Integrando la práctica del dharma en español: una entrevista a la Venerable Dhammadīpa Samaneri

Dipen Barua y Daniel Millet

Este artículo es parte de nuestra edición especial «Mujeres y budismo en los países de habla hispana».

La Venerable Dhammadīpa, también conocida como Reverenda Konin Cárdenas, es una monja budista ordenada tanto en la tradición budista zen como en la theravāda. El nombre «Dhammadīpa» es significativo a la luz del hecho de que «dhamma» significa «la enseñanza del Buda» y «dīpa» se refiere a una «isla» o a «luz». Por lo tanto, el nombre de la Reverenda Konin Cárdenas como Dhammadīpa quiere decir que ella misma es una isla que continúa llevando la luz de la sabiduría del Buda, en este caso a los Estados Unidos y otras partes del mundo.

La Venerable Dhammadīpa reside actualmente en el Monasterio del Bosque Aloka Vihara en Placerville, California, Estados Unidos, y enseña a practicantes budistas tanto en inglés y como en español. Se convirtió en capellán interreligioso al completar cuatro unidades de Educación Pastoral Clínica. Brinda orientación espiritual tanto en hospitales como en hospicios. Obtuvo un MBA de la Universidad de California, Berkeley y trabajó en finanzas durante muchos años antes de convertirse en una practicante budista de lleno.

Venerable Dhammadīpa Samaneri. Fuente: dhamma-dipa.com
Venerable Dhammadīpa Samaneri. Fuente: dhamma-dipa.com

Buddhistdoor en Español: Nos gustaría saber algo sobre su vida antes de ser usted ordenada. ¿Podría decirnos qué la impulsó a convertirse en monja budista?

Venerable Dhammadīpa Samaneri: Empecé a meditar en la tradición zen en el año 1987, cuando leí un libro escrito por Rōshi Robert Baker Aitken llamado Emprendiendo el camino del zen. En aquel entonces, me sentí como debe de sentirse la campana cuando la tocamos: totalmente conmovida. Fui feliz como practicante laica, madre, esposa y profesional de las finanzas. Así que cuando llegué al centro zen de San Francisco, en el año 2003, ya llevaba muchos años practicando el zen. No tardé mucho en empezar a estudiar con la maestra Reverenda Shosan Victoria Austin, mi maestra en EEUU y la que, años después, me otorgó la Transmisión de Dharma. Además, me inscribí en un grupo que se dedicaba a contemplar un libro escrito por Rōshi Sekkei Harada, el abad de Hosshin-ji, un monasterio de entrenamiento soto zen en Japón. Mi amigo, el Reverendo Daigaku Rumme, que coordinaba el grupo, me invitó a viajar a Japón para realizar un sesshin (un retiro intensivo) con Rōshi en mayo de 2006. Tuve 5 encuentros con Rōshi durante ese retiro, y me di cuenta de que el dharma era algo mucho más vasto de lo que había pensado. Gracias a esa experiencia profunda y el buen ejemplo de la Rev. Shosan, el ardor por la práctica se hizo aún más fuerte dentro de mí. Pero cuando regresé a Estados Unidos, tenía muchas dudas sobre cómo practicar y sobre si yo realmente iba a poder realizar un dharma tan grande y sabio. Pero al encontrar esta joya, no la pude dejar a un lado. Después de hablarlo con mi hija, dejé el trabajo y me mudé a Hosshin-ji en septiembre de ese mismo año. Quise ser monja porque quería invertir toda mi vida en el Sendero, tal como habían hecho mis maestros, y tenía la esperanza de ser un apoyo para los demás, para que ellos también tuvieran la oportunidad de realizar el dharma.

Final de una ceremonia otorgando los dieciséis preceptos a la estudiante Dana Elliott, izquierda, asistida por Norma Fogelberg, derecha. La fotografía de Martha Chickering

BDE: ¿Qué la llevó a su dedicación a difundir el dharma en español en Estados Unidos?

VDS: Estuve aproximadamente dos años entrenando en Japón y, cuando regresé, me di cuenta del esfuerzo que habían hecho otros practicantes antes de mi época para que hubiera dharma disponible en inglés. Decidí que a los hispanohablantes también les hacía falta dharma en su lengua materna, así que decidí intentarlo yo misma. Además, cuando yo experimento el dharma en español me toca de una manera diferente del dharma en inglés. Resurgen otros temas y sentidos. Me imaginaba que también sería así para otras personas.  

BDE: ¿Hay simpatizantes suyos que representen diferentes nacionalidades de habla hispana?

VDS: Sí, hay varias personas de habla hispana que practican conmigo, ya sea en persona o en línea. La mayoría son de México y hay algunos de España, Brasil y El Salvador. También asisten algunas personas estadounidenses.

Ayya Anandabodhi, izquierda, Ayya Santacitta, centro, y Venerable Dhammadīpa. En el Centro de Meditación Roca del Espíritu en Woodacre, California. La fotografía es de Shannon Anderson

BDE: ¿Cómo lleva a cabo sus enseñanzas en español y qué medios utiliza (charlas del dharma en línea, blogs, en persona)?

VDS: Ofrezco el dharma en español a través de mi blog en el sitio web www.dhamma-dipa.com, y también ofrezco charlas y retiros en español en persona y en línea. Estas enseñanzas generalmente son grabadas, y también se pueden ver grabaciones en mi sitio web.

BDE: Usted está ordenada en la tradición budista del zen y en la theravāda. ¿Cómo surgió esta doble pertenencia? ¿presenta alguna incompatibilidad? ¿podría compartir con nosotros su comprensión del estatus de la monja en ambas tradiciones?

VDS: Tras practicar zen durante tres décadas, caí en la cuenta de que, aunque estoy totalmente comprometida con el sendero del bodhisattva, también aprecio la práctica del vinaya. El vinaya es una de las tres cestas del dharma, y incluye el patimokkha, los preceptos que definen el estilo de vida de los monásticos en la mayoría de las tradiciones budistas. No los seguimos en Zen. Para mí, practicar el vinaya constituye un paso más en el compromiso de invertir todo mi esfuerzo en realizar el dharma. Por eso, añadí los preceptos del theravada a los votos del zen y me ordené en las dos tradiciones. Los preceptos del theravada podrían ser los más antiguos del budismo. Esa sabiduría tan antigua a mí me inspira.

Estoy viviendo en un monasterio theravada, y soy monja zen y theravada. No hay incompatibilidad entre las tradiciones si entendemos que la práctica del zen surgió como un desarrollo de la expresión de los ancestros, empezando con el Buda, nuestro primer ancestro del dharma.

Hay dificultades para las mujeres en ambos estilos de la práctica. En la tradición theravada, las monjas son más dependientes de los monjes. Una razón de esa dependencia es que, en la época moderna, hay que reunir tanto a las monjas como a los monjes para cada ordenación. Esto ayuda a los que apoyan a las monjas a que tengan confianza en que las ceremonias se están haciendo correctamente, pero también quiere decir que no podemos desarrollar un linaje sin el apoyo de monjes. Siento mucha, mucha gratitud por los monjes de Sri Lanka, porque ellos son los que han asistido a todas las ordenaciones de monjas que he visto en California, incluida la mía. Ellos se sienten responsables de ayudar porque parte de su historia nacional está marcada por la llegada de la Venerable Sanghamitta a Sri Lanka, quien trajo el linaje de monjas budistas de la India. En cambio, muchos monjes nacidos en Occidente se oponen a las ordenaciones de monjas theravada porque, para volver a establecer el linaje después de mil años sin monjas, hubo ordenaciones con solo monjes theravada, o con monjes theravada junto con monjas mahayana. Especialmente donde vivo, en Aloka Vihara, las monjas estamos desarrollando una manera de vivir con vinaya en el mundo contemporáneo, mientras que seguimos expresando la intención original de los preceptos.

Ordenación de la Venerable Dhammadīpa como samaneri en la tradición Theravada, en el monasterio llamado Buddhi Vihara, en Santa Clara, California. Fotografía facilitada por Venerable Dhammadīpa

Tuve el buen karma de conseguir a mi maestro en Japón, porque, en general, las monjas en Japón son muy poco valoradas. Hoy en día, solo hay dos monasterios en todo el país donde se pueden formar, y la jerarquía de la tradición está completamente dominada por los monjes. Como ejemplo de esto, solo hay que entender que los dos monasterios principales de la tradición soto zen en Japón son Eiheiji y Sojiji, y ninguno de ellos permite a las mujeres formarse allí.

El zen americano ha avanzado mucho en la igualdad de las monjas. Hay muchos templos donde la abadesa es una mujer, y monasterios donde las mujeres pueden entrenar hombro con hombro con los hombres. Pero a veces ha habido individuos que no han tenido suficiente madurez para vivir esa situación, y ha habido casos de acoso sexual. En fin, los problemas de la sociedad se manifiestan en los templos y monasterios igual que en los lugares seculares.

En ambas tradiciones, la aspiración es que las personas de cualquier género reciban el mismo entrenamiento básico y tengan las mismas oportunidades para practicar en lugares sanos y seguros. Al final, lo más importante es que las mujeres se puedan dedicar a una práctica que conduce a la claridad, la sabiduría y la paz, ya sea monástica o laica. Cuando prácticas en persona con alguien, ya sea mujer, hombre, o persona de otro género, te darás cuenta de que, si realmente ellos entienden esto, si realmente tu entiendes esto. Por eso siento mucho aprecio para Ayya Santacitta y Ayya Anandabodhi, con quien estoy practicando en Aloka Vihara. Ellas realmente entienden esto.

“Las vidas de los negros son importantes, porque el amor es importante”. Fotografía de Matt Weingast

BDE:  ¿Podría contarnos algo sobre sus planes para el futuro?, ¿tiene alguna misión personal de dharma?

 VDS: Estoy escribiendo dos libros. Uno de ellos describe las enseñanzas que han surgido durante encuentros con los que apoyan a los monásticos. Su título provisional es Mendicidad en el mundo moderno. Se trata de una serie de historias de mi experiencia practicando en Japón y en el norte de California. Estos encuentros, cara a cara con personas que se sienten parte de la comunidad budista tanto como yo, demuestran la manera en que personificamos el dharma. Espero tenerlo listo para finales de año.

El otro libro se basará en las enseñanzas que ofrecí como curso en línea del estudio del sutra del corazón. Se enfocará en el principio de la vacuidad y en una manera hábil de practicar con los 5 agregados para experimentar ese principio directamente. Fue una petición de una de mis estudiantes, y tengo la esperanza de que salga a finales del año que viene.

Venerable Dhammadīpa recibiendo su ordenación en la tradición Zen en el monasterio Hosshin-ji de Obama, Japón. Reverenda Fumai, izquierda, y Reverenda Kokyō, derecha. Fotografía facilitada por Venerable Dhammadīpa

También estoy haciendo planes para levantar un pequeño monasterio para monjas y mujeres laicas en Virginia, cerca de donde vive mi hija. Tengo la esperanza de que haya personas que aprecien las enseñanzas del budismo en la forma en que las ofrecemos las monjas. Mis intenciones para el monasterio son:

  • demostrar que una práctica profunda sobre el cojín, y más allá del cojín, siempre está disponible
  • explorar la manera en que ofrecer servicio a los demás nos hace intimar con nuestra humanidad común y, a la vez, honra la singularidad del que da y del que recibe
  • explorar la manera en que el estudio del dharma nos acerca a nuestra comunidad budista en el presente y nos permite experimentar la práctica de los que vivieron hace siglos
  • demostrar que las artes y la creación literaria pueden revelar nuevas expresiones de las enseñanzas del budismo y revelar nuestra habilidad única para manifestar la belleza y la sabiduría

Estoy segura de que vamos a necesitar más lugares donde podamos meditar juntos cuando la COVID-19 nos permita reunirnos de nuevo. Mi misión personal de dharma es invitar a todo el mundo a practicar con la gran comunidad budista, explorando juntos cómo vivir en servicio beneficioso a los demás mientras despertamos a la verdadera naturaleza sabia del mundo y de nosotros mismos. ¡Espero que todos confiemos en poder avanzar en el Noble Óctuple Sendero!

Fotografía tomada al final de la ceremonia Zuise, mediante la cual la Venerable Dhammadīpa recibió el título de «Osho» (Venerable), y autorización para ser líder de una sangha. La fotografía tomada en Eiheiji (el monasterio principal de Soto Zen), en Fukui, Japón. Fotografía de Nomoto Photo Shop

This Post Has One Comment

  1. Eduardo

    Excelente entrevista. La inclusión del Vinaya en el zen es interesante. Y me resulta también importante destacar que ambas tradiciones colocan gran énfasis en la cultura mental

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