícilmente se dará cuenta en dónde la teoría tiene grandes contradicciones, en dónde hay inconsistencias o argumentos sin fundamento, incluso será milagroso que camine hacia reconocer sus privilegios y compartirlos con otros. [vi] En este tenor, te invitamos a investigar en tu propia vida cotidiana, particularmente en las situaciones en donde existe diferencia de privilegios ¿cuántas veces Māra ha toma el control?
A pesar de la presencia de Māra en las historias de las mujeres en el budismo, estas historias también han producido gran inspiración, sobre todo, cuando han optado por entregarse a la práctica con compromiso, obteniendo los mayores logros. Han dejado a un lado la controversia y la crítica de la diferencia entre géneros y han mostrado como ambos sexos pueden obtener los mismos resultados en el camino del Dhamma. El Buda mismo lo expresa con claridad en el siguiente párrafo.
Lleno de compasión Ananda (su primo y asistente), le preguntó al Buda:
«¿Es una mujer capaz de obtener el fruto de la entrada en la corriente, o del retorno único, o del no retorno, o del estado de arahant, si deja la vida doméstica y se dedica a la vida sin hogar siguiendo las enseñanzas del Buda?»
A lo que el Buda respondió afirmativamente. Entonces Ananda dijo:
«por lo tanto, sería bueno si el Bendito permitiera a las mujeres dejar el hogar para entrar a la vida del Dhamma siguiendo la enseñanza del Buda.»
En respuesta a esto el Buda accedió a establecer la orden de monjas.
Si nos situamos en la sociedad india de hace 2500 años atrás, esto fue un paso muy importante favoreciendo un acercamiento entre la situación de ambos géneros.
Otros inspiradores ejemplos son las historias de las Bhikkhunis Uppalavanna y Khema, las principales discípulas mujeres del Buda. La primera sobresaliendo por su poder psíquico; la segunda, en sabiduría (AN 1, cap. 14). El Buda las consideró modelos y ejemplos para que todas las monjas, el referente contra el cual otras monjas podrían evaluarse a sí mismas (SN 16: 24). Otro ejemplo es Visakha, quien fue la principal discípula laica del Buda Gautama. Visakha había construido un monasterio para el Buda que se conoce como Migaramatupasada cerca de Savatthi. También tenemos el ejemplo contemporáneo de Mae Chee Kaew, esta brillante arahant, monja tailandesa que fueampliamente reconocida por maestros de gran importancia como Ajaan Mum y Ajaan Maha Boowa, quienes comentaron lo siguiente en la ceremonia Mae Chee Kaew:
«En esta auspiciosa ocasión estamos honrando a Mae Chee Kaew, una noble discípula de Ajaan Mun cuyos huesos ahora se han transformado en exquisitas reliquias de cristal. El logro de la condición de Arahant no se basa en el género. Cuando cualquier persona, ya sea hombre o mujer, logra eliminar todas las impurezas mentales a través de la perfección de la virtud espiritual, esa persona se convierte en un arahant. Todos nosotros debemos esforzarnos por seguir el excelente ejemplo que Mae Chee Kaew estableció al perfeccionar la virtud espiritual dentro de nuestros propios corazones. Un respeto sincero por su logro espiritual supremo es equivalente a adorar al Señor Buda, el Dhamma y la Sangha. Podemos refugiarnos en su pureza inmaculada.»(p. 28)
En el mundo hispanohablante, tenemos la oportunidad de construir el camino que consideremos de mayor beneficio para todos los practicantes de esta linda lengua. Un camino lo suficientemente humilde que nos ayude a descubrir cuando Māra se ha escondido en nuestras opiniones, al mismo tiempo con la suficiente energía (viriya) y mettā para seguir adelante. Un camino en donde se marquen claros límites cuando se generan argumentos que dañen o limiten el camino de otros en el despertar pero, al mismo tiempo, abierto para acoger las enseñanzas que realmente nos puedan hacer despertar. Lo que necesitamos primero es saber en qué territorio estamos parados para comenzar a vislumbrar un camino. Y el caminar en dicho trecho debe de ser una caminata llena de buenos amigos, como los cinco factores espirituales: saddhā, viriya, sati, samādhi y paññā con una observación constante para cuando Māraentre en escena y evitar que construya un nuevo jacuzzi en nuestra casa.
Que estas palabras nos inspiren a mujeres y hombres a entregarnos sin reservas a perfeccionar la virtud espiritual en nuestros corazones.
Agradecimientos
Las autoras agradecen profundamente la invitación a colaborar en la revista por parte de Daniel Millet y Aleix Ruíz Falqués. También agradecemos mucho a Irais Moreno, Khanti, Ana María Amézquita por su apoyo en el artículo. Un agradecimiento particular a Catalina Acosta quien nos apoyó con sus hermosas ilustraciones. Quisiéramos agradecer a todas y todos los practicantes que han inspirando nuestra práctica y nos apoyan a continuar.
[i] Las aflicciones mentales se refieren a estados mentales que afligen a la persona. Las aflicciones mentales son: aferramiento (loba), aversión (dosha) e ignorancia (moha). También son conocidas como los tres venenos.
[ii] El dhamma se refiere a la ley natural, la naturaleza que hace alusión la doctrina budista.
[iii] Ver nota al pie número 1.
[iv] “Si bien nos hubiera gustado incluir estudios de mujeres individuales comparables en profundidad y detalle a los estudios de los hombres, el material rara vez se prestaba a algo más completo que breves bocetos centrados en los eventos que llevaron a las mujeres a buscar refugio en el Buda y su vida. Experiencias de iluminación. A veces, lamentablemente, ni siquiera había tanto material a mano”. (Bodhi, 2003, p. 38)
[v] Amor benevolente
[vi] En la epistemología desde el punto de vista se sostiene que los los grupos marginados tiene cierto “privilegio epistémico” debido a que pueden entender el mundo excluyendo posibles distorsiones de los grupos dominantes (Harding, 2004).
Referencias
Berg, Yehuda. 2017. Satán: una autobiografía. Los Ángeles: Khabbalah Center Publishing. ISBN 9781571896490.
Bodhi, Bhikkhu, ed. 2003. Great Disciple of the Buddha: their lives, their work, their legacy. Massachusetts: Wisdom publication. ISBN: 978-0-86171-381-3.
Harari, Yuval Noah. 2018. 21 lecciones para el siglo XXI. Debate. ISBN 1949061000.
Harding, Sandra G., ed. 2004. Feminist Standpoint Theory Reader. New York: Routledge.
Sīlaratano, Bhikkhu Dick. 2009. Mae Chee Kaew: Su viaje hacia el despertar espiritual y la iluminación. Tailandia: Forest Dhamma Publication. ISBN 978-611-90205-0-4.
Tejaniya, Ashin. 2008. Don’t Look Down On The Defilements, They Will Laugh At You. Selangor, Malaysia: Auspicious Affinity.
Upton, Beth. 2022. What make relationships difficult: pride. Cycle of talks: dhamma in relationships. Centro de Meditación Theravada.
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Catalina Acosta, ilustradora basada en Colombia, trabaja en medios digitales, acuarela, tinta y lápices de color. Dedicada a la caligrafía e ilustración desde el 2015. Puede contactarse en [email protected]