Compasión y arte efímero

BELÉN AZAROLA

Experto en la realización de mandalas de arena y ex-asistente personal del Dalai Lama, Lama Losang Samten, visita la Argentina por segunda vez para confeccionar el mandala del Bodhisattva Manjushrí en el marco de otras actividades para el público general y la comunidad budista.

Plegarias antes de disolver el mandala de arena. Junio de 2019 en Buenos Aires. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

En colaboración con el centro de Dharma Kagyu Tekchen Chöling de Buenos Aires (Argentina) y la Tibet House de Sao Pablo (Brasil), Lama Losang vuelve al país para confeccionar un segundo mandala. Durante la primavera del 2017 realizó el mandala de Tara Blanca, expresión femenina de la actividad de Buda, conocida como la “Madre Liberadora que ayuda a disipar los temores y promueve la vida saludable”. En esta oportunidad, fue el de Manjushrí, Bodhisattva de la compasión, conocido por postergar su Despertar para poder ayudar a todos los seres a alcanzarlo.

Son muchas las cosas que podríamos decir sobre este arte. La interconexión del macro y microcosmos, su vínculo con la práctica meditativa, el poder de purificación y armonización, aunque una de ellas salta a primera vista: su cualidad efímera. Todo mandala de arena siempre es disuelto y ofrecido para la paz de todos los seres, arrojando la arena al cauce de un río con la intención de que alcance a la mayor cantidad posible.

La semana de la realización del mandala y de las actividades propuestas comenzó un día después del 17 de junio. El 17 es el día de la luna llena del cuarto mes del calendario tibetano en que se celebra Saka Dawa, la celebración del nacimiento, iluminación y el paso al Paranirvāṇa de Buda Śākyamuni que tiene lugar 15 días antes de la luna llena y 15 días después; mes conocido como “el mes de los cien mil”. La razón de este nombre es que los méritos y la energía positiva, alcanzados con la realización de prácticas dedicadas, se multiplican enormemente en beneficio de todos los seres. Por eso, la expresión “cien mil” alude a la idea de multiplicación inconmensurable. Cuando le pregunté a Lama Losang sobre esto me expresó que, dado que es un momento para generar más virtud, le interesa que todos puedan experimentar el diseño poniendo cada uno la arena para recibir las bendiciones. Durante la semana, en un ambiente de silencio y recitación de mantras todos participaron en la confección del mandala agregando un poquito de arena en el diseño.

Confección del mandala de forma colaborativa con la guía de Lama Losang y la ayuda de su esposa. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

El mantra de Manjushrí se repitió día tras día durante su confección, OM ARA PATSANA DHI. En respuesta a la pregunta de una asistente sobre “¿qué es un mantra?”, Lama Losang resumió diciendo que “mantra es una palabra sánscrita. La primera sílaba man- se refiere a la mente, al espíritu, y –tra explica la conexión con ese ser superior”. La recitación del mantra del Bodhisattva Manjushrí durante la realización de su mandala es entonces un modo de establecer una conexión más profunda con él.

Detalle de la precisión de Lama Losang. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

“Ayer cuando Lama Losang hablaba, sentí mi corazón, que no es el corazón físico, sino esa parte central de uno que se hace eco; es algo que está en nosotros y que por eso uno lo puede reconocer”, me decía Iris emocionada con una sonrisa y lágrimas en los ojos. Ella es uno de los miembros más antiguos del KTC y participa activamente de la organización del evento.

A medida que Lama Losang iba avanzando en el diseño explicaba el sentido de cada dibujo, color o modos de hacer, mientras Lama Rinchen lo traducía de manera simultánea. Luego de realizar 10 montañitas de arena que se iban sucediendo bordeando el círculo azul central de Manjushrí, señaló que simbolizaban las 10 perfecciones: generosidad, conducta ética, paciencia, energía entusiasta, concentración meditativa, sabiduría, métodos hábiles, fuerza o poder, sabiduría primordial y aspiración. Más tarde, Lama Rinchen me remarcaba en voz baja que a ella le “da curiosidad que suelte la arena sin tener el dibujo hecho”, teniéndolo solo en su mente.

Desde 1988 Lama Losang realiza mandalas en diferentes lugares y, durante una entrevista personal, me comentó que disfrutaba de recibir las historias que han ido compartiendo con él las personas que participaron comunicándole haber experimentado mucha paz en sus mentes durante la realización. Me explicaba que:

“Los mandalas de arena, o artes de mandalas, son desde el inicio para ser dedicados por la paz, paz en el mundo, paz en la humanidad. Es una enseñanza muy, muy, antigua transmitida por el Buda. No hago esto para promocionar nada budista, lo hago porque tiene un tremendo poder de bendición para la tierra y la humanidad.”

Mandala de arena del Bodhisattva Manjushrí terminado. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

Por segunda vez, las motivaciones de paz y felicidad simbolizadas en la arena de colores devenidas plegaria, meditación y arte a través del ritual, fueron arrojadas al río que circula por el humedal del Delta del Paraná. Dicha zona es protegida internacionalmente como sitio Ramsar, un reservorio de biodiversidad y regulador hidrológico. El Delta brinda refugio, alimento, sitios de reproducción y paso para migraciones de distintas especies. Es así que el río como metáfora de extensa circulación se vuelve, en este caso, la realidad de una gran área de importancia y compromiso de cuidado y atención para con la vida de incontables existentes.

Disolución del mandala de arena. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

“¡Que todos los seres posean la felicidad y las causas de la felicidad!
¡Que estén separados del sufrimiento y de las causas del sufrimiento!
¡Que no se separen jamás de la santa felicidad, desprovista de sufrimiento!
¡Que permanezcan en la gran ecuanimidad, libre de atracción o aversión parciales!”

Igual que en 2017, Lama Losang hizo plegarias para volver a la Argentina y poder confeccionar el mandala de Kalachakra. Para lograr este diseño se necesita un mes de trabajo ininterrumpido. La comunidad budista argentina espera que pueda cumplirse su intención.

Lama Losang con Lama Sangye y Lama Rinchen, directores del KTC, durante el último día de confección del mandala de arena en Buenos Aires, 2019. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

Algunas palabras sobre Lama Losang:

Lama Losang nació en Tíbet y tuvo que dejar su país cuando tenía 5 años como un exiliado en Nepal, luego en India y más tarde migraría a los Estados Unidos donde reside actualmente con su pareja. Sus estudios alcanzados equivalentes a un Ph.D. versan sobre la Filosofía budista, Sutras y Tantras habiendo sido cursados en el Monasterio Namgyal del 14vo Dalai Lama. Fue además nombrado Doctorado Honorífico dos veces y ganó premios internacionales en varias oportunidades. En 1988 y por pedido del 14vo Dalai Lama, Lama Losang expuso por primera vez en Occidente la realización de un mandala de arena tibetano como práctica meditativa. Hace aproximadamente 30 años que recorre el mundo mostrando este arte en diversos contextos como escuelas, universidades, centros de Dharma, museos, galerías de arte, entre otros lugares. Es director espiritual de 3 centros budistas y escribió un libro en el que plasma muchas de sus experiencias vinculadas a su trayectoria disponible en inglés: Ancient Teachings in Modern Times: Buddhism in the 21st Century.

Lama Losang Samten, durante su visita en 2019. Foto cortesía de Matías Roth - Gentileza de Kagyu Tekchen Chöling, Buenos Aires, Argentina

Para más información sobre Lama Losang (Estados Unidos y el mundo), en el siguiente enlace encontrarán su sitio web personal: www.losangsamten.com

Por más actividades budistas continúas o esporádicas en Buenos Aires (Argentina), el sitio del centro de Dharma Kagyu Tekchen Chöling ofrece una diversidad de seminarios y prácticas, participa de la visita de grandes maestros, médicos y astrólogos tibetanos: www.kagyuarg.org

Belén Azarola es antropóloga por la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y se especializó en Budismo Tibetano trabajando temáticas vinculadas a la traducción en la transmisión del Dharma, la transformación personal a partir de la práctica y la reflexión sobre las nociones de individuo y dividuo. Estudió Filosofía del Arte y Etnomusicología en Paris Sorbonne IV (Francia). Trabaja con los escritos de los indólogos Fernando Tola y Carmen Dragonetti. Tuvo un cargo docente en la Universidad de Buenos Aires y fue pasante en UNESCO (Francia). Participó en distintas Jornadas y Congresos Científicos de América Latina y forma parte de equipos de investigación argentinos desde 2011 (UNESCO, CONICET, UBA). Es paisajista por Pampa Infinita (John Brookes School of Garden Design en Argentina).

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