La Luna de Loto: arte y poesía en el camino espiritual de Ōtagaki Rengetsu
FINA IÑIGUEZ
Este artículo forma parte de la edición especial «Mujeres y budismo en los países de habla hispana».
Imagínate en el siglo XIX en Kioto, entonces capital de Japón y sede de la Corte imperial. Eres una hermosa mujer, hija secreta de una geisha y un samurái, adoptada nada más nacer con el nombre de Nobu por un noble oficial laico del templo Chion-in y su mujer. A los 33 años tu histórico de vida está marcado por haber perdido a tu madre adoptiva, dos hermanastros, dos maridos y a tus hijos. Una prueba de superación personal difícil de imaginar. Sin embargo, Nobu eligió el camino de la espiritualidad y encontró refugio en el dharma, combinando arte y devoción para expresar lo efímero e ilusorio de la existencia humana. Se hizo monja budista zen, adoptando el nombre de Rengetsu, que significa «Luna de Loto» y, en su nuevo camino existencial, descubrió al mundo su alma poética, dejando su impronta como calígrafa, ceramista y pintora en bellos objetos cotidianos que están en exposición en el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes de Barcelona hasta el 17 de abril de 2022. Es la primera vez que la obra de Ōtagaki Rengetsu se traslada a Cataluña, gracias a la colaboración con la colección NAEJ. (imagen a la izquierda., Ōtagaki Rengetsu joven, captura de pantalla del vídeo de la conferencia inaugural de John Stevens ©Monasterio de Pedralbes).
Ōtagaki Rengetsu nació en Kioto en 1791. A partir de los 11 años, experimentó de manera dolorosa la impermanencia, sufriendo las sucesivas pérdidas de sus seres más queridos. A los 33 años, y un día antes de la muerte de su segundo marido, decidió apartarse totalmente de la vida secular y hacerse monja. Junto a su padre, que también se había ordenado monje, y a sus entonces dos únicos hijos vivos, un niño y una niña que murieron con 7 y 5 años, se retiró a Makuzu-an, uno de los templos del gran complejo budista de Chion-in, sede del budismo Jōdo shū (Secta de la Tierra Pura) fundado por Hōnen (1133-1212).
La obra de Rengetsu está sin duda marcada por esas pérdidas, pero también por su formación exclusiva, propia de la clase samurái a la que tuvo acceso gracias a su familia adoptiva. Cuando tenía 7 años sus padres la enviaron a servir al castillo de Kameyama, cerca de Kioto y allí, durante los nueve años siguientes, aprendió artes marciales, caligrafía, literatura, poesía, la ceremonia del té, danza, el arte de coser y del ikebana (arreglo de flores). Una educación basada en la disciplina, uno de los pilares de la cultura samurái, llegando a ser maestra ninja y considerada desde muy joven una guerrera, que sin duda lo fue en los demás aspectos de su larga vida. Tras completar su formación, Rengetsu regresa al templo Chion-in, donde vive y trabaja con su padre.
A los 42 años, tras la muerte de su padre, Rengetsu se queda completamente sin vínculos familiares. Las monjas solas y sin familia no podían quedarse en los templos, así que se ve obligada a abandonar Makuzu-an y buscarse otro medio de vida. Vive en cabañas de la zona de Okazaki, en Kioto, cerca de los santuarios, y aprende a hacer cerámica de manera autodidacta, observando a otros artistas.
Viajera incansable y desapegada, se dice que llevaba todos sus enseres en una pequeña maleta con los utensilios indispensables para sobrevivir haciendo cerámica. Creaba objetos de la vida cotidiana, los decoraba con sus poemas y los vendía para su sustento. Los materiales eran accesibles, barro y agua, que además de baratos estaban al alcance de sus manos. Todo lo demás, inspiración y alma poética, sobradamente la acompañaron el resto de sus días.
Hay un intervalo de 10 años en la biografía de Rengetsu, aproximadamente entre sus 50 y 60 años, en la que no hay apenas información. Se interpreta que en ese período profundiza sus conocimientos sobre cerámica, empieza a pintar y a perfeccionar sus poemas, así como la práctica de la caligrafía. Es también la época en que se acerca al círculo de intelectuales y artistas de Kioto. A partir de entonces, es cuando expresa su desbordante creatividad en miles de cuencos, platos, teteras e incensarios en los que plasmaba sus poemas con una caligrafía firme y elegante—adquirida durante su formación samurái—, en todo tipo de objetos del día a día y para la práctica de las ceremonias del té cha-no-yu y sencha.
Fue la manera que encontró de destacar y propagar su artesanía en una Kioto repleta de ceramistas, sin nunca dejar de pintar y caligrafiar sobre papel. Cuando la gente iba a verla para comprar sus obras, ella les regalaba un tanzaku, poema escrito en papeles alargados y de colores, que también incrustaba en sus piezas.
Los poemas de Rengetsu eran del género waka clásico, siguiendo el patrón de 31 sílabas en versos de 5 líneas siguiendo la cadencia 5-7-7-7-7 y que se caracteriza por una gramática compleja y por emplear referencias literarias e históricas. Es un tipo de poesía con una larga historia en Japón y cuya composición requiere una fundamentada educación literaria. La palabra waka significa «poema japonés» y se diferenciaba de la poesía kanji (poema chino), que era la más conocida por las clases sociales educadas y altas de Japón.
Rengetsu eligió esta forma poética para expresar artísticamente conceptos budistas profundos, como la impermanencia de todas las cosas, así como la alegría y la tristeza, su fascinación por la luna llena de otoño y su conexión con la naturaleza, en la que se sentía integrada. Sus objetos parecen carecer de motivación artística, si no que reflejan el momento vivido sin preocuparse con la perfección, de forma única.
En la imagen de abajo, Rengetsu acompaña la pintura del vuelo de una delicada mariposa con un poema inspirado en un sueño del sabio chino Zhuangzi: «Soy un hombre soñando que soy una mariposa o una mariposa soñando que soy un hombre».
En esta pradera,
entre rocío y flores,
yo me adormezco;
¿quién está soñando con esta mariposa?
A partir de los 75 años se considera que es, probablemente, el período más productivo de la vida de Rengetsu. Es cuando decide establecerse definitivamente en una casa de té, en los jardines del templo Jonko-in, invitada por el monje Gesshin, que había sido un reconocido pintor profesional. Creó miles de piezas. Se dice que en aquella época no había ni una sola casa en Kioto que no tuviera una obra con su firma.
Rengetsu colaboró con varios artistas, entre ellos, el joven artista Tomioka Tessai, de quien fue mentora, caligrafiando sus poemas en hojas de papel con paisajes y objetos de la vida cotidiana de sutil belleza. También llevó a cabo una estrecha colaboración con el monje Gesshin.
A continuación, su poema acompaña una pintura de Gesshin, en la que representa el paranirvana del Buda Shakyamuni.
Rengetsu es considerada una de las mujeres con más talento creativo del Japón del siglo XIX, y un ejemplo de humildad y compasión. Se dice que cuando era ya una artista de renombre, destinaba todo lo recaudado por su trabajo a obras sociales, en un Japón devastado por las hambrunas.
Otra de las historias que envuelven a Ōtagaki Rengetsu hace referencia a su intervención durante la guerra civil de Bishin (1968), cuando a sus 77 años habría impedido un violento ataque al castillo de Jinko-in por un general llamado Saigo Takamori Edo, con este poema:
Los luchadores
y también los vencidos
de alma somos
personas semejantes
de igual tierra noble.
Ōtagaki Rengetsu murió el 10 de diciembre de 1875, a los 85 años, y fue enterrada bajo la sombra de un cerezo plantado por su amigo y pintor Tomioka Tessai en el cementerio del templo Saiho-ji, a las afueras de Kioto. Un templo dedicado al buda Amitābha y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
INFORMACIÓN SOBRE LA EXPOSICIÓN Y ACTIVIDADES PARALELAS OFRECIDA POR EL MONASTERIO DE PEDRALBES
El Monasterio de Pedralbes, en colaboración con la colección NAEJ, presenta la primera exposición de Rengetsu en Europa. La luna de lotus: arte y poesía de la monja budista Ōtagaki Rengetsu está comisariada por John Stevens, máxima autoridad en conocimiento sobre la artista y profesor de estudios budistas y de aikido, y por Ricard Bru, doctor en Historia del Arte y profesor en la Universitat Autònoma de Barcelona.
La exposición presenta un conjunto de 74 piezas y está dividida en cuatro temáticas: Rengetsu, poeta; Rengetsu, calígrafa; Rengetsu ceramista; Rengetsu y el arte como práctica espiritual, y la naturaleza. Según dijo Stevens en la ceremonia inaugural, «es una exposición pensada para la meditación» y por ello se ha buscado crear un ambiente especial en cada una de las salas para que las personas puedan sumergirse en su trabajo, observar sus huellas marcadas en las piezas aparentemente rústicas e imperfectas, en las que se funden poesía, caligrafía y cerámica.
Con motivo de esta exposición, inaugurada el 19 de noviembre de 2021 y que se puede ver hasta el 17 de abril de 2022, el Monasterio ha organizado diferentes actividades como cursos de meditación zen, actividades familiares, talleres de artes japonesas, una ceremonia del té y visitas guiadas a cargo de Ricard Bru.
La poesía de Ōtagaki Rengetsu en clave de budismo por Sakyadhita Spain
Una de esas actividades es la lectura comentada de los poemas de Ōtagaki Rengetsu por miembros de Sakyadhita Spain(Asociación internacional de mujeres budistas). Mònica Pagès Correcher, psicóloga social (tradición Tibetana), Glòria Puig Kowedowicz, profesora de yoga y meditación (tradición Sanbo Kyodan Zen), Sofia Bengoetxea Sabaté, mujer transexual, analista de laboratorio, jubilada, monja de la tradición Soto Zen, y Caterina Molina Compte, profesora de comunicación en Blanquerna, jubilada, (tradición Sanbo Kyodan Zen) serán las encargadas de conducir este diálogo entre mujeres de diferentes tradiciones, interpretando los aspectos budistas de la poesía de Rengetsu y teniendo en cuenta su experiencia como mujer.
Mujeres y budismo: conferencia de Montse Castellà i Olivé
Montse Castellà i Olivé, cofundadora y presidenta de Sakyadhita Spain, asociación internacional de mujeres, budistas hablará sobre el papel que han tenido las mujeres a lo largo de la historia en el budismo.
«Todas las grandes religiones han nacido, mayoritariamente, en el seno de sociedades fuertemente patriarcales. En este tipo de contexto sociocultural, las mujeres siempre han sido relegadas a cualquier liderazgo, tanto político como cultural o religioso. Como consecuencia, la interpretación que nos llega de las religiones, así como la mayor parte de la documentación historiográfica que existe—tanto oriental como occidental—se genera a partir de una visión androcéntrica en la que la visión y la experiencia de las mujeres han sido, desde siempre, excluidas o silenciadas».
Sesiones de meditación zen con Berta Meneses y Carina Mora
Todos los viernes, hasta el 22 de junio, el Monasterio de Pedralbes organiza en su claustro gótico, el mayor de Europa, sesiones de meditación zen a puerta cerrada conducidas por Berta Meneses, religiosa filipense y maestra zen, y Carina Mora, coordinadora del Área de Espiritualidad de la Casa Sant Felip Neri.
El claustro tiene la función práctica de distribuir y comunicar el espacio del monasterio. Además, el claustro trasciende el plano terrenal y también simboliza la imagen arquetípica del paraíso a través de la arquitectura, el agua y la vegetación. Berta Meneses y Carina Mora conducen a una meditación zen por el claustro a través de una práctica meditativa en posición sentada y de un paseo en calma, con paros para poder captar los detalles del entorno, disfrutar de la sensación de reposo y propiciar un estado tranquilo del espíritu. El claustro luce en su máximo esplendor durante la primavera y es un lugar inigualable para practicar la meditación zen.
EL MONASTERIO
En 1326, la reina Elisenda de Montcada utilizó su herencia para comprar el terreno y construir un convento de la orden de las monjas Clarisas, al que pronto se unió. El resultado es una joya de la arquitectura gótica, una iglesia de nave única de tres pisos, con vitrales y un claustro del siglo XIV. Este monasterio no se abrió al público hasta 1983 y la visita nos acerca a la vida de esta comunidad religiosa femenina recorriendo sus espacios más cotidianos. El Museu-Monestir contiene numerosas obras de arte, objetos litúrgicos y mobiliario.
Enlaces de interés:
LA LUNA DE LOTO Arte y poesía de la monja budista Ōtagaki Rengetsu (1791-1875)
Conferencia inaugural de «La Lluna de Lotus» con John Stevens | Ōtagaki Rengetsu
Emitida en directo el 19 nov 2021
Real Monasterio de Santa María de Pedralbes. Historia y arte
Fina Iñiguez Abad, hispanobrasileña, se formó en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona – UAB (1982), después de haber estudiado en las universidades de São Paulo Pontifícia Universidade Católica y Fundação Armando Álvares Penteado. Ha vivido entre São Paulo, Barcelona y Madrid desde finales de los setenta ejerciendo como publicista y periodista; y ha colaborado con medios brasileños, españoles e internacionales tales como Grupo Estado (periódico O Estado de São Paulo, Rádio Eldorado), Rádio França Internacional – Brasil y Rádio BBC News – Brasil, entre otros. También ha actuado profesionalmente como traductora de portugués y español para editoriales de São Paulo y Barcelona. En 2004 inicia una nueva etapa en el ámbito de la comunicación colaborando con organizaciones no gubernamentales. Desde 2006 se ocupa de la comunicación de la Fundación Casa del Tíbet de Barcelona y colabora con la Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes, Sakyadhita Spain y, más recientemente, Buddhistdoor en Español.