¿Cómo enfrentar una pandemia? Consejos de maestros budistas de nuestro tiempo

Leonardo Fernández Borja

La ciencia y el budismo son dos disciplinas que pueden ser complementarias y esenciales para enfrentar la mayor crisis de nuestra época. Mientras que virólogos, médicos y expertos en salud enfocan su tiempo y energía en descubrir una vacuna para prevenir el Covid-19, los métodos más eficientes para evitar el contagio o tratar mejor a las personas que han contraído este virus, el dharma ofrece una cura o múltiples métodos que pueden aliviar el sufrimiento psicológico y emocional.

Maestros budistas de diversos linajes, escuelas y tradiciones han respondido con rapidez y vitalidad ante esta pandemia. Desde donaciones en dinero y en especie a hospitales, institutos de salud y comunidades necesitadas—el monasterio de Shechen en Nepal, por ejemplo, ha donado más de 66 mil dólares para centros médicos en Tíbet, Nepal, China e Indiahasta empoderamientos, iniciaciones, cursos, enseñanzas gratuitas en línea, reuniones virtuales y meditaciones guiadas difundidas en redes sociales. Una sabiduría ancestral acumulada desde hace 2500 años intenta llegar a nosotros. ¿Podremos transformar este oscuro momento histórico en una oportunidad para salir más fuertes y quizá construir?

El maestro Yongey Mingyur Rinpoche ofrece enseñanzas gratuitas en línea que están dirigidas a domar nuestras emociones conflictivas durante la pandemia. Visita: https://tergar.org/covid-19-message Instagram: @mingyurrinpoche

De acuerdo con maestros como Lama Tenzin Samphel, Lama Tarchin y Garchen Rinpoche, la época que estamos viviendo fue profetizada por Gurú Rinpoche (siglo VIII d. C), principal transmisor del budismo vajrayana en Tíbet. Esta etapa de la historia estaría marcada por tres durukas (duruka, según Lama Tarchin, significa algo que no puede ser prevenido): un armamento que de ser detonado acabaría con toda forma de vida en el planeta, hambrunas ocasionadas por el envenenamiento de la tierra, el agua y otros elementos de la naturaleza, así como por enfermedades sin antídoto o que ni siquiera podrían ser manejadas con un tratamiento efectivo. El mismo Gurú Rinpoche predijo que muchas de sus enseñanzas y prácticas serían más efectivas en esta época futura que, al analizar los signos, encaja muy bien con nuestra actualidad.

En una enseñanza reciente, Lama Tenzin Samphel explicó que esta pandemia es producida por la humanidad, provocada por un quebrantamiento de las leyes morales, resultado de un karma colectivo, consecuencia de acciones detonadas por emociones negativas: odio, celos, envidia, apego… acciones como matar, tomar lo que no se nos ha dado, abusar del cuerpo de otras personas, engañar, sembrar discordia, pensamientos violentos a nivel masivo. En contraste, dijo, si los humanos respetáramos estas leyes morales, si abandonáramos el comportamiento basado en la motivación de hacer daño y lo revirtiéramos por una conducta virtuosa, tendríamos una vida con mayor bienestar a nivel global.

Lama Tenzin Samphel enseñando a sus estudiantes. Fuente: facebook.com/pg/padmapuraNL/

En esta misma enseñanza, Lama Tenzin Samphel habló de la intrínseca relación entre el mundo exterior y nuestro cuerpo. Ambos estamos hechos de los mismos elementos: tierra, agua, viento, fuego y espacio. En nuestro cuerpo, la diferencia entre la vida y la muerte, comentó, reside en el equilibrio de estos elementos. De igual manera, si estos elementos en la naturaleza dejan de estar en armonía todo tipo de catástrofes puede desatarse. Es debido a que estos elementos internos y externos son tan vitales que los tibetanos consideran y respetan cada uno de ellos como si fuera una diosa (mamo). «No se escarba en la tierra, no se quitan las rocas si no hay algún motivo, no se contamina el agua o no se queman productos tóxicos». De no respetar estos cinco elementos, de forma externa habrá desastres naturales y de forma interna, enfermedades y circunstancias difíciles. «Si en vez de respetar la esencia de estos elementos y de verlas como diosas, se destruyen, entonces las mamos se enojan y envían disturbios y enfermedades». Para evitar la ira de las mamos, el maestro aconseja proteger los elementos, especialmente conservar los bosques, impedir la deforestación. «Ésta es nuestra última oportunidad para detener la destrucción de la naturaleza y proteger el medio ambiente. Si todos hacemos eso, entonces nuestro planeta sobrevivirá y todos los seres sintientes podrán prosperar. Esta es nuestra última esperanza.»

Mandala de los cinco elementos. Pintura sobre lienzo Copyright: © Carmen Mensink 2010 Fuente: tibetan-buddhist-art.com

Si bien el budismo ofrece una perspectiva distinta que explica por qué estamos viviendo esta pandemia, también ofrece métodos y medios hábiles para hacerle frente. De forma externa, los maestros sugieren seguir las recomendaciones de los expertos en salud pública. De forma interna, comparten enseñanzas y prácticas para trabajar con las emociones conflictivas que surgen a raíz de la situación actual a nivel colectivo. Estas son algunas de ellas:

      Los problemas más grandes de la humanidad son psicológicos, no materiales. Desde el nacimiento hasta la muerte, la gente está continuamente bajo el dominio del sufrimiento mmental (Lama Zopa Rinpoche).

Meditar en la impermanencia. De acuerdo con Lama Zopa Rinpoche, «si contraemos esta enfermedad, no hay razón de preocuparnos. Hay muchas condiciones y podemos morir en cualquier momento, incluso sin la enfermedad. Ahora con la enfermedad, la gente se entera de que podemos morir en cualquier momento, pero como practicantes del Dharma, sabemos que hay impermanencia y muerte. Sabemos que podemos morir en cualquier momento, cualquier día, a cualquier hora, en cualquier minuto, cualquier segundo. Por tanto, debemos pensar así».

 Al escuchar sobre la meditación en la impermanencia mucha gente cree que se trata de una forma deprimente de ver la realidad, sin embargo, al practicarla, ocurre lo contrario. En cualquier momento podemos dejar este mundo; lo único inmutable es el cambio; nosotros o las personas que queremos van a enfermarse, envejecer y morir en cualquier segundo. Contemplar estos hechos nos hace valorar la vida, mantener armonía con los otros y nos entrena a soltar lo que tememos perder, preparándonos para lo inevitable

Diagrama de protección de Parnashvari, una de las emanaciones de Tara con la cualidad de brindar protección durante plagas y pandemias. Fuente: garchen.net

¿Cómo abordar el miedo? El constante bombardeo de noticias alarmantes, la vida en aislamiento, la posibilidad latente de contraer y contagiar el virus, la crisis económica, social y ambiental… son ingredientes para un coctel perfecto de ansiedad y miedo. Es casi imposible pensar en los desafíos que enfrenta nuestro planeta y no sentir impotencia. El maestro Dzongsar Khyentse Rinpoche aclara que el miedo y la ansiedad son estados que dominan la mente humana: «El miedo está enraizado en la incertidumbre. Vencer este miedo es posible cuando logramos apreciar esta incertidumbre, cuando tenemos fe en la imposibilidad de que estos componentes interconectados [que crean nuestra realidad] se mantengan estáticos».

Otros maestros citan una famosa frase del Mahasiddha Shantideva (siglo VIII d. C), autor del Camino del Bodhisattva: «Si puedes hacer algo por resolver un problema entonces, ¿para qué preocuparse? Ve y hazlo. Si no puedes hacer algo por resolver el problema entonces, ¿para qué preocuparse? Reconócelo y déjalo ir». Sobrepensar una situación u obsesionarnos con algo que está mal o que quisiéramos hacer mejor solo nos desgasta intelectual y emocionalmente. 

¿Cómo enfrentar la ansiedad? Una de las prácticas de meditación más eficaces que recomiendan los maestros para contrarrestar la ansiedad, accesible a budistas y no budistas, es el Tonglen (dar y tomar). Durante esta meditación imaginamos que tomamos el sufrimiento de seres o personas cercanas, que nos son indiferentes y que nos generan rechazo, frente a nosotros. Con cada inhalación tomamos sus enfermedades o cualquier tipo de sufrimiento que tengan en forma de humo negro y con cada exhalación imaginamos que reciben salud, sanación, felicidad, paz, abundancia… en forma de luz que los filtra por completo. El Tonglen está basado en la compasión. En vez de dejarnos embargar por la ansiedad y el miedo, atrapados en nuestro propio capullo, esta práctica nos reta a ir más allá de nosotros mismos. Con tan solo hacerla por unos minutos, surge una calma por sí misma y un sentimiento amoroso de calidez en el pecho, regresando nuestra mente al presente.

Aprovechar el aislamiento. Sino podemos salir, vayamos hacia dentro. Chokyi Nyima Rinpoche aconseja tomar la cuarentena como una posibilidad para profundizar en nuestra práctica, para estudiar, contemplar y meditar como si estuviéramos en retiro. Dice que es una oportunidad especial en la que tenemos tiempo y tal vez el espacio para cultivar el amor y la apertura de forma más estable. 

Practicar la generosidad. El Dalai Lama nos exhorta a que en la medida de nuestras capacidades ayudemos a aquellos que no tienen casa, familia o recursos. Menciona que esta crisis nos muestra que todos estamos juntos en esto y que compartimos la responsabilidad de ejercitar la compasión y de brindar apoyo a quienes más lo necesitan.   

Su Santidad el Dalai Lama asegura que este virus pasará, igual que las guerras y amenazas terribles que ha visto a lo largo de su vida, y que tendremos la oportunidad de reconstruir nuestra comunidad global como lo hemos hecho tantas veces antes.

Recientemente, Dzigar Kongtrul Rinpoche y su Sangha Mangala Shri Bhuti, compartieron en su boletín informativo estas palabras que parecieran una plegaria de aspiración: 

 «Que una cura, vacuna o medicina exitosa antiviral llegue con rapidez y sea totalmente efectiva en eliminar el virus. Que todas las medidas sociales para frenar el contagio del virus llevadas a cabo por las poblaciones de los países sean exitosas. Que el daño económico y el sufrimiento del desempleo, escasez de comida, estrés y ansiedad de este tiempo llegue a su fin. Que las poblaciones de refugiados que corren un riesgo enorme en campamentos densamente poblados, así como las naciones que carecen de un sistema de salud pública adecuado estén protegidos. Que todos estén a salvo y protegidos. Que todos los que han muerto renazcan en reinos superiores. Que el medio ambiente sane, que la crueldad innecesaria hacia los animales cese de una vez y para siempre. Que encontremos soluciones creativas que nos permitan vivir en armonía con nuestro planeta de tal manera que nuestras vidas y las vidas de los seres sintientes con quienes compartimos este mundo estén mutuamente nutridas y apoyadas. Que encontremos compasión en nuestros corazones en todo momento y que podamos relacionarnos con aquellos cercanos a nosotros, así como con quienes consideramos que están “del otro lado de la cerca” como una sola raza de seres sintientes que buscan lo mismo: libertad del sufrimiento y felicidad duradera.»

This Post Has One Comment

  1. Gracias

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