Lama Losang Samten y Lama Rinchen Kandro conversan con BDE sobre la realización de mandalas de arena

BELÉN AZAROLA

En vísperas de la tercera visita de Lama Losang Samten a la Argentina, esta entrevista conjuga las voces de dos lamas en diálogo. Presentamos las ideas y experiencias que el maestro de los mandalas de arena llega para compartir en Buenos Aires promoviendo este arte y la cultura tibetana, junto a las experiencias de la lama residente que recibe, acompaña y transmite los recuerdos de visitas anteriores. 

Fotografías cortesía de Matías Roth. Visita 2019.

Belén Azarola: Lama Losang, gracias por su tiempo. Me siento realmente honrada por este tiempo para conversar. Todavía atesoro la arena del último mandala que realizó en Buenos Aires. Frente a su regreso en pocos días, ¿podría hablarnos sobre el mérito y la bendición de esta práctica?

Lama Losang Samten: Lo que voy a hacer, esa bendición, seré yo mismo como una persona común. No tengo ningún poder extraordinario. En cierto modo, cada ser humano, tiene sus propias bendiciones que recibe de dioses o diosas. Lo que voy a hacer mientras estoy allí durante una semana será un mandala de compasión que todos necesitamos, sobre todo tanto en estos días, en esta situación mundial y no solo la gente de Argentina, sino de todo el mundo.

Lama Rinchen Kandro, Lama Sangye y todas las sanghas que conocí son maravillosas, me sentí muy conectado. Fue una experiencia realmente maravillosa. Así que ya me estoy preparando para el mandala, las cosas que necesito… la arena, el material y ya tengo una bendición para cada día aquí para llevar esa bendición a la Argentina. Así que eso es lo que estoy preparando, estoy deseando que llegue mi viaje. 

BA: Cuando dice que esto es algo especial y necesario, no solo en Argentina sino en el mundo, estaba pensando en las nobles aspiraciones de paz que están ligadas a la realización del mandala de arena. ¿Podría decir algunas palabras sobre esto? 

LLS: Sí. Este mandala se llama «compasión, amor, bondad», y lo enseñó el mismo Buda, lo que significa que hace 2700 años y, de alguna manera, en el pasado o ahora en el futuro, la humanidad siempre busca la felicidad y la paz necesarias. Especialmente en estos días, ¡hay tantas tragedias en el mundo! La guerra está ocurriendo en Ucrania, debido incluso al caso del medio ambiente, de muchas maneras tanta gente está preocupada, por lo tanto, es muy importante que podamos promover la paz en el mundo y pedir la bendición de los dioses y diosas para la humanidad y el mundo en un evento como este.

Video sobre la confección del Mandala de arena coloreada del Bodhisatva Manjushri, con Venerable Lama Losang Samten, Canal de YouTube Kagyu Tekchen Chöling Argentina.

BA: ¿De qué manera esta práctica puede tener un impacto en el lugar donde se hace y en las personas que viven en ese lugar y, quizás también, en el mundo? 

LLS: Generalmente, cuando decimos bondad y compasión es algo muy opuesto a la ira, el odio, el miedo, el estrés y los celos. Entonces, necesitamos compasión. La necesitamos, creamos en ella o no, creamos en la religión o no. El Dalai Lama y la Madre Teresa señalan que no podemos sobrevivir sin bondad o compasión. Podemos sobrevivir sin religión, pero no podemos sobrevivir sin bondad y compasión. Así que este mandala que vamos a hacer es un mandala de compasión. Y cada color, cada forma, cada diseño tiene un significado profundo. No solo el significado en sí mismo, sino la dedicación de miles y miles y miles y miles de personas a este diseño para la paz, la armonía y la bondad. Así que eso es lo que realmente necesitamos, no solo en Argentina, sino en todo el mundo. Por lo tanto, es muy importante quién lo ve. Creemos que cualquiera que vea este tipo de diseño recibe un impacto mental, físico y emocional, sembrando semillas positivas. Por estas razones es que es importante. 

BA: Pensando en las formas o disposiciones con las que uno participa en este tipo de eventos, ¿qué puede esperar alguien que se acerque a la realización del mandala?

LLS: Me gustaría que cada persona que venga a ver el mandala tenga experiencias. Me gustaría que pongan su arena de bendición en el mandala, lo que significa que les voy a enseñar a poner la arena en el mandala con un embudo de metal que utilizo que se llama chakpur. Entonces, no solo pueden verlo, pueden experimentarlo, lo sentirán y pueden enviar sus bendiciones en el mandala. Tantas razones diferentes tienen un gran impacto para ellos. El último día, en la ceremonia de disolución, desmantelamos el diseño y cada uno puede llevar arena a su hogar para bendecirlo, bendecir el jardín, bendecir su propio lugar, bendecir la tierra, bendecir el agua que es muy, muy importante en cierto sentido en esta tradición.

Fotografías cortesía de Matías Roth. Visita 2019.

BA: Esta práctica de desmantelar el mandala y ofrecer la arena y las bendiciones, el mérito al río, ¿podría decirnos por qué hace esto y las ideas asociadas a esta práctica?

LLS: Nosotros, como un ser humano y cada ser viviente en este planeta, vivimos dependiendo de la tierra y el agua, el fuego, el aire y el espacio. Cinco elementos para, digamos, el mandala. En este caso, van a ser de muchos, muchos colores diferentes. Ya los coloreé, hay cinco colores: el azul representa el espacio; el amarillo representa la tierra; el blanco representa el agua; el rojo representa el fuego o el calor; y el verde representa el aire. Lo que normalmente llamamos hoy en día «mandala de arena», los tradicionales lo llaman «diseño de partículas» y cualquier partícula podría crear este diseño pero, especialmente, la arena que proviene del agua y es debido al agua. Eso significa que vuelve a la forma en que vino. Por un lado, se bendice el agua. Todos nosotros, todos los seres vivos, vivimos gracias al agua y a la tierra. Entonces, la arena regresa adonde pertenece. Por otro lado, es un recordatorio de que cualquier cosa es transitoria, puede cambiar en cada instante. A esto lo llamamos impermanencia. Y vivimos constantemente en esta impermanencia. Por lo tanto, al arrojar la arena al agua, es una forma de que las personas puedan comprender el cambio constante y el vivir en la transitoriedad. Hay un mensaje en la disolución del mandala.

BA: Muchas gracias, Lama. ¿Hay algo que quiera decirle a quien piensa acercarse a ver y experimentar el mandala de arena?

LLS: Sí, absolutamente. Sé que estamos viviendo con una agenda muy ocupada debido al trabajo, al cuidado de la familia y, de muchas maneras, es una agenda ocupada. Pero esto es una vez en la vida, así que no deberíamos perdernos la oportunidad. Me gustaría que cada uno quisiera venir y experimentarlo. Es un diseño sagrado muy, muy antiguo, así que estas cosas no son tan frecuentes. A partir de aquí, 20, 30 años más tarde, quién sabe, no vamos a ver en vivo al artista del mandala de arena y al mandala de arena. Así que esto significa, en cierto modo, experiencias de por vida. Sería genial para la gente, que más gente viniera a verlo, experimentarlo, conversarlo. Espero que más personas tengan una experiencia sobre esto. Estoy feliz de compartir.

Fotografías cortesía de Matías Roth. Visita 2019.

Belén Azarola: Lama Rinchen, muchas gracias por compartir con nosotros unas palabras sobre la próxima visita de Lama Losang Samten y por promover el intercambio con distintos maestros. ¿Cómo fue acompañarlo en las oportunidades anteriores?

Lama Rinchen Kandro: En el 2017 tuvimos la suerte de recibir la invitación a través de Tibet House de San Pablo. Un representante del Dalai Lama, el Dr. Tsewang Phuntsok, siempre ha estado colaborando y promoviendo eventos que puedan ser de utilidad y beneficio y que estén asociados a la enseñanza del dharma y a eventos más abiertos. Él lo estaba invitando para Brasil, entonces nos propuso invitarlo para Argentina. Fue una enorme alegría poder recibir a Lama Losang y a su esposa Sookyong en esa ocasión en que se hizo el mandala de Manjushri, el bodhisattva de la sabiduría. Fue conmovedor conocer a alguien de tanta dulzura y tanta comprensión en el dharma con un muy buen sentido del humor. De esas personas que les encanta contar historias, que atrapan con su relato, ya sean historias de su propia vida como refugiado en Dharamsala, en los colegios pupilos de los tibetanos, como también historias de dharma contadas a un público en general.

Conmueve también, aunque no es algo que asombre porque lo he visto en muchos tibetanos, ese nivel de calidez que le extiende hacia cualquier persona. Ya sea que la conozca hace tiempo o que la acaba de conocer, que sea mayor o más joven, hombre o mujer, hay como una disponibilidad del corazón de parte de Lama Losang a todo aquel que se acerca. O bien sea como curioso para ver el mandala, que se acerque con una actitud tímida, triste, abrumada, o que se acerque lleno de excitación, de alegría y con cualquier estado de ánimo, él los recibe por igual. No lo he visto nunca pasar por ninguna aflicción como enojo o poner límites, lo maneja tal cual como si fuera el moverse de un río y esas son las cosas bonitas de haber compartido de cerca como traductora en sus visitas anteriores. Luego de ese evento nos propusimos que, tan pronto como pudiera, que aceptara nuestra nueva invitación y el 2019 nos volvió a visitar siempre en forma conjunta con Tíbet House de San Pablo y, en esta ocasión 2023, que se extendió un poco debido a la pandemia, es con muchísima alegría que lo estamos recibiendo nuevamente. Más allá de su destreza en el mandala y en el dharma, es esa calidad de persona que también nos enseña a través de su manera de ser.

Lama Losang y Lama Rinchen junto al equipo organizador de la visita en 2019.

Durante las enseñanzas o durante sus explicaciones o durante las plegarias que recitamos ha sido siempre un gusto poder acompañarlo con la traducción. Entiende perfectamente la labor del traductor y facilita enormemente esa tarea para que no haya cansancio o una sensación de sobre trabajo. Recuerdo momentos casi de vacaciones más que de esfuerzo. Su pareja de hace largo tiempo, Sookyong, es profesora de música en una escuela de Filadelfia (Estados Unidos) y es música, toca el violín de manera maravillosa y es tan bonito verlos juntos. Él suele pedirle a Sookyong que toque, que haga una intervención de música, ya sea al final del mandala o en algún momento del mandala, y eso también le da un toque muy particular… me sale una palabra, pero no sé si es la correcta: como de una mirada romántica de la vida en donde podemos expresar el amor en diferentes contextos y ella, con la música, también logra ese ambiente de relajación, de apertura, de confianza, de entrega a lo que está sucediendo. Eso es lo que más recuerdo ahora que estamos por recibirlos de lo que hemos vivido juntos años anteriores.

BA: En la programación puede leerse que Lama Losang empezará el mandala el domingo 12 con una ceremonia de inicio y estará 5 días consecutivos abocado al diseño del mismo. ¿De qué manera transcurren los días previstos para el desarrollo del mandala?

LRK: Lama Losang tiene un ritmo para desarrollar el mandala tranquilo. Sabe el tiempo con el que cuenta y cómo lo va a ir desarrollando. De manera que no se ve prisa en él o necesidad de estar a solas y se va entregando a lo que sucede. Por ejemplo, cuando ve que hay mucha gente que se acerca y que son nuevos en el mandala, detiene su tarea y se sienta y dice «bueno, hagamos un tiempo de preguntas» o «quisiera contarles una historia». Puede ir muy rápido, porque tiene esa habilidad de trabajar con la arena a una gran velocidad; o puede ir bien lento, de acuerdo a cómo él sienta que las personas se conectan con lo que se está generando. Es más importante ese proceso durante el desarrollo del mandala que la obra terminada.

Hay momentos en los que, al comenzar el día y al terminar el día, hacemos plegarias y hay algunos momentos de meditación. Ahora va a estar asociado al Buda de la compasión y el mantra om mani padme hum. Creo que es un mantra conocido por muchísimas personas que incluso lo recitan o lo tienen en cuenta o lo escuchan como un acompañamiento asociado al amor y la compasión. Cuando se va desarrollando el mandala, si uno es sensible al maestro que está desarrollando su arte, hay también ocasiones en las que también la presencia de la bendición está ahí. Es muy bonito escuchar a la gente o verlos en ese contexto de estar escuchando, están conectados. No es algo mágico, ni es una sugestión de las personas, es simplemente por estar abiertos y estar desarrollando una actividad espiritual, religiosa, en un ámbito sano y abierto que esas cosas suceden.

Fotografía cortesía de Lama Rinchen Kandro que retrata el recuerdo que detalla a continuación en la Plazoleta Cristóbal Colon en la Costanera Norte de la ciudad de Buenos Aires.

BA: ¿Tiene algún recuerdo especial que quiera compartir sobre visitas anteriores?

LRK: Recuerdo en el 2019, que decidimos ir a arrojar la arena. Luego de haber disuelto el mandala, se guarda la arena en un jarrón y se reparte un poco de la arena consagrada a las personas que están presentes. Se suele poner en las personas o animales que fallecen un poquito en la coronilla, o se suele guardar en los lugares que uno aprecia, o dejar en la naturaleza o, a veces, por ejemplo, en mi caso, lleno las estatuas que van a ser luego consagradas. El resto en el jarrón, luego de concluir las plegarias, se lleva a un río abierto.

La primera vez lo habíamos hecho en el Delta. Primero Lama Losang hace una ofrenda a los espíritus de la naturaleza, los nagas en particular, y luego, pidiéndoles permiso para poder arrojar esa arena consagrada, se arroja. En el 2019, cuando volvió y teníamos el mandala de Tara blanca, era un día que había llovido y seguían anunciando lluvia. Entonces nos fuimos a la Plazoleta Cristóbal Colon, en la Costanera Norte de la ciudad de Buenos Aires, para hacer ese ritual a los espíritus de la naturaleza. Era un momento de crecida del Río de la Plata, así que había muchísimos camalotes y parecía más un césped cuidado que un río y un cielo bien cubierto de nubes. A medida que él hacía ese ritual a los nagas, empezaron a moverse los camalotes y también empezó a abrirse el cielo dejando aparecer los rayos del sol, parecía como si estuvieran iluminando el lugar en donde estábamos tirando la arena. Le pareció muy especial a Lama Losang, por supuesto todos nosotros no lo podíamos creer. De esa manera, generamos aspiraciones por el bien de todos los seres, por la paz, porque las condiciones sean favorables, por el bienestar, por la prosperidad, por la salud.

Información sobre el evento

El centro budista Kagyu Tekchen Chöling se complace en anunciar la tercera visita del Venerable Lama Losang Samten del 12 al 19 de marzo de 2023 en Buenos Aires.

Centro Cultural CARLOS GARDEL
Olleros 3640, Colegiales, CABA
Entrada libre y gratuita.
Se solicita una contribución voluntaria que se entregará al maestro invitado.

Más información: http://www.kagyuarg.org/visita-ls.html

Secretaría: +54 9 11 7363 9534
Facebook & Instagram: Kagyu Tekchen Choling Argentin

Leave a Reply

Captcha loading...