Por primera vez en la historia moderna las mujeres reciben la ordenación completa en el budismo tibetano
DAMCHO DIANA FINNEGAN Y JAMPA TSEDROEN (CAROLA ROLOFF)
(23 de junio de 2022) La primera ceremonia de ordenación completa de mujeres en el budismo tibetano en los tiempos modernos ha concluido hoy en Bután. A petición del Rey de Bután, Je Khenpo, el jefe espiritual de la mayor escuela budista de Bután, la Drugpa Kagyu, presidió una ceremonia para conceder los votos de bhikshuni (monja completamente ordenada) a 146 mujeres.
Esta iniciativa supone un gran paso para abordar la desigualdad entre hombres y mujeres en el monacato budista tibetano. Hasta ahora, a las mujeres solo se les concedía la ordenación de novicias, mientras que los hombres podían recibir la ordenación completa, de modo que las mujeres nunca podían asumir funciones plenas dentro de la orden monástica.
Este acontecimiento histórico establece por primera vez una sangha bhikshuni (una orden de mujeres plenamente ordenadas) dentro del budismo tibetano. Hasta ahora, los principales líderes del budismo tibetano, como el Dalai Lama y el Karmapa, se han pronunciado públicamente a favor de conceder la ordenación plena a las mujeres, pero no han llegado a organizar una ordenación de bhikshuni para las mujeres de sus comunidades.
En una declaración, Je Khenpo enmarcó su decisión de ordenar monjas plenamente dentro del objetivo de «servir a los seres sensibles a través del Dharma del Buda, incentivar la libertad religiosa y ayudar a los derechos humanos». Y añadió: «…en estos días, cada vez que miro las imágenes de Buda Shakyamuni, todas ellas parecen sonreírme radiantemente, lo que creo que es un primer indicio que me indica que lo que estoy haciendo no está mal. Tengo la firme convicción de que dirían “¡esto es excelente!” y nunca dirían “esto no está bien».
Los budistas butaneses practican el budismo tibetano, aunque la jerarquía eclesiástica de sus comunidades monásticas es distinta de la de los tibetanos en el exilio, para quienes el Dalái Lama representa la autoridad suprema en asuntos religiosos y políticos. La medida ha obtenido una extensa base de apoyo en los niveles más altos de la sociedad laica butanesa y su jerarquía monástica.
Su Majestad el 5º Rey de Bután, Drukgyal Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, había solicitado formalmente a Je Khenpo la ordenación de bhikshunis. Su Majestad el 4º Rey, Drukgyal Jigme Singye Wangchuk, y Su Majestad la Reina Madre (Gyalyum) Tshering Yangdoen Wangchuck se encontraban entre los presentes demostrando su apoyo activo a este evento. Su Majestad el 4º Rey de Bután se desplazó al lugar de la ordenación y pronunció un largo discurso en el que animó a las monjas a dar este paso histórico.
Esta expresión pública de apoyo por parte de los niveles más altos de la sociedad butanesa, así como del más alto nivel de apoyo monástico, constituye un buen presagio para que esta sangha de bhikshunis reciba el apoyo social que le permita prosperar. Aunque el propio Buda concedió la ordenación plena a mujeres y, de hecho, una orden de mujeres plenamente ordenadas floreció durante muchos siglos en la India, en los tiempos modernos esa oportunidad no se ha encontrado a disposición de las mujeres dentro del budismo tibetano.
La ordenación se celebró en un lugar especialmente habilitado en Taktsang, uno de los famosos lugares sagrados de peregrinación en Bután. Los presentes afirman haber contemplado cómo varios arco iris rodeaban el sol durante la ceremonia, la cual comenzó en el solsticio de verano.
Se ha puesto el máximo cuidado en que el ritual fuese realizado de forma precisa. Según el código monástico, las mujeres han de ser ordenadas en grupos de tres. Dado el gran número de candidatas a recibir la ordenación completa, se necesitaron tres días para completar los requisitos rituales de las 146 nuevas bhikshunis. Las monjas habían recibido enseñanzas preparatorias de Je Khenpo antes de la ordenación, y ya se han puesto en marcha planes para formar a las monjas en su nuevo papel como titulares de los votos de bhikshuni, de forma que puedan consolidar su recién estrenado papel como monjas plenamente ordenadas.
La mayoría de las candidatas procedían de conventos de todo Bután, con algunas mujeres procedentes de conventos de países vecinos y una monja inglesa residente en Bután. También estuvo presente en Bután, para la ordenación, Jetsunma Tenzin Palmo, defensora desde hace tiempo de la plena ordenación de las mujeres. Jetsunma es fundadora del Comité para la ordenación de bhikshunis, ex presidenta de Sakyadhita y fundadora del convento Dongyu Gatsal Ling (DGL), también de la escuela Drukpa Kagyu. Las monjas de DGL se hallan entre las que han recibido sus votos de bhikshuni en esta ceremonia.
Dirigiéndose al 4º Rey de Bután, Jetsunma dijo: “Su Majestad fue muy franco en la importancia de elevar el estatus de las monjas para que sean iguales a los monjes”.
Entrevistada por la Dra. Tashi Zangmo, directora de la Fundación de Monjas de Bután, una monja comentó que ya no tendría que rezar para renacer como monje, pues ahora, con esta ordenación, se cumplía todo para alcanzar la iluminación en forma femenina.
En 2007, durante una conferencia en la Universidad de Hamburgo convocada a petición suya, se presentaron al Dalai Lama dos opciones válidas para conferir la ordenación plena a las mujeres según el código monástico Mulasarvastivada Vinaya, el cual siguen todos los budistas tibetanos. Los eruditos del Vinaya que se habían reunido en la conferencia coincidieron en que a las mujeres se les podía conceder válidamente los votos de bhikshuni en una ceremonia en la que solo participaran monjes plenamente ordenados de la orden monástica del budismo tibetano, o bien los votos podían ser conferidos por una reunión doble de monjes tibetanos y monjas plenamente ordenadas de las distintas órdenes Dharmagupta de China, Corea y Vietnam. Sin embargo, al final de la conferencia, en una audiencia privada con los organizadores de la misma, el Dalai Lama explicó que no consideraba que se pudiera proceder en ese momento debido a la fuerza de la oposición a la ordenación plena de mujeres por parte de los monásticos masculinos de su orden tibetana.
La ceremonia de ordenación celebrada hoy en Bután ha seguido la primera de las dos opciones válidas para conceder los votos de bhikshuni a las mujeres según el código monástico Mulasarvastivada que siguen los budistas tibetanos: la ordenación únicamente por parte de la sangha monástica masculina. Después de que las mujeres ordenadas hoy hayan mantenido sus votos durante doce años, podrán unirse a los monásticos masculinos para conferir juntos los votos de bhikshuni a futuras generaciones de mujeres.
Esta noticia histórica ha sido anunciada hoy por el Cuerpo Monástico Central de Bután: https://www.facebook.com/1477767432534155/posts/3099129887064560/?flite=scwspnss. El acto de ordenación fue organizado por el Fundación de Monjas de Bután.
Me temo que es una ordenación INVÁLIDA. No se puede revivir el linaje femenino del mulasarvastivada extinguido hace siglos en la India, partiendo del linaje masculino. De lo contrario, los tibetanos lo habrían hecho hace seis siglos. Es una vieja controversia.
Espero que esto no lleve a una situación conflictiva y disruptiva como la que provocó Bhikkhu Brahm dentro de la escuela Theravada.
Socavar el Vinaya es uno de los signos de la era de degeneración del Dharma.
Maravillosa noticia !
No entiendo porque si el
Budha lo hizo no se hace ahora ?
Eso es una contradicción y debe ser subsanada
Bravo