Vacuidad y no-dualidad: Meditaciones para deconstruir el «yo». Entrevista a Javier García Campayo

DANIEL MILLET GIL

Existe un reconocimiento creciente, manifestado a través de todos los modos de expresión intelectual* y artística, de que los problemas esenciales de nuestro tiempo son de naturaleza espiritual y, en particular, se centran en la concepción que el ser humano tiene de sí mismo y de su relación con la realidad. Tradiciones religiosas como el budismo, el taoísmo y el vedanta advaita promueven prácticas deconstructivas del «yo», a fin de que el ser humano pueda descubrir su auténtica naturaleza.

En este artículo, Buddhistdoor en Español entrevista al Dr. Javier García Campayo sobre su último libro, Vacuidad y no-dualidad: Meditaciones para deconstruir el «yo», publicado por Editorial Kairós en 2020. Esta es una de las obras más importantes publicadas hasta la fecha en español sobre las tradiciones espirituales que enfatizan doctrinas y prácticas meditativas destinadas a facilitar la trascendencia del «yo» y la experiencia de la no-dualidad

Portada de Vacuidad y no-dualidad

Javier García Campayo es psiquiatra del Hospital Universitario Miguel Servet y Catedrático acreditado de Psiquiatría en la Universidad de Zaragoza. Se formó en la Universidad de Zaragoza, donde se doctoró. Ha realizado estancias de investigación en las Universidades de Manchester y Cambridge (Gran Bretaña) y McGill (Montreal, Canadá). Ha sido presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática. Coordina el Grupo de Investigación en Salud Mental de Aragón que pertenece a la Red de Investigación de Atención primaria (REDIAPP) del Ministerio de Sanidad. Ha publicado más de 250 trabajos de investigación y más de 50 sobre el tema de mindfulness. Coordina el Máster de Mindfulness en la Universidad de Zaragoza, el primero sobre este tema en España. Es autor de libros como Vacuidad y no-dualidad, ¿Qué sabemos de mindfulness?, y El guerrero atento en Editorial Kairós; Mindfulness y ciencia, La ciencia de la compasión y Mindfulness y educación en Alianza Editorial y Nuevo manual de mindfulness y La ciencia de la compasión en Editorial Siglantana. Organiza cada dos años el Congreso Internacional de Mindfulness, el más importante del tema en países de habla hispana.

Buddhistdoor en Español: ¿Cómo surgió la idea de Vacuidad y no-dualidad y cuál fue su propósito al escribir la obra?

Javier García Campayo: En los últimos años, la práctica de la meditación se ha ido introduciendo en las sociedades modernas gracias a la expansión de mindfulness. En psicología se acepta que existen tres grandes tipos de meditaciones: 1) Las atencionales, que buscan desarrollar la atención y donde se encuadra mindfulness; 2) Las generativas, que pretenden desarrollar cualidades de las que el ser humano carece o posee de forma insuficiente, y en ellas se encuentra compasión, aceptación o ecuanimidad; 3) Las deconstructivas, que intentan que percibamos de forma correcta aspectos que interpretamos de forma distorsionada como es el yo. Se considera que, de todo lo que las tradiciones contemplativas pueden ofrecer al ser humano para mejorar su bienestar psicológico, la psicología solo ha estudiado un cinco por ciento. Por tanto, queda un increíble potencial a desarrollar. La mayoría de lo que se ha estudiado ha sido sobre meditaciones atencionales, muy poco sobre meditaciones generativas y, apenas nada, sobre deconstructivas. Sin embargo, muchas tradiciones como el budismo, el taoísmo o el vedanta advaita consideran que las meditaciones deconstructivas son el final del proceso meditativo. 

Fotografía de Javier García Campayo.

Desde la adolescencia he practicado meditación zen y conocido tradiciones vajrayana como el mahamudra o el dzogchen. El hecho de que no existiesen libros en español sobre este tema, así como la importancia y el desconocimiento sobre las meditaciones deconstructivas y sobre los conceptos de no dualidad y vacuidad, fue lo que me empujó a escribir el libro.

BDE: ¿Cuál es la naturaleza del «yo» que se deconstruye? ¿podríamos hablar del «yo» como de una función de la mente humana que puede ser trascendida por discernimiento y desidentificación?

JGC: La neurociencia actual distingue dos tipos de «yoes» que se asocian a diferentes estructuras cerebrales. Con el que estamos acostumbrados a funcionar, ligado al «modo hacer» de la mente, es el «yo biográfico». Se estructura en base a unas 50 etiquetas sobre nosotros mismos, que hemos ido desarrollando a lo largo de la vida: nuestra profesión, nacionalidad, creencias religiosas y políticas, valores, personalidad, etc. Se mantiene mediante el diálogo interno (una charla que continuamente mantenemos con nosotros mismo sobre nosotros mismos) y se estructura mediante la biografía (que no es lo que nos ha ocurrido, sino lo que nos hemos contado de lo que nos ha ocurrido). La práctica de mindfulness va acallando el diálogo interno y genera el silencio interno, el «noble silencio», y ese yo empieza a tambalearse. Lo que queda es el yo «experiencia», la experiencia no conceptual en el momento presente, un fluir en el universo eterno sin expectativas y sin sensación de pérdida o ganancia. Pero aún permanece una sensación de yo separado. Las técnicas deconstructivas hacen que la percepción multisensorial se integre de forma diferente, no interrelacionada, y lo que se percibe es una colección de sensaciones cambiantes y no relacionadas, que dejan de construir la percepción sesgada, la interpretación errónea, de que existe un yo inmutable y separado que es el origen de nuestros procesos mentales y corporales.

Fotografía de Javier García Campayo.

BDE: La meditación vipassanā es deconstructiva, nos ayuda a hacernos conscientes de la inexistencia un yo sustancial y separado. El mindfulness ha descontextualizado aspectos del satipaṭṭhāna** trasladándonos a un ámbito donde se aspira a un «yo» individual, sano, ajustado y resiliente. ¿Cómo se resuelve esta aparente contradicción? Hablemos de lo que usted denomina el «techo del mindfulness»

JGC: La deconstrucción del yo, o las ideas de no dualidad/vacuidad, son claves en tradiciones contemplativas como el budismo, el taoísmo o el vedanta advaita, pero son casi desconocidas en las otras culturas y tradiciones, incluida la occidental. Mindfulness, para introducir la meditación en la cultura moderna dominante, tiene que prescindir de esta idea y ofrecerlo con una función instrumental, para conseguir resultados: salud, rendimiento laboral o deportivo o felicidad. La práctica continuada de mindfulness confronta al estudiante con la contradicción intrínseca existente entre buscar un resultado y la felicidad última, que surge por la deconstrucción de ese «yo» que busca resultados, y mediante la conexión con la realidad última ilimitada. Ese es el «techo de mindfulness». Por supuesto, uno puede decidir quedarse en el primer nivel y utilizar mindfulness de forma instrumental para conseguir una felicidad hedónica. Pero la auténtica felicidad, la eudaimónica, va ligada a la deconstrucción del yo, a la meditación son objetivo, sin querer conseguir nada.

BDE: ¿Podemos hablar de una deconstrucción del «yo» a lo largo del camino espiritual cristiano? ¿hasta qué punto existen aspectos cercanos a la no-dualidad por lo que se refiere a la oración contemplativa cristiana y, sobre todo, en relación con místicos como santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz?

JGC: Las meditaciones deconstructivas, que buscan la vacuidad y la deconstrucción del yo, aunque son nucleares en tradiciones contemplativas como el budismo, el taoísmo y el vedanta advaita, también se encuentran en la tradición meditativa cristiana. Como describimos en el libro, el Maestro Eckhart (1260-1328), es quizás el místico cristiano más cercano a la no-dualidad oriental. En El fruto de la nada escribe: «El ojo con que veo a Dios es el mismo ojo con el que Él me ve a mí. El ojo de Dios y el mío son el mismo ojo». Otro ejemplo de no dualidad, además de santa Teresa es el libro La nube del no saber, anónimo inglés del siglo XIV. Sin embargo, las orientaciones no-duales siempre han sido marginales en la mayoría de las religiones y sus defensores no han gozado del apoyo del poder y del «establishment».

BDE: En Vacuidad y no-dualidad usted explica que los estados de ausencia de «yo» son liberadores, pero también que hay aspectos de la deconstrucción del «yo» que pueden generar desaliento y temor. Hablemos de los posibles efectos adversos asociados con la trascendencia del sí mismo.

JGC: El proceso de disolución del yo produce algunos efectos que no se pueden considerar adversos, pero si producen cierto malestar durante algún tiempo. Son los siguientes: 1) Miedo: Estamos apegados al yo y la sola percepción de que puede disminuir su intensidad produce un intenso temor. El miedo último del ser humano no es a la muerte, sino a la disolución del yo: 2) Ausencia de sentido: Todas nuestras acciones y motivaciones están ligadas al yo, al deseo de reconocimiento, éxito o grandeza del yo. La disolución del yo, durante un tiempo, produce una sensación de que nada tiene sentido, de que nada vale la pena; 3) Duelo por la vieja imagen del yo: Los aspectos específicos de nuestro yo, de los que nos sentíamos tan orgullosos, nos generan una gran sensación de apego y una sensación de duelo y tristeza por su pérdida. 

BDE: David Loy, en Lack & Transcendence, sugiere que la concepción dualista de la realidad prevalente en nuestra cultura actual es responsable por diversas crisis por las que está atravesando la humanidad. Loy concluye el libro apuntando que la adopción de un nuevo paradigma cultural basado en una concepción de unidad e interpenetración mutua de todos los fenómenos es el camino a seguir para salir de esta situación en la que nos encontramos. ¿Coincide usted con esta opinión?

JGC: Efectivamente, en este libro David Loy analiza lo que él llama los «proyectos de carencia», los que generamos todos los seres humanos para atenuar la angustia que nos produce la intuición de que el yo no tienen existencia propia. Estos proyectos de carencia son tanto individuales (la búsqueda de la fama, la riqueza, o el éxito en cualquier campo) como colectivos, que abarcan a toda la sociedad. El más importante de estos proyectos grupales es la absurda idea de desarrollo continuo. Las sociedades modernas estamos inmersas en ese delirio sin fin y el principal perjudicado es el planeta, que muestra claros síntomas de agotamiento. La única forma de salvar la civilización es cambiando el paradigma, abandonando el desarrollo ilimitado por un desarrollo sostenible, lo que permitirá salvar al planeta de la presión depredadora del ser humano.

* Paradigmas emergentes y tradiciones espirituales de MONTSE CASTELLÀ OLIVÉ

** Satipaṭṭhāna son una serie de prácticas meditativas budistas que conducen al desapego y al despertar mediante el establecimiento de la atención plena.

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Daniel Millet Gil es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, máster en Estudios Budistas (con distinción) por el Centro de Budistas de la Universidad de Hong Kong y Ph.D. en Estudios Budistas (con distinción) por el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong. Recibió el premio Tung Lin Kok Yuen a la excelencia en estudios budistas (2019). Obtuvo su Ph.D. con un estudio comparativo entre El Castillo Interior de Santa Teresa de Ávila y El Camino de Purificación de Buddhaghosa. Es contribuidor habitual y editor ejecutivo de Buddhistdoor en Español. Y fundador de la Fundación Dharma-Gaia, una organización sin fines de lucro dedicada a la enseñanza y difusión del budismo en los países de habla hispana. Ha publicado numerosos títulos en revistas académicas y divulgativas que se pueden consultar en: https://hku-hk.academia.edu/DanielMillet

This Post Has 4 Comments

  1. I’d like to get the book,which is the editorial,is it possible to get as e book?

  2. Muy interesante y desafiante

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